.

Debate, información y consulta sobre la historia del Anarquismo.
Responder
Historial
Mensajes: 26
Registrado: 30 Jul 2011, 17:33

.

Mensaje por Historial » 20 Oct 2011, 01:34

N/S
Última edición por Historial el 06 May 2012, 08:51, editado 2 veces en total.

Avatar de Usuario
Conan
Mensajes: 40
Registrado: 18 Dic 2006, 14:03

Re: Él mató a Durruti

Mensaje por Conan » 20 Oct 2011, 06:20

Durruti llevaba consigo una escolta de dos o tres milicianos de confianza, aparte de a Manzana. ¿También la escolta era de la Quinta Columna? Si todos los cargos de la CNT y de la FAi que estaban en Madrid aceptaron la versión de los milicianos que acompañaban a Durruti, ¿cómo sabe Manuel Durruti que a su pariente le mató el sargento Manzana?

queque1985
Mensajes: 11
Registrado: 22 Jul 2009, 21:13

Re: Él mató a Durruti

Mensaje por queque1985 » 23 Nov 2011, 19:03

Hermanos dejo un aporte sobre el tema, de un diario argentino.
salud!!!
El coloso herido

Por Mario Goloboff *
Hasta el asesinato de John Fitzgerald Kennedy en 1963, “el crimen con más espectadores de la historia”, y antes de nuestra era virtual, con su obscena exhibición de la muerte política, no hubo otro igual que el cometido a las puertas de Madrid, frente al Hospital de Clínicas: el de Buenaventura Durruti, líder de la Columna que llevaba su nombre. También (y en eso sí trae la exclusividad hasta hoy) el que más años tarda en esclarecerse: aún se discute quiénes lo mataron, hace ahora setenta y cinco años, aquel 20 de noviembre de 1936.

Que “Ramón Carcaño Caballero es en realidad Buenaventura Durruti, nacido en la ciudad de León, España, el 14 de julio de 1886, de profesión motorista”, como reza algún “documento confidencial” (policial) de la época; que era uno más de los ocho hijos de una familia humilde y proletaria; que fue a alguna escuela seguramente católica; que rápidamente se incorporó al pensamiento socialista y a la Unión de Metalúrgicos (asociada a la Unión General de Trabajadores-UGT) y, con ella, a la huelga general revolucionaria de 1917, con tanto ímpetu que la dirección lo expulsaría por transgredir sus consignas meramente reformistas; que ya en los ’20 y en Barcelona se afiliaría a la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) y desde entonces al poderoso movimiento anarquista español de la primeras décadas del siglo XX (del que después será máximo líder), son todos datos conocidos para quien se adentre un poco en los prolegómenos de la Guerra Civil Española.

Pero están también las anécdotas, reales o ficticias, que hacen al crecimiento de la leyenda. Durante sus exactos cincuenta años de existencia, inquieta, audaz y voluntariamente activa y transformadora, vivió todas las vicisitudes esperables, francamente novelísticas. Trabó amistad con Sébastien Faure, uno de los defensores de Alfred Dreyfus, iniciador de la Enciclopedia anarquista, teórico y promotor de “la síntesis” del movimiento; con Volin (en su origen Vsevolod Mikailovitch Eichenbaum), prestigioso anarco-comunista ruso, antiautoritario, escapado de la célebre y terrible Tcheka, muerto de tuberculosis en París en 1945; con Makno (Néstor Ivánovich Makhnó), líder anarquista ucraniano quien se negó a apoyar la Revolución de octubre, del cual llegó a ser íntimo amigo ya que, además de las ideas, los unía una gran afinidad temperamental.

Hacia 1926, fue detenido en París acusado de proyectar el secuestro y atentado contra las vidas del rey de España Alfonso XIII y de su dictador Miguel Primo de Rivera, los que visitarían Francia para ese 14 de julio. Como detalle curioso se recuerda que estuvo encerrado en el histórico edificio de la “Conciergerie”, ocupando la misma celda que guardó a María Antonieta cuando la revolución francesa del ’93. Allí, escribe a su hermana Rosa: “Desde mi más temprana edad ya comencé a saber qué era el sufrimiento, y no sólo el de nuestra familia, sino también el de las gentes que nos rodeaban. Podría decirse que entonces, por intuición, ya era un rebelde. Creo que fue por aquella época cuando quedó decidido mi destino”.

