Bulos, mentiras y embustes

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Vassili Zaitsev
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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por Vassili Zaitsev » 28 Ago 2009, 13:26

Eso merece tema aparte, porque los camaradem autoritarios lo usan para echar mierda sobre el anarquismo y tiene que quedar clara la respuesta.
"Todos los fascistas son tigres de papel. Parecen terribles, pero en realidad no son tan poderosos. Es el pueblo quien es realmente poderoso"

"La violencia es la partera de toda sociedad vieja que anda preñada de una nueva..." (Karl Marx)

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_nobody_
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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por _nobody_ » 28 Ago 2009, 21:05

Pues sí, este quizás es el tema más peliagudo y más contradictorio junto con el de la participación en el Gobierno. Si se explica mal se corre el riesgo de que crean a la otra parte (la versión comunista) porque es una versión más trillada, con menos fisuras... por que lo hay ladrado mil veces ya.

Por ejemplo:
Traición a la República (3)
El golpe de Estado de Casado

A comienzos de 1939 Cataluña cayó en manos de los fascistas y la desmoralización cundió en las filas republicanas. También eran muchos los que estaban cansados de resistir después de tres años de durísima guerra. Fue precisamente en esos momentos difíciles cuando se puso a prueba quién era la columna vertebral de la democracia, quién estaba dispuesto verter su sangre hasta la última gota en defensa del proletariado y, por el contrario, quién vacilaba, quién era propenso al compromiso y al pacto con los fascistas. Hacía ya tiempo que había pasado el momento de los desfiles felices del 18 de julio y llegaba el de las pruebas de fuego. Entonces se demostró que mientras el compromiso de los comunistas contra el fascismo era a vida o muerte, todos los demás querían rendirse y estaban incluso dispuestos a cualquier cosa con tal de acabar con una guerra que se les hacía ya larga y pesada.

Naturalmente que nada se puede oponer a la claudicación de los partidos republicanos burgueses que, por su naturaleza de clase, apreciaban más el bolsillo que los principios; tampoco se pueden oponer muchas objeciones a la socialdemocracia (PSOE y UGT) a quienes la III Internacional hacía diez años que acusaba de socialfascistas denunciando su propensión a servir en bandeja países enteros a la barbarie fascista. Pero quizá cabría esperar otra actitud de los anarquistas, que entonces, a diferencia de mayo de 1937 en Barcelona, ni siquiera tenían la justificación de intentar una revolución. Lo que demostraron año y medio después en Madrid fue su paso descarado a las filas de la contrarrevolución, expresada incluso en detalles tan nimios como la eliminación de la estrella roja de los emblemas del Ejército republicano.

Como cabía esperar, al final, en la guerra contra el fascismo sólo quedaron los comunistas al frente de las masas, del heroico Madrid republicano, y para tratar de encubrir su rendición, para salvar su responsabilidad histórica, los anarquistas han retorcido la historia de una forma inverosímil. En mayo de 1937 unos cuantos ya dieron un paso en falso, pero en marzo de 1939 su complicidad con los fascistas fue total y sin paliativos. Todas las frases que puedan imaginar jamás encubrirán unos hechos clamorosos por sí mismos.

Rendición y traición

El primer invento retórico para justificar su alineamiento con la contrarrevolución fascista es el intento por parte de Cipriano Mera (CNT) de llegar a un acuerdo con los fascistas que salvara a los cenetistas (pero sólo a los cenetistas) de la represión. Eso los anarquistas lo llamaban entonces -y lo siguen llamando hoy- una paz honrosa (1), un acuerdo que encubriera su rendición incondicional.

Ahora bien, independientemente de la opinión que se pueda sostener acerca de la necesidad de resistir a ultranza o de negociar una rendición, una cosa debe quedar clara: el único capacitado para negociar era el Presidente del Gobierno, Negrín, y cualquier otra cosa era una traición. Por lo demás Negrín ya había intentado negociar por varias vías y los fascistas le habían dejado siempre claro que no estaban dispuestos a ello en absoluto. ¿Lograrían otros lo que Negrín no había logrado? Evidentemente no. La negociación encubría una traición. A voz en grito Franco había repetido hasta la saciedad que no admitía condiciones, que jamás iba a pactar con nadie, y menos con ninguna organización antifascista vinculada, de cerca o de lejos, con el Frente Popular. No iba a pactar la paz y mucho menos iba a pactar una paz honrosa que permitiera a los anarquistas cubrir sus vergüenzas. Los fascistas ni siquiera iban a dar la oportunidad de largarse a los que desde hacía bastante tiempo -con el rabo entre las piernas- estaban desesperados por hacerlo. Su política era la de tierra quemada, la de arrasarlo todo. En noviembre de 1938 declaró que no podía tomarse en consideración la posibilidad de amnistía: Los amnistiados son hombres sin moral. Él creía en la redención mediante el castigo del trabajo; quienes no fueran ejecutados, tendrían que reeducarse en campos de trabajo. El 18 de febrero del siguiente año, volvió a descartar cualquier idea de paz condicional: Los nacionalistas han vencido -declaró- y, por lo tanto, los republicanos deben rendirse sin condiciones.

Los fascistas son así, siempre lo han sido y lo demás es vivir de ilusiones. Cualquier revolucionario lo sabe. Ahora bien, hay una cosa distinta: como buen fascista, Franco decía a los burgueses y a los oportunistas lo que éstos necesitaban para disimular su claudicación; se lo decía a los imperialistas anglo-franceses y, por su intermedio, se lo decía al coronel Segismundo Casado, que era quien estaba preparando la traición a la República en Madrid. Casado, Mera, Besteiro y demás capituladores no le hubieran podido servir Madrid en bandeja a Franco de no haber actuado con la excusa de una negociación.

Por si caben dudas, hay que recordar que Casado era un peón del imperialismo británico, y para que no nos acusen a los comunistas de ver fantasmas y conspiraciones por todas partes, tendremos que recodar algunos aspectos acerca de la persona que organizó el golpe que sirvió en bandeja Madrid a los fascistas y, por tanto, a las órdenes de quién se ponían aquellas organizaciones que, como PSOE, UGT y CNT, le secundaron. Esto es necesario hacerlo porque, en el colmo del engaño a sus afiliados, la CNT dijo entonces que las negociaciones con los fascistas se están verificando sin la menor influencia extranjera (2). También lo es para comprender las razones por las cuales los comunistas calificamos a la guerra civil como una guerra nacional revolucionaria.

Los disfraces de la capitulación

Casado era masón y su política de conciliación con el fascismo en Madrid era la misma que los imperialistas anglo-franceses estaban poniendo en práctica en todo el mundo, cuya materialización más escandalosa fue el acuerdo de Munich, y si el objetivo en Europa era aislar a la URSS, el objetivo en España era aislar a los comunistas para eliminarlos con mayor facilidad. Ya en el mes de diciembre de 1938 Casado tuvo una entrevista con el cónsul inglés y luego una comida diplomática en Jaca para preparar la traición, aunque todo esto Joan Llarch lo presenta de una manera muy refinada: se tataba de pulsar la opinión internacional respecto a la guerra de España (3). Así presentan los hechos quienes se niegan a reconocerlos: quien dictaba la opinión internacional (a Casado, naturalmente) era el imperialismo británico, y por eso no se le ocurrió (a Casado, naturalmente) seguir sondeando la opinión de otros países, como la URSS sin ir más lejos. Ahora bien, en ciertas historias de nuestra guerra parece que era la URSS quien tenía invadida España con sus agentes, consejeros y militares...

Lo cierto es que Casado recibía órdenes de Denys Cowan, el oficial de enlace británico de la comisión Chetwode en Madrid y Cowan, estaba muy interesado en que prosperaran las negociaciones entabladas entre Casado y el gobierno de Burgos.

Por si no fuera suficiente, Casado también se carteaba con un viejo amigo suyo, el general fascista Barrón. A finales de enero de 1939, Julio Palacios, unos de los espías de la Quinta Columna en Madrid, agente del SIPM, recibió la orden de ponerse en contacto con Casado para ofrecerle garantías. El 1 de febrero Casado respondía literalmente a los fascistas: Enterado, conforme y cuanto antes mejor. Diez días más tarde, el coronel José Ungría, jefe del espionaje del gobierno de Burgos, recibe una nota de sus agentes en Madrid: Casado suplica que se respete la vida de los militares decentes. Naturalmente los comunistas no entraban en ninguna categoría de decencia y estaban destinados a ser degollados por unos o por otros, es decir, por los fascistas o por los capituladores. El 16 de febrero Casado envía otra nota al jefe del espionaje fascista en Burgos que deja pocas dudas: Espero la constitución de un gabinete Besteiro, en el cual [yo] ocuparía la cartera de Guerra. Si esto último no ocurriera, no importa, los barrería a todos. Naturalmente como en su traición Casado contaba con el apoyo de todos excepto de los comunistas, ese inciso final de la nota significaba que quienes iban a ser barridos no eran otros que los comunistas. A pesar de ello, la historia -contada al revés- nos presenta a nosotros, los comunistas, como los sanguinarios, y lo que en este caso es más grotesco: resulta que de seguir determinadas falsificaciones de los más evidentes hechos históricos, fueron los comunistas los que se rebelaron contra Casado. Así se expresa un anarquista como José Peirats en su libro La CNT en la revolución española (4), una expresión plenamente coincidente con la que luego utilizarían los fascistas para condenar a los republicanos por rebelión: defender la República el 18 de julio de 1936 es rebelión para los fascistas; seguir defendiéndola en marzo de 1939 también era rebelión, según los capituladores.

