Dedicado a los y las de la banderita...

[Urkijo]

[JJRanarxyPunk]

[inter1868]

De Kaos
Nunca en la historia se había alcanzado semejantes niveles de fanatismo futbolero. El inmenso poder de los “mass media” ha quedado demostrado en este evento.

Atizando constantemente con publicidad balonpédica, ha calado tan hondo y de tal forma en las mentes de los ciudadanos que ni siquiera se han percatado de ello.

El “soy español, español, español”, y la “orgía de banderas nacionales” recordaban a la época de mayor explendor del caudillo.

Es como si el fútbol hubiera suplantado el rancio fanatismo del nacional-catolicismo de la época franquista.

El fútbol como mero deporte es tan interesante como cualquier otro en dónde el équipo es lo más importante, tal como, entre otros, el baloncesto, balonmano o ciclismo.

Pero, el negocio que han montado los de la FIFA es realmente impresionante. Es una máquina de recuadar dinero que se quedan unos pocos elegidos, que por cierto, apenas pagan impuestos en función de sus nóminas millonarias.

El equipo de España habrá ganado, bien y enhorabuena, pero la sociedad, en mi opinión, ha perdido. Ha perdido la capacidad de ser críticos, de pensar por sí mismos, de no dejarse arrastrar por los abanderados de turno, de poner cada cosa en su sitio, de tomar una parte por el todo y de dejarse arrastrar por el fervor españolista que defiende la derecha.

Una cosa es el fútbol como deporte y otra bien distinta es el fútbol como espectáculo capaz de manipular a casi toda la sociedad.

PD.: el pulpo Paul es sólo una nota de humor que los alemanes han querido dar al espectáculo de masas y nada más.
http://www.kaosenlared.net/noticia/futb ... do-mundial

[Jorge.]

De Kaos
Nunca en la historia se había alcanzado semejantes niveles de fanatismo futbolero. El inmenso poder de los “mass media” ha quedado demostrado en este evento.

Atizando constantemente con publicidad balonpédica, ha calado tan hondo y de tal forma en las mentes de los ciudadanos que ni siquiera se han percatado de ello.

El “soy español, español, español”, y la “orgía de banderas nacionales” recordaban a la época de mayor explendor del caudillo.

En tiempos de Franco, eso de ser español era una cosa mucho más liviana y de andar por casa. Imponer una identidad mediante una guerra, era algo muy antiestético, y por eso mucha gente eso de España se lo tomaba con calma, con un tanto de risa y un tanto de desprecio.

Ahora no. Ahora parece que eso de ser español está muy bien visto.

Y lo del fútbol y las masas y el adoctrinamiento, no lo es tanto si se piensa que para ser adoctrinado, hay que tener ganas de que te adoctrinen. Los medios de comunicación no pueden, por ejemplo, imponer a la gente el gusto por las carreras de caballos o por la música clásica.

Había una necesidad de una identidad común en millones de personas, y el Estado ha sabido manipular muy bien una serie de resortes. Encontró un espectáculo que le gustaba a mucha gente, lo ha promocionado, lo ha extendido, y ahora (gracias a esos eventos y a muchos otros enredos) se identifica a la perfección ser español (identidad nacional), con Estado español. La española es en la actualidad la identidad más fuerte y de más recursos simbólicos y culturales, está presente por toda la península, es muy agresiva y veremos lo que da de sí el engendro.

[yoSkAn]

Y lo del fútbol y las masas y el adoctrinamiento, no lo es tanto si se piensa que para ser adoctrinado, hay que tener ganas de que te adoctrinen. Los medios de comunicación no pueden, por ejemplo, imponer a la gente el gusto por las carreras de caballos o por la música clásica.

no estoy de acuerdo, pa empezar, creo que se puede ser adoctrinado "sin que uno quiera", y además, los medios pueden imponer el gusto por lo que les de la gana:
por las carreritas de coches que hace años no le gustaban/importaban a ni dios, y ahora mazo peña "sabe de coches" y motos.

Te digo yo que si empiezan a promocionar waterpolo o judo, se hace deporte de masas...
Y con la música, 3/4 de lo mismo

[inter1868]

Volviendo a lo anterior en cuanto ala exaltación del patriotismo, sea el que sea, conlleva a consideraciones ideológicas en una importante proporción de esa manifestación de patriotismo.

En nombre de ese patriotismo se pueden realizar actos que para nada tienen que ver con el sentir del pueblo ¿o quizás el sentir es ese? ¿manipulación del dia tras dia?
Si!!!!! Se crea la opinión única pues si la gente no reflexiona ni tiene voluntad para buscar la alternativa a lo publicitado ¿Cómo no va estar influenciada?

El populismo patriótico puede dar paso a una radicalización patriótica que para tener una base, cogida con pinzas, ensalza lo propio como algo divino (por lo superior), sublime, intocable con respecto a cualquier movimiento u opinión que no casa con sus postulados.

Cada cual se puede sentir de donde quiera pero sin perder de vista que lo diferente lejos de causarnos temor, indiferencia etc. nos enriquece, aportándonos puntos de vista en lo cultural-social que nos demuestra que no prevalece nuestras estrechas miras si no que en cada uno existe un sentir y no una globalización de uniformidad gris que nos quieren vender como “normal” mayoritario y excluyente.

