Aquí van unas declaraciones de un Birri ya con ochenta años:
Necrológica: Muere Fernando Birri, un constructor de utopías
Aquí algunas de sus primeras películas en Argentina:
Yo no limitaría la palabra producción al set cinematográfico, la usaría como producción de sentidos cinematográficos, extendiéndola así a la producción de revistas, de crítica, de análisis … vemos un punto crítico, y éste es que la palabra cine ya no basta. Hay que inventar una palabra que anticipe la invención real del medio. Por ahora podemos conformarnos con intentarlo con algunas que ya existen para eso, como por ejemplo, imagería audiovisual, que me agrada mucho. El imago, la imagen, que cuenta con un prestigio muy grande, casi fantasmagórico. Y como un fantasma audiovisual, quizá podamos compararlo con un ectoplasma, una nebulosa que se está completando de diversas formas y de la cuál el cine es sólo una expresión.
... Para comenzar podemos detenernos en todas esas formas que ya existen de hecho, no de modo anticipatorio. Y en ese sentido existe lo que Pasolini llamaba contaminatio: la contaminación de géneros. Asimismo el cine es visto en pantalla normal y por lo tanto es muy difícil separar las cosas, lo que es documental, lo que es ficción.Y desde ya, en muchos filmes existe una intersección, una confluencia de los géneros tradicionales con cosas que no conocemos aún. Docfic es eso, es una reformulación propuesta por Orlando Senna en la Escuela de Cine de Cuba a principios de los años 1990 a la que me adhiero porque me parece que ella realmente comprende una intuición que de alguna manera define una cosa que también está siendo... Donde me parece que realmente apunta todo eso, como punto extremo, como una new frontier, una nueva frontera a la cual algunos ya llegaron, y que están ocupando para después partir hacia otros territorios desconocidos, y cine virtual, e imagen virtual. Lo que para la mayoría de un público de espectadores, de cinéfilos, aún permanece como algo secreto o prohibido, existe para una minoría súper específica, por ejemplo en el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) (EEUU), lugar donde se experimenta desde hace décadas en un cine muy especial, que se puede tocar verdaderamente, y tantas cosas que surgen de alguna manera en tanto se desarrollan nuevas tecnologías. Y aquí tenemos una cuestión que usted me proponía anteriormente: el que las nuevas tecnologías, las nuevas expresiones, las nuevas críticas, coexisten, no son cosas que apuntan unas hacia un lado y otras para otro. Es posible, eso si, separarlas con objeto de vivisección, de estudio, comparando con la anatomía; pero para que el cuerpo camine, viva, respire y ame tiene que estar completo.... Ellos cuentan con uno de los laboratorios más avanzados en los aspectos de la imagen virtual, y, por supuesto, de todas las anticipaciones que de alguna manera derrumban las clasificaciones actuales o que juzgamos actuales y que son viejas en cine.
Para comenzar, el verdadero nombre sería Escuela de los Tres Mundos: América Latina y Caribe, Asia y África, para contraponer a la idea de Tercer Mundo, una denominación que siempre aborrecí, porque me parecía indigna… pero eso quedó como un sobrenombre. Bueno, la escuela nace con parámetros muy específicos y muy innovadores. Hoy, cuenta con un gran y justo prestigio internacional, se mantienen ligadas práctica y teoría, los alumnos filman como locos, no hay día ni hora en que no estén dando vueltas con cámaras y grabadores. Pero creo que es hora de expandirse al área de las tecnologías electrónicas... Es ése el sentido de esto: estimular un imaginario y una imaginación que de alguna manera anticipen el futuro. Si el audiovisual, el viejo cine, ya no sirven para nada, si son obsoletos, si significan soñar los viejos sueños, todas las noches precisamos cerrar los ojos para soñar los nuevos sueños.
El siglo del viento (1999), mano a mano de Eduardo Galeano y Birri
Entrevista con el padre de Che Guevara
Y quien quiera puede estimularse con Org (1979), que anda por ahí también