Manual para vendimiadores/as principiantes en Francia

Presente y futuro de la Lucha Obrera, así como la validez, aciertos y contradicciones de las formas de organización de la Clase Trabajadora. Seguimiento de conflictos laborales, huelgas, etc.
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Luis Nuevo
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Manual para vendimiadores/as principiantes en Francia

Mensaje por Luis Nuevo » 06 Sep 2017, 16:26

Una compañera ha hecho esto a base de su experiencia en la vendimia la temporada pasada y me ha comentado que le interesaba compartirlo. Como no se le da muy bien lo de la informática, lo cuelgo yo.
MANUAL PRÀCTICO PARA VENDIMIADORES/AS PRINCIPIANTES

Si estás pensando acudir el año que viene a Francia a trabajar en la campaña de la vendimia y es tu primera vez, quizás te sean de utilidad algunos consejos prácticos que te evitarán problemas, disgustos, gastos innecesarios y otros imprevistos desagradables.

PREPARACIÓN DEL VIAJE

Previa a la lista de cosas que te serán imprescindibles para pasar un mes fuera de casa, es importante que tengas claro con quién vas, cómo vas y la documentación que necesitarás para encontrar trabajo.

Con quién vas

Si decides irte solo/a, estaría bien que hablaras algo de francés y muy bien que entendieras casi todo, así te reirás con los chistes que cuentan los franceses de españoles e italianos. Si como es habitual en este país no tienes ni idea del idioma, échate como mínimo un diccionario y apúntate aquellas expresiones frecuentes que utilizarás en el día a día, pues más allá del “buenos días”, “gracias”, “por favor”, “perdona”… y demás fórmulas protocolarias, es bastante probable que necesites un anticipo o que termines reclamando al contable de la empresa una transferencia bancaria a tu número de cuenta o el pago en efectivo del jornal. Puede pasar que en el contrato que firmes y que nadie se molesta en explicarte, se especifique que el salario se paga con cheque y cuando vas al banco a cobrarlo te dicen que solo es posible si tienes cuenta, y que esta no te la abren porque ni llevas residiendo tres meses en el país ni tienes contrato indefinido. Kafka hubiera encontrado un filón con situación tan absurda.

Calcula aproximadamente el coste del viaje y de la estancia. En un mes se trabajan de quince a dieciséis días, lo que significa que en los quince restantes no ingresas un duro y todo son gastos. Con 400 euros llegarás justito, justito. Allí todo está caro: comida, bebida, artículos de higiene, tabaco, gasolina, fotocopias, postales, sellos…Por ejemplo, que un café con leche valga entre 2 y 2,60 euros clama el cielo.

Si salís en cuadrilla, siguen siendo válidos los consejos anteriores, solo que en este caso los costes se hacen más llevaderos. Pueden surgir, sin embargo, rencillas, conflictos y roces si el grupo no está lo suficientemente cohesionado y aún así. Son muchas horas al día las que pasas con tus compañeros/as, sin contar las de trabajo. Se comparten espacios muy reducidos (tiendas de campaña, vehículos de todo tipo) en condiciones que, por lo escuchado y por lo que he visto, cada vez son más duras.

Considera, y esto también puede aparecer en el contrato, que tanto la manutención como el alojamiento corren a cargo del/a vendimiador/a. Salvo excepciones, no se permite acampar en ningún terreno que no sea propiedad de la bodega para la que se trabaja y sólo mientras se trabaja. Los sábados, domingos, festivos y días de parón en general se puede escoger entre: peregrinar de un lado a otro hasta nueva aviso, desafiar las órdenes de desalojo dadas por la gendarmería y su amenaza de multa o volverse esos días al país de origen. En definitiva, volatilizarse y aparecer a las ocho de la mañana en la viña cuando se te requiera sería el sueño de patrones, empresas de contratación y autoridades de la zona. Manos con tijeras a las que extraer todo el jugo. Del resto no quieren saber nada. Les resulta incómodo a los beneficiarios de nuestros sudores ver a cientos de vendimiadores merodeando por las inmediaciones de sus châteaus, cientos que como ellos comen y beben, mean y cagan, se lavan y generan basura

Desaconsejo ir a la vendimia con desconocidoo/as. Por lo comentado hasta el momento es muy posible que surjan imprevistos y que puedas quedarte con el culo al aire y solo/a. Desconfía de promesas vanas y prepárate para ser ese mes completamente autónomo/a.

Cómo vas

Sea cual sea el medio en el que te muevas, llévate siempre tienda de campaña y prepárate para combatir la humedad y alguna que otra tormenta eléctrica acompañada de lluvia torrencial. Lo más sensato es que te vayas en furgoneta, lo suficientemente preparada para que te haga de hogar, y si puedes, lo mejor es la caravana o el camión, muy de moda en vendimia
Revisa cuidadosamente el vehículo antes de salir, con antelación suficiente para reparar o cambiar aquellas piezas que pueden dejarte tirado/a. Si a pesar de las precauciones tomadas el vehículo se avería, no tendrás mayores problemas si no es muy grave. Hay algún que otro taller con precios razonables y también muchos desguaces y tiendas de repuestos. Si alguien entiende de mecánica, se ganaría buenos cuartos en la vendimia sin cortar una uva.

