Que el periódico se llame El Libertario poco tiene que ver con que sus contenidos o análisis lo sean
Es mejor que las etiquetas te las pongan otros, sino es como si eres el más guapo para tu abuela. Hechos son amores, que decía aquel. Y si este medio nuestro es neoplataformista para según qué mientes brillantes de anarquismo de salón, ni te digo los epítetos que se les podría dedicar a ellos
Por lo demás y ya yendo al tema, estos días se queda bastante mal cuerpo leyendo los llamados de Lenin Moreno o Colombia (que al menos de ahí ya se esperaba uno)
a crear una nueva Escuela de las Américas (sale más baratito que mantener bases). No paran de circular estos días llamados de las "Águilas Negras" a la limpieza social y el exterminio, mercenarios ecuatorianos y colombianos intentan o ya han entrado a Venezuela a "agudizar" el conflicto y el cipostio que se puede montar es tremebundo.
De entre la lista de países que de momento no quieren desguazar a Maduro, China, Rusia, Cuba o México o Uruguay aparte, que má o menos se entiende su postura, tenemos a ¡Turquía! (debe ser que a Erdogan lo de los golpes blandos o que le joroben el poder refinar las reservas de oro venezolanas a base de embargos no le ha gustado mucho). Del lado gusano menos sorpresas (aunque a mí me llama la atención que Canadá y Dinamarca se den tanta prisa).
Si más o menos se va siguiendo la actualidad, el gañán de Guaidó en realidad ya se había auto-proclamado presidente interino el 11 de enero, se rieron en su cara, lo detuvieron media hora y lo volvieron a soltar. Pero el 23 de enero, ay amigo, esa fecha ya es más especial, fue el fin de la dictadura de Pérez Giménez en 1.958 y había eventos gusanos desde Miami a la plaza del Sol madrileña (aquí, organizados por Vox Juventud, ejem), sin contar el estímulo de tener a un Bolsonaro a topecito o a un Macri necesitado de enemigos exteriores para ocultar otras miserias y ruinas patrias. El reloj del día final ha vuelto a estar a casi dos minutos de irnos a tomar todos por saco.
Sin ser muy afin ni de lejos a Diosdado Cabello, me quedo con la frase que ayer repetía "entrar, entrarán, pero amigos, ¡habrá que ver como salen!".