¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Fenómenos y reflexiones en torno al Anarquismo y la sociedad: paranoias, humor, surrealismo, sucesos inexplicables... Gustos y aficiones: cine, música, literatura, etc. Textos personales. Mensajes fuera de contexto e insultos y exabruptos contra el Anarquismo.
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Super8
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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Super8 » 29 Ago 2018, 22:30

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Una de las pruebas flagrantes de mi desorganización habitual es que en todos estos años de Festival de Cine Africano-FCAT de Tarifa-Tánger nunca me las he compuesto para ir a una proyección del documental de Cabo Verde Tchindas(2015), de Pablo García Pérez de Lara y Marc Serena -y eso que ha habido varias-. Gracias al vídeo club digital Filmin he podido solventar, y con gran alegría, esa carencia, a pesar de que en la pantalla del ordenador se te ha de escapar entre los dedos la aportación de la luz de Cabo Verde -y de la de tantas miradas- al formidable resultado final. Toda una experiencia la de este documental rodado hombro con hombro con sus protagonistas. Aquí la web de la película: http://www.tchindas.com/es/.



La calma reina en São Vicente, una pequeña isla caboverdiana de donde la mayoría de sus habitantes nunca ha salido. Tchinda es una de las mujeres más queridas, especialmente desde 1998, cuando salió del armario en un semanario local. Su nombre se ha convertido en una forma coloquial y cariñosa de nombrar a los gais y las trans de su isla. Tchinda tiene ahora 35 años y vive de manera humilde. Cada tarde vende por las calles del barrio sus “coxinhas”, los populares buñuelos brasileños. Hasta que el ritmo de la isla se transforma con la llegada del Carnaval. Nacen los problemas, a menudo a causa de la falta de dinero, pero la imaginación hace el resto. La música y las “tchindas” nos guiarán por un fascinante viaje a un rincón desconocido de África.
Más información: https://www.publico.es/culturas/tchindas.html

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Sindelar
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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Sindelar » 11 Sep 2018, 10:00

La cuadrilla, acerca de las consecuencias de liberalizar un servicio público como es el transporte ferroviario, muy recomendable.

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Los ferrocarriles británicos, cuando se privatizaron por el gobierno torie, se repartieron entre 100 compañías diferentes. La mayoría de ellas compraron su parte a precios de ganga y después la revendieron mucho más cara, en operaciones puramente especulativas: La línea Poterbrook ROSCO fue privatizada por 527 millones de libras esterlinas en enero de 1996 y fue vendida 7 meses después por 825 millones de libras; Eversholt ROSCO fue privatizada por 580 millones de libras y revendida por 726 un año después, y así una larga lista. Por otro lado, en los 5 primeros años después de la privatización, el número de trabajadores de ferrocarriles cayó de 159.000 a 92.000; el de aquellos que trabajaban en los coches restaurantes, la limpieza de los vagones, etc, cayó de 31.000 a entre 15.000 y 19.000 durante el mismo periodo. Y el gobierno laborista de Tony Blair, de acuerdo con su política general en beneficio de los empresarios y no de los trabajadores, ha continuado lo que empezaron los tories. Por ejemplo, una de las actuales compañías privadas de ferrocarriles, Railtrack, ha recibido 5 billones de libras de dinero público desde 1997 y el gobierno ha anunciado que le va a dar 26 billones más durante los próximos 10 años, en un trasvase directo de dinero público a los bolsillos de los empresarios.
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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Super8 » 11 Sep 2018, 22:39

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El proyecto en red 'La internacional de Allende' se irá desarrollando hasta 2020. Parte de una base de datos con más de cien personalidades que llegaron a Chile desde diferentes puntos del planeta y participaron en el experimento democrático de Salvador Allende. Entre ellas está Armand Mattelart, el director de La espiral (1976).


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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Super8 » 15 Sep 2018, 00:44

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- Toma. ¿Está bien así?.
- (Cuenta el dinero) Está bien.
- ¿Has dormido bien?
- No, he soñado mucho.
- Los sueños siempre son terribles. Incluso en sueños no podemos evitar buscar una solución. Nos vemos.
- Adiós.
"Toda historia debe tener un principio, un desarrollo y un final, pero no por este orden". Esta frase puede definir la estética completa del gran director Jean-Luc Godard, quien no mejor que otros pero sí con más notoriedad se ha empeñado en enriquecer la experiencia de la audiencia haciendo que sus películas no recuerden a novelas, como en el cine más comercial, sino a otras artes y, en el mejor de los casos, a un arte propio que es el cine y que es más que "contar historias". Se toman los ingredientes habituales de una película y se juega con ellos sometiéndoles a otros ritmos y a otros órdenes y permitiéndonos así reflexionar sobre su trasfondo o el trasfondo de nuestra relación con ellos, según gustos. Quentin Tarantino, en cierto modo, también hace esto aunque discretamente y quizás por no saber hacer otra cosa que formalismos.

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Godard se dedicó a esto en principio como artista profesional, pero a finales de los sesenta se tomó su propia estética a la tremenda, decidió que en el fondo lo que estaba haciendo a tientas era destrozar la cultura burguesa y se puso a hacerlo a fondo. Comprometido con el maoismo, intentó llevar la revolución cultural al cine impulsando la productora autogestionaria Dziga Vertov: denunció que el cine narrativo sometía a la audiencia a la cultura burguesa -no sólo la distraía, sino que la construía- y que el cineasta políticamente responsable no tenía que hacer ficciones, sino ensayos visuales que cuestionasen esa construcción y expusiesen la teoría revolucionaria correcta que impulsase el verdadero partido proletario -las palabras de Godard no eran exactamente estas, pero las palabras exactas suenan más locas-.

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En estas estuvo ocupado Godard unos ocho años, con resultados políticos nulos, como todas y todos sabemos, pero resultados cinematográficos más que estimables: películas como Luchas en Italia, Carta a Jane Fonda, Todo va bien o, muy especialmente, Aquí y allá hacen pensar mucho y bien sobre las imágenes de la política y la política de las imágenes, soflamas maoísto-althusserianas y algunas conclusiones aparte. No sé si de Mao se enteró mucho, pero de cine Godard ya sabía un montón cuando se metió en estas aventuras y compartió ese conocimiento con la audiencia. El proyecto no pervivió en parte por la gran derrota de los movimientos revolucionarios de aquellos años, en parte porque la cosa terminó amenazando la supervivencia económica y física de Godard. Ya no es sólo que acabase arruinado -como reconoce en comentarios un punto clasistas como Lo que siempre me ha llamado la atención en el cine militante es que quienes lo practicaban no tenían necesidad de ganarse la vida. No vivimos en una sociedad gratuita, no sé cómo lo hacen. No es normal vivir de la mendicidad y luego ir a entrevistar a alguien que reclama más.- sino que, para que una vez que le pagaron y se vió en medio de una revolución armada de verdad -rodando una película al servicio de Palestina-, abandonó el proyecto pensando que le iban a matar de verdad y sin acabar de enterarse.

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Varías de las películas de Godard contaron con la colaboración de Jane Fonda, cuya imagen se vió sometida a todo tipo de manipulaciones para sacar a la luz la continuidad del proyecto burgués bajo el turismo revolucionario y su propaganda. No sé si a la propia Jane Fonda esto le pareció tan iluminador como a mí, pero el caso es que la lección no le privó de acabar de consorte del "magnate" de la CNN Ted Turner, el hombre que se forró haciendo espectáculo de la caida de la URSS.

