LERROUX. Como intentar cargarse el anarquismo desde dentro

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josep angel
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LERROUX. Como intentar cargarse el anarquismo desde dentro

Mensaje por josep angel » 02 Jul 2012, 19:47

Alejadro Lerroux fue un republicano andaluz que durante los primeros años del siglo XX intentó atraer al movimiento obrero catalán hacia su partido y intentando desviarlo de las tendencias anarcosindicalistas o revolucionarias.

Lerroux había empezado a hacerse popular cuando junto a Joan Montseny (Federico Urales), había participado en la petición de la revisión del proceso de Montjuic en el que fueron ejecutados cinco anarquistas inocentes por atentado de la procesión del Corpus de 1896. Algunos de sus escritos en este sentido aparecieron en la Revista Blanca. Joan Montseny pronto rompió relaciones con Lerroux al no ver claras sus intenciones que no eran por supuesto de promoción del anarquismo.

En 1902 año en que Lerroux vino a Barcelona, es acogido por Ferrer i Guardia en su revista La Huelga General en 1902 en la que colabora, revista que daba apoyo a los huelguistas y promocionaba el anarcosindicalismo. Lerroux había impresionado a Ferrer i Guardia por su discurso obrerista, anticlerical y radical. A partir de aquí Lerroux con sus escritos y apasionados discursos atrajo inicialmente a una buena parte de los obreros catalanes.

Pero los anarcosindicalistas no tardaron a darse cuenta de lo vacío y el nulo contenido de su estrambótico discurso. Informaciones e investigaciones reafirmadas por libros sobre la historia anarquista como los de Josep Peirats, Federica Montseny y muchos otros, certifican que Lerroux fue enviado a Barcelona por el político liberal Segismundo Moret para que desmantelara el republicanismo catalanista, en aquellos momentos dividido y en horas bajas y con los grandes burgueses de derechas monopolizando el catalanismo, pero sobre todo con la intención principal de desmantelar el anarcosindicalismo catalán.

Entre 1906 y 1907, una seria de atentados indiscriminados con muertos inocentes fueron inicialmente atribuidos a los anarquistas. Pronto se descubrió que el autor era Joan Rull un provocador pagado por las autoridades para justificar la represión contra los anarquistas y los anarcosindicalistas. Lerroux había acusado desde su diario El Progreso a Salvador Seguí como uno de los autores, ya que este había sido investigado por la policía, en un claro intento de desprestigiar a los anarquistas. Salvador Seguí, indignado, junto con unos compañeros suyos irrumpieron en un míting lerrouxista en el teatro Condal de Barcelona en 1907 provocando un tiroteo que acabó con la muerte del lerrouxista Jaime Soteras, por lo que estuvo 9 meses en la cárcel.

Lerroux que aparte de ser rechazado por los republicanos catalanistas también era rechazado por los republicanos federalistas del resto del Estado Español, promovía un republicanismo populista y ultranacionalista español.

Una de las causas de la aceleración del proceso de formar una nueva federación de sociedades obreras con la creación de Solidaridad Obrera, de carácter principalmente anarcosindicalista en Cataluña en 1907, fue contrarrestar el falso populismo de Lerroux, que con una financiación a base de estafas de sus regidores en el ayuntamiento barcelonés y otras de desconocida procedencia fomentaba centros obreros y prensa afín a su idea política.

En 1908 Lerroux, que se había separado de todos los demás republicanos del estado fundó su Partido Radical Republicano y empezó una ofensiva para capitalizar la Solidaridad Obrera y atraer a los obreros catalanes hacia su republicanismo ultranacionalista español, demagógico y radical en el discurso y vacío de contenido. Lerroux introdujo a algunos de sus correligionarios en algunos sindicatos gremiales de Solidaridad Obrera con la intención de convertirla en el sindicato de su partido.

Al igual que ya había hecho Salvador Seguí, que había combatido al lerrouxismo a tiros en 1907 como antes he mencionado, algunos de los principales líderes anarcosindicalistas de la Solidaridad Obrera de Cataluña destacando el logroñés Tomás Herreros y el valenciano Josep Negre se enfrentaron a Lerroux y a sus correligionarios para expulsarles de Solidaridad Obrera, llegando incluso a haber algunos episodios violentos. Lerroux se convirtió en el principal enemigo de los anarquistas que estaban en Solidaridad Obrera.