La documentación que necesitas

Hasta la fecha exigen: fotocopia del documento nacional de identidad, fotocopia de la partida de nacimiento que te darán en el Registro Civil de la localidad donde naciste, fotocopia del justificante que sustituye a la Tarjeta Sanitaria Europea que podrás solicitar en las oficinas del Instituto Nacional de la Seguridad Social y que tendrá una vigencia de 25 días aproximadamente, fotocopia del currículum vitae traducido al francés y donde conste que tienes experiencia como vendimiador/a y finalmente fotocopia de tu número de cuenta, donde aparezca número de IBAN, BIC, CCC y el NIF de la entidad bancaria. Asegúrate que estos últimos datos sean correctos, por lo dicho más arriba y haz un buen número de copias de cada documento antes de salir.

EQUIPAJE

Parece una obviedad pero hay cosas que resultan imprescindibles como incorporar a la ropa de trabajo un par de trajes de lluvia. Contrariamente a lo que sucede aquí, en Francia se trabaja cuando llueve. Si te mojas en la viña y te alojas en tienda empapada, agarrarás un catarro de tres pares. Incluye remedios que te alivien el gripazo y/o la fiebre.

No es necesaria mucha ropa. Encontrarás lavanderías que hacen la colada baratita si compartes máquina.

Que no se te olviden las chanclas, fundamentales para evitar hongos, pues ni imaginas dónde acabarás duchándote.

El saco de dormir que sea potente. Los días son agradables, incluso calurosos durante el mes de septiembre, pero por las noches refresca y hay bastante humedad. Es aconsejable también que lleves un colchón hinchable, tus riñones lo agradecerán.

Imprescindible, la linterna, preferentemente frontal y un buen puñado de pilas. Una luz servirá tanto para leer y/o escribir por la noche como para sortear las deposiciones propias y ajenas cuando te levantas a horas intempestivas.

Salvo que decidas alimentarte a base de bocadillos, necesitarás plato, vaso, cubiertos, navaja, alguna cazuela, sartén y demás menaje básico para cocinar. ¿Sabes lo que reconforta comer un plato caliente una vez al día? Lo mínimo es que lleves un campingás y alimentos suficientes para pasar al menos los primeros días. Si llueve o hace viento y eres de lo/as que fuiste en coche, mala suerte.

No está de más que dejes un hueco para garrafas de agua de al menos cinco litros. Piensa que puede haber días que no veas una ducha o una fuente, pero si te echas un grifo y lo acoplas a la garrafa, tendrás una ducha muy útil que podrás colgar de cualquier árbol de cualquier bosque en el que provisionalmente acampes. Viñedos y bosques componen el paisaje de Burdeos y alrededores. Aquí y allá se erigen majestuosos los châteaus, donde entregarás la documentación. Como no conoces el terreno es aconsejable tener un mapa de la zona, que te darán en cualquier oficina de turismo o lo que hace casi todo el mundo, recurrir al GPS y demás tecnologías.

¡Pero a quién se le ocurre hoy en día moverse, siquiera respirar, sin internet sin email sin whatsapp sin tablet sin las mil y una tarjetas de crédito! Por no mencionar el móvil, te servirá el que usas habitualmente siempre que estés dispuesto/a a pagar las llamadas a cojón de mico. En caso contrario puedes comprar una tarjeta con número francés o contactar antes de salir con alguna de las compañías que ofrecen ofertas interesantes


CONDICIONES LABORALES

Mencionar por último lo más importante, cuántas horas trabajas al día y a cómo te las pagan, solo así podrás decidir si merece la pena hacerse cientos de kms

El trabajo suele ser de 35 horas semanales, de lunes a viernes en horario de 8 de la mañana a 12 del mediodía y de 13 a 16 horas por la tarde. La hora de la comida no se paga. El descanso para almorzar es de unos veinte minutos
La hora bruta se paga a 9’68 euros pero tras las retenciones se queda en 8’52 más o menos, no sales ni a 60 euros el día. Eso sí, tienes derecho a una prima de 100 euros más por asistencia si solo faltas un día o dos medios días y empiezas a trabajar en la fecha fijada como inicio de campaña. Esto te obliga a estar en Francia desde agosto.

Para los vendimiadores “fieles”, no es tu caso, que por tercer año hayan recibido esta prima de asistencia se les agasajará con un regalo, dos botellas de vino. Olalá.

Aunque alguno/as comentan que a este pobre jornal se le pueden sumar horas extras que se pagan al 125% hasta las 40 semanales, lo cierto es que la tendencia es no hacer ni una hora de más, de hecho lo normal es que no llegues ni a las 35 semanales


Si a pesar de lo comentado deseas aprender el idioma o vivir una experiencia única(aquí se dice pasarlas más putas que en vendimia) o no te queda otro remedio y tienes cualquier problema relacionado con el trabajo, no estás solo/a. Allá donde te encuentres busca a los compañero/as de la CNT-AIT. Escucharán tus dudas y tratarán de resolver el conflicto planteado de la única manera que al igual que ello/as entiendo que ha de hacerse: mediante la acción directa y el apoyo mutuo.

Desde tierras palentinas mando un fuerte abrazo a los compañero/as del sindicato de Burdeos que con tanta amabilidad me atendieron y que me animaron a escribir sobre las duras condiciones que muchísimo/as trabajadores/as sufrimos durante la vendimia

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