Mariano escribió:Lo que durante mucho tiempo fue el paradigma de la acción sindical de CNT, la Sección Sindical del astillero de Puerto Real, tiene aún hoy local sindical, y durante años disfrutaron de horas sindicales para ejercer sus labores. Nadie cuestionó eso. Pero ese modelo no es replicable a gran escala. No puede servir como modelo: primero, porque no hay grandes empresas ya, con culturas del trabajo tan combativas. Lo que queda con pequeñas y medianas empresas, con trabajadores con valores muy individualistas o culturalmente vencidos; segundo, porque el auge de CNT en ese caso se basó en el liderazgo carismático de un militante (en términos estrictos no se debía hablar de afiliados a CNT, sino de seguidores del líder). Y esto no se da en otros contextos/empresas/localidades. Además, como se vió con el tiempo. Si la figura central pasa a un segundo plano, el proyecto o desaparece o se queda en nada. Tercero, porque CNT, a pesar de ser un elemento radicalizador esencial en la lucha contra la reconversión, y de acumular legitimidad y apoyo social, tuvo un auge muy efímero, propio de movimientos sociales que no se dotan de estructuras estables, recursos y estrategias. La capacidad negociadora siempre estuvo en el Comité, aunque el "trabajo sucio" siempre lo hiciera CNT. El resultado es que los otros (CCOO y UGT) han seguido y siguen manejando el cotarro, y la CNT pinta más bien poco.
Es verdad. Creo recordar que en el año 90 o 91, cuando la huelga de bajo rendimiento, recogieron firmas de trabajadores y las presentaron a la dirección para de algún modo mostrar su representatividad. Recuerdo que la obtención de los derechos LOLS se consideró en este caso una gran victoria... Se revocó el comité. Pero luego se hicieron otras elecciones. Y aquí paz y luego gloria. Puerto Real tenía varias circunstancias: acumulación de obreros del metal, acumulación de familias en los barrios dependientes del astillero, líder carismático, asambleas, tradición de luchas...
Mariano escribió:La diferencia entre un derecho y una conquista es borrosa. Foucault en su lección "El nacimiento de la medicina social" explica que la sanidad pública y el Estado del Bienestar no son tanto resultado de la lucha de los pobres, que también, sino sobre todo parte de la estrategia de los ricos para que los pobres no les generen problemas (principalmente epidemias). En las horas sindicales (las disfrute CNT o CCOO) hay de ambos componentes: reconocer la labor de los sindicatos porque no queda más remedio, y agasajarlos para que no se descontrolen. Son al mismo tiempo derechos y estrategias de poder de los poderosos. Igual que la sanidad pública, la educación, el subsidio de desempleo...
Eso lo matizaría. La respuesta del Estado y del empresario, dependen de los estímulos que les entren. Si no hay protestas, no hay concesiones. Por ejemplo, el tercer brote de cólera de 1854 en Londres. John Snow realizó su estudio epidemiológico en 1854 por encargo de las autoridades. Que haya una epidemia en tu ciudad, y que todo el mundo te señale con el dedo (pierdes legitimidad), y que sepas que ahorcando a envenenadores no vas a acabar con las muertes, hace que se llame a un médico, que llegue a la conclusión de que el brote es por culpa de la fuente de la calle Broad, y que esa fuente se cierre para espanto de la compañía del agua, que no debía de estar muy contenta con la decisión. Pero si no hay protesta, si no hay estímulo (pérdida de legitimidad, malestar social, murmuraciones que pueden acabar en motín), no hay estudio epidemiológico. Es más barato y vistoso, llamar a los fieles a orar.
La fuente de la calle Broad
Mariano escribió:Yo entiendo que la CNT cuando ha podido ha usado horas sindicales, locales sindicales..., pocas veces, cierto, pero necesarias si se quiere desarrollar un sindicato. Si la LOLS no dijera que el delegado LOLS es para aquellas centrales que se han presentado a elecciones aunque no consigan representación, la CNT contaría con montones de delegados, locales, horas, tablones... Y, de hecho, la CNT ha luchado en los tribunales por ampliar estos derechos a sus secciones sindicales. Pero no lo ha conseguido.