Más curioso todavía para nosotros resulta saber que estaba, con Domingo Ascaso y Gregorio Jover, sus inseparables compañeros de aventuras, de vuelta de una de ellas, llamada en la historia del anarquismo español “La excursión americana”. Que los había traído inclusive a la Argentina, de donde debieron huir en enero de aquel año ’26. En efecto, muchos meses antes habían salido de España “para recolectar fondos” en América. Se sabe que trabajaron en La Habana y que la policía, conocedora de su estancia, porque habían actuado en la agitación de campesinos azucareros, los perseguía. Todos los aprontes para la detención fallaron, pero viendo ellos que era imposible seguir burlándolos, decidieron huir a México. Cuenta después un anónimo colaborador de El Amigo del Pueblo que “para lograr su propósito con éxito alquilaron una pequeña lancha para dar un paseo, pero ya surcando la bahía solicitaron de los dos tripulantes que los llevaran a bordo de cualquiera de los barcos que aparejaban por hacerse a la mar (...) Temerosos, los lancheros los llevaron a uno de los barcos pesqueros al que abordaron, obligando al patrón del mismo a levantar anclas, llevándose también a los marineros de la lancha (...) Así navegaron varios días hasta alcanzar la costa de Yucatán, en la que desembarcaron, luego de pagar, espléndidamente, a los marineros cubanos”. Pasan por Venezuela, tal vez por Colombia, porque viajarán por el Pacífico, llegan a Valparaíso y luego a Montevideo y a Buenos Aires.

Aquí, La Prensa del 19 de enero de 1926 da cuenta de algún suceso que se les atribuye: “Cuando los habitantes de la tranquila ciudad de San Martín se hallaban entregados al almuerzo unos, y otros refugiados en sus hogares a cubierto de las inclemencias del sol y del calor, un grupo de forajidos armados de carabinas se situó en la puerta de entrada de la sucursal del Banco de la Provincia, frente a la plaza principal”. Pero, sobre todo, se les imputa un delito mayor: el asalto a la vieja Compañía de Tranvías de Buenos Aires, que incluye la muerte de un agente del orden. Por lo que, una vez fugados del país y ya en Francia, el gobierno de Alvear demanda al galo la extradición, y hasta manda un barco a Marsella para buscarlos. Las manifestaciones de solidaridad con ellos coadyuvan, inesperadamente, con la campaña por la liberación de Sacco y Vanzetti que por esos tiempos es acá creciente y muy combativa. Alvear percibe que estos tres españoles le están creando problemas suplementarios con los que no contaba y que la tirantez de la negociación con Francia debilita además su frente exterior. Finalmente, los dos gobiernos llegan a un acuerdo tácito, coinciden en echarse culpas recíprocas para que los plazos pasen y no se decida nada.

“Los errantes” (así se autodesigna el grupo) son puestos en libertad en París e inmediatamente expulsados a Bélgica, donde los soviéticos prometen recuperarlos con asilo pero no cumplen, pasan a Berlín (ahí traban relación con Rudolf Rocker, con Agustín Souchy Bauer –autor de Entre los campesinos de Aragón–, con Orobón Fernández, el traductor de Warschawjanka, conocida como “A las barricadas”, himno de la CNT y canción popular del movimiento anarquista) y de allí finalmente a España para la proclamación de la Segunda República, contra la cual, naturalmente, también se insurgen.

Pensando siempre que “la revolución es una actividad continua con altos y bajos, que conlleva factores imprevisibles, los cuales deciden realmente su suerte”, y que “cuando las condiciones requeridas para el cambio radical están latentes, un acto de audacia alcanza para propagar y abrazar la acción colectiva”, Durruti sostiene de modo irreductible que el objetivo final de toda lucha “es el cambio total en la forma de vivir de los hombres”. Durante los años que siguen pasa a ser, decididamente, el máximo dirigente del anarquismo (que, cual paradoja, llegará a gobernar regiones enteras de España), de las “columnas” antifranquistas, de la revolución en Cataluña y en el Aragón, y es al frente de la suya que sucumbe ante las balas enemigas o traidoras o cómplices.

Ya desde el exilio en Toulouse, llego a saber de todo esto por el trato con refugiados españoles, por las lecturas que me prodigan (e incluyen los valiosos trabajos de nuestro Osvaldo Bayer), y hace muchos años vengo pergeñando un largo relato sobre Durruti bajo el título de “La justicia de los errantes”. No sé si alguna vez podré terminarlo para bien. Por el momento, va cumpliéndose la profecía de Ilya Ehrenburg, el gran escritor y callado disidente ruso: “Sobre este hombre nunca podrá escribirse una novela”.

* Escritor, docente universitario.

Avatar de Usuario
JJRanarxyPunk
Mensajes: 792
Registrado: 02 Ago 2005, 21:20
Ubicación: La poltrona
Contactar:

Re: Él mató a Durruti

Mensaje por JJRanarxyPunk » 24 Nov 2011, 16:13

Si no hay documentación historica precisa, ni siquiera testimonios recogido por presentes, ni pruebas palpables y objetivas, podeis suoponer incluso que fue un rayo lasser del extraterrestre que aparece en los capítulos de South Park :roll:

Chuan
Mensajes: 28
Registrado: 17 Jun 2011, 22:22
Ubicación: Zaragoza

Re: Él mató a Durruti

Mensaje por Chuan » 22 Feb 2012, 15:19

Según el libro "Durruti", de Julio C. Acerete (1975 Ed. Bruguera):

Día 19 de noviembre de 1936, según testimonio de Julio Grave, CHOFER de Durruti.

