Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
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Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
Muy interesante este artículo que comparte Super8. Me parece en la estela de lo que defiende el sindicalismo social del que hablabamos. Seguir ignorándolo es darle la espalda a la realidad.
Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
Más que sindicalismo social yo lo veo como un sindicato laboral igual que otros sectores. Solo que esta vez se organiza gente de sectores precarios que no se habían sindicalizado antes.
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Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
Claro, pero esa es la parte social. Un sindicato de amos/as de casa o de presos/as es también un sindicato de trabajadores. Pero la línea entre lo social y lo laboral no queda marcado como una frontera inexpugnable. Se difumina hasta la confluencia. El artículo habla también de la PAH, que hace sindicalismo barrial de facto.
Es que debemos entender que la trabajadora es una unidad: productora/consumidora/vecina. La necesidad de crear en la primera mitad del siglo XX grupos de excursionistas, de teatro popular, cooperativas como la de Mataró de vidrieros, sindicatos de vivienda, respondía a una visión de conjunto en la que se entendía que la obrera necesitaba ocio, cultura, alimento, techo y trabajo, y no sólo una de estas cosas. Hoy no podríamos tal vez tejer redes tan amplias, pero al menos podríamos tocar las cuestiones de emergencia vital. Se puede rebatir lo que se quiera, pero si están surgiendo esos sindicatos autónomos es porque hay una demanda sin cubrir en los sectores más precarios. Como a mí no me importan las siglas aplaudo las iniciativas por el hecho mismo de producirse. Eso sí: las anarquistas debemos reflexionar y ver por qué no solemos estar ahí más que a título individual
Es que debemos entender que la trabajadora es una unidad: productora/consumidora/vecina. La necesidad de crear en la primera mitad del siglo XX grupos de excursionistas, de teatro popular, cooperativas como la de Mataró de vidrieros, sindicatos de vivienda, respondía a una visión de conjunto en la que se entendía que la obrera necesitaba ocio, cultura, alimento, techo y trabajo, y no sólo una de estas cosas. Hoy no podríamos tal vez tejer redes tan amplias, pero al menos podríamos tocar las cuestiones de emergencia vital. Se puede rebatir lo que se quiera, pero si están surgiendo esos sindicatos autónomos es porque hay una demanda sin cubrir en los sectores más precarios. Como a mí no me importan las siglas aplaudo las iniciativas por el hecho mismo de producirse. Eso sí: las anarquistas debemos reflexionar y ver por qué no solemos estar ahí más que a título individual
Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
A ver, si yo estoy de acuerdo en eso. Pero todo pasa porque tu colectivo o movida social tenga forma de sindicato y no sea difusa. Para mí la PAH no es un sindicato si no un movimiento social. Están debatiendo en algunas PAH lo de reconvertirse en sindicato de inquilinos o algo parecido. Pero aún falta.
Otro ejemplo, el sindicato de Manteros ha creado su propia Cooperativa. El sindicato de músicos intenta dar servicio de gestión de derechos de autor alternativo. Pero esto también pasa en CNT, según los sindicatos hay algunos que están rodeados de cooperativas, otros fomentan la economia social y otros son más culturales. Pero esto lo determina el perfil de militancia que haya en esos sindicatos. No todos están cortados por el mismo patrón. El ejemplo paradigmático fueron las ocupaciones de tierras que hizo el SAT y una q hizo la CGT en andalucía. Pero para ocupar un terreno que no es tuyo y cultivarlo no necesitas un sindicato. Yo tengo un huerto en terreno okupado, por ejemplo.
Ahora en CNT lo que veo más interesante son sindicatos com el de Gráficas Madrid afiliando figurantes y gente de los teatros, y Córdoba-Barcelona-Olot iniciando secciones de comercio; Barcelona afliando las estatuas de la Rambla. En CGT el sector de la informática también mola bastante. En fin, se está planteando una sindicalización de muchos sectores precarios y poco sindicalizados hasta el momento.
Lo comunitario es una aspiración de muchos sindicatos, lo que les falta es gente para ello. En realidad ahora mismo es más interesante la convergencia, la multisectorialidad. Como en el caso del Correscales que fue una confluencia entre los trabajadores que estaban en precario, los sindicatos que los apoyaron y los movimientos sociales. Eso dio pie a un movimiento muy activo en la calle, socializaron su lucha. Y por cierto, aunque casi no se haya dicho nada, han ganado. Están pasando a fijos a muchos trabajadores que hicieron huelga. Hay muchos despidos nulos y readmisiones. En Gipuzkoa han ganado casi todo lo que pidieron. Y Catalunya bastante también. Pero esto lo están canalizando a través de los sindicatos que les han apoyado mientras el movimiento social que había detrás se desinfló.
Si quieres ver ejemplos de luchas comunitarias que funcionan te tendrás que ir a América Latina. Algunas interesantes:
MOB [Brasil]: https://anarquismosp.org/2016/02/01/ent ... o-de-base/
FOB [ARG]: http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/25122
Ukamau [Chile]: http://mp-ukamau.blogspot.com.es/2016/0 ... false.html
CTL [Chile]: http://periodico-solidaridad.blogspot.c ... taria.html
otro - http://www.anarkismo.net/article/28877
C. Joaquin Penina [ARG]: http://periodico-solidaridad.blogspot.c ... taria.html
PLxAutonomia Territorial [Col]: https://www.facebook.com/plat.maloca/
El anarquismo en los movimientos de desocupados [ARG]: http://www.taringa.net/comunidades/anar ... s-MTD.html
Quiero decir con esta serie de enlaces que si no queréis tomar la forma de un sindicato, no hay porqué hacerlo. Podéis ser un movimiento comunitario. De hecho en el estado español hay muy poco de eso y creo que aquí tendría éxito. Yo dejaría de mirar a lo que hacen en Barcelona y comenzaría a mirar lo que hacen al otro lado del charco
Otro ejemplo, el sindicato de Manteros ha creado su propia Cooperativa. El sindicato de músicos intenta dar servicio de gestión de derechos de autor alternativo. Pero esto también pasa en CNT, según los sindicatos hay algunos que están rodeados de cooperativas, otros fomentan la economia social y otros son más culturales. Pero esto lo determina el perfil de militancia que haya en esos sindicatos. No todos están cortados por el mismo patrón. El ejemplo paradigmático fueron las ocupaciones de tierras que hizo el SAT y una q hizo la CGT en andalucía. Pero para ocupar un terreno que no es tuyo y cultivarlo no necesitas un sindicato. Yo tengo un huerto en terreno okupado, por ejemplo.