Cuando en 1909 Solidaridad Obrera convocó una huelga general para protestar contra el envío de tropas a Marruecos, Lerroux hacía poco que había ido a Argentina, con lo que se desentendía de los graves sucesos que se preveía que iban a pasar. Llevaba años intentando atraer a su partido a los obreros con un demagógico lenguaje revolucionario y cuando venía una revuelta de verdad huía. Solidaridad Obrera se quedó sola en revuelta y la represión de la Semana Trágica sin el apoyo de los políticos republicanos, ni catalanistas, ni lerrouxistas, ni federalistas, lo que reafirmó aún más a los obreros de Solidaridad Obrera en su anarcosindicalismo.

En 1910 algunos miembros del Partido Radical de Lerroux como Lorenzo Ardid, acusaron directamente durante el juicio por los hechos de la Semana Trágica a Ferrer i Guárdia como instigador de la quema de conventos, lo que fue definitivo para que fuera condenado a muerte y ejecutado. Lerroux sin embargo tuvo el cinismo de acudir a manifestaciones para la conmutación de la pena de muerte de su antiguo amigo Ferrer i Guárdia, al que sus correligionarios habían vendido durante el juicio.

En 1911 se hizo un homenaje en Barcelona delante de la tumba de Ferrer i Guardia que acabó con un tiroteo en que anarquistas dispararon contra los lerrouxistas.

Lerroux ya no solo era un enemigo de los anarcosindicalistas catalanes sino un objetivo a eliminar, lo que fue una de las causas de que huyera definitivamente de Barcelona. La nueva confederación de los anarcosindicalistas de todo el estado con la fundación de la CNT acabó fomentando el antilerrouxismo entre todos los anarcosindicalistas del Estado Español.

Lerroux fue rechazado incluso en Madrid donde los socialistas y los republicanos federales le consideraban un farsante y un corrupto por sus estafas en el ayuntamiento de Barcelona y tuvo que abandonar también Madrid. Finalmente fue a Córdoba hacia 1912 donde intentó seguir su carrera política con su Partido Radical. En Andalucía Lerroux sufrió la crítica y el acoso directo de los anarcosindicalistas andaluces, produciéndose en ocasiones escenas de extrema violencia entre anarquistas y lerrouxistas en Andalucía en los siguientes años. La culminación fue un atentado contra un mítng de Lerroux en 1919 en la plaza de toros de Sevilla, donde los anarcosindicalistas dispararon contra los lerrouxistas en la plaza causando dos muertos y diversos heridos.

En 1917 Lerroux intentó volver a coger protagonismo en el intento de cambio de régimen que muchos parlamentarios intentaron con un boicot, que acabó en una revuelta sangrienta cuando la CNT y la UGT se sumaron con una huelga que produjo graves enfrentamientos en todo el estado. Con esto la mayoría de parlamentarios abandonaron el boicot, como los de la Liga Regionalista de Catalunya, partido catalanista de derechas que no quería seguir la radicalidad obrera. Al comenzar los incidentes Lerroux volvió a huir de España siendo objeto de numerosas mofas por parte de los periódicos obreristas, que decían “Ya es la segunda vez que Lerroux huye, como pasó en la Semana Trágica”.

En 1918 Lerroux suaviza su ultraespañolismo y la delegación de su Partido Radical en Cataluña encabezada por José Ulled, se une a la campaña por la autonomía de Cataluña promocionada por La Lliga Regionalista, los carlistas y los republicanos catalanistas. Lerroux pretendía ganar ahora al electorado republicano catalanista como fuera con cambios de discurso que eran comentados también con mofa por muchos periódicos de la época.

Durante la época del pistolerismo barcelonés entre 1918 y 1923 en que los enfrentamientos entre anarcosindicalistas y los pistoleros de la patronal causaron centenares de muertos y miles de heridos y detenidos, Lerroux hizo otro intento de acercarse a los anarcosindicalistas. Volvió a hacer otro giro y abandonó su apoyo al catalanismo y vio que venia la hora de los anarcosindicalistas con lo que volvió a cambiar de estrategia, todo por el voto. Promocionó a algunos abogados de su Partido Radical Republicano que defendieran a los anarcosindicalistas en Barcelona, cosa que también hacían abogados de otros partidos como los del Partit Republicà Català.