Los anarquistas no sólo traicionaron la causa antifascista en marzo de 1939 sino que décadas después, en el momento de escribir la historia, no fueron capaces de reconocerlo, y así Juan Gómez Casas afirma que Segismundo Casado era un hombre en quien la CNT-FAI tenían confianza (5); lejos de rectificar, treinta años después seguían con la misma postura, por lo que a la traición se le suma el engaño.

La complicidad de Cipriano Mera en el golpe

Por el contrario, desde tiempo atrás los comunistas desconfiaban de Casado, que se había opuesto a la ofensiva de Brunete en 1937. El diputado comunista Daniel Ortega, comisario del Quinto Regimiento en los primeros tiempos, que trabajaba en el cuartel general de Casado, había comunicado aquel mismo año al Partido Comunista las sospechas que tenía acerca de Casado. Sin embargo, Cipriano Mera dice en sus memorias -como luego han repetido todos los anarquistas- que él no sabía nada de todo eso y que si lo hubiera sabido hubiera actuado de otra forma... Tampoco sabía -ni supo nunca- que el coronel Muedra, que era su jefe de Estado Mayor, era un espía franquista. Mera no sabía nada de eso pero dio pábulo, como todos los demás anarquistas, a las mentiras lanzadas por otro cenetista colega suyo, el receloso e intrigante Manuel Amil, como lo llama Joan Llarch (6), acerca de que Negrín, con ayuda de los comunistas se aprestaba a dar un golpe de Estado en Madrid. Este era uno, entre otros, de los muchos bulos que para justificarse difundieron entonces y siguen difundiendo ahora los anarquistas, como aquel otro de que los comunistas habían acaparado 700 toneladas de dinamita para volar Madrid a la entrada de Franco para presentar su destrucción como una obra del fascismo (7).

Este tipo de sucesos son bastante frecuentes; el conocimiento es como todo: se sabe aquello que se quiere saber, mientras se hacen oídos sordos a lo que no gusta. Es la mejor manera de engañarse uno a sí mismo para engañar luego a los demás. El caso es que, una vez más, el bulo de que había que dar un golpe de Estado para adelantarse a los comunistas, que supuestamente querían hacer lo mismo, servía tanto a los fascistas como a los anarquistas y otras fuerzas republicanas. Por eso no puede sorprender que la figura de un anarquista como Cipriano Mera sea tan bien valorada entre los falangistas, que recientemente reivindicaban en internet (8) su figura como cosa propia; así lo hicieron antes también el coronel fascista Martínez Bande (9) y Federico Jiménez Losantos, que lo consideraba como uno de Los Nuestros (10). Cabe añadir también que ese amor era recíproco, de manera que el anarquista Diego Abad de Santillán, después de alabar al jefe falangista Jose Antonio Primo de Rivera, se lamenta de no haber podido llegar a un acuerdo con él:

A pesar de la diferencia que nos separaba, veíamos algo de ese parentesco espiritual con Jose Antonio Primo de Rivera, hombre combativo, patriota, en busca de soluciones para el porvenir del país. Hizo antes de julio de 1936 diversas tentativas para entrevistarse con nosotros [...] Españoles de esa talla, patriotas como él, no son tan peligrosos ni siquiera en las filas enemigas. Pertenecen a los que reivindican a España y sostienen lo español aun desde campos opuestos, elegidos equivocadamente como los más adecuados a sus aspiraciones generosas. ¡Cuánto hubiera cambiado el destino de España si un acuerdo entre nosotros hubiera sido tácticamente posible, según los deseos de Primo de Rivera (11).


No es de extrañar que los fascistas agradezcan a los anarquistas su valiosa colaboración en acelerar la derrota de la República. Mera fue detenido por los vichystas en el norte de África y entregado a Franco, que ni le fusiló, ni tampoco le tuvo mucho tiempo en prisión, como a los comunistas. Salió en libertad en 1946.

De los cuatro cuerpos del ejército republicano central, tres estaban dirigidos por los comunistas: Barceló, Ortega y Bueno. Casado no contaba con fuerzas propias para dar un golpe de Estado; las de los burgueses republicanos o del PSOE eran irrisorias. Por tanto, sólo podía contar con los anarquistas del 4° Cuerpo de ejército que dirigía Mera, en su mayor parte luchadores abnegados y partidarios de proseguir con la resistencia. Fueron un puñado de traidores de CNT en Madrid, como García Pradas, Eduardo Val y Manuel Salgado, los que con mentiras y engaños impulsaron a los combatientes de Mera a enfrentarse a los comunistas y traicionar a la República que habían jurado defender. Además, los burócratas cenetistas ya se habían instalado en el exilio francés desde donde llegaron órdenes de Mariano Vázquez, su secretario general, para que sirvieran la victoria en bandeja a los fascistas, prepararan la evacuación de los dirigentes anarquistas y la carnicería contra los comunistas...

El 11 de marzo, en una reunión del Comité Nacional del Movimiento Libertario (que agrupaba a CNT, FIJL y FAI) Grunfeld habló de la definitiva eliminación de los comunistas, y Eduardo Val, representante libertario en el Consejo golpista de Casado, informó así a sus colegas de los acuerdos aprobados: Con relación a la aplicación de las penas de muerte dispuestas contra los elementos comunistas, se acordó que se ejecuten las que sean insoslayables, y que las demás pasen a estudio del Consejo nacional (12).

En fin, que a los fascistas como a algunos anarquistas no les preocupaba otra cosa que ésa.

Un nido de espías

En Madrid tenía su destino otros de los generales republicanos que trabajaba para los fascistas y que tuvo un papel destacado en la traición final: Manuel Matallana, amigo íntimo del general Vicente Rojo. Él y el coronel Muedra, jefe de estado mayor de Mera y de Matallana, eran agentes franquistas emboscados. Del caso de Matallana no hay que dar muchas explicaciones porque así se calificó él mismo: En los Estados Mayores a los que he pertenecido siempre he hecho servicio de inteligencia (para el enemigo, naturalmente), lo que corroboró la sentencia del consejo de guerra a que fue sometido por los vencedores recién terminada la guerra:

Tanto la prueba testifical practicada como la documental aportada, aparece que el procesado es persona de antecedentes inmejorables de ideas derechistas, amante del orden afecto al parecer al MN (Movimiento Nacional). Según costa en lo actuado, a fines de 1937, el procesado estableció contacto con los representantes y agentes de la España Nacional en la Zona roja, procurándoles algunas informaciones, y siendo partidario de la rendición sin condiciones de la zona central, aún en poder de los marxistas, para lo cual trabajó intensamente y que a principios de 1939, procuró a un agente de la Zona Nacional un superponible de las fuerzas en línea y reserva de Ejército rojo, para que fuera pasado a la España Nacional y estas fuerzas pudieran atacar por donde mejor conviniera. También se ha puesto claro que el procesado reprimió la intentona comunista de 1939 y facilitó en gran manera la rendición total de la zona roja a la España Nacional.


Estas fueron las consecuencias de la complacencia de la República con los traidores que desde su mismo seno colaboraban con el enemigo, traidores que estaban en el ejército, en la administración, en los partidos, en los sindicatos y en el Frente Popular como una hidra venenosa a la que nadie fue capaz de poner freno. Todas las denuncias que al respecto lanzó el Partido Comunista quedaron como abominables intentos de purgas para quitarse de en medio a ciertos personajes y hacerse con el poder subrepticiamente. Aún estamos pagando muy cara aquella condescendencia, como lo pagaron los combatientes que cayeron en los campos de batalla, porque no se puede combatir al fascismo sin combatir a la vez a sus colaboradores encubiertos, a los pusilánimes y a los conciliadores que, como siempre, no se presentan a sí mismos como los traidores que son, sino con ropajes como los de la paz honrosa.

Tras lograr su propósito en Barcelona en mayo de 1937, el espionaje franquista siguió explotando la doblez de Casado, Matallana y otros oficiales, empleando para ello a intermediarios de confianza. A principios de febrero de 1939, Casado mantenía correspondencia regular con el coronel Ungría, jefe del servicio secreto de Franco en Burgos. El papel decisivo corrió a cargo del jefe de la red de espionaje en Madrid, Antonio de Luna. Julio Palacios, un agente de Luna, recibió la orden de ponerse en contacto en enero de 1939 con Casado a través de intermediarios. El coronel Bonel, en Toledo, también tuvo un papel importante en las negociaciones entre los conspiradores y Burgos.

Cuando Negrín regresó a Madrid el 12 de febrero, mantuvo una entrevista de cuatro horas con Casado, quien naturalmente le ocultó sus contactos con los fascistas y sus planes capituladores. Por su parte, Negrín le prometió a Casado que le ascendería a general y que la URSS había enviado 10.000 ametralladoras, 600 aviones y 500 piezas de artillería. Todo aquello estaba en Marsella y, a pesar de las dificultades, pronto llegaría a España.

Los comunistas de Madrid, como Tagüeña, Domingo Girón (el organizador local) y Pedro Checa, empezaron a hacer preparativos para enfrentarse a la conspiración militar. Una delegación del Partido Comunista visitó a Negrín quien reconoció que la única salida posible era proseguir la resistencia.

Dos líneas: resistencia o claudicación

A principios de 1939 se delinearon dos líneas muy claramente dentro de las fuerzas antifascistas: los partidarios de la resistencia y los partidarios de la claudicación. Los comunistas estaban entre los primeros, junto con otros, como fuerza más importante, mientras que puede decirse que todos los demás eran partidarios de llegar a algún tipo de componenda con los fascistas que les salvara de las represalias.

La caída de Catalunya justificó el que muchos dirigentes republicanos huyeran a Francia y ya no regresaran nunca más. Mientras, los veteranos oficiales comunistas del ejército del Ebro, regresaron de Toulouse a España para seguir la lucha.