Ahora en CNT lo que veo más interesante son sindicatos com el de Gráficas Madrid afiliando figurantes y gente de los teatros, y Córdoba-Barcelona-Olot iniciando secciones de comercio; Barcelona afliando las estatuas de la Rambla. En CGT el sector de la informática también mola bastante. En fin, se está planteando una sindicalización de muchos sectores precarios y poco sindicalizados hasta el momento.
Lo comunitario es una aspiración de muchos sindicatos, lo que les falta es gente para ello. En realidad ahora mismo es más interesante la convergencia, la multisectorialidad. Como en el caso del Correscales que fue una confluencia entre los trabajadores que estaban en precario, los sindicatos que los apoyaron y los movimientos sociales. Eso dio pie a un movimiento muy activo en la calle, socializaron su lucha. Y por cierto, aunque casi no se haya dicho nada, han ganado. Están pasando a fijos a muchos trabajadores que hicieron huelga. Hay muchos despidos nulos y readmisiones. En Gipuzkoa han ganado casi todo lo que pidieron. Y Catalunya bastante también. Pero esto lo están canalizando a través de los sindicatos que les han apoyado mientras el movimiento social que había detrás se desinfló.
Si quieres ver ejemplos de luchas comunitarias que funcionan te tendrás que ir a América Latina. Algunas interesantes:
MOB [Brasil]: https://anarquismosp.org/2016/02/01/ent ... o-de-base/
FOB [ARG]: http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/25122
Ukamau [Chile]: http://mp-ukamau.blogspot.com.es/2016/0 ... false.html
CTL [Chile]: http://periodico-solidaridad.blogspot.c ... taria.html
otro - http://www.anarkismo.net/article/28877
C. Joaquin Penina [ARG]: http://periodico-solidaridad.blogspot.c ... taria.html
PLxAutonomia Territorial [Col]: https://www.facebook.com/plat.maloca/
El anarquismo en los movimientos de desocupados [ARG]: http://www.taringa.net/comunidades/anar ... s-MTD.html
Quiero decir con esta serie de enlaces que si no queréis tomar la forma de un sindicato, no hay porqué hacerlo. Podéis ser un movimiento comunitario. De hecho en el estado español hay muy poco de eso y creo que aquí tendría éxito. Yo dejaría de mirar a lo que hacen en Barcelona y comenzaría a mirar lo que hacen al otro lado del charco
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Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
El autor dice que produjo el artículo antes de enterarse del debate.
Si no puedes ser grande, aprende a ser pequeño: guerrilla sindical
Por Yerai Campos, @LaEmancipacion. Solidaridad Obrera, 14 de octubre.
«Si no puedes ser grande, aprende a ser pequeño», esta vendría a ser la máxima guerrillera por excelencia. Con ella unos pocos, pero que conocen bien el terreno, que han tejido amplias redes de enlaces y solidaridad, que saben cuando esconderse entre las sombras y cuando sorprender saliendo de los matorrales, pueden derrotar a muchos.
Pero la guerrilla es la forma organizativa para los malos tiempos. Para los de la represión, de la clandestinidad. Para cuando se nos impone ser pocos y ninguna otra forma de organizarse es posible. ¿A quién le gusta dormir al raso noche tras noche, olvidar lo que es una comida caliente, llenarse los pies y las manos de barro? ¿O ir, libres, por llanuras y montañas? Cuando se puede, cuando nos dejan, hemos de bajar del monte y tratar de ser muchos. De ser los muchos. De ser grandes. ¿O no?
En los años veinte el lema de la Industrial Workers of the World, el sindicato revolucionario anglosajón, era «One Big Union». Una Gran Unión, o una gran central sindical. Ser grandes, ser muchos, pero golpear como uno solo. ¿Por qué debía de ser así?
La respuesta está en el modelo de producción pre-fordista. A finales del siglo XIX y comienzos del XX los Estados liberales, incluso los más democráticos, no hacen demasiados esfuerzos por incluir a la clase trabajadora dentro de su proyecto político. El Estado social es mínimo, así como el desarrollo de las vías mediadas de negociación sindical y la intervención de los gobiernos en el mundo laboral. Salarios bajos, jornadas largas, sin vacaciones, sin legislación contra el despido. Sin protección ante el accidente o garantías ante la jubilación. Es en este contexto que se desarrolla la acción de los sindicatos revolucionarios.
Este modelo aboca inevitablemente a dos caminos. O la sumisión ante la patronal, lo que compromete la propia supervivencia material de las plantillas, o el conflicto. De los conflictos que se ganan salen acuerdos que se imponen a la patronal y que en el Estado español toman el nombre de bases de trabajo.
Hay quien quiere identificar las bases de trabajo como el antepasado de los actuales convenios colectivos, pero lo cierto es que su naturaleza es bien distinta. Para empezar toda base de trabajo era, sí o sí, producto de un conflicto laboral. Si el conflicto se ganaba el documento era firmado por el propio sindicato que llevaba a cabo la lucha en representación directa de los trabajadores y por la patronal. En ocasiones, si la base es importante, irá también firmada por un gobernador civil de provincia o un ministro del trabajo, pero por lo general el gobierno se mantiene al margen tanto del conflicto como de la negociación.
En segundo lugar, por lo general las bases de trabajo se van a aplicar únicamente sobre los obreros afiliados al sindicato que han librado el conflicto. En algunos casos incluso es posible que el sindicato logre imponer a la patronal que solo pueda contratar a trabajadores afiliados a la propia central.