Para finalizar el tocho algo de Galeano que para mi viene a lo por mi escrito.

La democracia es una cueva de ladrones que no sirve para nada y que no hace más que lastimar a los pobres.

El nuevo nombre de la dictadura financiera es comunidad internacional; cualquier cosa que hagas para defender lo poco que te queda de soberanía es un atentado contra la comunidad internacional, no un acto de legítima defensa contra la usura que practica la banquería que gobierna el mundo y a la cual cuanto más le pagas más le debés.
Salud.

[giuseppe]

Jorge escribió:
Había una necesidad de una identidad común en millones de personas, y el Estado ha sabido manipular muy bien una serie de resortes. Encontró un espectáculo que le gustaba a mucha gente, lo ha promocionado, lo ha extendido, y ahora (gracias a esos eventos y a muchos otros enredos) se identifica a la perfección ser español (identidad nacional), con Estado español. La española es en la actualidad la identidad más fuerte y de más recursos simbólicos y culturales, está presente por toda la península, es muy agresiva y veremos lo que da de sí el engendro.

... no estoy de acuerdo contigo, creo que es precisamente un síntoma de debilidad, porque aparte del fútbol no encuentro muchos más recursos de legitimación e identificación nacional y por eso insisten machaconamente en ello. Hace unos años en el telediario sólo se hablaba de terrorismo vasco (50%) y de deporte (50%); no cuentan con mucho más.
Creo que en otros países el nacionalismo está mucho más arraigado y legitimado que en éste (Alemania, Francia, Dinamarca...) y que esa agresividad de la que hablas va a ocasionar igualmente conflictos y roces con otras "identidades", como los que produce en este foro. Parece que el comecocos ha calado más entre la gente más joven (es una impresión), pero yo creo que, cuando pase esta narcosis, la crisis, el paro del 50%... los va a devolver a la realidad.

Lo que más me impresiona es la capacidad de crear un "espectáculo" masivo

Hay que tener paciencia y dejar que pase el tiempo.

saludos

[Juliano]

No me van demasiado los macroanálisis psicológicos. La experiencia me dice que siempre son erroneos. Pero al caso, el tema del nacionalismo español y tal es una enorme tontería. España no es más que una marca y ese es el fin del mundial:

El éxito de la Selección impulsa la marca España en todo el mundo

Solo cuatro pintagaitas con montera y pajarraco entre rojo y gualda confunden los términos. Vivir en el pasado sobre el tema del nacionalismo es un atavismo tan resultón como ridículo.

Salud.

[inter1868]

Para no insertar mas hilos con el tema de la victoria de "la roja" dejo esta opinion de Carlos Taibo.

Carlos Taibo : "¿Todos con ’la roja’ ? Sobre un momento histérico"
En las líneas que siguen no hay ningún deseo de contestar el derecho que, hechas las salvedades que procedan, cada cual tiene a disfrutar de la manera que estime conveniente. Si a alguien le atrae la selección española y considera que pasar la tarde viendo uno de sus partidos es una tarea placentera, pues bien está.

Se impone, sin embargo, sopesar hipercríticamente la trama general —los intereses, los engaños, las manipulaciones— que ha rodeado este gigantesco y ambiciosísimo montaje de ’la roja’.

Para asumir esa tarea, y aun a costa de empezar con argumentos muy manidos, lo primero que hay que rescatar es el significado del panem et circenses, y en particular, en los tiempos que corren, lo que implica lo del circo. Nada mejor para avasallar a la ciudadanía que atontarla con unas u otras atracciones. En estos días no hay que ir muy lejos para apuntalar el argumento : ahí están esos millares —¿millones ?— de jóvenes que han llenado las calles en sus celebraciones por los éxitos de ’la roja’ mientras prefieren ignorar el escenario laboral en el que se mueven —los que son miserablemente explotados— o en el que no se mueven —los que arrastran un paro de siempre—. En las celebraciones no ha faltado, además, cierto tufillo fascistoide y autoritario, y ello aunque las gentes de mi generación estemos obligadas a reconocer que vemos demasiado rápido, detrás de la bandera rojigualda, adhesiones que no están, sin duda, en la cabeza de muchos jóvenes. Lo de ’la roja’ —hablo ahora de la ingeniosa terminología trenzada, de la que forma parte el empleo de la primera persona del plural a la hora de dar cuenta de las hazañas futbolísticas— hiede, en cualquier caso, como mensaje icónico : como quiera que no somos nada rojos, al menos lo compensaremos en el terreno de los símbolos.