Por lo demás, el intento capitulador no era otra cosa que el sálvese quien pueda, la desbandada: Casado trataba de proteger a los suyos, la CNT a los suyos y así sucesivamente. La conducta que todos ellos era pues insolidaria, individualista, burguesa y contrarrevolucionaria. Desde entonces llevan décadas tratando de justificar su vergüenza, afirmando que la resistencia no tenía ya ningún sentido y que la política del Presidente Negrín y los comunistas era una política suicida. Es lo que me dice mi abuela siempre que voy a una manifestación: que no sirve para nada porque no me van a hacer caso. Nada sirve para nada: reunirse es perder el tiempo, la lucha es estéril y el capitalismo es omnipotente. Lo mejor es quedarse en casa.

Pero los comunistas entendemos las cosas de otra manera y en nuestro combate no caben términos medios. Y esto no sólo durante unos pocos años, mientras todo va bien; no, nuestra lucha no acaba nunca y sean cuales sean las condiciones, por más imposible que parezca, nosotros tenemos que estar al pie del cañón, especialmente cuando todos se desmoralizan, cuando agachan la cabeza y se entregan.

Naturalmente los burgueses y los oportunistas no pueden entender esto y no vamos a tratar de explicárselo.

La guerra civil está repleta de biografías de personajes y personajillos, e incluso organizaciones enteras, la mayor parte de las cuales se acaban en 1939, incluso las de aquellos a las que se le llena la boca de frases ultrarrevolucionarias. Parece que para ellos la lucha contra el fascismo se acabó entonces; a partir de 1939 sólo queda el silencio en un exilio desde luego mucho más cómodo que el de los que se quedaron atrapados en el interior, que eran los obreros, las heroicas masas republicanas supervivientes de decenas de grandes batallas y bombardeos durante la guerra. Después de 1939, mientras los traidores se escondían, los comunistas seguimos en las trincheras, en Francia o en la URSS y de vuelta a España a la clandestinidad en la década de los años cuarenta, luego en los cincuenta... cuando verdaderamente el trabajo revolucionario se desenvolvía en condiciones difíciles y los revolucionarios de ocasión habían abandonado el barco (si es que alguna vez estuvieron en él) como las ratas.

Plantear la imposibilidad de resistir en febrero de 1939 es ocultar la verdadera situación militar: el general Miaja seguía controlando una tercera parte de España, incluida Valencia y contaba con cuatro ejércitos de 500.000 combatientes armados que no habían sido derrotados. No obstante, Miaja pensaba que tarde o temprano, las fuerzas republicanas serían derrotadas y, como Casado, también creía que lo mejor era que fuese lo más pronto posible. Para la burguesía golpista no tenía sentido prolongar lo que no consideraban más que una lenta agonía. Entonces, ¿por qué no haberse rendido mucho antes, por ejemplo el 19 de julio de 1939?

Esa estrategia formaba parte de la capitulación e interesaba a los propios fascistas más que a nadie. En primer lugar a los italianos, que una semana después de apoderarse de Madrid atacaban Albania. Como bien dijimos siempre los comunistas, España no era más que la primera línea de lucha contra el fascismo en todo el mundo. Entregar España era entregar el mundo entero, servir pueblos enteros en bandeja a los fascistas. En marzo de 1939 resistir tenía más significado que nunca porque había que preparar dos cosas fundamentales que, naturalmente, sólo podían estar en la cabeza de un revolucionario: había que prepararse para la clandestinidad, no sólo políticamente sino también militarmente porque sólo había acabado una batalla, mientras que la guerra debía continuar en forma de guerra de guerrillas. Esa estrategia de continuación de la lucha necesitaba tiempo, necesitaba resistencia, pero para quienes todo se había hundido ya, es lógico que estuvieran deseosos de abrir las puertas de Madrid a la barbarie.

La reunión de Los Llanos

El 16 de febrero Negrín se reunió con los dirigentes militares republicanos en Los Llanos, cerca de Albacete, y manifestó que no quedaba otra salida que la resistencia. El traidor Matallana declaró que era una locura continuar la lucha y los generales Menéndez, Escobar y Moriones, jefes de los ejéritos de Levante, Extremadura y Andalucía respectivamente, estuvieron de acuerdo con él. El almirante Buiza, comandante en jefe de la Armada, informó de que una comisión que representaba a las tripulaciones de la flota republicana había decidido que la guerra estaba perdida y que los ataques aéreos fascistas obligarían a la flota a abandonar en breve las aguas españolas, a menos que emprendieran negociaciones de paz. Negrín replicó a Buiza que los jefes de la comisión debían ser fusilados por amotinamiento. Buiza replicó que, aunque estaba de acuerdo con él, no lo había hecho porque compartía los puntos de vista de los amotinados. El coronel Camacho habló en nombre de las fuerzas aéreas y dijo que disponía de tres escuadrillas de bombarderos Natasha, dos escuadrillas de Katiuska y veinticinco aviones tipo Chato o Mosca y que aunque también era partidario de negociar la rendición, la aviación republicana tenía gasolina para continuar la guerra durante otro año más. Miaja pidió resistencia a ultranza, pero eran un mentiroso y formaba parte de los capituladores.

Todos aquellos oficiales que no confiaban en la victoria, en coherencia con su estado de ánimo, pudieron dimitir entonces y dejar la guerra en manos de otros. Pero no se trataba de eso: se trataba de favorecer los planes fascistas, se trataba de no hacer nada y no dejar que nadie hiciera nada.

Por supuesto, el coronel Ungría recibió en Burgos un informe completo sobre el contenido de la reunión convocada por Negrín en Los Llanos.

La desbandada

La conducta de Negrín era contradictoria: al tiempo que reafirmaba su decisión de resistir, no hacía nada para organizar la resistencia. La guerra podía continuar pero para ello eran necesarios preparativos que nadie puso en marcha. El único preparativo en marcha era la conspiración. Todo apestaba a desbandada, más cerca del mar y de la huida que del interior y las trincheras. La sede del gobierno republicano se trasladó a Elda, en la costa alicantina, muy lejos de Madrid. Pero para continuar la guerra había que estar en Madrid. La resistencia española pedía a gritos su Salvador Allende, alguien que no sólo hablara de resistir sino que empuñara el fusil en la primera línea de combate.

Entretanto, Casado proseguía sus negociaciones secretas con Burgos. Su plan -escribe Hugh Thomas- consistía en detener y entregar a Franco a muchos dirigentes comunistas, y llegó a pedir disculpas por no haber podido evitar la fuga de algunos de ellos (13).

El 20 de febrero Casado recibió la visita de un agente del servicio de información secreta de Franco, el coronel José Centaño de la Paz, que desde 1938 dirigía en Madrid una red de espionaje denominada Lucero Verde. Él y Manuel Guitián, que era agente del gobierno de Burgos, le visitaron, siendo recibidos con entusiasmo, dice Hugh Thomas (14). Casado les prometió entregarles todo el ejército del centro para el 25 de febrero. Entonces Centaño le entregó un documento en el que se garantizaba la vida de los oficiales de carrera del ejército republicano que depusieran las armas. Centaño había enviado a Burgos informes favorables sobre Casado, diciendo que era más anticomunista que nadie.

El 23 de febrero Casado prohibe la publicación del periódico comunista Mundo Obrero porque aparecía un manifiesto llamando a mantener la resistencia. Aunque el traidor intentó retirar todos los ejemplares, al día siguiente el manifiesto circuló de mano en mano.

A Franco le llegaban constantes informes procedentes del bando republicano revelando cuáles eran los puntos de menor resistencia en caso de que se lanzara un nuevo ataque. Los fascistas estaban al tanto de todos los planes republicanos, sobre todo los concernientes a la conspiración. No tenían que atacar, sólo esperar. En Burgos recibieron un nuevo mensaje de Madrid en el que les informaban de que al día siguiente se formaría una Junta golpista y que Besteiro y el coronel Ruiz-Fornells, jefe de estado mayor del ejército de Extremadura, se dirigirían a cualquier aeródromo que señalaran los fascistas para ultimar la rendición.

Casado reconoció ante Hidalgo de Cisneros que el representante británico en Madrid (posiblemente Denys Cowan) había efectuado todos los arreglos necesarios con Franco. También ingenuo, Hidalgo creía que Casado estaba contando fantasías, pero le dio cuenta a Negrín de los planes de Casado, que tampoco hizo nada esta vez. Como en el 18 de julio, se sabían los planes de antemano, pero hubo una falta absoluta de diligencia y de determinación.

Los golpistas se reparten los cargos

Desde la Alameda de Osuna, cerca de Madrid, Casado trasladó su cuartel general al Ministerio de Hacienda en la Puerta del Sol. Allí se reunió con Besteiro. La 70ª Brigada a las órdenes de Bernabé López, procedente del cuerpo de ejército de Mera, tomó posiciones en torno al edificio para proteger a los golpistas. Para entonces, dentro de su confusión total, los anarquistas pensaban más en combatir a los comunistas que a los fascistas. Aquellos que siempre aseguraron que el poder corrompe, se repartieron de antemano los cargos gubernamentales con los demás conspiradores, quedándose con dos ministerios, que ocuparon los militantes de CNT Gonzalo Marín y Eduardo Val. Además, Casado nombró alcalde de Madrid al anarquista Melchor Rodríguez, que antes había sido director general de prisiones. Finalmente, Casado permitió que le nombraran presidente de la Junta golpista aunque cedió inmediatamente el puesto a Miaja, ascendido a teniente general, una graduación que había sido suprimida por la República en 1931; Besteiro se nombró ministro de Asuntos Exteriores. Los otros miembros de la Junta golpista eran el socialista Wenceslao Carrillo, director general de Seguridad en tiempos de Largo Caballero, Antonio Pérez, de la UGT y los republicanos Miguel San Andrés y José del Río. Sánchez Requena, miembro del partido sindicalista de Pestaña, era el secretario. Al final, todas las organizaciones del Frente Popular, excepto los comunistas, dieron la espalda a la República y a seguir luchando por la democracia.