Las consecuencias de este tipo de modelo de negociación colectiva son claras. Se tiende a una afiliación masiva que, además, debe de ser muy activa si quiere que se mantengan las bases firmadas. También se tiende a la unidad bajo una sola central sindical, al menos por empresa y sector. El término esquirol no hacía referencia tanto a quien no secundaba una huelga como a quien no pertenecía al sindicato al que debía pertenecer: La One Big Union. Frente a este concepto de unidad sindical hay quienes reivindican la «libertad» de no pertenecer al gran sindicato, caso de la Unión de Sindicatos Libres en la Cataluña de los años 20, de inspiración tradicionalista y que solo podemos calificar como prefascistas.
Dentro de este difícil modelo los sindicatos revolucionarios comienzan a conseguir victorias y a amenazar el orden capitalista. Esto coincide cronológicamente con el surgimiento de los fascismos, en los que el capitalismo logrará imponer el modelo del sindicato vertical. Aquí, para evitar el conflicto social, obreros y patronos son incluidos dentro de la misma estructura y todas las formas de lucha que permitían a los trabajadores obtener victorias en el modelo anterior (la huelga, el boicot y el sabotaje), son prohibidas y duramente reprimidas.
El sindicato vertical se establece en el Estado español con la victoria de las tropas de Franco, impuesto a punta de fusil, y toma el nombre de Organización Sindical Española. Un modelo así, basado en la extinción represiva de todas las fricciones que provoca la guerra de clases, tiene unos claros límites. Sólo puede mantenerse en una situación de excepción, cuando las violencias son canalizadas hacia la guerra imperialista (caso de Italia y Alemania) o cuando la economía se mantiene bajo una constante depresión autárquica que impide el desarrollo productivo (caso del Estado español). En el momento en que, en el caso del régimen franquista, los tecnócratas del Opus toman las riendas de la economía y el país se industrializa el sindicato vertical se queda obsoleto. Por dentro, es copado por la infiltración opositora y, por fuera, es desautorizado de forma que los convenios entre patronal y plantillas se firman al margen de la estructura.
Después de cuarenta años de mantener el movimiento obrero en una cárcel el vertical se derrumba. Las fuerzas que se le oponían salen a la luz, en tanto que otras renacen de la muerte impuesta. El Estado español ha estado todo ese tiempo en una cápsula del tiempo pero, a nivel sindical, ¿qué ha pasado en el resto de Europa occidental?
Tras la segunda guerra mundial, ante el fracaso de los fascismos y la amenaza soviética, se establece un consenso socialdemócrata. Los trabajadores cualificados de Europa son incluidos en el proyecto político de la burguesía. El Estado social se extiende y las democracias se vuelven más amplias y representativas. Si el palo del fascismo no había logrado exterminar el conflicto social, quizá había que probar con la zanahoria.
La patronal está ahora dispuesta a integrar a los sindicatos dentro de la estructura empresarial y los gobiernos aparentan ser árbitros neutrales. Los sindicatos que prosperan en este momento logran grandes cuotas de poder, a costa de renunciar a sus objetivos revolucionarios y de supeditar su acción al programa de un partido socialdemócrata, laborista o democristiano. Frente al tipo de acuerdo que hemos analizado más arriba, los acuerdos que genera este modelo sindical van firmados por lo general, ya no por un sindicato en cuestión, sino por un órgano de representación unitaria elegido a través de unas elecciones sindicales. Sería el caso de los shop stewards committees en Reino Unido o de los comités d´entreprise en Francia. El acuerdo firmado tiene carácter legal y no es extraño que los órganos gubernamentales intervengan tanto en las negociaciones como en los conflictos.
Las consecuencias de este modelo sobre el movimiento sindical son justo las contrarias. Para que un acuerdo se mantenga ya no es necesario que la afiliación sindical sea demasiado grande, ya que se aplica a todos los trabajadores independientemente de si su sindicato ha participado o no en el conflicto.
La tendencia, antes que al conflicto directo, es a la concertación y a la estabilidad, al mantenimiento de la paz social, por lo que tampoco es necesario que la plantilla se implique demasiado, profesionalizándose la negociación. Por último, en lugar de a la unidad bajo una única central, se tiende a la pluralidad producto de las elecciones sindicales. Lo que se disfraza de libertad para el trabajador, que puede elegir a la fuerza que más le convenga, también supone que la empresa pueda pactar con el sindicato que le venga mejor siempre que tenga suficiente representatividad.
Volviendo al Estado español, cuando cae el modelo sindical fascista, la mayor parte de la oposición reivindica el modelo de negociación que tiene lugar en el resto de Europa, con órganos de representación unitaria, mediación gubernamental, convenios colectivos y cogestión empresarial. Entre tanto la CNT, que renace desde la clandestinidad y el exilio, reivindica las bases de trabajo.
Se reparten fotocopias de viejas bases de trabajo firmadas en el año que siguió a la proclamación de la segunda república, o entre febrero y julio de 1936, dos momentos de excepción para los trabajadores y para la CNT, en los que la patronal estaba en retroceso y acepta firmar bases muy beneficiosas para el sindicato. En el primer caso por el shock que provoca el hundimiento repentino de la monarquía, en el segundo porque consideran que el golpe militar que les salve está cercano, como efectivamente era. Se pretende hacer de la excepción la norma, sin recordar, u olvidando a propósito, los límites del modelo. Y es que ante situaciones de represión sindical, ante pérdidas de afiliación o relajamiento de las plantillas las bases del trabajo caían. Las patronales dejaban de aplicarlas y las condiciones laborales volvían a empeorar, en un modelo profundamente inestable.
Igualmente hay que decir que, en aquellos lugares donde nunca ha habido un sindicalismo de concertación, como en los EEUU, el viejo sistema se mantiene sin que ello sea en absoluto beneficioso para los trabajadores. Si los acuerdos sindicales se aplican únicamente sobre los obreros sindicados no es raro que los propios sindicatos se vean constantemente ante la tentación de hacerse corporativos. Si añades a la ecuación una brutal represión contra el mayor sindicato de clase, la IWW, hasta reducirlo a la marginalidad, tienes un modelo copado por sindicatos corporativistas que sólo miran por los intereses de su propio sector. ¿O a nadie le suena la forma de actuar del gremio de actores de cine?