Cierto, hemos acudido a la vía judicial en los años noventa, y hemos perdido. Tenemos derecho a un delegado. Pero los derechos de ese delegado tienen que ser negociados con la empresa, caso a caso. Pero pienso que no se debe meter uno en el fregado electoral, ni para conseguir el delegado, porque: a) ya tenemos derecho a un delegado; b) los derechos de un delegado que no obtenga representación, también tienen que ser negociados. En mi empresa los delegados de sindicatos que no tienen representación, ni tienen local, ni horas. Así que... ¿Para qué presentarse, cuando estaríamos igual que ahora? Es que si no, sería sencillísimo. Veinte sindicatos presentan candidaturas, y aunque no saquen representación, hay que darles a todos un localito y cuarenta horas... No. No colaría. Precisamente fue el sindicato de Córdoba, el que argumentó estas cosas en los años posteriores a la LOLS, mostrando que presentarse a las elecciones para conseguir derechos, era absurdo y teníamos esa vía cerrada.
Mariano escribió: Y estos derechos/concesiones son fundamentales. Primero, porque estamos en un contexto competitivo con otros sindicatos. Y carecer de esos recursos te condena a la marginalidad. Los trabajadores se van a inclinar a otras organizaciones que les prestan más atención, tienen buenos abogados y cuadros con tiempo y experiencia para negociar. Segundo, porque hacer sindicato requiere recursos (tiempo), y en la actualidad se está sobre-explotando a la gente más militante y entregada para poder llevar a cabo una mínima actividad. Y esta gente se quema y se acaba largando… Respecto al modelo, tú sabes que hacer sindicalismo, cuando se tienen hijos, mayores, trabajo... no se puede hacer. Y que en caso de no tener esas obligaciones a lo más que se puede aspirar es a tener un grupito de agitadores, o a movilizar pequeñas secciones, pero nunca de disputar la hegemonía sindical en empresas grandes y territorios.
Ese es un problema muy gordo. Hemos formado a compañeros excelentes, muy buenos. Pero acaban yéndose, o son captados por otros sindicatos que les proporcionan recursos, o enferman… Pocos aguantan. ¿Por qué trabajar gratis en la CNT, dejando a un lado hijos, trabajo y posibilidades? No tiene sentido.
Resolver ese problema es algo que se debe estudiar, sobre todo ahora mismo que está entrando mucho más dinero por cuotas, y puede pagarse a compañeros dietas, viajes, o compensaciones salariales por pérdida de sueldo, o por días que no están buscando empleo, a personas que se queman el cerebro estudiando un convenio. A mí me parece muy mal maltratar a nuestros militantes, que ya manifesté por ahí atrás que la CNT es una organización maltratadora. Uno de los motivos por los que la gente no se quiere meter en el fregado de la negociación y el análisis de conflictos laborales, es porque además de ser muy áridos, estresantes, complejos, y de gran responsabilidad, requieren mucha dedicación y sacrificio. Si estas tareas se compensan, sería más sencillo que otros voluntarios aprendieran, y se podría rotar en esas tareas. Lo que pienso que no se debe caer, es en tener a personas a tiempo completo para toda la vida. Que en grandes empresas hay asesores sindicales, que están en el día de la marmota.
Mariano escribió:Las secciones que yo he visto tanto de CNT como de CCOO, UGT... están formadas por personas de carne y hueso. Normales, con sus luces y sus sombras. Gente corriente que quiere defender sus derechos, tener una vida más digna... Y respecto a la participación, al final, no hay mucha diferencia. Acaba habiendo la misma dinámica de delegación. Formalmente sí, la CNT es más democrática e independiente, pero el problema del delegacionismo y la pasividad persiste. Así que el problema estará en otro lado.
Es verdad. En UGT, en CCOO, en todas partes, hay militancia valiosa, gente con sus deseos y aspiraciones, similares a los nuestros. Muchísimos/as de ellos estarían encantados de ver crecer a una CNT
animosa, valiente, eficaz y positiva. El problema de la apatía, es otra cuestión. Es algo que afecta a todas las sociedades democráticas, y que se promueve para eliminar el conflicto.
Lo que pasa, es que este tema va del jodido proceso de escisiones del los años ochenta, y no de política sindical moderna, o de estudiar la apatía. No sé que hostias pensará Suso de este desvío.