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En fin, por los mismos años que Jane Fonda volvía a gritos al redil con la película requeteoscarizada En el estanque dorado (Mark Rydell, 1981)-un empalagoso sermón dirigido a los ya crecidos jóvenes rebeldes para que reconociesen que papá siempre había tenido razón-, Godard se volvía a hacer artista profesional con Sauve qui peut -la vie- / "Sálvese quien pueda" (1980), otro retorno al rédil que también fue reconocido con los "óscares" de la gente culta -premios en Cannes, premios César, etc.-.

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Pero aunque se premió que salvara la vida con su vuelta a los circuitos del cine artístico, pienso que con esta película Godard siguió siendo un rebelde de otra forma -siempre teniendo en cuenta el al parecer importante influjo de Anne-Marie Mieville, su colaboradora desde entonces, que aportaría una potente mirada feminista-. Se trata de la carta de presentación del estilo en el que Godard ha profundizado desde entonces, basado en la ruptura con el racord de plano contraplano -poniendo en su lugar planos larguísimos en los que la audiencia se debe orientar-, la síncopa y el contraste o la armonización insólita entre imagen, sonido y, en general, los ingredientes del cine.

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Después de tanta teoría revolucionaria, Godard hacía una película sobre unos tiempos -estos- en que la gente busca las historias que él había denunciado, y las busca en su forma más primaria -la del prototipo de final feliz, el primate que "salva su vida" bajo la ley de la selva (ahora capitalista), y que incluso, en una de las secuencias más estremecedoras, se refocila en imaginar que, previo pago, viola la prohibición del incesto-. Tenemos una historia de destinos cruzados entre por un lado revolucionarios desencantados en imágenes tratadas con filtros insólitos y por otro una prostituta cuyo ejercicio es mostrado sin filtros, y que encuentra un nidito para sus negocios gracias al fracaso vital de un artista -con el que tiene lugar la hipócrita conversación que cito al principio-. Un contrapunto de lo más interesante.

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Un chulo que usa como insulto la expresión "basura sindicalista" le da a la prostituta interpretada por Isabelle Huppert la siguiente lección de economía política -en medio de una paliza que resulta tanto más estremecedora en cuanto que no está montada con ninguno de los recursos impactantes del cine comercial (pero que hoy puede verse como precedente de algunas secuencias de Ciutat Morta)-:
- ¿Te crees que puedes ser independiete?
- Sí
- Nadie es independiente. Repítelo.
- "Nadie es independiente"
- Ni la puta, ni la mecanógrafa. ¡Repite!
- "Ni la puta ni la mecanógrafa".
- Ni la burguesa, ni la duquesa, ni la camarera.
- "Ni la camarera, ni la burguesa, ni la duquesa".
- ¡Ni los campeones de tenis!
- "Ni los campeones de tenis".
- Ni las colegialas, ni las campesinas.
- "Ni las colegialas, ni las campesinas".
- Ya basta. Sólo los bancos son independientes, pero son asesinos. Ven, no tengas miedo. Primer aviso. (Golpes). No somos asesinos, no queremos todo el dinero, sólo la mitad. ¿Entendido? ¿Entendido?
En fin, una película quizás sólo recomendable a cinéfilas o cinéfilos, pero que resulta interesante ver en estos días en que el movimiento feminista ha vuelto a caer en la trampa del debate sobre las dosis en que el Estado debe regular la vida de las putas, y pierde su tiempo dando un espectáculo de lucha en el barro para imbéciles.

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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Super8 » 16 Sep 2018, 21:25

Una película que nunca me falla: The big sleep / El sueño eterno (Howard Hawks, 1946).

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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Super8 » 19 Sep 2018, 23:17

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La llamada "Escuela de Barcelona" fue un movimiento mayo-68 de cine al margen del espectáculo de masas que se reconocía en el lema "Ya que no podemos hacer Victor Hugo, haremos Mallarmé" -"ya que el franquismo no nos deja hacer denuncias de la realidad dirigidas a las mayorías, haremos cine de creación de una realidad alternativa dirigida a la imaginación de quien nos siga el juego", podríamos traducir-. Uno de los miembros más destacados de la Escuela de Barcelona, el director de cine y profesional hunter Jacinto Esteva, se movió en ambos registros; en uno de los DVD de la restauración de sus películas por la Filmoteca de Catalunya se recogen sus obras de registro documental "de denuncia", y queda claro que en su caso no es que dejase de hacer una cosa para hacer otra, sino que documentales y obras de creación son reflejo de las tensiones que afrontaba él y afrontaba la sociedad que rechazaba / de la que formaba parte.

No se trata sólo de que por ejemplo Notes sur l'émigration (1961) sea más que un documental de denuncia -de la destrucción de la economía española que convertía a los trabajadores made in spain en carne de cañón para la precariedad-, pues tiene evidentes preocupaciones formales -por ejemplo, no evitar sino incluso buscar que las personas filmadas reaccionen ante la cámara como un intruso, y dejen claro que él estar con la cámara en medio de las chabolas no significa hacer eso llamado "objetividad"-. Se trata de que su documental más famoso, Lejos de los árboles / Este país de todos los demonios (1963-1972) es la otra cara de la antropología cinematográfica de Esteva; si en sus películas de "creación" descompone -"deconstruye", diríamos hoy- los códigos de una sociedad que se vuelve moderna y consumista, y hace el psicoanálisis de los intereses e instintos que hay detras de un lenguaje artificial y modificable (el de la "publicidad", para resumir) modificándolo y jugando con su artificio, en Lejos de los árboles toca en hueso o se da ante un muro firme.



El recorrido que la película pretende sobre la persistente antropología de la crueldad en que se solazaba secularmente el mundo rural español sólo podía cumplido mediante un acercamiento documental, dejando que esta realidad que siempre retorna -de la que no se podría escapar, sino solo evadirse- se exponga en cierta primera persona. Aquí ya no cabe el análisis del lenguaje, sólo el afrontar.

En el libro de Torreiro y Riambau La Escuela de Barcelona : el cine de la “gauche divine”. – Barcelona, Anagrama, 1999, se nos dan algunas informaciones interesantes sobre los documentales de Esteva -incluida la polémica con uno de los arribistas que formó parte del movimiento y que apostaba más, precisamente, por la "deconstrucción" desde una posición de intelectual superior-.
Amigo de Ricardo Bofill y de Pere Portabella, hijo de un importante accionista en diversas industrias farmacéuticas, Jacinto Esteva Grewe (Barcelona, 1936) estudió dos cursos de filosofía y letras (1953-1954) y había vivido en Roma en 1955 antes de trasladarse a Ginebra para estudiar arquitectura junto a su joven esposa Anna Settimo, hija de una aristocrática familia monegasca, mientras, paralelamente, participaba en algunas exposiciones de pintura… Allí realizó en 1960 su primer y muy comentado cortometraje, Notes sur l’émigration… La película conoció una carrera accidentada: pocos días después de un pase público en Milán, un grupo de fascistas italianos que actuaba en colaboración con las autoridades españolas robó por la fuerza las copias, algunos de cuyos fragmentos fueron difundidos por la inefable televisión franquista como ‘prueba’ de una supuesta campaña internacional contra el régimen…

‘Era el momento del plan de estabilización de la moneda en España, que provocó la primera afluencia de emigrantes a Suiza –recuerda Esteva-… La película se compone de dos partes: una, rodada en España, buscando las causas intrínsecas de la emigración, y la otra, como efecto consecutivo, en Suiza. Terminado el trabajo, consideré que el film poseía un valor, al menos informativo, suficiente para funcionar a un nivel más alto que el de adecuación a un trabajo de escuela sobre las necesidades de habitación, al que estaba inicialmente destinado’.