El problema de proponer un retorno a las bases del trabajo es que ni las patronales, ni unos trabajadores que aspiran a igualarse a la aristocracia obrera de Alemania o Francia, están muy por la labor. Eso sin tener en cuenta que el resto de sindicatos ya están ejerciendo de forma extraoficial el nuevo modelo. Sólo faltaba que el gobierno, a través de los Pactos de la Moncloa, lo ratificara.
La CNT, que en un principio se niega tajantemente a participar en la negociación de los convenios colectivos, se verá divida entre quienes aceptarán formar parte de los órganos de representación unitaria y quienes no. Pero ambos sectores se acaban viendo obligados a tragar con los convenios.
Ante el modelo de producción fordista, las fuerzas que apostaban por la no mediación, por la acción directa, por la autonomía sindical y por escalar los conflictos hacia un futuro revolucionario, ya no pudieron ser grandes y debieron aprender, sin jamás retroceder, a ser pequeñas.
Ahora que el neoliberalismo ha puesto en crisis al modelo sindical de la concertación, que los comités de empresa quedan reducidos a la inoperancia, que los convenios colectivos caen como fruta demasiado madura, que los gobiernos se quitan el disfraz de amables mediadores, es quizá el tiempo para salir de entre los matorrales y dar el asalto. En un momento como el actual, las complejas maquinarias burocráticas en las que se han convertido los sindicatos de concertación no son capaces de dar la lucha ni por sus propios privilegios. Es el tiempo de la flexibilidad en las tácticas, de la sorpresa. Los pocos, pero que conocen bien el terreno, que tejen redes de solidaridad, pueden ser capaces de vencer. ¿Crisis del sindicalismo o la oportunidad para la guerrilla sindical?
Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
El autor mandó el artículo a la soli hace exactamente un mes pero se les perdió o algo así
¿Quién apretó todos los tornillos de la Torre Eiffel?
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Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
A lo que yo voy es a esto. Pueden haber muchos ejemplos como los que mencionas, demostraciones de un pequeño cambio de tendencia, y otros más que seguro se nos escapan, pero yo hablo de estar atentas de forma general al espíritu de los tiempos y sus demandas. Mil veces en los últimos años la creación de nuevas formas de relacionarse en lo laboral, social, barrial, nos han pasado de cerca y no hemos sabido cómo implicarnos porque no estábamos cómodas. Los enlaces son muy interesantes y hay cosas muy rescatables para nuestra actividad, pero hay que analizar bien nuestra propia coyuntura. Ahora que nos venden la salida de la crisis, que se vuelve a estabilizar muy frágilmente las ingenuas que se creen clase media, surgen estos sindicatos de precaristas y actividades alegales porque son los náufragos de las crisis, aquellos a los que la estabilización de los mercados y el flujo del crédito no les afectan. Es ahí dónde se debe intervenir desde dentro y desarrollar una estrategia. No es casual que la PAH surgiera cuando estalla la burbuja inmobiliaria y que con el 15M se activará de verdad la lucha antidesahucios. Se supo leer la situación e intervenir. Sin embargo, y aunque hoy muchas no tienen esas restricciones, durante tiempo (en Canarias siguen igual) ignoraban los casos de alquiler. Ahí, entre los más débiles, estaba nuestro campo de actuación. Pecamos entonces, salvo por par de ejemplos, de miopía. Decía Proudhon que "el inquilino es para el propietario lo que el asalariado es para el capitalista", y no supimos ver esa confrontación que hoy con los fondos buitres profundiza en esa relación de lucha de clases._nobody_ escribió:La mayoria de anarquistas que conozco no están insertos en lo social.
La estructura puede ser secundaria mientras el trabajo se haga. Si me interesa lo de sindicato es porque temas como el de la vivienda requiere un aparato jurídico importante, desbrozar contratos y saber cómo usarlos contra el propietario. Porque veo la analogía entre las huelgas de alquileres y las laborales y porque todos los días salen en la tele amenazas de desahucios masivos por partes de fondos buitres o gestoras privadas de vivienda pública y creo que ahí las herramientas y estructuras sindicales podrían ser útiles y adaptativas. Pero repito que lo importante es currar.
En mi caso al menos no focalizo en sitios (por lo que comentas de Barcelona) ni en organizaciones (este debate no atañe a la CNT sin al difuso movimiento libertario en su conjunto). El tema comunitario lo veo muy bien, pero mis mensajes van más bien a la necesidad no tanto de crear como de ampliar lo poco que tenemos, de intervenir como las anarquistas que supuestamente somos. Pero en fin, si hay que crear herramientas pues se hará. Abrazos.
Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
Ok. Los acuerdos que he puesto vienen de ponencias elaboradas por parte de sindicatos (al menos de la CNT) que lo están aplicando. Sí són muy bonitos y se aplican, mejor o peor. No en todos los territorios, por supuesto. Los congresos sirven para socializar estrategias, poner en común experiencias y lineas de actuación que sean generalizadas y generalizables a toda una organización. También que sean generalizadas y generalizables a más organizaciones y colectivos en el marco de acuerdos estratégicos de intervención sindical o social.Contumacia escribió:Los acuerdos que has puesto son muy bonitos pero ¿de verdad hay asambleas de parados y paradas funcionando, ya no digo eficazmente, en todos los territorios en que hay sede del sindicato? Ahora que está tan de moda lo del lenguaje de la persuasión y la seducción política, lo que parece claro es que sólo aumenta la afiliación allí donde hay conflictos que generan solidaridad y trabajo en común, en la práctica.
La lectura obvia de esos acuerdos y en la linea del articulo de Ruymán, es que la crisis economica y la retirada cuando no reconversión neoliberal de los sistemas de bienestar del Estado capitalista, obligan a volver a los origenes del sindicalismo para que éste cubra la protección social y el control total de las condiciones de empleo. Ni más ni menos. Y esta reflexión no la tiene solamente parte del movimiento libertario, sino también desde luego CNT o incluso otras organizaciones sindicales que lo analizan también cómo una forma de reforzar poder organizativo sindical, no solamente cómo un mecanismo efectivo de cubrir necesidades básicas sociales.