Fue el suicidio político de todos ellos, que difundieron por la radio un cínico manifiesto en la medianoche del 5 al 6 de marzo en el que, al estilo de mayo de 1937, también se autocalificaban de revolucionarios, proletarios y antifascistas, al tiempo que demagógicamente trataban de asumir las quejas de los madrileños: No puede permitirse que en tanto el pueblo lucha, combate y muere, unos cuantos privilegiados preparen su vida en el extranjero y, en el colmo de la desfachatez aseguraban que propugnaban la resistencia para no hundir nuestra causa en el ludibrio.

En esa misma alocución radiada Besteiro hizo una apología del golpismo al estilo fascista del 18 de julio, pidiendo el poder para el ejército (no concretó qué ejército), mientras Casado, al estilo de la reconciliación nacional, se dirigía tanto a los fascistas como a los antifascistas y decía algo verdaderamente canallesco en la boca de un agente del imperialismo británico: Queremos una Patria exenta de toda tutela extraña, libre de toda supeditación a las ambiciones imperialistas. También Cipriano Mera intervino por radio para respaldar la traición.

Como sucede siempre, ante la inactividad los golpistas se crecieron. Tras el golpe Matallana fue detenido en Elda, de manera que, cumpliendo cabalmente con su nuevo papel, Casado amenazó a Negrín que, si en el plazo de tres horas no ponía en libertad al espía franquista, fusilaría a todo el gobierno. En lugar de fusilar a su vez a Matallana, Negrín cedió al chantaje y liberó a Matallana.

Como en mayo de 1937 en Barcelona, la República continuó con su política de conciliación con los golpistas, el intento de convencerles, de esperar acontecimientos y de negociar para resolver las divergencias. Nadie fue capaz de detener y fusilar a Casado, ni siquiera los comunistas, que conocían los planes y no intervinieron con la suficiente antelación.

Ya lo criticó José Díaz desde la lejanía poco antes de morir. El Partido Comunista, escribió José Díaz, no dio a conocer a las masas la traición que se preparaba, para prepararse a su vez y hacerle frente enérgica y decididamente. El Comité Central del Partido Comunista celebró su última reunión en el interior, en la que Togliatti comenzó a expresarse de la manera vergonzosa que luego conocimos. Dijo a los pocos miembros que estaban presentes que la Junta golpista era el único gobierno de España, que oponerse a ella era lo mismo que emprender una nueva guerra civil y que el único recurso era tratar de salvar el pellejo, naturalmente de los dirigentes, ya que los militantes de base no tendrían opción. Se hizo público un manifiesto en este sentido redactado también por Togliatti. Pero lo preocupante no era sólo lo que se decía sino lo que ni se decía ni se hacía, que era preparar al Partido para la clandestinidad y, a la vez, preparar la guerra de guerrillas.

Como otras veces, los comunistas esperaron inútilmente instrucciones del gobierno y no actuaron por su propia iniciativa, como debieron. Esperaban al gobierno y el gobierno, a su vez, esperaba no se sabe muy bien qué. Castro Delgado y Delage salieron secretamente de Madrid para preguntar a la dirección del Partido Comunista si podían ordenar a las divisiones comunistas que marcharan sobre la capital. La única alternativa era emplear contra los golpistas a las divisiones comunistas situadas en torno a Madrid, apoyadas por unidades guerrilleras del 14° Cuerpo.

La semana comunista en Madrid

El proletariado combatiente madrileño, los cuadros comunistas y los militantes de base estuvieron muy por encima de muchos de sus dirigentes. Las divisiones comunistas que rodeaban Madrid conservaban la firme determinación de combatir hasta el final a pesar de (o más bien gracias a) que las comunicaciones con la dirección del Partido Comunista estaban interrumpidas. Mientras las ratas abandonaban el barco, en unas condiciones inimaginables, Madrid volvió a dar otra inolvidable lección de heroísmo, esta vez contra dos enemigos simultáneamente: los fascistas de Franco y los colaboracionistas de Casado. Era un inconveniente y una ventaja a la vez: ahora los comunistas luchaban sin el lastre de los oportunistas, contando únicamente con el entusiasta apoyo de las masas, dispuestas a resistir hasta el final.

Barceló movilizó a su 1er. Cuerpo de Ejército para cerrar todas las entradas de la capital. Ocupó lo que hoy es Nuevos Ministerios, entonces situados al final de la Castellana, así como el parque del Retiro y el antiguo cuartel general del ejército del centro en la Alameda de Osuna. Tres de los coroneles de Casado y un comisario socialista resultaron muertos. Los coroneles Bueno y Ortega enviaron tropas del 2º y 3° Cuerpos de ejército en apoyo de Barceló. De esta forma, la mayor parte del centro de Madrid quedó bajo el control de los comunistas. Sólo unos pocos edificios gubernamentales quedaron en manos de los traidores, totalmente rodeados.

Aunque tardía, la movilización de las fuerzas comunistas hubiera logrado parar el golpe de Estado de no ser por el apoyo de las tropas anarquistas de Cipriano Mera. Por la tarde, el 4º Cuerpo de Ejército de Mera se puso en marcha para liberar a los traidores, que se habían hecho fuertes en los suburbios de la zona sureste. Mera se convirtió en el hombre fuerte de los golpistas. Retiró fuerzas del frente para que acudieran a Madrid; para ellos era más importante luchar contra los comunistas que contra los fascistas. Su 12ª División ocupó Alcalá y Torrejón.

Durante todo el día 8 de marzo prosiguieron los combates en Madrid. Casado intentó detener al gobierno y a los dirigentes comunistas para ofrecérselos a Franco como trofeos. Allá donde triunfaron los golpistas, las oficinas del Partido fueron ocupadas y saqueadas; los comunistas fueron detenidos y entregados a los fascistas para que los fusilaran.

Pero lograron mantener el control de la capital durante toda una semana frente a todos los demás. El día 9 de marzo, Matallana dijo a uno de los agentes de Franco con los que estaba en contacto, que confiaba en que Franco lanzara una ofensiva general para impedir que Madrid cayera en manos de los comunistas. La extensión de la victoria comunista en Madrid era tan grande que, de haber actuado con decisión, hubieran podido resistir. Sin embargo, había mucha confusión y las únicos miembros del Comité Central que quedaban en España (Togliatti, Checa, junto con Jesús Hernández y el dirigente juvenil Fernando Claudín) perdieron durante muchas horas el contacto con los ejércitos de las afueras de Madrid, y durante algún tiempo estuvieron prisioneros del SIM en Monóvar. Abandonados por sus dirigentes políticos y perdido el contacto con Togliatti en unos momentos trascendentales, perdieron la iniciativa. Sin dirección política, los cuadros militares comunistas casi parecían hallarse a la espera de ser derrotados, a causa de su indecisión. Surgieron dudas y esas dudas se transformaron en pasividad y tendencias a la conciliación en las propias unidades combatientes.

Además, sumándose a los golpistas, los fascistas reanudaron los ataques por la Casa de Campo en dirección al Manzanares. El 10 de marzo, los comunistas quedaron sitiados en la ciudad que ellos mismos habían tomado por asalto y sus dirigentes empezaron a hacer proyectos para la retirada. En esa situación, el coronel comunista Ortega se ofreció como mediador entre los dos bandos enfrentados en aquella nueva guerra civil. Casado vio la tabla de salvación que le tendían y aceptó la mediación. Esto quebrantó la voluntad de resistencia incluso en las propias filas comunistas.

El 11 de marzo, las unidades militares de la Junta golpista rodearon Madrid y los fuerzas comunistas fueron desalojados de sus posiciones. Al final, la mayor parte de sus comandantes fueron detenidos y algunos tuvieron que negociar con los traidores. El balance final de la semana fue de unos 250 muertos y unos 560 heridos.

Casado se comprometió a poner en libertad a todos los prisioneros comunistas que no fueran criminales. Los comunistas aceptaron el alto el fuego. Al parecer Togliatti, que había restablecido el contacto telefónico, exhortó a Barceló desde Alicante a que concertara un compromiso. El 12 de marzo, las fuerzas comunistas regresaron a sus posiciones del día 2. Pero nadie puede fiarse de los traidores: al día siguiente, un tribunal militar condenó a muerte a Barceló, a su comisario José Conesa y a otros comunistas. Las sentencias de Barceló y Conesa (militante de las Juventudes Socialistas y comisario del frente central desde octubre de 1936) fueron ejecutadas inmediatamente.

Los golpistas ordenaron que no se resistiera al avance fascista y permitirieron que todos cuantos lo desearan regresaran a sus casas. Se produjo una desmovilización caótica del ejército republicano.

Se preparaba una masacre. El avance del sanguinario Yagüe hizo 30.000 prisioneros. En su primer día en Madrid las hordas fascistas hicieron otros 50.000 prisioneros. Entre 10.000 y 20.000 antifascistas que estaban en el muelle de Gandía fueron abandonados a su suerte. Las escenas de pánico que suscitó la entrada de los fascistas fueron lastimosas. Hubo varios casos de suicidio.

Sólo en Madrid se habilitaron, además de las viejas, unas 30 cárceles, entre ellas campos de fútbol (Chamartín, Metropolitano y Racing de Vallecas), a las que habría que añadir las de los alrededores, como Alcalá de Henares o Torrijos.