En el coche van cinco personas:
Julio Grave (chofer) y Durruti en el asiento delantero.
Manzana, Bonilla y Miguel Yoldi, en el asiento trasero.

Por la tarde, al final de la avenida Pablo Iglesias (actual Reina Victoria) en el cruce con la calle ancha.
Ven un grupo de milicianos que volvían del frente, Durruti manda parar el coche, se apea y se dirige a ellos para preguntarles por qué volvían del frente. Llegan disparos procedentes del Hospital Clinico ocupado por los moros.
Les dice que vuelvan al frente, estos lo hacen y regresa al coche. Antes de llegar a la portezuela lo vemos desplomarse herido en el pecho. Manzana y yo descendimos por detrás del coche y lo trasladamos inmediatamente al interior. Fuimos rápidamente al hóspital de las milicias catalanas en Madrid, situado en el Hotel Ritz. Tardan 20 minutos en llegar.

Lo trasladan inmediatamente al quirofano, de donde lo llevan a una habitación del primer piso a las cinco de la tarde.

Doctores: Fraile, Monje, Bastos y Santamaría. Tras examinar la herida la declaran mortal de necesidad y dicen que toda intervención quirurgica es inútil. Durruti perdio el conocimiento alrededor de la medianoche y cayo en coma, muriendo a las seis de la mañana del 20 de noviembre.

Diagnostico de la muerte "Muerte causada por una hemorragia pleural". En el informe de los doctores se especifica el caracter de la herida y la trayectoria de la bala, alojada en la región del corazón. No se especifica el calibre de la bala porque NO SE EXTRAJO, NI SE LE HIZO AUTOPSIA.
-----------------

Según esto, no se si esta información es muy fiable, y con tal cantidad de puntos oscuros, entiendo que, para que fuera asesinado por Manzana, tuvo que tener la complicidad del resto del grupo, además de la actuación médica que a mi me parece aberrante, para no poderse hacer nada estuvo 14 horas vivo. :o :evil: :o
Pasito a pasito hasta la cámara de gas. Nuestro destino está claro, ¿seremos capaces de verlo antes de repirar el Cyclon B?

pepedurruti
Mensajes: 10
Registrado: 16 Mar 2012, 22:33

Re: Él mató a Durruti

Mensaje por pepedurruti » 16 Mar 2012, 22:46

Esta teoría sale de una novela de Pedro de Paz que se llama "El hombre que mató a Durruti". Es interesante pero no creo que tenga mucho valor como documento histórico.

Avatar de Usuario
fuexu
Mensajes: 7
Registrado: 25 Abr 2012, 22:09
Ubicación: Asturias

Re: Él mató a Durruti

Mensaje por fuexu » 26 Abr 2012, 22:15

Durruti tenía muchos enemigos dentro de la CNT y de la propia FAi que en ese mismo momento estaban en su fase más reaccionaria, colaboracionista y proestatista, por no decir filocomunista. Para los comités que mandaban en CNT y FAI dirigidos por un montón de burócratas, la pérdida de Durruti fue seguramente un alivio, porque se había opuesto con su columna al decreto de militarización. ¿Por qué se le mandó a Madrid, al frente más feroz, cuando en Aragón su labor era importantísima? ¿Es caualidad que la CNT y la FAI a partir de ese momento asuman principios y tácticas que Durruti y sus hombres no lo iban a permitir? esta negra y oscura etapa en donde la asamblea, los sindicatos y la revolución y el espíritu del 19 de julio quedan aparcados por los Montseny, Marianet, Blanco, García Oliver, Esgleas y otros cuantos y por el ordeno y mando ejecutivista de los comités nacional y regionales está muy bien recogida en el libro que os recomiendo: La revolución traicionada. La verdadera historia de Balius y los Amigos de Durruti, de Virus Editorial. Yo tras leerlo empecé a comprender porque murió Durruti como murió. Salud
Comuna de Fuexu (Asturies)

Avatar de Usuario
blia blia blia.
Mensajes: 4517
Registrado: 28 Abr 2009, 19:57
Ubicación: Paciencia

Re: Él mató a Durruti

Mensaje por blia blia blia. » 26 Abr 2012, 22:30

Historial escribió:Me cuenta un familiar de Buenaventura (Manuel Durruti) que la muerte del afamado libertario no fue fortuita en absoluto.
¿El mismo que puso un anuncio en el periódico "sobrino de durruti busca lista electoral"? Creo que se presentó por CDS para alcalde de León.

Responder