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Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
Me consta que las ponencias que comentas vienen de la práctica, digo lo de que son bonitos sin ánimo de menospreciar, a lo que voy es que, por desgracia, no ocurre en muchos territorios y la gente no tiene ese referente sindical, o social, al que acercarse, por mucho que quieran.
En mi ciudad por ejemplo han funcionado varios grupos de Parados y Precarios, algunos más cercanos a sindicatos (no CNT precisamente), otros más barriales sin filiación, y curiosamente los que han sobrevivido y permanecen no son los de impulso sindical (la propia precariedad de la gente dificulta el acudir a reuniones, si salen curros para un mes en el extranjero o lo que toque... desarticulación), que realizaban una labor quizá más asistencial (recogidas de ropa, comida, enseres de limpieza... sin mucho éxito, pues la gente no está acostumbrada a acudir al sindicato a por esas cosas) pero también reivindicativa. Los grupos barriales, en los que se entremezcla gente de todas las edades, con y sin hijos, aunque han desarrollado también por ejemplo desayunos para niños y algunas cuestiones que podríamos considerar asistenciales también dedican tiempo al grupo, por ejemplo hacen excursiones y salidas a caminar en las que no se gasta ni un €, cosa que parecerá una chorrada, pero que los parados que ya no se pueden permitir el socializar de una forma tradicional agradecen enormemente. Realizan también mucha formación, intentan acudir a presionar a los politicuchos que prometen cosas... vamos, se mueven y sus redes de solidaridad siguen funcionando aunque Mengano se haya ido a vendimiar y a Zutano le hayan salido 2 meses recogiendo fresas. También les suele resultar bastante más fácil que la gente de la zona se les acerque a preguntar y explicar situaciones injustas, que comprendan lo que hacen y apoyen su actividad. Ojalá eso ocurriese también en el sindicato
En mi ciudad por ejemplo han funcionado varios grupos de Parados y Precarios, algunos más cercanos a sindicatos (no CNT precisamente), otros más barriales sin filiación, y curiosamente los que han sobrevivido y permanecen no son los de impulso sindical (la propia precariedad de la gente dificulta el acudir a reuniones, si salen curros para un mes en el extranjero o lo que toque... desarticulación), que realizaban una labor quizá más asistencial (recogidas de ropa, comida, enseres de limpieza... sin mucho éxito, pues la gente no está acostumbrada a acudir al sindicato a por esas cosas) pero también reivindicativa. Los grupos barriales, en los que se entremezcla gente de todas las edades, con y sin hijos, aunque han desarrollado también por ejemplo desayunos para niños y algunas cuestiones que podríamos considerar asistenciales también dedican tiempo al grupo, por ejemplo hacen excursiones y salidas a caminar en las que no se gasta ni un €, cosa que parecerá una chorrada, pero que los parados que ya no se pueden permitir el socializar de una forma tradicional agradecen enormemente. Realizan también mucha formación, intentan acudir a presionar a los politicuchos que prometen cosas... vamos, se mueven y sus redes de solidaridad siguen funcionando aunque Mengano se haya ido a vendimiar y a Zutano le hayan salido 2 meses recogiendo fresas. También les suele resultar bastante más fácil que la gente de la zona se les acerque a preguntar y explicar situaciones injustas, que comprendan lo que hacen y apoyen su actividad. Ojalá eso ocurriese también en el sindicato
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Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
Ah, otra cosa sobre las comunidades: la mayoría de proyectos comunitarios se estacan porque buscan por necesidad su propia supervivencia y permanencia en el tiempo. Esto también pasa con colectivos y sindicatos, pero la naturaleza de la comunidad la hace proclive a ello. Al final un proyecto comunitario aunque cada vez coja más atribuciones y competencias, necesita preocuparse para no disolverse de cuidar su propio chiringuito y puede tender con mucha facilidad a vivir despreocupado mientras todo funcione desde dentro aunque fuera esté ardiendo el mundo. Hay que elaborar una narrativa política revolucionaria hacia el exterior muy fuerte para que esto no pase. Porque la mayoría de proyectos de este tipo pueden duran 40 años sin que cambien demasiado la sociedad que los rodea. Pero ese es otro debate.
Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
Yo pienso que es precisamente "requiere un aparato jurídico importante" el concepto que se tiene y se ha usado desde hace unos veinte y pico años en cualquier organización (sindical o no). Eso ha derivado en una inacción en la defensa de derechos hasta día de hoy, con repuntes de movilización social que han ido reforzando el "sistema democrático" que tenemos hoy día. "No a la Guerra", Nunca mais", 15M...Voltairine de Cleyre escribió: [...]No es casual que la PAH surgiera cuando estalla la burbuja inmobiliaria y que con el 15M se activará de verdad la lucha antidesahucios. Se supo leer la situación e intervenir. Sin embargo, y aunque hoy muchas no tienen esas restricciones, durante tiempo (en Canarias siguen igual) ignoraban los casos de alquiler. Ahí, entre los más débiles, estaba nuestro campo de actuación. Pecamos entonces, salvo por par de ejemplos, de miopía. Decía Proudhon que "el inquilino es para el propietario lo que el asalariado es para el capitalista", y no supimos ver esa confrontación que hoy con los fondos buitres profundiza en esa relación de lucha de clases.
La estructura puede ser secundaria mientras el trabajo se haga. Si me interesa lo de sindicato es porque temas como el de la vivienda requiere un aparato jurídico importante, desbrozar contratos y saber cómo usarlos contra el propietario. Porque veo la analogía entre las huelgas de alquileres y las laborales y porque todos los días salen en la tele amenazas de desahucios masivos por partes de fondos buitres o gestoras privadas de vivienda pública y creo que ahí las herramientas y estructuras sindicales podrían ser útiles y adaptativas. Pero repito que lo importante es currar.
En mi caso al menos no focalizo en sitios (por lo que comentas de Barcelona) ni en organizaciones (este debate no atañe a la CNT sin al difuso movimiento libertario en su conjunto). El tema comunitario lo veo muy bien, pero mis mensajes van más bien a la necesidad no tanto de crear como de ampliar lo poco que tenemos, de intervenir como las anarquistas que supuestamente somos. Pero en fin, si hay que crear herramientas pues se hará. Abrazos.