Pero lo verdaderamente importante es que algunas cárceles no las había llenado Franco. Fueron los traidores los que convirtieron a Madrid en una ratonera al entregar las cárceles cerradas a Franco, llave en mano y repletas de antifascistas. Luego las sentencias de muerte fueron de unas mil cada día y los fusilamientos oscilaban entre 200 y 250 diarios.

Tratando de recuperar los galones

Pero para comprender la historia no basta detenerse en algunos de sus chispazos momentáneos, sino que hay que seguir el rastro hasta el final, que en el caso de Casado es muy ilustrativo: fueron sus patrones del Foreign Office británicos los que le sacaron de España por Gandía en el buque Galatea mientras los comunistas eran fusilados a millares en Madrid. Luego fue Gran Bretaña quien le acogió tras la guerra.

Pero Casado no necesitaba el exilio; no tenía nada que temer de los fascistas porque había sido uno de sus mejores colaboradores, así que regresó a España en 1961, siendo juzgado y posteriormente absuelto por un Consejo de Guerra. Él no era culpable de nada. Incluso intentó que se le reconociera su graduación militar y que se le permitiera el reingreso en el ejército fascista.

Vivió hasta su muerte en el Madrid fascista sin contratiempos. Otros seguían presos y otros proseguían la lucha clandestinamente... Nosotros siempre tratamos de imaginar cómo se les queda el cuerpo a los que se pusieron a las órdenes de gente como Casado cuando leen estas cosas, ¿o siguen sin querer enterarse?

Notas:

(1) José Peirats: La CNT en la revolución española, Cali, 4ª Edición, 1988, tomo III, pg.309.
(2) Peirats, ob.cit., tomo III, pg.310.
(3) Joan Llarch: Cipriano Mera. Un anarquista en la guerra de España, Plaza y Janés, Barcelona, 1977, pg.128.
(4) Ob.cit., tomo III, pg.303.
(5) Historia del anarcosindicalismo español, Zyx, Madrid, 2ª Edición, pg.272.
(6) Llarch, ob.cit., pg.124.
(7) Llarch, ob.cit., pg.125.
(8) Homenaje a Cipriano Mera (falange-autentica.org/article.php?sid=559).
(9) Llarch, ob.cit., pgs.117 y stes.
(10) El Mundo, 10 de agosto de 1997 (http://www.segundarepublica.com/index.p ... on=2&id=10).
(11) Por qué perdimos la guerra, México, 1940, pgs.20-21.
(12) Peirats, ob.cit., tomo III, pgs. 305 y 306.
(13) La guerra civil española, Grijalbo, Barcelona, 1978, tomo II, pg.959.
(14) La guerra civil española, cit., tomo II, pgs.960-961

antorcha.org/galeria/casado.htm
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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por Alka » 28 Ago 2009, 21:25

Yo simplemente los traigo porque me parece interesante contestarlos, jeje. :-OO Para acabar con los mitos.
Claro claro, y es bueno. Yo a lo que me referia es que algunas afirmaciones como que la Columna Durruti tenia 8.000 milicianos armados hasta los dientes, es que me da el cachondeo, y en vez de molestarme en responder, me limito a pedirle que demuestre eso, que se que eso es falso de plano. Hay afirmaciones que de verdad son para reirse. Pero, inevitablemente, en realidad, hay que responderlas.

Buff, lo del Golpe de Casado, eso es un tema, que lo aclara muy bien Cipriano Mera. Quizas nobody luego termine de leer el largo articulo, pero solo lo he hecho de pasada, pero dire lo mas importante, esto siempre Mera en sus memorias, es decir, su version...

El principal problema viene en primer lugar que los soldados ya no quieren luchar, porque ya no se lucha por la Revolucion, sino por un antifascismo que no es tangible y dirigido por unos señores no muy diferentes a los fascistas. Luego, los militares profesionales estaban mas desmoralizados porque sabian de primera mano que la guerra ya no se podia ganar, y entendian que la postura de los comunistas no era real, solo propaganda, pero era una propaganda que costaba vidas y sangre. Es mentira que la gente quisiera luchar contra el fascismo a esas alturas. La gente estaba desmoralizada y si luchaban es por el temor a ser señalado como desertor y merecedor de fusilamiento.
Luego, todo esto contrastaba con el hecho, indicado por Mera, pero documentado por el historiador Francisco Olaya, que Juan Negrin, que era el que defendia la postura de la defensa a ultranza, victoria o muerte, y esas cosas, se supo que estaba llevando el muy jodido todo su patrimonio personal a Francia. Es decir, que mientras gritaba la consigna de victoria o muerte, resistir es vencer, y cosas asi, el muy cabron ya estaba preparando la huida. Eso cabreo mucho a los anarquistas, que se dieron cuenta, y les parecio una prueba de cinismo de Juan Negrin, que por otra parte vivia muy bien y apenas notaba la guerra, a diferencia de Mera y compañia.
Luego, no faltaban los deseos de revancha de los anarquistas, que querian vengarse de la contrarrevolucion comunista, y se la tenian guardada; y aprovechar un cambio de poder para poner en practica el proyecto de organizar masivamente unas guerrillas por todo el pais, mientras Franco no hubiera triunfado aun. Imaginaos un maquis a gran escala y muy bien organizados, e incluso presente en Marruecos, y entendereis este plan.
Los militares sencillamente vieron la cosa como una matanza inutil de la poblacion mientras los comunistas vivian en palacios.
Por ello, dieron un Golpe de Estado, aprovechando un cambio de poder para ver si con nuevas fuerzas podian negociar una paz honrosa con Franco, visto que Negrin ni le interesaba la paz, ni seria capaz de conseguirla en el supuesto que realmente lo quisiera (por cierto, que se dice que en realidad Negrin intento hacer la paz, pero que Franco le dio calabazas, asi que no era tan heroico).
La paz honrosa no es solo una paz para los confederales.
Era conseguir una paz sin represion de los leales a la Republica, sin distinguir ideologias. Sin embargo, el gobierno de Casado, tras derrotar y humillar a las tropas comunistas, no pudo conseguir la paz, ya que Franco vio la debilidad y la division por parte de los republicanos.

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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por _nobody_ » 28 Ago 2009, 21:40

perfecto lo de Mera, pero he colgado un texto que es algo así como "la versión comunistas de los hechos". Allí tenemos todos sus argumentos resumidos. Podríamos irlos desmontando.
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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por Alka » 28 Ago 2009, 22:37