… Si desde el punto de vista de la producción hubo un eje que contribuyó a configurar la escuela de Barcelona, ése fue sin duda Filmscontacto… En el origen de esta productora con un único director propietario, Jacinto Esteva, estuvo la necesidad pragmática de canalizar el difícil proyecto de post-producción de su primer largometraje, Lejos de los árboles… El jefe de producción fue Francisco Ruiz Camps, un hombre de orden, muy diferente por carácter de los jóvenes de la Escuela, y tal vez por eso mismo fue contratado en Filmscontacto con el visto bueno del padre de Esteva, que era quien ponía el dinero necesario para mantener la infraestructura de la empresa.

‘… todo dependía de que el padre de Esteva diera los fondos para los proyectos de su hijo’ (Ricardo Muñoz Suay)… ‘Tenías la seguridad de que pasara lo que pasara, nunca te hundirías del todo, porque Cinto (Jacinto Esteva) siempre iría a hablar con su padre, y éste, encantado de que Cinto hiciese algo y no desperdiciara su vida con el alcohol y las mujeres, soltaba una pasta’ (Joaquín Jordá).

… Esteva se sentía extrañamente atraído por las mismas ceremonias [filmadas en Lejos de los árboles] que la voz en off parece narrar asépticamente, pero que la imagen juzga implacablemente… Estas imágenes… muestran con una secreta admiración prohibida las manifestaciones más increíbles y dolorosas del sentir colectivo… Es como si Esteva estuviese al borde de un precipicio, cuyo conocimiento resulta racionalmente rechazado pero secretamente atractivo.



En el origen del complejo documental hubo un encargo obtenido por Esteva de un productor francés y, una vez más, el interés del cineasta por analizar la España profunda… ‘Nos dimos cuenta de que sólo con seguir el calendario turístico español encontrabas que cualquier fiesta se podía ver desde un punto de vista folklórico o turístico o, sólo dándole un poco la vuelta, entrando por la puerta trasera , se podían encontrar en ella una serie de brutalidades y bestialidades; sin tener que manipular un hecho, sólo con una visión totalmente diferente, una situación podía ser en sí una denuncia’ (Juan Amorós, director de fotografía).

Desde el punto de vista de la producción, el film, cuyo título original era ‘Este país de todos los diablos’ –una frase que evoca un poema de Jaime Gil de Biedma-, título que la censura rechazó, supuso otro enfrentamiento entre Esteva y Portabella…El primer proyecto, en el cual el autor pidió asesoramiento y colaboración, entre otros, al economista Ramón Tamames, al antropólogo Julio Caro Baroja y al entonces director del Instituto de Opinión Pública de Madrid, el futuro ministro ucedista Luis González Seara, fue de larga elaboración. Tras un tiempo de documentación y preparación del guión, el rodaje comenzó en 1963 y se realizó en diversas etapas, condicionadas por el calendario de las fiestas populares… ‘Yo deje la película al cabo de un tiempo porque Cinto la llevó a un terreno documental de selección de hechos, sin entrar en unos análisis que en aquella época me interesaban más…La película tiene cosas muy impactantes por la brutalidad de los hechos que muestra, pero… yo me la imaginaba más manipulada… En su primer planteamiento, el film intentaba poner en evidencia los puntos neurálgicos de la política económica: plan Badajoz, centros escolares, zonas agrícolas… en contraposición con toda la mitología favorecida por la administración… se convirtió en un documental distanciado sobre la violencia y la España negra’ (Pere Portabella)

.. Para evitar problemas, Filmscontacto consiguió una carta de Luis Ezcurra que justificaba que los programas se destinarían a un programa de TVE, pero no todos se creyeron tal camelo… en Pontevedra, durante el rodaje de la fiesta de los Endemoniados, un guardia civil se dirigió al equipo: ‘Era un teniente, joven… Se acercó y nos dijo que él sabía que nosotros no éramos de TVE, pero que consideraba que lo que hacíamos estaba muy bien, porque todo aquello era una brutalidad’ (Juan Amorós).



… La absoluta imprevisión de los participantes y la escasa profesionalidad del director dificultaron enormemente el montaje posterior, entre otras cosas porque el fruto de los rodajes parciales no tenía clasificadas las correspondientes latas… El montaje sólo se terminó en 1969 y el estreno, tras numerosas vicisitudes con la censura, se autorizó en 1972, en una copia que duraba 79 minutos contra los 105 originales [resultado del trabajo de José María Nunes, que al parecer también escribió los textos].

… No siempre las fiestas se corresponden fisicamente con los lugares de rodaje. La realidad es que Esteva y su equipo prepararon en otros lugares secuencias que reproducían fiestas existentes pero en las que, por una u otra razón, no habían estado. (Éstas son) las de los burros flojos… que en realidad se rodó con burros drogados, en la parte trasera del estudio de Montjuich, … y el lanzamiento de un asno desde lo alto de una montaña…

Lejos de los arboles pagó cara ante la censura su osada visión de una España que no era precisamente la que pretendía potenciar el franquismo. Cuando se presentó a la Comisión de Guiones (1965), ya se le censuró el título previsto… y se le recordaba la obligación de suprimir ‘el episodio del encierro en Albacete, la fiesta del exorcismo y la procesión de los disciplinantes, y todo aquello que presente una visión unilateral de una España bárbara sin contrastes positivos’.

En julio de 1970… Esteva intentó que se proyectase durante el Festival de San Sebastián… Pero el subdirector de cinematografía, presente en Donostia, lo impidió, advirtiendo, tanto a los organizadores del festival como a los propietarios del cine de las reacciones administrativas a las que tendrían que atenerse…

Filmscontacto terminaría aceptando la mayor parte de las sugerencias de los censores, de manera que cuando el film finalmente llegó al público, en junio de 1972, Esteva declaró: ‘… La película ha sido vendida a dos distribuidores internacionales, en su versión integra, y si finalmente he accedido a su estreno en España en las condiciones actuales [cortes que reducían la duración a hora y cuarto] es porque lo considero un poco como mi testamento cinematográfico como director y productor en este país’.
Nótese que los diez años en que Esteva estuvo implicado en la película muestran que no abandonó "el realismo" por "el experimentalismo", sino que ese realismo era un proyecto central para él. Y aquí estamos, cincuenta años después de aquellos años de exaltación revolucionaria, con el movimiento libertario merodeando en círculo en torno a los clubes de carretera diciendo que debate sobre ellos.

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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por blia blia blia. » 20 Sep 2018, 22:38

Super8 escribió:
15 Sep 2018, 00:44
En estas estuvo ocupado Godard unos ocho años, con resultados políticos nulos, como todas y todos sabemos, pero resultados cinematográficos más que estimables: películas como Luchas en Italia, Carta a Jane Fonda, Todo va bien o, muy especialmente, Aquí y allá hacen pensar mucho y bien sobre las imágenes de la política y la política de las imágenes, soflamas maoísto-althusserianas y algunas conclusiones aparte.
A mí Todo va Bien me gustó bastante. Pero Simpathy for the devil me pareció un pastiche de imágenes inconexas. Un ensayo de los Rolling Stones mezclado con unos hombres negros leyendo cosas incomprensibles en un desguace. Y había unas mujeres blancas por ahí que no sé qué las hacían. Aguanté lo que aguanté.



Fuera de su "etapa política", no me gustaron mucho ni Jules et Jim ni Alphaville. Pero las pude ver. La Chinoise sí, la vi varias veces. Queda pendiente El final de la escapada, que todo el mundo la pone tan bien.