A lo que voy la PAH, al menos lo que yo he visto, se formó con gente muy preparada que ya había acumulado experiencia pero sin grandes recursos económicos. Esta gente (Ada Colau y compañía) estimularon la defensa organizada a quienes tenían que elegir entre pagar luz, agua, comida... o pagar una parte de la deuda hipotecaria, porque no les alcanza ni para pagarla por completo. Su objetivo era la dación en pago, alquileres sociales, alquileres de emergencia social también... El contexto es de sobras conocido, gente que perdió el trabajo, cobra poco o los subsidios sociales que reciben no alcanzan lo mínimo exigible para afrontar el mes con dignidad.
Por la PAH también han pasado abogad@s que orientaban jurídicamente pero hasta donde yo se no asumían casos porque se derivaba hacia el Turno de Oficio ya que los ingresos de los afectados, en su mayoría, no llegaban al tope y por tanto se suele tener derecho a justicia gratuita. Aunque de todo habrá.
Los problemas de la PAH no son ajenos a los trabajadores. ¿Por qué los sindicatos no han asumido esas luchas? Porque no habrán muchos afectados dentro de los mismos, supongo. Además tampoco se ha elaborado un discurso de defensa de la vivienda como derecho fundamental ni se ha puesto ningún foco en el problema. De hecho la mayoría de gente que pasa por la PAH o por colectivos sociales con problemáticas concretas no suelen estar sindicados. Así claro está que salpica poco a los sindicatos y por tanto no los hace mover.
A modo ya de analogía, el sindicato sí ha de dotarse de un aparato jurídico propio. Es lo mínimo exigible para crear y fortalecer una sólida base, pero claro, sin recursos económicos esto no es posible. Un sindicato no puede sostenerse juridicamente con abogados (aleatorios) de oficio. Tiene que ser buen conocedor de las reglas de juego para no tentar demasiado a la suerte. La confianza que puedan dar esos primeros pasos, ayudan a caminar con mayor seguridad después.
Desde sectores depauperados es muy complicado arrancar si éstos no reciben apoyo solidario económico y moral suficiente, por eso entiendo que es de vital importancia que el sindicato lo sustenten quienes tengan capacidad económica o bien que se busque de la forma más autónoma posible, medios de subsistencia mas o menos regulares. Una persona que ha perdido su casa o su trabajo no podrá/querrá pagar una couta sindical porque ese poco dinero que le cueste la afiliación lo puede necesitar para comer uno o varios días. Además el sindicato no le da de comer, no le da trabajo y no le da vivienda. Quienes estamos afiliados tenemos que organizar sociedades cooperativas que permitan dar solución a la exclusión social, incluida la propia. Eso es solidaridad. El "chiringuito" tiene que crecer en esa línea, a través de una lucha también laboral, responsable y con implantación. A más recursos, más posibilidades.Contumacia escribió:
En mi ciudad por ejemplo han funcionado varios grupos de Parados y Precarios, algunos más cercanos a sindicatos (no CNT precisamente), otros más barriales sin filiación, y curiosamente los que han sobrevivido y permanecen no son los de impulso sindical (la propia precariedad de la gente dificulta el acudir a reuniones, si salen curros para un mes en el extranjero o lo que toque... desarticulación), que realizaban una labor quizá más asistencial (recogidas de ropa, comida, enseres de limpieza... sin mucho éxito, pues la gente no está acostumbrada a acudir al sindicato a por esas cosas) pero también reivindicativa. Los grupos barriales, en los que se entremezcla gente de todas las edades, con y sin hijos, aunque han desarrollado también por ejemplo desayunos para niños y algunas cuestiones que podríamos considerar asistenciales también dedican tiempo al grupo, por ejemplo hacen excursiones y salidas a caminar en las que no se gasta ni un €, cosa que parecerá una chorrada, pero que los parados que ya no se pueden permitir el socializar de una forma tradicional agradecen enormemente. Realizan también mucha formación, intentan acudir a presionar a los politicuchos que prometen cosas... vamos, se mueven y sus redes de solidaridad siguen funcionando aunque Mengano se haya ido a vendimiar y a Zutano le hayan salido 2 meses recogiendo fresas. También les suele resultar bastante más fácil que la gente de la zona se les acerque a preguntar y explicar situaciones injustas, que comprendan lo que hacen y apoyen su actividad. Ojalá eso ocurriese también en el sindicato
Soy del parecer que si se puede, hay que apoyar económicamente iniciativas como éstas de forma solidaria. Si hay que contratar trabajadores para que un proyecto salga adelante también. Hay que conseguir crecer con una amplia base colaborativa y con unos dirigentes motivados.
Entre tod@s lo sabemos TODO.
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Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
A ver, yo no defiendo la vía legal (a mi no me gusta), lo que digo és que el sindicalismo, que es una de las patas en las que se apoya, tendría mucho que decir al respecto. Lo primero es conocer la militancia en vivienda en todas sus variantes, que va más allá de las PAH's (partiendo de que no todas las PAH's son iguales y de que hay una por provincia [en Gran Canaria 4 ]). Este año, por ejemplo, se iban a producir dos desahucios masivos en Gran Canaria. Uno en el norte (La Esperanza) y otro en el sur. Los dos promovidos por el ayuntamiento. En el caso del sur la FAGC intervino tarde. Ya llevaban meses con la notificación y los distintos colectivos que intervinieron y miraron la documentación recomendaron dos cosas: 1, no hacer nada porque legalmente estaba perdido y esperar el desalojo con piquetes; 2, constituirse como asociación de vecinos porque una denuncia colectiva tiene más peso. Cualquiera que haya militado en este campo sabe que la función de los recursos es ganar tiempo, por tanto deben presentarse individualmente para saturar y obstaculizar. En el norte la FAGC (que no tiene abogado propio como tal, según me han dicho) aconsejó a los vecinos presentar recurso individual para relentizar todo. Mientras los casi 50 vecinos presentaban el recurso se ganaba tiempo para denunciarlo ante los medios de comunicación y organizar la movilización callejera. Al final en el sur se aplicó algo similar, pero el desahucio estubo cerca. Todavía en el norte siguen esperando la resolución. Al hacer las cosas bien un desahucio que debía producirse en abril aún no se ha producido.
