Brexit confirmado: Cameron ha renunciado!

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Lebion
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Re: Brexit confirmado: Cameron ha renunciado!

Mensaje por Lebion » 31 Jul 2016, 01:15

La policía de inmigración británica deporta a decenas de trabajadores latinoamericanos de Byron Hamburgers
http://www.eliberico.com/la-policia-de- ... aises.html
Byron staff in hiding after chain ‘helped Home Office deport workers’
http://metro.co.uk/2016/07/28/byron-sta ... s-6035616/
Immigration raid on Byron Hamburgers rounds up 35 workers
https://www.theguardian.com/uk-news/201 ... 30-workers
'It was a fake meeting': Byron Hamburgers staff on immigration raid
https://www.theguardian.com/uk-news/201 ... ation-raid

Y sobre protestas con alguna foto en la que salen miembros de la IWW del Reino Unido:
http://www.huffingtonpost.co.uk/entry/b ... 9aae5d73bc
http://www.huckmagazine.com/perspective ... s-protest/
Tierra y Libertad
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Puede que lo que hacemos no traiga siempre la felicidad, pero si no hacemos nada, no habrá felicidad.

anarkohosko
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Re: Brexit confirmado: Cameron ha renunciado!

Mensaje por anarkohosko » 23 Ago 2016, 13:55

https://sistemaencrisis.es/2016/06/25/e ... colectiva/
El Bréxit y la decisión colectiva
Publicado el junio 25, 2016 por Víctor García

Tras el Bréxit escuchamos decir que los ingleses han votado con el culo, que han votado de forma ignorante, que se han equivocado, que el problema era muy complejo dejarlo en manos de la gente. Son argumentos que no me gustan porque implican un desprecio profundo y porque van en contra de todo lo que hemos venido defendiendo desde el 15M. Giremos pues el argumento.

¿Y si el Bréxit trajera beneficios inesperados? Podría ser que a partir de ahora las naciones se pusieran las pilas para hacer una UE que sedujese. El discurso del miedo, de las amenazas de represalia, de que fuera hace mucho frío cada vez cala menos. Y es poco atractivo estar en un club solo porque si intentas salir el portero te va a pegar una paliza. ¿Y si comprobamos que las consecuencias negativas tampoco son para tanto y que, sin embargo, trae cambios positivos? Bueno, son muchas las incógnitas lo que nos lleva a la segunda observación.

Es imposible que ante una decisión así alguien pueda calibrar las consecuencias. Ningún ciudadano podría por muy inteligente que fuera, pero tampoco podría ningún experto, nadie puede calibrar algo así y menos aún si piensa a largo plazo. Entonces, ¿de qué estamos hablando? Seamos humildes, tan absurdo es decir que han tomado una buena decisión como decir que han tomado una mala decisión. Simplemente las consecuencias de la decisión son algo que está fuera de nuestra capacidad de comprensión. Es algo demasiado complejo para que ni nosotros ni ningún modelo matemático vigente pueda conocerlas.

Decir pues que la decisión no se basa en argumentos racionales es una boutá pues decidir sobre el Bréxit era algo fuera del alcance de cualquier mortal, incluso del mejor informado. Imposible pues de racionalizar de forma completa por un solo individuo. Si cada uno de nosotros tiene una información parcial y frecuentemente sesgada basada en prejuicios que se refuerzan por nuestro sesgo de confirmación particular, entonces, ¿por qué decidimos? Pues porque hemos de decidir y porque alguien tiene que hacerlo. Es importante tener claro que la disputa aquí no es sobre si hay que decidir o no, pues, como sociedades, estamos obligados a tomar decisiones cada día sobre temas muy importantes. La disputa siempre ha sido sobre quien toma las decisiones: El pueblo o un grupo reducido y selecto de personas, les llamaremos amablemente “gobernantes” pero podríamos llamarlos élites, aristócratas u oligarcas, tanto da, los “elegidos”.

¿Y si el beneficio a largo plazo del Bréxit superase con mucho el perjuicio a corto plazo si es que lo hubiera? ¿Quién puede analizar eso? Nadie, sin embargo puede que el colectivo si pueda. La ciencia de la inteligencia colectiva nos dice que no hace falta que cada hormiga sepa porque el enjambre decide lo que decide, que no hace falta que cada neurona comprenda porque el cerebro decide lo que decide. No es necesario comprender para decidir bien. El conocimiento emergente es pues incognoscible para las partes que lo conforman. Precisamente por eso, cada vez hay más evidencia científica en que las decisiones económicas deberían ser tomadas colectivamente pues nos beneficiaríamos de dos elementos.

En primer lugar, del conocimiento de la muchedumbre. Este es un conocimiento imposible de capturar de otra forma que no sea dejando decidir y pronunciarse a todos los individuos que la componen. No hay otra forma. Y ese conocimiento se demuestra en la mayoría de los casos superior al de cualquier conocimiento individual. Pensemos que las empresas se gastan cada año millones en tratar de averiguar qué productos tendrán mejor aceptación y en tratar de manipularnos para que los consumamos y, sin embargo, siguen equivocándose. Muchos productos no se venden y tienen que acabar retirándose y otros son un éxito inesperado y agotan sus existencias. La gracia de la decisión colectiva es que, individualmente, todos tenemos nuestros sesgos, nuestros prejuicios, nuestro saber parcial e incompleto pero que, reunidos todos, estas debilidades se compensan y cancelan. Así, la multitud obtiene un conocimiento más completo, más neutral y libre de tantos sesgos cognitivos. Especialmente cuando el colectivo es diverso, variado, descorrelacionado.