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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Violeta_Yakova » 21 Sep 2018, 22:02

blia blia blia. escribió:
20 Sep 2018, 22:38
Super8 escribió:
15 Sep 2018, 00:44
En estas estuvo ocupado Godard unos ocho años, con resultados políticos nulos, como todas y todos sabemos, pero resultados cinematográficos más que estimables: películas como Luchas en Italia, Carta a Jane Fonda, Todo va bien o, muy especialmente, Aquí y allá hacen pensar mucho y bien sobre las imágenes de la política y la política de las imágenes, soflamas maoísto-althusserianas y algunas conclusiones aparte.
A mí Todo va Bien me gustó bastante. Pero Simpathy for the devil me pareció un pastiche de imágenes inconexas. Un ensayo de los Rolling Stones mezclado con unos hombres negros leyendo cosas incomprensibles en un desguace. Y había unas mujeres blancas por ahí que no sé qué las hacían. Aguanté lo que aguanté.



Fuera de su "etapa política", no me gustaron mucho ni Jules et Jim ni Alphaville. Pero las pude ver. La Chinoise sí, la vi varias veces. Queda pendiente El final de la escapada, que todo el mundo la pone tan bien.
Jules et Jim es de Truffaut. El pobre Godard ya tiene bastantes críticas para transponerle ajenas, jaja.

La Chinoise siempre me pareció más una sátira que otra cosa, aunque el propio Godard fuera maoísta.

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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Super8 » 22 Sep 2018, 05:50

Por cierto, Godard es el señor al que sacan en esta película referida, precisamente, a su periodo maoista:



La película viene de uno de los libros autobiográficos de la compañera de Godard en aquel entonces, Anne Wiazemsky, que supongo que por ser chica le cae mal a Rubén Lardin en esta reseña. En fin, lo comento para que tengáis en cuenta que aunque aquí de Godard no sepamos nada, en Francia el personaje interesa lo suficiente como para que le hagan una película como ésta, comercial y con presupuesto.

Me acabo de dar cuenta de que la película tiene ya unos años, y por tanto llevo unos años diciendo "ahora no, a ver si la próxima semana la veo".

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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Super8 » 23 Sep 2018, 13:37

blia blia blia. escribió:
20 Sep 2018, 22:38
Queda pendiente El final de la escapada, que todo el mundo la pone tan bien.


A bout de souffle / "Al final de la escapada" (1959) es quizás la película más famosa y citada de Jean-Luc Godard. Pero si está omnipresente en las historias del cine no es porque sea mejor o peor que otras posteriores, sino por ser la primera, la que le dio a conocer y la que sirvió de manifiesto de las rupturas o alternativas de las que Godard alardeaba. O sea, si es más famosa que, por ejemplo, Alphaville no es porque sea mejor o peor, sino porque Alphaville seguía en la misma línea. Si alguien conoce alguna película del Godard de los primeros sesenta, ya sabe más o menos de qué va la cosa de lo que va A bout de souffle.

Dicho todo esto, tiene su propio encanto, y no sólo para los que somos seguidores de Jean Seberg, sino por su aspecto de película de gangster y de amor triste que quiere ser tan emocionante como las películas comerciales que se dedicaban a ello en un tiempo en que la forma de contar de aquellas películas ya no era creible. Al verla, para no llamarse a engaño, siempre hay que tener en cuenta que el primer Godard matuteaba con un romanticismo un punto misógino y autocomplaciente.

Una ficha didáctica sobre A bout de souffle:
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En esta película con la que Jean-Luc Godard debutó en el largometraje (1959) se utiliza un lenguaje poco convencional, metanarrativo, rompiendo con la sintáxis clásica del montaje invisible y la continuidad.

A bout de souffle (su traducción debió haber sido Sin aliento) tiene las cualidades de un gran primer trabajo. El impacto de la película se debe en buena parte a la forma en que Godard presenta su punto de vista y dirige la historia, sin ocultar homenajes explícitos a cineastas que admira, como Preminger o Melville, multiplicando los guiños cinéfilos. El propio cineasta declaró en 1962: "Si me analizo hoy, veo que siempre he querido hacer una película documental con forma de entretenimiento. El lado documental es: un hombre en tal situación. La parte de espectáculo viene cuando ese hombre es un gángster o un agente secreto...".

Estos son algunos de los rasgos característicos de A bout de souffle:

Ruptura del raccord

El montaje parece con frecuencia brusco al desaparecer la preocupación por mantener el raccord entre dos planos consecutivos. Sin embargo, eso, en vez de penalizarla, le da una increíble ligereza. Así puede apreciarse cuando Michel piropea a Patricia en su coche. El montaje incluye un nuevo plano con cada nuevo piropo, sacrificando la continuidad visual en una especie de montaje que se muestra a sí mismo. En uno de sus intentos de robar coches, Michel desaparece corriendo en un plano de derecha a izquierda, para entrar en el siguiente por la izquierda, justo al contrario de lo que recomiendan las normas clásicas.

Utilización del Sonido

Se sacrifica el tratamiento realista del sonido. Los efectos de sonido (disparos, por ejemplo) y las músicas empleadas varían en volúmenes y verosimilitud entre unos planos y otros.

Ruptura de la Ficción

En algunas escenas los personajes se dirigen a los espectadores, como al inicio de la película cuando Michel se vuelve a cámara para interpelar al público: "Si no les gusta la playa, si no les gusta la montaña,...". Y al final, cuando afirma: "Estoy harto y cansado", en una especie de confesión pública que marcará el desenlace final, con su muerte.

Introducción de Autoreferencias

Es habitual en Al final de la escapada la utilización de elementos narrativos que establecen llamadas sobre el propio argumento. Generalmente, son títulos que aparecen en carteles de cine: 'Vivir peligrosamente hasta el fin' o 'Más dura será la caída', introducidos en primeros planos en clara alusión al desenlace de la película. En otra ocasión, cuando Michel y Patricia entran al cine, sobre un primer plano de ambos besándose, se escucha en off el diálogo de la película proyectada, que contiene referencias explícitas a una de las claves del tema, la imposibilidad del amor.

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Cine de autor

Estos elementos conforman lo que llama "cine de autor", que se contrapone al "cine clásico" o "cine de argumento". Esta última tendencia está formada por películas en las que todos los elementos formales se ponen al servicio de la acción, protagonista de un guión en el que el personaje central (héroe) tiene que resolver una situación (conflicto) para devolver la realidad a su estado natural (desenlace).

En el cine de autor, el personaje no tiene grandes misiones. Se plantean conflictos internos, psicológicos, que el personaje va integrando y resolviendo con desigual suerte. A raíz de estos planteamientos, el autor de la película puede emplear recursos formales para subrayar esos conflictos, independientemente de que dicho empleo esté justificado por la acción. En el cine clásico, si la cámara se mueve es porque acompaña a un personaje. En películas como Al final de la escapada, la cámara puede abandonar al personaje para dirigirse a un cartel de la pared, sin justificación dramática alguna (la mayor parte del filme fue rodado con cámara al hombro). La importancia de las películas "de autor" radica precisamente en el "cómo" se cuentan las cosas.

En Al final de la escapada, el montaje a saltos es el reflejo de la huída del protagonista; los movimientos circulares de la cámara, de la imposibilidad de la huida; las largas secuencias dialogadas, del intento por comprender la naturaleza de las relaciones.

Al final de la escapada parte de una historia muy simple, una especie de film noir de serie B. Un gángster mata a un policía e intenta huir con su chica de la persecución de la autoridad. Sobre este sencillo argumento, Godard estructura todo un ensayo personal sobre el devenir de ciertos valores personales y sociales. Por ello la ruptura visual es espejo de la ruptura personal y social.