Desde el parlamento en Madrid, Lerroux se unía a los republicanos federalistas y a los socialistas en su denuncia contra las prácticas represivas y asesinas contra los anarcosindicalistas en Cataluña. Pero a la vez daba apoyo al presidente del Partido Conservador Antonio Maura en mantener la guerra en Marruecos haciendo discursos ultranacionalistas españoles, que están en la hemerotecas, de elogio al ejército español y al orgullo de la patria para no dejarse ganar posiciones por los marroquíes. Curiosamente en esto coincidía con la Lliga Regionalista de Catalunya que también apoyaba la guerra de Marruecos. En lo social su discurso en el parlamento era cada vez más liberal y menos izquierdista, a pesar de las demagógicas denuncias que hacía y votaba frecuentemente junto con los conservadores.

Incluso algunos de los pocos lerrouxistas que quedaban en Barcelona, con algunos abogados sindicalistas que se tomaban en serio su trabajo, empezaron a criticarle y se produjo una profunda división en el lerrouxismo barcelonés, que también produjo algún enfrentamiento violento entre lerrouxistas en Barcelona.

No obstante este apoyo en demagógicos discursos y con algunos abogados que defendían a los anarcosindicalistas en Cataluña no le sirvió para atraerlos hacia su partido y después de la dictadura de Primo de Rivera al empezar la República en 1931 su partido era minoritario en votos en Cataluña, donde los únicos que consiguieron atraer el voto de centenares de miles de obreros fueron los republicanos catalanistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y los socialistas de la Unión Socialista de Catalunya (USC) que se había separado del PSOE. No obstante la CNT en Cataluña remontó y era el sindicato y la fuerza popular mayoritaria en número de militantes en los años 30.

No obstante en el resto del Estado Español Lerroux consiguió muchos votos juntamente con los republicanos federales y los socialistas volviendo a un discurso pseudoprogresista, que aparte de promocionar el voto de las mujeres, estaba muy alejado del sindicalismo.

En 1934 Lerroux fue el presidente del gobierno republicano español con su Partido Radical Republicano aliado con el partido ultraderechista la CEDA. Lerroux era el presidente del gobierno cuando vino la brutal represión contra los sindicalistas y las izquierdas en todo el Estado Español en 1934 con centenares de muertos y decenas de miles de detenidos. Por fin se había visto sin tapujos la auténtica cara del personaje.

Lerroux finalmente poco antes de la guerra fue expulsado del gobierno de ultraderecha por otra estafa relacionada en este caso con el estraperlo.

Al comenzar la guerra en 1936 Lerroux huyó de Madrid a Portugal, donde había una dictadura de derechas. Lerroux comentó a un periódico desde Portugal que había huido para no ser asesinado por los republicanos y obreristas madrileños. Temores muy fundados ya que los lerrouxistas fueron perseguidos en Madrid por los izquierdistas y obreristas que pararon en golpe fascista y un buen número de ellos fueron fusilados por estos como Gerardo Abad Conde, Fernado Rey Moray y Rafael Salazar. También en Barcelona los lerrouxistas fueron perseguidos en los primeros días de la guerra especialmente por grupos anarquistas y un buen número de ellos fueron fusilados entre los que destaca Rafael Ulled.

También escribió desde Portugal una carta, que se conserva, al general Martínez Anido dando su apoyo a Franco y diciendo que entendía su política de represión contra los anarcosindicalistas en Cataluña en los años 20, que en aquella época no podía expresar dado la intención de que su electorado fuera obrero.

En 1947, después de algunas reticencias de la iglesia por su pasada demagogia anticlerical, pudo volver a España como afín al régimen de Franco.

Lerroux tiene hoy algunos seguidores de su obra que con su lenguaje demagógico y populista vacío de contenido intenta atraer a los obreros, escondiendo su auténtico derechismo y ultranacionalismo español.

Hay que explicar quien fue Lerroux y sus homólogos actuales, ya que si se confundiera a Lerroux con una parte de la historia del anarquismo, sería el principio del fin de la coherencia y la cultura necesaria para expandir y dar a conocer el anarquismo. Lerroux fue uno de los que más combatió el anarcosindicalismo pero no de frente sino de la manera más cobarde, como un virus, o sea disfrazándose de obrerista para destruirlo desde dentro.

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