_nobody_ escribió:Hoy en día se está reproduciendo este mismo debate. Por ejemplo en el Aeropuerto de Barcelona, donde hay decenas de empresas distintas en un mismo centro de trabajo. Pues los sindicatos van creando secciones en las empresas y no se dan cuenta que están imitando la multiplicidad. Los clientes del aeropuerto lo único que ven son trabajadores con los uniformes mientras que éstos pertenecen a muchas empresas. Y a su vez a distintos sindicatos. Es un absurdo, cuando lo que tndrían que haber es 1 sindicato del aeuropuerto. Lo mismo para el Puerto, los polígonos, etc. La clase trabajadora se ha dejado arrastrar hacia 1900.
Pero tu puedes crear en vez de secciones de empresa, crear secciones de centro de trabajo. Si es a lo que te refieres, depende el caso y la funcionalidad que vayas a tener, también puedes tener las dos.
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Por una parte hay algo que siempre estará ahí, y son las personas que participan más, las que menos y las que apoyan los proyectos. Nunca es algo lineal ni las cosas son de 0 a 100 en 1 segundo, requieren procesos. También decir que todas las militancias tenían su reconocimiento, estima y valoración por los demás militantes estuvieran en el puesto que estuvieran desempeñando ya que había algo muy grande, todos nos necesitamos para alcanzar la meta de emancipación social que nos proponemos.
En el caso de Barcelona:
La afiliación en general se la considera también como simpatizante, se encuadra en las secciones sindicales y centros de trabajo donde suelen tener asambleas para refrendar o proponer una huelga o si se está en un proceso de reivindicaciones en el sector, a su vez tienen a su delegado y grupo de militantes de base (también tienen sus reuniones de militantes), ahí tratan mayormente asuntos economico-laborales, es decir, cosas del día a día y aspectos reivindicativos de mejoras. También están las comisiones de barriada y/o comisiones relacionadoras donde las secciones de oficio (diria que lo que llamamos ramos actualmente) tienen un delegado cada uno para coordinar la recogida de cuotas, las consultas a la afiliación así como organizar actos de propaganda u de otra indole. Están encargados de relacionar el nucleo del sindicato con la multitud afiliada.
Los delegados y tesoreros (que recogen las cuotas) suelen pasarse por el sindicato central a dejar los dineros, por consultas de algún tipo o para plenos o reuniones de militantes. Puesto que las reuniones generalmente se hacían despues de cenar había muchos que preferían estar con la familia a ir al sindicato o simplemente no les apetecía. Es pues que los más activos, capacitados y con bagaje sindical van asistir a las reuniones de militantes, plenos o reuniones de las juntas (comité). Aparte de los delegados existen un buen número de militantes sindicales que son asiduos a las reuniones y suelen especializarse en algún area, conferenciantes, oradores, escritores, acción, negociación, organizadores, etc... según el temperamento.
Solían "captar" a nuevos militantes viendo los que más destacaban en las luchas, quienes eran más activos y ganas, a su vez aquellos que eran honestos y tenían iniciativa. Si estos, como generalmente en esa época eran semianalfabetos o analfabetos se incentivaba que estudiara de forma autodidacta o que fuera a la escuela si podía y aprendiera a leer y escribir como mínimo, haciendo que adquiriera un mayor nivel cultural y fuera capaz de argumentar y contrargumentar sus ideas y así pudiera explicarselas mejor a otros compañeros del sindicato y de su trabajo o barrio.
Me resultó bastante interesante la Escuela de Militantes que montaron ya entrada la Guerra Civil 36-39 donde plasmaron precisamente qué consideraba la CNT por militante y qué requisitos y quehaceres conllevaba. Así como que formaron a un montón de militantes de base y nuevos afiliados activos. Economía, filosofía, oratoria, retórica, escritura, negociación, formación laboral y análisis de coyuntura; suena bastante bien.