En el film podemos encontrar secuencias de diálogo, como la de Michel y Patricia en la habitación del hotel, que, sin aportar nada a la trama de acción principal (la huida), adquieren un protagonismo sustancial (esa secuencia dura 13 minutos). Naturalmente, vienen a demostrar que esa línea argumental no es más que una simple estructura sobre la que cimentar un discurso basado en el universo personal del autor.

En la película, inspirada en un guión de François Truffaut, Godard adopta un tono estético profundamente antiacadémico, repleto de interrupciones innovadoras pero muy bello, que le permite mostrar la hostilidad de la sociedad moderna y la cruel imposibilidad de la pasión amorosa. Con el paso del tiempo, Godard renegó de esta película, que considera la más reaccionaria y menos lograda de su impresionante filmografía pero, paradójicamente, fue su único éxito comercial (más de 300.000 espectadores en dos meses). El público, aunque desconcertado por la narración, se dejó llevar por la vitalidad de la película y por el encanto de la pareja protagonista, un inolvidable Belmondo -con su sombrero y su dedo en los labios- y una maravillosa Jean Seberg, a la vez natural y sofisticada.

Al final de la escapada fue escrita por Godard y Truffaut, Chabrol fue operador de cámara, Rohmer dio sus opiniones, Philippe de Broca, Jean-Pierre Melville y el propio Godard hicieron cameos. Puede considerarse un ejemplo de lo que supuso la Nouvelle Vague, un movimiento de realizadores que compartieron una forma peculiar de entender el cine. Estos jóvenes, muchos de ellos críticos de la revista Cahiers de Cinema, se sumaron a un movimiento de rebeldía frente al cine realista psicológico.

Para ellos, el cine francés -y gran parte del americano- había quedado inmerso en un farragoso estilo literario, que decía muy poco del valor propio de la imagen como elemento narrativo. Frente a eso, estos autores proponían un lenguaje visual atrevido, incluso insolente, fruto de la reacción frente a lo que consideraban académico. Siguiendo el ejemplo de los grandes maestros como Hawks, Ford o Hitchcock, a los que admiraban, plantearon historias visuales, que devolvían al cine su natural estado de arte audiovisual. Al renunciar a los condicionamientos comerciales, aumentaba su libertad creativa. Siguen en buena medida al primer Rossellini: escenarios reales, luz natural, cámara en mano, travellings artesanales,...

El Festival de Cannes de 1959 supuso la puesta de largo oficial del nuevo grupo que, además de ser visualmente atrevido, retrataba en sus imágenes a gente corriente en lugares corrientes. Un cine que recuperó la libertad de movimiento (ese travelling final siguiendo al agonizante Michel), los exteriores e interiores naturales (París), incorporando el sonido directo y el tono documental. Rivette, Chabrol, Truffaut, Resnais, Rohmer, junto a Godard, redescubrieron al mundo el "cine de autor", aquél que sirve para vehicular los universos poéticos de sus creadores.

Violeta_Yakova
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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Violeta_Yakova » 23 Sep 2018, 19:25

Este hilo debería renombrarse "Amamos a Godard", jajajaja.

Siguiendo con Godard, creo meritorio nombrar a una de las películas más... extrañas que él hizo. Estoy hablando de Le vent d'est, extraña obra sobre.... eh.... un grupo de personas que están en un campo y leen textos maoístas. O algo así. La verdad es que no pude entender la "trama" o que haya algo similar a una. La recomiendo si quieren ver algo raro de verdad. Puede resultar un poco molesta la yuxtaposición de voces entre la francesa y la inglesa.

A modo de nota de color, vale notar que en la película aparece Cohn-Bendit un par de veces, parado en un costado viendo por ahí... no hace mucho más que eso.

También hay una escena con gente que usa ropa victoriana.

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Yo creo que Anne Wiazemsky merecía mejores papeles.

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Super8
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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Super8 » 25 Sep 2018, 22:56

Violeta_Yakova escribió:
23 Sep 2018, 19:25
A modo de nota de color, vale notar que en la película aparece Cohn-Bendit un par de veces, parado en un costado viendo por ahí... no hace mucho más que eso.

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Otra "nota de color" que sale en la película es el tipo de los brazos en aspa de la foto, el gran director brasileiro y del país del hambre Glauber Rocha, uno que pasaba por allí y autor de unas cuantas de esas sonimágenes que a uno le alegra haber visto, como las de

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Dios y el Diablo en la tierra del Sol (1964)

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Tierra en trance (1966)

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Antonio das Mortes - El dragón de la maldad contra el santo guerrero (1969)

Esto cuentan de Rocha en la ficha que le dedican en el excelente portal cinéfilo Naranjas de Hiroshima:
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Nacido en Vitória da Conquista (Bahía, 1939) y muerto en Río de Janeiro por exceso de creatividad, el funeral del cineasta Glauber Rocha fue propio de un guión suyo: aquel acto espontáneo y catártico de masas, que el 22 de agosto de 1981 puso a cantar y a bailar, en el céntrico parque Lage, a millares de brasileños poseídos de tristeza y alegría.

Su espíritu sintonizaba con el Manifiesto antropófago (1926), del poeta Oswald de Andrade, uno de cuyos puntos decía: "Le pregunté a un hombre lo que era el derecho. Me respondió que era la garantía del ejercicio de la posibilidad. Ese hombre se llamaba José de Galimatías. Me lo comí".

Niño aún (13 años), Glauber participó como crítico de cine en un programa infantil de radio. A los 15 frecuentaba un cine-club, a los 17 realizó el cortometraje 'El Patio' y fundó una productora de cine, y en los periódicos de Bahía escribió crónicas policiales y de cultura.

En Sao Paulo, Glauber conoció a los fundadores del Cinema Novo, asistiendo a la proyección y debate de obras emblemáticas del neorrealismo italiano. Realizados con recursos precarios, actores no necesariamente profesionales, y descarnados testimonios de la clase obrera italiana de la posguerra, aquellos filmes marcaron el norte de su creación: no una escuela estética, no un partido político. Sí un cine nacional que deje para siempre el neocolonialismo cinematográfico que condena repetir las fórmulas y hallazgos de otros.

Del neorrealismo de Barravento (1962), con actores no profesionales y pescadores de Bahía, hasta la poesía barroca de Tierra en trance (1967), el cine de Glauber Rocha empleó un lenguaje preciso, despojado de adjetivos inútiles e insustanciales.

Escribía o declaraba Glauber: "El cine no será una máscara porque el cine no hace la revolución; el cine es uno de los instrumentos revolucionarios. La colonización amenaza continuar incluso después de la revolución. La Fox, la Paramount, la Metro son nuestros enemigos, necesitamos de los santos y orixás, hay que negar la razón colonizadora y superar el moralismo dogmático que mezquina los héroes".

En el ensayo Estética del hambre (1965), Glauber Rocha afirma que el factor elemental de la liberación radica en la condición objetiva de los pueblos. El ensayo ataca a los partidos políticos nacionalistas y de la izquierda, a los que califica de "representantes de la concepción festiva de la revolución y de ser producto de una concepción intelectual aristocrática y burguesa, heredada del academicismo, privilegios, vedettes, concursos, premios y festivales"

En Italia, la película Antes de la revolución (Bertolucci, 1964), sostiene iguales críticas a personajes de la izquierda que "parecen estar más comprometidos con sus propias lujurias que con el marxismo, y esta actitud es la que impide el triunfo de su proyecto político".

Rocha sostenía que la credibilidad de un presupuesto revolucionario depende de su permanencia en el tiempo, de la firmeza y decisión para impulsar la acción que en términos de arte y cultura debe girar en torno a una premisa central: no mentir al pueblo.