Las cosas, sin embargo, no quedan ahí : hay que prestar puntillosa atención a la manipulación mediática que se ha registrado en los últimos días. Tiene, si así se quiere, dos manifestaciones. La primera no es otra que una fraudulenta reivindicación de lo colectivo frente a lo individual. De nuevo nos topamos con lo mismo : en una sociedad en la que lo colectivo ha sido manifiestamente estigmatizado y arrasado nos podemos permitir la reivindicación de los valores correspondientes, bien que en un terreno acotado y con protagonistas principales en una veintena de ciudadanos que peleaban por ganar nada menos que 600.000 euros —por cabeza— si ganaban el mundial. Qué curioso es, por otra parte, que los mismos medios de comunicación que han ensalzado la presunta condición colectiva de ’la roja’ prosigan en su tarea de canonizar a héroes deportivos tan equívocos e individualistas, y tan vinculados con el negocio y la publicidad más abyecta —por qué no prohibir, por cierto, la publicidad realizada por famosos—, como Fernando Alonso o Rafael Nadal. Recuérdese que el modelo que se propone no es otro que el del triunfador adobado de dinero en un escenario en el que este último, y el negocio, aniquilan todo lo que de saludable puede haber en el deporte.

La otra manifestación que anunciábamos remite a un empleo distinto del mito de lo colectivo : el que cobra cuerpo, dentro de una compleja y conflictiva trama nacional, de la mano de la postulación de la existencia de una identidad española común que, cabal, se levantaría llana, orgullosa y convincentemente frente a los particularismos locales (y también, en una dimensión más sibilina, frente a las identidades de millones de inmigrantes). Cuando antes hablaba del tufillo fascista y autoritario de algunas de las algaradas callejeras de los últimos días estaba pensando en buena medida en las secuelas de esto que acabo de señalar. Llamativo resulta, en cualquier caso, que mientras durante años, y desde el nacionalismo español, se ha reprochado a los demás que emplearan el deporte —el fútbol en singular— como escudo identitario, ahora los que entonces se sentían agraviados echen mano, sin rebozo, del mismo procedimiento.

Que lo que rodea a tanta miseria es más importante, en sus consecuencias, de lo que pueda parecer bien puede ilustrarlo el hecho de que el virus ha alcanzado a quienes —cabía suponer— se hallaban mejor protegidos. Baste un botón de muestra : el de una convocatoria realizada en Madrid para la noche de la final del Mundial. En su versión de sms rezaba así : "La roja es mi selección, pero la rojigualda no es mi bandera. Celebra el mundial con la tricolor. Tráela a la plaza de Lavapiés el domingo tras el partido. Pásalo". Creo que no se puede ser sino duro : lejos de contestar toda esta mierda, hay quien piensa que debemos sumarnos sin cautela a ella en la certeza de que la bandera tricolor resolverá mágicamente nuestros problemas. Líbrenos la providencia de estos republicanos.

Dejo para el final el recordatorio de una última discusión interesante : la que nace de las reiteradas declaraciones de dirigentes políticos y empresarios que han llamado la atención sobre las presuntas consecuencias benefactoras que, en términos de crecimiento del consumo y de alegría productiva, está llamado a tener el Mundial de fútbol. Supongo que lo que en los hechos nos dicen es que seremos más felices gastándonos —colectivamente, eso sí— unos euros más en cervezas y en banderitas, y trabajando con singular encono en provecho de los resultados empresariales, que atendiendo a la resolución de esos pequeños problemas que tiene, al parecer, una minoría de nuestros conciudadanos… "Canta y sé feliz", como rezaba una vieja y profunda canción de Peret. Dejo para otro día —no toca hoy— la consideración de qué poco tiene que ver con nuestro bienestar el consumo, hilarante e insostenible, al que a menudo nos entregamos y que tanto celebran nuestros gobernantes.

Carlos Taibo
http://www.rojoynegro.info/2004/spip.php?article31051

[Chimaera monstrosa]

La Ejpaña del Jamón y la Pandereta vuelve a estar en auge, esta Ejpaña está condenada a ser un país inculto y bárbaro donde los muertos entierran a los vivos.

[Jorge.]

Yo digo que la yoska no tiene razón, porque el gobierno y los mas media deberían promocionar la música clásica y la ópera. De esa manera el nacionalismo español se articularía en torno a un espectáculo serio y muy culto, la gente podría tirarse de los pelos siendo fan de María Bayo o de Montserrat Caballé. Los embotellamientos se harían en torno a los palacios de conciertos, y Radio Clásica desplazaría a la COPE. Y los internacionalistas ensalzaríamos la música tradicional africana de la Costa del Marfil.

[Chimaera monstrosa]

Eso estaría muy pero que muy bien. En lugar de hablar de bares y pinchos de tortilla, pulpos a la gallega o la identidad del jamón en el estado español, discutir sobre como ataca el La sobreagudo una soprano o disertar sobre el cuarto movimiento "Alerta" de la sinfonia 11 de Sosthakovich.

[Juliano]

Pues yo prefiero hablar de ópera y Mozart mientras me pincho una tortillita con su respectiva caña en una terracita de verano.

Salud.

[giuseppe]

Maria Bayo gana el mundial del do de pecho ¡!!

Tras una final emocionante, nuestra representate.... y bla, bla, bla

Hoy recorrerá en autobús descubierto las principales calles de la capital. Se espera que más de 15 mill. de personas reciban a nuestra campeona.... y bla, bla, bla


saludos

[Juliano]

Mientras nos pinchamos unas tapitas, claro!.

Salud.