Coincido con los últimos plantemientos de Matías de Usabel y Jove Obrer (sin que esto excluya otros - y obviando la discusión con sebasfaure, evidentemente):
Matías de Usabel escribió:Jove Obrer escribió:No basta con las condiciones, hace falta trabajar con ellas para conseguir resultados.
Eso es. Hablando en general, da la impresión de que el escepticismo (o el maximalismo en otros casos), puede ser una cobertura intelectual para justificar los brazos caídos.
Pero entonces había organizaciones y un movimiento lo suficientemente fuerte como para presentar un proyecto revolucionario. Hoy no hay esa fuerza. Para ganar credibilidad no sólo hay que estar en la calle, sino un discurso que tenga en cuenta las circunstancias.
Jove Obrer escribió:Dejar a la burguesía la defensa (aparente) del país -que somos nosotros, la mayoría social- y su derecho a la audoterminación es un error político de la hostia, por eso creo que son los movimientos quienes deben hacer suyo programáticamente el derecho a la autoderminación y ponerse a la cabeza en su defensa
(...)
La relación con las instituciones es, se pretenda o no, dialéctica. En el caso hay que exigir que las instituciones den pasos para facilitar la ruptura, que es lo que le exige el independentismo. Si lo hacen, se abre un escenario interesante, y si no lo hacen igualmente.
(...)
esa confluencia debe basarse en los ejes de cambio social radical y ejercicio de la autoderminación, en ese sentido ya hay diferentes espacios abiertos construyendola.
Incido en algunas cuestiones:
- el "derecho de autodeterminación" agitado por la izquierda españolista, es una estafa; primero, porque la autodeterminación no se reclama, se ejerce, y su "incorporación" inocua es una invitación a los brazos caídos de boca, o incluso al boicot de facto; segundo, porque el izquierdismo hace uso del marxismo para su infiltración y ejercer como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer, planteando soluciones maximalistas de atacar la independencia si esta no viene acompañada de su particular visión del socialismo.
- dicho esto, ¿no hubiera alargado la tensión, no el plantear directamente la independencia (aunque sea con unas preguntas con un planteamiento contrario al anarquismo), sino algo así como Groenlandia, de votar sobre su derecho a decidir?
- Siguiendo con el carácter refractario al anarquismo de las preguntas del referéndum, ¿no habría que insistir en incorporar el anarquismo en el ADN identitario de la nacionalidad catalana?
- supongamos que esto sigue adelante, y Cataluña se independiza, ¿qué responderemos cuando nos pregunten: "dónde estaban los/as anarquistas"?
- Si quieres tener una visión del futuro, imagina una bota pisoteando un rostro humano... para siempre.