En 1968, un grupo de estudiantes de La Sorbona afirmó que Antes de la Revolución, Week End (Godard, 1967) y Tierra en trance (Rocha, 1967) fueron las películas que más influyeron en el mayo parisino.

Todas las copias de Dios y el Diablo... fueron destruidas por la dictadura militar brasileña (1964-85), menos la que llegó clandestinamente al Festival de Cannes; el resto de sus películas fueron censuradas. Sin embargo, en el último tramo de su corta vida, ciertas declaraciones de Glauber parecían acercarlo a las alucinaciones de los santos y los justicieros de vanguardia con crisis de conciencia, sumergido en angustias de intelectuales como el Paulo Martins de Tierra en trance, o las del guerrillero que viaja al Congo y allí queda estremecido porque una cosa es hablar de relativismo cultural, y otra observar in-situ prácticas culturales que se liberan devorando el hígado o el corazón, y cortando cabezas del enemigo con gritos, música y danzas guerreras.

Los desconcertantes comentarios de quien ya era expresión viva de la cultura brasileña, descolocaron a muchos de sus amigos, y a más de un crítico de arte. En 1974, el cineasta declaró a la revista Visión que el general Golbery do Couto e Silva era un "militar nacionalista, uno de los genios de la raza". La dictadura de Brasil, pensaba, daría un giro tras objetivos como los del general peruano Juan Velasco Alvarado y el libio Kadafi que vendrían a realizar, como Antonio Das Mortes, "los cambios que la izquierda no supo o no pudo hacer."

No obstante, en una época donde todo parece centrifugarse en el relativismo cultural, la confusión ideológica y el adocenamiento político, las palabras de Darcy Ribeiro cobran fuerza y razón: "Glauber Rocha nos ha dejado como herencia su indignación".

Con 12 películas realizadas, el director perteneció a una generación de creadores que antes de cumplir los 30 años todo lo habían dado de sí y después de los 30 se preguntaban por dónde seguía la exégesis de la revolución, no dejaban de firmar sus cartas y comunicados tal como lo hacía Glauber: A esquerda, tudo. A direita, nada. A la izquierda, todo. A la derecha, nada.
PD. - Con subtítulos en castellano, aparición de Glauber Rocha en Viento del Este (Jean-Luc Godard - Grupo Dziga Vertov, 1969).


Violeta_Yakova
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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Violeta_Yakova » 29 Sep 2018, 00:28

Super8 escribió:
25 Sep 2018, 22:56
Violeta_Yakova escribió:
23 Sep 2018, 19:25
A modo de nota de color, vale notar que en la película aparece Cohn-Bendit un par de veces, parado en un costado viendo por ahí... no hace mucho más que eso.

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Otra "nota de color" que sale en la película es el tipo de los brazos en aspa de la foto, el gran director brasileiro y del país del hambre Glauber Rocha, uno que pasaba por allí y autor de unas cuantas de esas sonimágenes que a uno le alegra haber visto, como las de

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Dios y el Diablo en la tierra del Sol (1964)

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Tierra en trance (1966)

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Antonio das Mortes - El dragón de la maldad contra el santo guerrero (1969)

Esto cuentan de Rocha en la ficha que le dedican en el excelente portal cinéfilo Naranjas de Hiroshima:
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Nacido en Vitória da Conquista (Bahía, 1939) y muerto en Río de Janeiro por exceso de creatividad, el funeral del cineasta Glauber Rocha fue propio de un guión suyo: aquel acto espontáneo y catártico de masas, que el 22 de agosto de 1981 puso a cantar y a bailar, en el céntrico parque Lage, a millares de brasileños poseídos de tristeza y alegría.

Su espíritu sintonizaba con el Manifiesto antropófago (1926), del poeta Oswald de Andrade, uno de cuyos puntos decía: "Le pregunté a un hombre lo que era el derecho. Me respondió que era la garantía del ejercicio de la posibilidad. Ese hombre se llamaba José de Galimatías. Me lo comí".

Niño aún (13 años), Glauber participó como crítico de cine en un programa infantil de radio. A los 15 frecuentaba un cine-club, a los 17 realizó el cortometraje 'El Patio' y fundó una productora de cine, y en los periódicos de Bahía escribió crónicas policiales y de cultura.

En Sao Paulo, Glauber conoció a los fundadores del Cinema Novo, asistiendo a la proyección y debate de obras emblemáticas del neorrealismo italiano. Realizados con recursos precarios, actores no necesariamente profesionales, y descarnados testimonios de la clase obrera italiana de la posguerra, aquellos filmes marcaron el norte de su creación: no una escuela estética, no un partido político. Sí un cine nacional que deje para siempre el neocolonialismo cinematográfico que condena repetir las fórmulas y hallazgos de otros.

Del neorrealismo de Barravento (1962), con actores no profesionales y pescadores de Bahía, hasta la poesía barroca de Tierra en trance (1967), el cine de Glauber Rocha empleó un lenguaje preciso, despojado de adjetivos inútiles e insustanciales.

Escribía o declaraba Glauber: "El cine no será una máscara porque el cine no hace la revolución; el cine es uno de los instrumentos revolucionarios. La colonización amenaza continuar incluso después de la revolución. La Fox, la Paramount, la Metro son nuestros enemigos, necesitamos de los santos y orixás, hay que negar la razón colonizadora y superar el moralismo dogmático que mezquina los héroes".

En el ensayo Estética del hambre (1965), Glauber Rocha afirma que el factor elemental de la liberación radica en la condición objetiva de los pueblos. El ensayo ataca a los partidos políticos nacionalistas y de la izquierda, a los que califica de "representantes de la concepción festiva de la revolución y de ser producto de una concepción intelectual aristocrática y burguesa, heredada del academicismo, privilegios, vedettes, concursos, premios y festivales"

En Italia, la película Antes de la revolución (Bertolucci, 1964), sostiene iguales críticas a personajes de la izquierda que "parecen estar más comprometidos con sus propias lujurias que con el marxismo, y esta actitud es la que impide el triunfo de su proyecto político".

Rocha sostenía que la credibilidad de un presupuesto revolucionario depende de su permanencia en el tiempo, de la firmeza y decisión para impulsar la acción que en términos de arte y cultura debe girar en torno a una premisa central: no mentir al pueblo.

En 1968, un grupo de estudiantes de La Sorbona afirmó que Antes de la Revolución, Week End (Godard, 1967) y Tierra en trance (Rocha, 1967) fueron las películas que más influyeron en el mayo parisino.

Todas las copias de Dios y el Diablo... fueron destruidas por la dictadura militar brasileña (1964-85), menos la que llegó clandestinamente al Festival de Cannes; el resto de sus películas fueron censuradas. Sin embargo, en el último tramo de su corta vida, ciertas declaraciones de Glauber parecían acercarlo a las alucinaciones de los santos y los justicieros de vanguardia con crisis de conciencia, sumergido en angustias de intelectuales como el Paulo Martins de Tierra en trance, o las del guerrillero que viaja al Congo y allí queda estremecido porque una cosa es hablar de relativismo cultural, y otra observar in-situ prácticas culturales que se liberan devorando el hígado o el corazón, y cortando cabezas del enemigo con gritos, música y danzas guerreras.

Los desconcertantes comentarios de quien ya era expresión viva de la cultura brasileña, descolocaron a muchos de sus amigos, y a más de un crítico de arte. En 1974, el cineasta declaró a la revista Visión que el general Golbery do Couto e Silva era un "militar nacionalista, uno de los genios de la raza". La dictadura de Brasil, pensaba, daría un giro tras objetivos como los del general peruano Juan Velasco Alvarado y el libio Kadafi que vendrían a realizar, como Antonio Das Mortes, "los cambios que la izquierda no supo o no pudo hacer."