Bueno, me he leido al final el articulo, y bueno, es extremadamente manipulador, pero al mismo tiempo el tipico articulo propagandistico donde todos son traidores, masones, judios y fascistas.
A comienzos de 1939 Cataluña cayó en manos de los fascistas y la desmoralización cundió en las filas republicanas
El articulo empieza bien y señala lo que paso en realidad. Fue desmoralizacion, la gente ya no luchaba por lo que creia, y se veia que ya no podian hacer otra cosa que salvar sus vidas.
Entonces se demostró que mientras el compromiso de los comunistas contra el fascismo era a vida o muerte
Por aquellos años el camarada Stalin pactaba sin ningun problema con Hitler, en una actitud bastante amistosa. Mas tarde los amigos se pelearon, pero en esos momentos eran años felices de la bonita amistad...
Pero quizá cabría esperar otra actitud de los anarquistas, que entonces, a diferencia de mayo de 1937 en Barcelona, ni siquiera tenían la justificación de intentar una revolución.
Es que ese era el problema, que ya no tenian la excusa de luchar por la Revolucion. Si le quitas eso de luchar por la Revolucion y el Anarquismo, se lo estas quitando todo al anarquista.
Aparte, hay que reconocerlo, existian muchas ganas de venganza y resentimiento contra los comunistas.
Es muy llamativo que todos estuviesen contra los comunistas: la UGT, el PSOE, los republicanos, la CNT, la FIJL, el ERC, el PNV, los anarquistas... joder, es que eran todos contra los comunistas. ¿Eso no les hace pensar un poquito que a lo mejor fueron ellos los que se equivocaron? Coño, que ni dentro de la CNT habia consenso (sindicatos de oposicion, Partido Sindicalista, FAI, treintistas...) y joder, se pusieron de acuerdo contra los comunistas hasta con gente de otras ideologias, cuando antes en otras cuestiones importantes no se ponian de acuerdo ni dentro de la propia organziacion.
Como cabía esperar, al final, en la guerra contra el fascismo sólo quedaron los comunistas al frente de las masas,
Pues bueno, si esto es cierto, que ellos hubieran resistido solitos.
Pero no podian, las masas no eran comunistas (solo anarquistas y socialistas) y estaban desmoralzadas por 2 años de marranadas de los comunistas, y de ver que continuamente la guerra iba para peor, y que ya no se luchaba por lo que realmente interesaba, la Revolucion.
Eso del antifascismo era algo de propaganda que no se lo tomaban en serio los propios comunistas.
En mayo de 1937 unos cuantos ya dieron un paso en falso
Me gustaria saber la opinion que tiene este extrambotico sujeto sobre los Hechos de Mayo. Me reiria un buen rato, me temo.
El primer invento retórico para justificar su alineamiento con la contrarrevolución fascista es el intento por parte de Cipriano Mera (CNT) de llegar a un acuerdo con los fascistas que salvara a los cenetistas (pero sólo a los cenetistas) de la represión. Eso los anarquistas lo llamaban entonces -y lo siguen llamando hoy- una paz honrosa (1), un acuerdo que encubriera su rendición incondicional.
Esto hay que negarlo en rotundo. Me remito a las memorias de Mera. Es completamente falso eso de salvar a los confederales y ya esta. Se queria una Paz Honrosa para salvar a todas las personas comprometidas y evitar mas muertes. No se consiguio, pero lo intentaron.
el único capacitado para negociar era el Presidente del Gobierno, Negrín, y cualquier otra cosa era una traición.
Negrin fracaso. Y ocupaba la presidencia no por la poblacion española, sino por los dirigentes sovieticos. Me gustaria saber cuantos españoles votaron a Negrin...
¿Lograrían otros lo que Negrín no había logrado? Evidentemente no. La negociación encubría una traición.
Sin embargo unas lineas mas adelantes describe los recursos que tenia Casado para negociar una paz (este articulo se ccontradice muchas veces relatando los hechos, por cierto). Unos recursos nada desdeñables, y que no eran una traicion. Solo ver quien tenia mas cartas para negociar una paz honrosa. Y despues del fracaso de Negrin, merecia la pena los recursos que tenian los militares republicanos, mucho mas prometedores. Pero esto no lo pueden reconocer los comunistas...
A voz en grito Franco había repetido hasta la saciedad que no admitía condiciones
Ya sabemos como funciona la propaganda. Pero a eso se le daba solucion con fuerza y recursos, y desde luego Casado y cia tenia mas que Negrin. Otra cosa es que por resentimiento los comunistas intentaran reducir fuerzas a Casado.
Los fascistas son así, siempre lo han sido y lo demás es vivir de ilusiones.
Diselo a Stalin, o a los comunistas que pactaron con los franquistas en la transicion...
Por si caben dudas, hay que recordar que Casado era un peón del imperialismo británico,
Brffrr, de risa. En todo el articulo no se dan razones convincentes para decir que era un "peon", que tenia influencias extranjeras, pues si, pero teniendo en cuenta que por ahi estaba la URSS, eso no es problema. Ojala hubiera ido mas influencia extranjera con Gran Bretaña...
Casado tuvo una entrevista con el cónsul inglés y luego una comida diplomática en Jaca para preparar la traición, aunque todo esto Joan Llarch lo presenta de una manera muy refinada: se tataba de pulsar la opinión internacional respecto a la guerra de España
En esta parte, como en otras muchas que hay en este articulo, se dedica a especular sin pruebas y basandose corazonadas. Esa reunion fue, efectivamente, para tantear las posibilidades de ayuda exterior, en una situacion muy mala de la Republica, que se habia quedado sin gran parte de su ejercito y de su industria tras la caida de Cataluña.
Por si no fuera suficiente, Casado también se carteaba con un viejo amigo suyo, el general fascista Barrón.
Es lo que tienen los militares profesionales... Yo no lo veo raro.
No hay que olvidar que al principio los franquistas se sublevaron para salvar a la Republica...
A pesar de ello, la historia -contada al revés- nos presenta a nosotros, los comunistas, como los sanguinarios, y lo que en este caso es más grotesco: resulta que de seguir determinadas falsificaciones de los más evidentes hechos históricos, fueron los comunistas los que se rebelaron contra Casado
Pues claro que fueron los comunistas los traidores, pero para verlo, habria que leerse 4 libros de 500 paginas como las que tiene Francisco Olaya... Describir todas las marranadas de los comunistas, creo que supera este foro...
La traicion no era oponerse a Casado. La traicion era lo que hacian los comunistas en medio de la guerra para tomar el poder y usarlo a su antojo, copitiendo, y con deslealtad, a las otras organizaciones que luchaban en el mismo bando. De anarquistas asesinados por comunistas, hay una lista muy larga. De acontecimientos, unos tantos tambien: Hechos de Mayo, detencion de Maroto, ocupacion del Consejo de Aragon...
Los anarquistas no sólo traicionaron la causa antifascista en marzo de 1939 sino que décadas después, en el momento de escribir la historia, no fueron capaces de reconocerlo
Pues claro que no vamos a rectificar. Son los comunistas los que deben rectificar y reconocer las burradas que hicieron con total cinismo.
El diputado comunista Daniel Ortega, comisario del Quinto Regimiento en los primeros tiempos, que trabajaba en el cuartel general de Casado, había comunicado aquel mismo año al Partido Comunista las sospechas que tenía acerca de Casado. Sin embargo, Cipriano Mera dice en sus memorias -como luego han repetido todos los anarquistas- que él no sabía nada de todo eso y que si lo hubiera sabido hubiera actuado de otra forma...
Cipriano Mera, en sus memorias, no dice eso.
Sabia de las sospechas respecto a Casado, pero penso que eran mentiras de los comunistas contra el. De todas formas, ni siquiera en sus memorias o al final de su vida dira que Casado fuese un fascista, amigo de fascistas o algo asi... Sabia que era un militar, y eso estaba por delante de todo para Casado. Mera nunca le reprocho nada.
De lo que se queja Mera en sus memorias, es que Casado tampoco consiguio ningun acuerdo de paz, que es lo que prometia. Negrin fracaso, Casado tambien... Y de saberlo de antemano que Casado no podia lograr la paz, Mera reconoce que hubiera hecho otra cosa (en sus memorias creo que dice de hacer el golpe contra Negrin, pero colocar a otro, creo que incluso comento de poner al confederal Eduardo Val, al que tenia mucha estima).
como aquel otro de que los comunistas habían acaparado 700 toneladas de dinamita para volar Madrid a la entrada de Franco para presentar su destrucción como una obra del fascismo
Eso dijeron realmente los anarquistas, pero no esta demostrado, porque en teoria no les dio tiempo a los comunistas, asi como la intervencion de varios que evitaron esta colocacion. Logicamente, cuando se difundio este rumor, de ser cierto, los comunistas lo hubieran tenido mas dificil, al estar la gente mas atenta.
Es la mejor manera de engañarse uno a sí mismo para engañar luego a los demás.
Si, por eso los comunistas siguen erre con erre a pesar de haberles demostrado con documentacion que su querida Historia de la Guerra de España por el Partido Comunista es todo un bulo que ha sido rebatido hasta los propios comunistas, que las memorias de los rusos que fueron a España se contradicen entre ellas y son completamente falsas, y que ignoren cosas como lo que paso en Aragon, Cataluña, Malaga, Maroto, etc.
Diego Abad de Santillán, después de alabar al jefe falangista Jose Antonio Primo de Rivera, se lamenta de no haber podido llegar a un acuerdo con él:
Abad de Santillan no habla de la ideologia de Primo de Rivera, sino de su persona y su forma de ser.
Teniendo en cuenta el cinismo, la inmoralidad y lo mala gente y asesinos que fueron los comunistas, es normal que un anarquista presentase sus respetos a un tio que aunque asqueroso ideologicamente, al menos era sincero, directo a la cara, no metia puñaladas por la espalda, y que cumplia su palabra. Sobre todo cuando los comunistas hicieron todo tipo de juegos sucios, crimenes y asesinatos. Perp es una cuestion personal, no ideologica, todos hemos tenido vecinos fachas pero que a lo mejor son buena gente, y nos juntamos mas que con el comunista que cuando viene a casa nos roba lo primero que pilla...
Mera fue detenido por los vichystas en el norte de África y entregado a Franco, que ni le fusiló, ni tampoco le tuvo mucho tiempo en prisión, como a los comunistas. Salió en libertad en 1946.
Hmmm, ¿que comunistas estuvieron mucho tiempo en las carceles? Lo que le paso a Mera tambien les paso a los comunistas que cayeron, aunque fueron mas bien pocos, porque todos estaban en Francia...
Por tanto, sólo podía contar con los anarquistas del 4° Cuerpo de ejército que dirigía Mera, en su mayor parte luchadores abnegados y partidarios de proseguir con la resistencia.
Anarquistas, que segun el articulo luego no lucharon en la Guerra Mundial, no sufrieron penas de Franco, y que se escondieron o pactaron...
Por cierto, las bases de la mayor parte del Ejercito republicano eran anarquistas. Comunistas eran tan solo los oficiales y unos soldados.
Fueron un puñado de traidores de CNT en Madrid, como García Pradas, Eduardo Val y Manuel Salgado, los que con mentiras y engaños impulsaron a los combatientes de Mera a enfrentarse a los comunistas y traicionar a la República que habían jurado defender.
No hacia falta mentiras. Tan solo bastaba con recordar los Hechos de Mayo y la contrarrevolucion para que las bases del pueblo y de los anarquistas quisieran darles una revancha a los comunistas.
Además, los burócratas cenetistas ya se habían instalado en el exilio francés desde donde llegaron órdenes de Mariano Vázquez, su secretario general, para que sirvieran la victoria en bandeja a los fascistas, prepararan la evacuación de los dirigentes anarquistas y la carnicería contra los comunistas...
La CNT fue la organizacion que mas "burocratas" tuvo dentro de España (el PCE practicamente estaban todos fuera, como dice mas adelante este mismo articulo), y el CN se limito a decir lo que decian los que estaban dentro de España, que la guerra estaba perdida, y que habia que esforzarse en salvar a todo el mundo amenazado por Franco. Muchos dirigentes de la CNT estaban en Francia porque habia caido Barcelona, pero aun quedaban algunos de otras partes del pais (Val por ejemplo), algo de lo que no pueden presumir los comunistas, que tan solo se quedaron los que estaban obligados por ser oficiales militares (Lister y cia)...

Sigo otro dia (es posible que este fin de semana no este muy activo por aqui)...
Es algo largo el jodido articulo.

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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por _nobody_ » 30 Ago 2009, 10:29

Sí, es algo largo. Pero buenas respuestas. También habría que recordar varios hechos:

a) Cuando se inicia el golpe de casado, los que más hablan de aguantar, de resistir hasta el último hombre... cogen un avión y se largan a Francia. ¿porqué no dieron batalla?

b) Fueron los comunistas -para compensar a los que se habían largado del país- quienes sacaron tropas del frente para combatir el golpe.

c) Poco se ha hablado de la traición de la flota de CArtagena. No sólo se entregan a otro pais, sino que encima a partir de entonces la evacuación coordinada por mar es imposible. Las vidas de miles de antifascistas dependieron de este hecho.