En segundo lugar, porque las decisiones tomadas por la multitud no tienen sesgo particular por lo que siempre tendrán motivación de bien común, incluso cuando erren. Algo que no ocurre en la toma de decisiones en círculos reducidos y selectos en donde los intereses particulares y los prejuicios personales de los gobernantes interfieren en los intereses colectivos y suelen sesgar los resultados obtenidos. En esos casos la incapacidad de admitir el error suele conducir a la persistencia en él por un tiempo excesivo amplificando el daño más allá de lo necesario. Las políticas de austeridad son un buen ejemplo de lo que hablamos. Sin embargo, curiosamente, esas decisiones benefician sistemáticamente a una serie de grupos que son aquellos de los que forman parte los miembros que toman las decisiones y eso produce un conflicto de intereses para con la sociedad en su conjunto mucho más plural que las élites que dicen representarla. De aquí que sea importante que el grupo sea tan diverso como sea posible y que, muchas veces, se proponga para nuestras cámaras de representantes muestras estadísticamente representativas de la sociedad.

Para saber cómo modular nuestro sistema fiscal, a qué valor situar los tipos de interés, la cuantía de las pensiones, de la renta básica (si la hubiere), el gasto en servicios públicos, en desempleo, el endeudamiento público… Para decidir sobre todo eso y mucho más no veo mejor forma que delegar en la multitud. Me fiaré siempre más de su criterio que del de cualquier iluminado que afirme tener la fórmula mágica pues en caso de acertar con la solución habrá sido a buen seguro de pura suerte. Se suele decir que la política no es más que improvisación constante ante la contingencia permanente. Y es que por más que nos digan que todo está controlado la única y dura realidad es que muy poco o nada está controlado. Ni se anticiparon al crack financiero de 2008, ni a las primaveras árabes, ni obviamente tampoco al bréxit. Y si alguien acertó en su pronóstico es por la sencilla razón de que de un millón de pronósticos alguno tiene que acertar.

La crítica más simplista a esta afirmación, es decir que la gente subiría el gasto público y se bajaría los impuestos pero eso es empíricamente falso. Allí donde se han puesto a prueba metodologías de decisión colectiva no ocurre esto. Fundamentalmente porque no se puede, pues cuando tú das todos los elementos de valoración la gente tiene que jugar con ambas partes del problema, los ingresos y los gastos. Lo hacemos constantemente, no nos vamos de crucero a las Maldivas porque no tenemos ingresos suficientes para pagárnoslo o porque aunque los tengamos tendríamos que sacrificar muchos otros gastos que nos son prioritarios. Lo que realmente ocurre pues es que las prioridades, el orden de asignación de los recursos cambia. Y cambia en función de la preferencia colectiva y no de la de unas élites. Y eso es lo que esas élites que nos gobiernan no quieren que ocurra, por razones obvias.

¿Y si la única forma de reformar Europa sea cuestionar su integridad territorial? ¿Y si justamente la multitud estuviese demandando ser escuchada, ser tenida en cuenta? Pensemos en el NO a la Constitución Europea en Francia y Holanda, en el NO de Irlanda al Tratado de Lisboa, en el NO de Grecia al Memorándum de la Troika. Allí donde la gente tiene ocasión de pronunciarse lo hace protestando. Si con todas las instituciones, grandes empresas y los principales partidos en contra del Bréxit y con toda la campaña del miedo ha salido lo contrario el mensaje está claro, la multitud empieza a estar harta de la UE, de esta UE pero es que puede que esta sea la única UE posible. ¿Aceptarían permanecer en ella si pensasen que no puede cambiar? ¿Y si la única manera de lograr esa otra UE más humana y social pasase por demoler la actual y partir de cero de nuevo? Son todas preguntas por ahora sin respuesta. ¿Quién sabe lo que es mejor en este caso? Probablemente solo lo sepa la multitud y por eso es urgente que esta hable que se faciliten los canales para la decisión colectiva y no que se taponen bajo el pretexto de que la gente no puede decidir sobre temas complejos. Porque ¿Quién decide sobre qué podemos decidir? És más, si la gente corriente no puede decidir ¿porque ellos sí pueden? ¿Acaso no han demostrado equivocarse una y otra vez? Los medios digitales posibilitan cada vez más y mejor la expresión de la inteligencia colectiva como verdadera herramienta para la toma de decisiones en las sociedades democráticas del futuro. Despreciar como se está haciendo, la decisión tomada por los británicos en favor del Bréxit es ponerse del lado de las élites que no pretenden otra cosa que asegurarse ser ellos y solo ellos los únicos elegidos para tomar decisiones que al final nos afectan a todos. Reflexionemos pues antes de afirmar tan a la ligera que el pueblo británico ha votado mal.

Como lectura muy relacionada proponemos leer este artículo de investigación y ciencia que enlaza muy bien con el presente texto:

https://drive.google.com/file/d/0B3qg3k ... JsTFE/view

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