No obstante, en una época donde todo parece centrifugarse en el relativismo cultural, la confusión ideológica y el adocenamiento político, las palabras de Darcy Ribeiro cobran fuerza y razón: "Glauber Rocha nos ha dejado como herencia su indignación".

Con 12 películas realizadas, el director perteneció a una generación de creadores que antes de cumplir los 30 años todo lo habían dado de sí y después de los 30 se preguntaban por dónde seguía la exégesis de la revolución, no dejaban de firmar sus cartas y comunicados tal como lo hacía Glauber: A esquerda, tudo. A direita, nada. A la izquierda, todo. A la derecha, nada.
PD. - Con subtítulos en castellano, aparición de Glauber Rocha en Viento del Este (Jean-Luc Godard - Grupo Dziga Vertov, 1969).

No conocía a ese hombre. Acabo de ver Tierra en Trance y es increíble.
Muchas gracias por la información.

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Super8
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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Super8 » 02 Oct 2018, 23:01

Violeta_Yakova escribió:
23 Sep 2018, 19:25
Este hilo debería renombrarse "Amamos a Godard", jajajaja.
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De las películas recientes de Godard que he podido ver, la que más me ha impresionado es, sin duda, Elogio del amor (2001). Si una de las ideas principales de Godard es que "Una película debe tener un principio, un nudo y un desenlace, pero no por este orden", Elogio del amor es la realización extrema de esta idea; tiene una historia, pero la disloca, y hace pensar sobre ella precisamente dándola a conocer en un orden distinto al de su devenir.

No se trata de que los personajes recuerden el principio desde el desenlace, sino de que ofrece a la audiencia una experiencia nueva precisamente alterando a todos los niveles la idea de que una película es seguir la vivencia de un personaje sobre principio, nudo y desenlace de lo que le pasa. En vez de armonizar todos los elementos del lenguaje del cine en torno a la sucesión de la vivencia de los personajes, los desorganiza para suscitar reflexiones sobre nuestra sociedad y lo que le pasa - ¿por qué unos momentos son color y otros blanco y negro? ¿el pasado tiene que ser olvidado porque no ayuda a entender lo que nos pasó, o tiene sentido que vuelva a ser contado como lo hace esta película respecto al futuro que vemos en su primera mitad?-.

La verdad es que me parece una película inagotable e inabarcable; según la introducción a la edición del guion en Interzona, resultado de una serie de redefiniciones de un proyecto que empezó en la línea de sátira áspera de Sauve qui peut (La vie) -"En la segunda versión, la trama se complica con la adición de un editor joven que quiere publicar la primera novela de una exprostituta rusa... En una secuencia el hombre es torturado por un mafioso que le mete la mano en el recto, saca un puñado de heces y se las refriega por la cara a la exprostituta, un mensaje en código típico de la mafia rusa"- y que pasó a un trabajo formal más sutil, más exigente para la audiencia y más preocupado por desalentar un trato superficial con las imágenes. Así que prefiero dejar a una revista argentina que os la cuente un poco y después os cuento yo una anécdota ilustrativa.
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Dividida en dos partes, una en un austero blanco y negro y otra con la violenta aspereza del video color, el largo más reciente del fundador del cine moderno bucea en el pasado para iluminar el presente.

Hacía más de treinta años que Godard no filmaba en las calles de París –desde Masculin-Femenin (1966)– y aquí vuelve, en un bellísimo blanco y negro (un tanto devaluado por la proyección en video), al escenario de la primera nouvelle vague, al punto que parece posible volver a ver, en una esquina del Barrio Latino, en un ángulo de la Concorde o en un café de Montparnasse, el rostro de Anna Karina, como en Vivir su vida. Después de todo, como lo anuncia su título, el nuevo Godard es un elogio del amor, como lo eran algunos de sus primeros films. Claro que Godard ha cambiado mucho desde entonces. Su cine ha abandonado casi toda intención narrativa y ha seguido otros caminos, como el ensayo en primera persona (su monumental Histoires(s) du cinéma; su reflexión histórica Alemania nueve cero) o el autorretrato puro y duro (JLG/JLG). En Elogie de l’amour, Godard parece, en cambio, más cerca de la abstracción lírica, un camino que inició en Nouvelle vague (y continuó luego en Hélas pour moi! y en esa meditación sobre la guerra en Bosnia que fue Forever Mozart.

Este elogio del amor que propone ahora Godard es un puro proyecto: puede ser un film, una ópera, una obra de teatro. Hay un artista, Edgar (interpretado por Bruno Putzulu, de quien en un comienzo apenas si se escucha su voz), que lo quiere llevar a cabo y prueba, investiga, entrevista, mientras la cámara recorre los cafés, las salas de cine, las calles de París como si tratara de reconstruir el imaginario romántico de la nouvelle vague, devolverle a la ciudad su apariencia puramente cinematográfica, esa marca de identidad que precisamente él y sus compañeros de generación lograron esculpir en el paisaje urbano. Pero –como le sucedió al mismo Godard, que tuvo un guión con este título guardado en un cajón por años–, Edgar no sabe exactamente qué forma darle a este bosquejo. “Uno no busca, encuentra”, dice el protagonista del film, citando a Picasso. Y Godard va encontrando también en el camino ideas, formas, que se van materializando a veces de manera críptica, oscura, pero siempre con un gran lirismo. De pronto, Elogio del amor, que hasta la primera hora de película transcurre en un austero blanco y negro bressoniano, pasa a la violenta aspereza del video color. Comienza una segunda parte, que viene a ser la primera y que, desde su misma textura, respira modernidad, tiempo presente.

El mismo artista, “un tiempo antes”, había viajado hacia Bretaña, para encontrar allí a una pareja de ancianos que, medio siglo atrás, vivieron juntos la experiencia de la Resistencia. Y allí Eloge de l’amour prueba ser también un film de resistencia, contra los modelos establecidos y contra Hollywood en particular, al que Godard ve encarnado en la figura de Steven Spielberg. “Como no tienen su propia historia, quieren comprar una”, dice el protagonista cuando presencia el momento en el que un delegado de Spielberg intenta adquirir los derechos de la historia de vida de esa pareja de ancianos, para convertirla en una superproducción. Y Godard (o su alter ego en el film) va más allá: “Spielberg hizo La lista de Schindler, pero su viuda Emilie vive en la miseria en Argentina”, recuerda.

Porque Elogio del amor es también un film sobre la memoria, sobre la Ocupación de París, por los nazis primero y por la globalización después. Y la memoria de Godard no perdona. Sus imágenes nunca son nostálgicas, banales. Van siempre en una misma dirección: convocar a los arcanos de la memoria –de una memoria personal y a la vez colectiva– para volver a iluminar el presente
La película se estrenó en Spain en el festival de cine de Valladolid, y para colmo en día festivo, es decir, en un día en que la gente de Valladolid quiso aprovechar para ver una película del festival local y abarrotó la sala bajo el señuelo de un título "bonito" que le prometía pasiones exaltadas, emociones y violines. Mis conocidos me expresaban esa expectativa y me pareció mejor no sacarles del error y que hicieran su experiencia sin ideas preconcebidas. Pues bien, la gente salió de la película decepcionada, incluso muy decepcionada: pero siendo una película larga, muy larga, y que no pone las cosas fáciles desde el principio, los abandonos de la sala fueron mínimos. Es decir, la gente no aprobó el juego de la película, se sintió incluso engañada al terminar la proyección -"¿Pero esto qué es?"- pero la proyección en sí la mantuvo interesada. No les gusto el desafío, pero los sonidos e imágenes de Godard les mantuvieron intrigados e interesados - aunque no viesen a dónde llevaba todo eso, como, seguramente, tampoco lo ve Godard. La calidad es la calidad, se impone por sí misma, y no tiene que ver con el agrado.