Mi opinión coincide con César Lorenzo que dice que el PCE era un gigante con pies de barro. Si les quitabas a la policía y otros sistemas represivos y si les callabas la boca cerrando su propaganda y si encima les quitabas su cuota de poder, no les quedaba nada. Era un partido de aprovechados, oportunistas y de otra gente que se habia visto obligada a afiliarse por las circunstancias y que ni de coña estaba dispuesta a morir por las tonterías de sus dirigentes. Así que en cuanto tuvieron enfrente unas fuerzas determinadas a luchar por el poder dentro de la república -incluso por las armas- se colapsaron. Es lo que hubiera ocurrido si la República ganase la guerra.
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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por Alka » 01 Sep 2009, 23:57

Por el contrario, desde tiempo atrás los comunistas desconfiaban de Casado, que se había opuesto a la ofensiva de Brunete en 1937
Desconfiaban de Casado porque este no era fiel del PCE. No por otra cuestion.
El 11 de marzo, en una reunión del Comité Nacional del Movimiento Libertario (que agrupaba a CNT, FIJL y FAI) Grunfeld habló de la definitiva eliminación de los comunistas, y Eduardo Val, representante libertario en el Consejo golpista de Casado, informó así a sus colegas de los acuerdos aprobados: Con relación a la aplicación de las penas de muerte dispuestas contra los elementos comunistas, se acordó que se ejecuten las que sean insoslayables, y que las demás pasen a estudio del Consejo nacional (12).
Se referira sin duda a la decision que tomo el Consejo contra los oficiales comunistas que fusilaron a casadistas. El articulo no ignora que esta decision-juicio se hace contra comunistas con responsabilidades previas de fusilamientos de compañeros.
En Madrid tenía su destino otros de los generales republicanos que trabajaba para los fascistas y que tuvo un papel destacado en la traición final: Manuel Matallana, amigo íntimo del general Vicente Rojo. Él y el coronel Muedra, jefe de estado mayor de Mera y de Matallana, eran agentes franquistas emboscados. Del caso de Matallana no hay que dar muchas explicaciones porque así se calificó él mismo: En los Estados Mayores a los que he pertenecido siempre he hecho servicio de inteligencia (para el enemigo, naturalmente), lo que corroboró la sentencia del consejo de guerra a que fue sometido por los vencedores recién terminada la guerra:
Matallana era amigo de Vicente Rojo, y ambos fueron apoyados por el PCE. Desde luego, no era muy afin a los anarquistas y Mera. Pero mas que un fascista, es un militar, y los militares mas profesionales de ambos bandos sentian mas lealtad hacia su profesion que hacia alguna ideologia. Incluidos muchos "comunistas".
Muedra cayo en el derrotismo, y como era militar intentaria hacer las paces con los fascistas. No me consta que fuera nombrado por Mera, que eso si, en sus memorias dice que una vez militarizada las milicias, lo que importaba era la lealtad la Republica y no la ideologia, en la guerra, y le daba igual que un militar fuese catolico o conservador, con tal de que matase fascistas y fuera leal a la Republica. Como asi fue hasta que se perdio la guerra.
En todo caso me parece que Muedra no fue jefe de Estado Mayor de Mera, sino mas bien de Matallana...
Estas fueron las consecuencias de la complacencia de la República con los traidores que desde su mismo seno colaboraban con el enemigo, traidores que estaban en el ejército, en la administración, en los partidos, en los sindicatos y en el Frente Popular como una hidra venenosa a la que nadie fue capaz de poner freno.
Y en el PCE, que algunos militares que se han mencionado, y algunos los maximos responsables de los nombramientos, eran portadores del carnet del PCE.
Tras lograr su propósito en Barcelona en mayo de 1937, el espionaje franquista siguió explotando la doblez de Casado,
No hubo espionaje franquista en los Hechos de Mayo. Solo caradura y fascismo por parte del PCE y cia, que querian destruir la Revolucion. Este articulo ve muchos fantasmas... Se ve que no vivio la Guerra Civil.
El coronel Bonel, en Toledo, también tuvo un papel importante en las negociaciones entre los conspiradores y Burgos.
Parece que le molesta que unos intentasen llegar a un acuerdo de paz ahi donde Negrin habia fracasado. Miaja creia firmemente que Franco no querria ninguna paz con los comunistas al frente, asi que habia que probar otras posibilidades para salvar el tipo cuando ya estaba todo perdido.
Por su parte, Negrín le prometió a Casado que le ascendería a general y que la URSS había enviado 10.000 ametralladoras, 600 aviones y 500 piezas de artillería. Todo aquello estaba en Marsella y, a pesar de las dificultades, pronto llegaría a España.
Lo que no dice este articulo es que todo ese material era pura fantasia que no existia. Que Negrin llevaba meses diciendo que lo iba a traer, y nunca llegaba, al parece era una mentira que se creyo Negrin, pero lo cierto es que nunca ha aparecido. Y aun en el supuesto que fuese real, no era un secreto que desde el inicio de la guerra Francia se habia esforzado en impedir que todo tipo de armamento y material republicano que estuviese en Francia, no llegase a España, para respetar el acuerdo de neutralidad en el conflicto.
Mientras, los veteranos oficiales comunistas del ejército del Ebro, regresaron de Toulouse a España para seguir la lucha.
Pudieron volver gracias a las instrucciones del PCE en el gobierno. Para mantener el poder militar...
Por lo demás, el intento capitulador no era otra cosa que el sálvese quien pueda, la desbandada: Casado trataba de proteger a los suyos, la CNT a los suyos y así sucesivamente.
Y el PCE a los suyos. Que las otras organizaciones no quisieran saber nada de ellos... deja muy claro lo que pasaba, y que nadie los querian. Logicamente, en el exilio las organizaciones intentaban salvar a los suyos, pero si surgia la oportunidad jamas negaban ayudar a otro aunque fuera de otra organizacion. Entre CNT, PSOE, UGT... no es que hubieran muchos problemas, aunque cada uno se centro en sus militantes, como es natural, y al menos no hacian como el PCE, que se aprovechaban y si hacian algo era para captar, y si no eras captado, te discriminaban y te presionaban.
La conducta que todos ellos era pues insolidaria, individualista, burguesa y contrarrevolucionaria.
Los socialistas, republicanos y anarquistas eran insolidarios con los que fueron insolidarios. El PCE no tuvo ninguna solidaridad, hasta tal punto que intento instrumentalizar politicamente organizaciones de solidaridad como el SIM o Socorro Rojo, cuando supuestamente atendian a todos...
Es lo que me dice mi abuela siempre que voy a una manifestación: que no sirve para nada porque no me van a hacer caso. Nada sirve para nada: reunirse es perder el tiempo, la lucha es estéril y el capitalismo es omnipotente. Lo mejor es quedarse en casa.
Sin embargo en las manifestaciones los comunistas me dicen que no destroce cosas, que no rompa el desfile, que no grite cciertas cosas, que no ayude a escapar a los detenidos aunque tenga la oportunidad, que no rompa cristales a los que estan bombardeando...
Vamos, por Dios, un comunista dando lecciones de "hacer cosas", cuando son los mas legalistas, burocratas y nohacernada que nadie, incluso mas que los polis, que al menos normalmente te toleran ciertas cosas que se salgan mas alla del "estar presente".
Pero los comunistas entendemos las cosas de otra manera y en nuestro combate no caben términos medios.
Jajajajaj. ¿Entonces para llegar a la Revolucion no hay fases, no hay dictadura del proletariado antes del comunismo pleno¿ ¿No usan del parlamentarismo burgues? ¿De verdad alguien se cree que los comunistas van a por todo o nada? ¿Entonces por que no apoyaron la Revolucion? Este articulo no es historico, es propaganda barata y cansina.
Naturalmente los burgueses y los oportunistas no pueden entender esto y no vamos a tratar de explicárselo.
Ni siquiera los afiliados al PCE, que por eso no quisieron una Revolucion Social, porque todos eran burgueses y oportunistas, que no podian entender "ir a por todo". En esto estoy de acuerdo con el articulo.
La guerra civil está repleta de biografías de personajes y personajillos, e incluso organizaciones enteras, la mayor parte de las cuales se acaban en 1939, incluso las de aquellos a las que se le llena la boca de frases ultrarrevolucionarias. Parece que para ellos la lucha contra el fascismo se acabó entonces; a partir de 1939 sólo queda el silencio en un exilio desde luego mucho más cómodo que el de los que se quedaron atrapados en el interior, que eran los obreros, las heroicas masas republicanas supervivientes de decenas de grandes batallas y bombardeos durante la guerra.
Ya, ahora resulta que no hubo anarquistas españoles luchando contra los nazis, ni en las divisiones aliadas ni entre los partisanos. Deberia saber que Eduardo Val fue de los primeros en entrar en Paris. Antonio Ortiz tambien lucho contra los nazis. Y asi muchisimos ejemplos mas, mucho mas humildes.
los comunistas seguimos en las trincheras, en Francia o en la URSS y de vuelta a España a la clandestinidad en la década de los años cuarenta, luego en los cincuenta... cuando verdaderamente el trabajo revolucionario se desenvolvía en condiciones difíciles y los revolucionarios de ocasión habían abandonado el barco (si es que alguna vez estuvieron en él) como las ratas.
Blablabla... propaganda barata de quienes pactaron con Hitler, luego se cargaron la guerra en España, arreglaron una estafa con el oro español, se cargaron todo tipo de revoluciones autenticas, masacraron a campesinos tanto en España como en Rusia, y que apenas se distinguia de los fascistas o de los nazis... Pedian batallar no por la Revolucion o la Humanidad, sino por el color del poder politico, pero sin contenidos diferenciados...