Con esto intento decir que, en teoría, era así cómo usaba la vía legal el sindicalismo. Obstaculizar el proceso mientras daba tiempo a organizar la acción directa. En vivienda hay entidades como Visocan que hacen firmar a la gente contratos que tienen muchísimas irregularidades y les obliga a abandonar sus casas con una notificación por escrito, aprovechando la poca formación de la gente, sin que haya una orden judicial de lanzamiento. Cuando digo "aparato jurídico" no hablo a nivel de representación (aquí también recurren los compas a los abogados de oficio, que además dilata más el proceso) sino de asesoramiento y negociación. La idea en clave sindical es ganar tiempo con el rollo legal mientras se rompe un cristal. Parecido es en clave de vivienda donde se intenta ganar tiempo y presionar para evitar el desahucio mientras se organiza el piquete. Yo veo muchos paralelismos.
La otra cosa con la que no concuerdo es como el tema de que los afectados en vivienda no recurren a los sindicatos porque a los sindicados no les suele afectar esa clase de problemas. Dudo que no haya un alto porcentaje de sindicados al borde del desahucio o ya desahuciados, pero si aceptaramos que no es así, entonces no podemos convertir el efecto en causa. No hay que preguntarse por qué los sindicados no son desahuciados (se partiría de que al tener nómina pueden pagar alquiler o hipoteca) sino porque los desahuciados (en Canarias 25 al día) no se sindican. Y llegaríamos a la conclusión de que no lo hacen porque no creen que el sindicato sea el lugar para ellos. ¿Debe ser así? Yo creo que no, pero ya expliqué antes el por qué.
En todo lo demás estoy de acuerdo con lo que expones y me ha gustado bastante cómo lo has hecho.
Con esto intento decir que, en teoría, era así cómo usaba la vía legal el sindicalismo. Obstaculizar el proceso mientras daba tiempo a organizar la acción directa. En vivienda hay entidades como Visocan que hacen firmar a la gente contratos que tienen muchísimas irregularidades y les obliga a abandonar sus casas con una notificación por escrito, aprovechando la poca formación de la gente, sin que haya una orden judicial de lanzamiento. Cuando digo "aparato jurídico" no hablo a nivel de representación (aquí también recurren los compas a los abogados de oficio, que además dilata más el proceso) sino de asesoramiento y negociación. La idea en clave sindical es ganar tiempo con el rollo legal mientras se rompe un cristal. Parecido es en clave de vivienda donde se intenta ganar tiempo y presionar para evitar el desahucio mientras se organiza el piquete. Yo veo muchos paralelismos.
La otra cosa con la que no concuerdo es como el tema de que los afectados en vivienda no recurren a los sindicatos porque a los sindicados no les suele afectar esa clase de problemas. Dudo que no haya un alto porcentaje de sindicados al borde del desahucio o ya desahuciados, pero si aceptaramos que no es así, entonces no podemos convertir el efecto en causa. No hay que preguntarse por qué los sindicados no son desahuciados (se partiría de que al tener nómina pueden pagar alquiler o hipoteca) sino porque los desahuciados (en Canarias 25 al día) no se sindican. Y llegaríamos a la conclusión de que no lo hacen porque no creen que el sindicato sea el lugar para ellos. ¿Debe ser así? Yo creo que no, pero ya expliqué antes el por qué.
En todo lo demás estoy de acuerdo con lo que expones y me ha gustado bastante cómo lo has hecho.
- Contumacia
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Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
Ahí voy, por ejemplo los huertos, urbanos o no, que además de ser casi que terapia ocupacional y relacional, ayudan lo suyo en la cesta de la compra semanal. Algunos P. y Precarios de mi tierra sí que se han organizado para intentar la cesión de unos terrenos y montar una especie de cooperativa agro-ganadera, pero cómo suele ocurrir en estos casos, el terreno es jugoso, el Ayunta promete, las reuniones se suceden y nada se consigue. Tener que depender del permiso municipal para los huertos del Ay-unta también es una lacra (hecho aparte de las normativas, como el impedimento a la venta de los productos obtenidos) y siempre sujeto a renovaciones y demás. Pero entre afiliados y simpatizantes localizar algún terrenín y ponerlo en explotación sin tener que depender de ninguna administración es totalmente posible, y deseable. Algún proyecto ya hay de agroecología como salida laboral y terapia ocupacional para personas con diversidad funcional que está funcionando muy bien, es una pena que no se organicen más cooperativas como lo que mencionasAdemás el sindicato no le da de comer, no le da trabajo y no le da vivienda. Quienes estamos afiliados tenemos que organizar sociedades cooperativas que permitan dar solución a la exclusión social, incluida la propia. Eso es solidaridad. El "chiringuito" tiene que crecer en esa línea, a través de una lucha también laboral, responsable y con implantación. A más recursos, más posibilidades.
Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
Ya, pero eso trasladado al mundo del trabajo cambia bastante. Romper el discuso oficial de "moroso" en temas de vivienda y con familia de por medio (abuelos, niños, inválidos...) puede tocar la fibra. En ese proceso legal dilatado se puede recabar mucha más solidaridad y comprensión por el problema, que cuando despiden a un trabajador que reclama sus derechos o secunda una huelga. El caso es que tanto la vivienda como el trabajo son derechos vinculantes no obligatorios, por lo que se hace responsable en última instancia al sujeto que dispone de los mismos. La solución o el objetivo, es conseguir que ambos derechos sean reconocidos como fundamentales de la persona por los poderes públicos y privados. El paso grande sería desnudar el interés de quienes imponen condiciones generales ,tanto en vivienda como en trabajo, de cara a la sociedad. Que se pueda avanzar en la toma de conciencia y que de forma organizada podamos incidir en ello.Voltairine de Cleyre escribió:A ver, yo no defiendo la vía legal (a mi no me gusta), lo que digo és que el sindicalismo, que es una de las patas en las que se apoya, tendría mucho que decir al respecto. Lo primero es conocer la militancia en vivienda en todas sus variantes, que va más allá de las PAH's (partiendo de que no todas las PAH's son iguales y de que hay una por provincia [en Gran Canaria 4 ]). Este año, por ejemplo, se iban a producir dos desahucios masivos en Gran Canaria. Uno en el norte (La Esperanza) y otro en el sur. Los dos promovidos por el ayuntamiento. En el caso del sur la FAGC intervino tarde. Ya llevaban meses con la notificación y los distintos colectivos que intervinieron y miraron la documentación recomendaron dos cosas: 1, no hacer nada porque legalmente estaba perdido y esperar el desalojo con piquetes; 2, constituirse como asociación de vecinos porque una denuncia colectiva tiene más peso. Cualquiera que haya militado en este campo sabe que la función de los recursos es ganar tiempo, por tanto deben presentarse individualmente para saturar y obstaculizar. En el norte la FAGC (que no tiene abogado propio como tal, según me han dicho) aconsejó a los vecinos presentar recurso individual para relentizar todo. Mientras los casi 50 vecinos presentaban el recurso se ganaba tiempo para denunciarlo ante los medios de comunicación y organizar la movilización callejera. Al final en el sur se aplicó algo similar, pero el desahucio estubo cerca. Todavía en el norte siguen esperando la resolución. Al hacer las cosas bien un desahucio que debía producirse en abril aún no se ha producido.
Con esto intento decir que, en teoría, era así cómo usaba la vía legal el sindicalismo. Obstaculizar el proceso mientras daba tiempo a organizar la acción directa. En vivienda hay entidades como Visocan que hacen firmar a la gente contratos que tienen muchísimas irregularidades y les obliga a abandonar sus casas con una notificación por escrito, aprovechando la poca formación de la gente, sin que haya una orden judicial de lanzamiento. Cuando digo "aparato jurídico" no hablo a nivel de representación (aquí también recurren los compas a los abogados de oficio, que además dilata más el proceso) sino de asesoramiento y negociación. La idea en clave sindical es ganar tiempo con el rollo legal mientras se rompe un cristal. Parecido es en clave de vivienda donde se intenta ganar tiempo y presionar para evitar el desahucio mientras se organiza el piquete. Yo veo muchos paralelismos.
Yo si estoy a favor de tener una buena coartada jurídica, creo que lo he dejado claro. En la vía legal hay mucho camino por recorrer y hay muchos temas interesantes que debieran saltar a la palestra con más asiduidad. Poder hacer uso de un equipo legal que asesore cuando se traspasa una línea roja es más que necesario, sobre todo si esa transgresión provoca medidas punitivas contra uno mismo o la organización. Hay que tener claro a que nos enfrentamos y si el riesgo comporta realmente beneficios. El aparato jurídico ha de ser de confianza y por supuesto alimentado con recursos propios. Aunque después siempre te aconseje la vía más pulcra posible ya que es ése su trabajo.
Saltarnos las leyes por la cara, por muy injustas que éstas sean, da pie también a que en nuestras propias organizaciones ocurra lo mismo. Hay que ser consecuentes. Cuando se consigue poner una disfunción legal en el centro de la mesa y se consigue cambiar se da un paso. Muchos cambios de este tipo pueden sumar un cambio grande de calado con gran parte de la sociedad apoyándolo de forma organizada.
Quisiera corregir lo que he dicho sobre que "supongo que no habra muchos afectados sindicados...". Seguramente es un tanto por ciento importante (somos pocos afiliados en comparación con el total, pero no muy diferentes en problemas). Pero hablar de este tema soslaya, al menos en sindicatos relacionados con movimientos alternativos. Suponer que alguien tenga hipoteca lo "convierte" en un burgués al uso. Con tanto discurso contra la propiedad privada, los bancos, el capitalismo... un "te lo mereces" es muy recurrente. Ante ello poco hay que hacer, salvo sonrojarse y arrepentirse de haber abierto la boquita... y seguir viendo como otras organizaciones sin este tipo de complejos se levantan contra las injustucias que provoca el sistema. Tendemos a afrontar problemas de gran magnitud porque con ello los errores que podamos cometer de fondo y forma, apenas se notan.La otra cosa con la que no concuerdo es como el tema de que los afectados en vivienda no recurren a los sindicatos porque a los sindicados no les suele afectar esa clase de problemas. Dudo que no haya un alto porcentaje de sindicados al borde del desahucio o ya desahuciados, pero si aceptaramos que no es así, entonces no podemos convertir el efecto en causa. No hay que preguntarse por qué los sindicados no son desahuciados (se partiría de que al tener nómina pueden pagar alquiler o hipoteca) sino porque los desahuciados (en Canarias 25 al día) no se sindican. Y llegaríamos a la conclusión de que no lo hacen porque no creen que el sindicato sea el lugar para ellos. ¿Debe ser así? Yo creo que no, pero ya expliqué antes el por qué.
Bravo por la FAGC, por las PAH's, etc. Por mi parte merecen todo mi respeto y apoyo. Me gustaría que tuvieran cabida dentro del sindicato en el que estoy, seguro que con ello tendría aún más repercusión su lucha. Lo que me preocuparía mas de ello no sería como encajan orgánicamente organizaciones de este tipo dentro de un sindicato, sino como encajaría en las mentes de quienes formamos parte actual de los mismos. Salud compa.
Entre tod@s lo sabemos TODO.
Re: Interesante debate sobre sindicalismo revolucionario
Buenas,
uno que pensó "anda mira, esto se podría difundir también fuera de la red", y cuando intentó maquetarlo le salió un documento de 47 páginas
están las intervenciones que se mencionan al principio del hilo y la de Rogelio Manuel Díaz Moreno
en PDF http://docdro.id/542ErQW
en DOC http://m.uploadedit.com/ba3s/1479030320852.doc
salud
uno que pensó "anda mira, esto se podría difundir también fuera de la red", y cuando intentó maquetarlo le salió un documento de 47 páginas
están las intervenciones que se mencionan al principio del hilo y la de Rogelio Manuel Díaz Moreno
en PDF http://docdro.id/542ErQW
en DOC http://m.uploadedit.com/ba3s/1479030320852.doc
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La libertad como base, la igualdad como medio, la fraternidad como fin