Violeta_Yakova
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Re: ¿Cual es la última pelicula que habeis visto?

Mensaje por Violeta_Yakova » 13 Oct 2018, 05:26

Super8 escribió:
02 Oct 2018, 23:01
Violeta_Yakova escribió:
23 Sep 2018, 19:25
Este hilo debería renombrarse "Amamos a Godard", jajajaja.
Imagen

De las películas recientes de Godard que he podido ver, la que más me ha impresionado es, sin duda, Elogio del amor (2001). Si una de las ideas principales de Godard es que "Una película debe tener un principio, un nudo y un desenlace, pero no por este orden", Elogio del amor es la realización extrema de esta idea; tiene una historia, pero la disloca, y hace pensar sobre ella precisamente dándola a conocer en un orden distinto al de su devenir.

No se trata de que los personajes recuerden el principio desde el desenlace, sino de que ofrece a la audiencia una experiencia nueva precisamente alterando a todos los niveles la idea de que una película es seguir la vivencia de un personaje sobre principio, nudo y desenlace de lo que le pasa. En vez de armonizar todos los elementos del lenguaje del cine en torno a la sucesión de la vivencia de los personajes, los desorganiza para suscitar reflexiones sobre nuestra sociedad y lo que le pasa - ¿por qué unos momentos son color y otros blanco y negro? ¿el pasado tiene que ser olvidado porque no ayuda a entender lo que nos pasó, o tiene sentido que vuelva a ser contado como lo hace esta película respecto al futuro que vemos en su primera mitad?-.

La verdad es que me parece una película inagotable e inabarcable; según la introducción a la edición del guion en Interzona, resultado de una serie de redefiniciones de un proyecto que empezó en la línea de sátira áspera de Sauve qui peut (La vie) -"En la segunda versión, la trama se complica con la adición de un editor joven que quiere publicar la primera novela de una exprostituta rusa... En una secuencia el hombre es torturado por un mafioso que le mete la mano en el recto, saca un puñado de heces y se las refriega por la cara a la exprostituta, un mensaje en código típico de la mafia rusa"- y que pasó a un trabajo formal más sutil, más exigente para la audiencia y más preocupado por desalentar un trato superficial con las imágenes. Así que prefiero dejar a una revista argentina que os la cuente un poco y después os cuento yo una anécdota ilustrativa.
Imagen

Dividida en dos partes, una en un austero blanco y negro y otra con la violenta aspereza del video color, el largo más reciente del fundador del cine moderno bucea en el pasado para iluminar el presente.

Hacía más de treinta años que Godard no filmaba en las calles de París –desde Masculin-Femenin (1966)– y aquí vuelve, en un bellísimo blanco y negro (un tanto devaluado por la proyección en video), al escenario de la primera nouvelle vague, al punto que parece posible volver a ver, en una esquina del Barrio Latino, en un ángulo de la Concorde o en un café de Montparnasse, el rostro de Anna Karina, como en Vivir su vida. Después de todo, como lo anuncia su título, el nuevo Godard es un elogio del amor, como lo eran algunos de sus primeros films. Claro que Godard ha cambiado mucho desde entonces. Su cine ha abandonado casi toda intención narrativa y ha seguido otros caminos, como el ensayo en primera persona (su monumental Histoires(s) du cinéma; su reflexión histórica Alemania nueve cero) o el autorretrato puro y duro (JLG/JLG). En Elogie de l’amour, Godard parece, en cambio, más cerca de la abstracción lírica, un camino que inició en Nouvelle vague (y continuó luego en Hélas pour moi! y en esa meditación sobre la guerra en Bosnia que fue Forever Mozart.

Este elogio del amor que propone ahora Godard es un puro proyecto: puede ser un film, una ópera, una obra de teatro. Hay un artista, Edgar (interpretado por Bruno Putzulu, de quien en un comienzo apenas si se escucha su voz), que lo quiere llevar a cabo y prueba, investiga, entrevista, mientras la cámara recorre los cafés, las salas de cine, las calles de París como si tratara de reconstruir el imaginario romántico de la nouvelle vague, devolverle a la ciudad su apariencia puramente cinematográfica, esa marca de identidad que precisamente él y sus compañeros de generación lograron esculpir en el paisaje urbano. Pero –como le sucedió al mismo Godard, que tuvo un guión con este título guardado en un cajón por años–, Edgar no sabe exactamente qué forma darle a este bosquejo. “Uno no busca, encuentra”, dice el protagonista del film, citando a Picasso. Y Godard va encontrando también en el camino ideas, formas, que se van materializando a veces de manera críptica, oscura, pero siempre con un gran lirismo. De pronto, Elogio del amor, que hasta la primera hora de película transcurre en un austero blanco y negro bressoniano, pasa a la violenta aspereza del video color. Comienza una segunda parte, que viene a ser la primera y que, desde su misma textura, respira modernidad, tiempo presente.

El mismo artista, “un tiempo antes”, había viajado hacia Bretaña, para encontrar allí a una pareja de ancianos que, medio siglo atrás, vivieron juntos la experiencia de la Resistencia. Y allí Eloge de l’amour prueba ser también un film de resistencia, contra los modelos establecidos y contra Hollywood en particular, al que Godard ve encarnado en la figura de Steven Spielberg. “Como no tienen su propia historia, quieren comprar una”, dice el protagonista cuando presencia el momento en el que un delegado de Spielberg intenta adquirir los derechos de la historia de vida de esa pareja de ancianos, para convertirla en una superproducción. Y Godard (o su alter ego en el film) va más allá: “Spielberg hizo La lista de Schindler, pero su viuda Emilie vive en la miseria en Argentina”, recuerda.

Porque Elogio del amor es también un film sobre la memoria, sobre la Ocupación de París, por los nazis primero y por la globalización después. Y la memoria de Godard no perdona. Sus imágenes nunca son nostálgicas, banales. Van siempre en una misma dirección: convocar a los arcanos de la memoria –de una memoria personal y a la vez colectiva– para volver a iluminar el presente
La película se estrenó en Spain en el festival de cine de Valladolid, y para colmo en día festivo, es decir, en un día en que la gente de Valladolid quiso aprovechar para ver una película del festival local y abarrotó la sala bajo el señuelo de un título "bonito" que le prometía pasiones exaltadas, emociones y violines. Mis conocidos me expresaban esa expectativa y me pareció mejor no sacarles del error y que hicieran su experiencia sin ideas preconcebidas. Pues bien, la gente salió de la película decepcionada, incluso muy decepcionada: pero siendo una película larga, muy larga, y que no pone las cosas fáciles desde el principio, los abandonos de la sala fueron mínimos. Es decir, la gente no aprobó el juego de la película, se sintió incluso engañada al terminar la proyección -"¿Pero esto qué es?"- pero la proyección en sí la mantuvo interesada. No les gusto el desafío, pero los sonidos e imágenes de Godard les mantuvieron intrigados e interesados - aunque no viesen a dónde llevaba todo eso, como, seguramente, tampoco lo ve Godard. La calidad es la calidad, se impone por sí misma, y no tiene que ver con el agrado.
De sus películas contemporáneas, una de las más interesantes es King Lear . En teoría, está basada en la obra homónima de Shakespeare, aunque cuesta ver la similitud...

Tiene un elenco interesante; Woody Allen, Norman Mailer (junto a su hija), Peter Sellars e incluso a Molly Ringwald, por increíble que suene.

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