Plantear la imposibilidad de resistir en febrero de 1939 es ocultar la verdadera situación militar: el general Miaja seguía controlando una tercera parte de España, incluida Valencia y contaba con cuatro ejércitos de 500.000 combatientes armados que no habían sido derrotados.
Prrffooofffxxggg!! ¡Esta de cachondeo el hombre este! ¿Es historiador?
La verdad historica es que el ejercito republicano fue derrotado conj cierta facilidad en Cataluña, que cayo en menos de un mes. El ejercito de Centro resistia pero nunca avanzaba, y Levante no estaba en condiciones ni para auxiliar a Cataluña. Los datos, por supuesto, exagerados, pero ni con 500.000 hombres tenian posibilidades con las tropas franquistas, que las triplicaban en fuerzas y no digamos ya en material. No solo Cataluña, sino el hecho de que solo llegaban derrotas y derrotas, y casi ninguna victoria, aunque fuera pequeña.
Lo cierto es que la Republica estaba derrotada y bien derrotada, y si tan suicidas son los comunistas, que se hubieran quedado en España a hacerle frente a la muerte y a los juicios franquistas. ¡Oh! Pero no lo hicieron, no fueron tan valientes, y desde luego no usaron "sus masas" para combatir a Franco.
España no era más que la primera línea de lucha contra el fascismo en todo el mundo. Entregar España era entregar el mundo entero, servir pueblos enteros en bandeja a los fascistas.
Ya, por eso la URSS nunca envio a sus ejercitos, que preferian quedarse en la lejana Siberia, a combatir fascistas y nazis...
En marzo de 1939 resistir tenía más significado que nunca porque había que preparar dos cosas fundamentales que, naturalmente, sólo podían estar en la cabeza de un revolucionario: había que prepararse para la clandestinidad, no sólo políticamente sino también militarmente porque sólo había acabado una batalla, mientras que la guerra debía continuar en forma de guerra de guerrillas. Esa estrategia de continuación de la lucha necesitaba tiempo, necesitaba resistencia, pero para quienes todo se había hundido ya, es lógico que estuvieran deseosos de abrir las puertas de Madrid a la barbarie.
Pena que la guerra de guerrillas fue propuesto por Garcia Oliver y cia, por los anarquistas, y no por los comunistas, que de hecho se negaron, y prefirieron batallas de desfiles para que los viesen los europeos lo buenos y disciplinados que eran.
Todos aquellos oficiales que no confiaban en la victoria, en coherencia con su estado de ánimo, pudieron dimitir entonces y dejar la guerra en manos de otros.
Curiosamente, los tecnicos militares, que tanto apoyon recibieron por el PCE en la militarizacion. En todo caso, se ve claro el contraste de la realidad tecnica y material, y la propaganda comunista que solo costaria sangre no a los comunistas sino a la carne de cañon.
Pero no se trataba de eso: se trataba de favorecer los planes fascistas, se trataba de no hacer nada y no dejar que nadie hiciera nada.
Si dimitieron, es para que otros hicieran lo que ellos consideraban que ya no podian hacer.
Este articulo ve muchos fantasmas...
La conducta de Negrín era contradictoria: al tiempo que reafirmaba su decisión de resistir, no hacía nada para organizar la resistencia.
Jejejejee, el articulo empieza a evidenciarse.
Claro que no hacia nada, llevaba un tiempo preparando su huida a Francia, porque el mismo sabia que la derrota era segura, y que solo era cuestion de tiempo. Todo lo que se hizo es por propaganda, hacer parecer que los comunistas hacian mucho y que eran los unicos que resistian, cuando en realidad estaban haciendo lo mismo que los demas, solo que aun mas escandalosamente, eso si, en secreto, y sin preocuparse por los demas.
Pero para continuar la guerra había que estar en Madrid.
Curiosamente cuando el gobierno de Madrid se traslado a Valencia casi a principios de la Guerra Civil, fue con el voto favorable de los comunistas. Tan solo los ministros de la CNT se opusieron, y solo dieron su brazo a torcer para no causar una crisis interna en el gobierno. Todo el mundo queria irse a Valencia, menos los confederales.
Casado reconoció ante Hidalgo de Cisneros que el representante británico en Madrid (posiblemente Denys Cowan) había efectuado todos los arreglos necesarios con Franco. También ingenuo, Hidalgo creía que Casado estaba contando fantasías, pero le dio cuenta a Negrín de los planes de Casado, que tampoco hizo nada esta vez. Como en el 18 de julio, se sabían los planes de antemano, pero hubo una falta absoluta de diligencia y de determinación.
Nuevamente el articulo evidencia lo que paso en realidad.
Para entonces, dentro de su confusión total, los anarquistas pensaban más en combatir a los comunistas que a los fascistas. Aquellos que siempre aseguraron que el poder corrompe, se repartieron de antemano los cargos gubernamentales con los demás conspiradores, quedándose con dos ministerios, que ocuparon los militantes de CNT Gonzalo Marín y Eduardo Val.
Propaganda. El articulista deberia saber que al final de la Guerra el ocupar cargos de poder no era un problema ideologico en un contexto de guerra y de necesidad de unidad antifascista. Una circunstancial renuncia ideologica por elk bien de todos, que contrasta con el sectarismo de los comunistas.
Los anarquistas tenian muy claro desde Mayo de 1937 que para vencer al fascismo era necesario quitarse de enmedio a los comunistas. Pena que lo hicieronb muy tarde.
Fue el suicidio político de todos ellos, que difundieron por la radio un cínico manifiesto en la medianoche del 5 al 6 de marzo en el que, al estilo de mayo de 1937, también se autocalificaban de revolucionarios, proletarios y antifascistas, al tiempo que demagógicamente trataban de asumir las quejas de los madrileños: No puede permitirse que en tanto el pueblo lucha, combate y muere, unos cuantos privilegiados preparen su vida en el extranjero y, en el colmo de la desfachatez aseguraban que propugnaban la resistencia para no hundir nuestra causa en el ludibrio.
Hicieron los que todos querian. La gente ya no queria combatir. De hecho existian informes militares republicanos sobre como los soldados rasos (comunistas incluidos) confraternizaban con los soldados fascistas, antes del golpe de Casado, y todos esperaban que terminasen la guerra, que ya estaba resuelta. En esos informes se pedia que esas confraternizaciones terminasen... Parece que las masas no estaban muy por la labor de resistir hasta la muerte... Logico, nadie quiere ser carne de cañon de propaganda falsa de los comunistas.
Teniendo en cuenta lo que paso despues, creo que no fue un suicidio politico. Mera o Val, por ejemplo, siguieron militando...
Como en mayo de 1937 en Barcelona, la República continuó con su política de conciliación con los golpistas, el intento de convencerles, de esperar acontecimientos y de negociar para resolver las divergencias.
¿Que tiene que ver Mayo del 37 con una conciliacion con los nacionales? Yo es que flipo ccon este tipo, ¿es Pio Moa?
Nadie fue capaz de detener y fusilar a Casado, ni siquiera los comunistas, que conocían los planes y no intervinieron con la suficiente antelación.
Pues a lo mejor es que esos comunistas eran tambien unos traidores y espias de Franco... Claro clarito como el agua... Fantasmas por alli, fantasmas por alla...
Ya lo criticó José Díaz desde la lejanía poco antes de morir. El Partido Comunista, escribió José Díaz, no dio a conocer a las masas la traición que se preparaba, para prepararse a su vez y hacerle frente enérgica y decididamente.
Uy uy, el articulo empieza a evidenciarse. Parece que las cosas no eran en realidad ccomo cuenta este articulo.
El Comité Central del Partido Comunista celebró su última reunión en el interior, en la que Togliatti comenzó a expresarse de la manera vergonzosa que luego conocimos. Dijo a los pocos miembros que estaban presentes que la Junta golpista era el único gobierno de España, que oponerse a ella era lo mismo que emprender una nueva guerra civil y que el único recurso era tratar de salvar el pellejo, naturalmente de los dirigentes, ya que los militantes de base no tendrían opción.
Esta es la cruda realidad del PCE, y no otra.
Otra evidencia de lo que paso en realidad, y que contradice el resto del articulo. Ahora los dirigentes del PCE eran traidores y sobre todo colaboradores de Franco e incluso antes de la Guerra.
Por lo visto los comunsitas no eran tan valientes. Y las "bases" eran basicamente los socialistas y los anarquistas, por eso ellos no importaban para el "solidario" PCE, que no dio opcion.
Por la boca muere el pez...
Como otras veces, los comunistas esperaron inútilmente instrucciones del gobierno y no actuaron por su propia iniciativa, como debieron. Esperaban al gobierno y el gobierno, a su vez, esperaba no se sabe muy bien qué
Para mi esta muy clarito...
Mientras las ratas abandonaban el barco, en unas condiciones inimaginables, Madrid volvió a dar otra inolvidable lección de heroísmo, esta vez contra dos enemigos simultáneamente: los fascistas de Franco y los colaboracionistas de Casado.
Mas bien contra Franco y contra Negrin, porque los casadistas triunfaron con bastante facilidad...
En realidad, el pueblo no se movilizo. Tan solo lo hicieron unidades militarizadas. Y teniendo en cuenta los resultados, parece que el pueblo mas bien apoyo a los casadistas.
Por la tarde, el 4º Cuerpo de Ejército de Mera se puso en marcha para liberar a los traidores, que se habían hecho fuertes en los suburbios de la zona sureste. Mera se convirtió en el hombre fuerte de los golpistas. Retiró fuerzas del frente para que acudieran a Madrid; para ellos era más importante luchar contra los comunistas que contra los fascistas. Su 12ª División ocupó Alcalá y Torrejón.
Sureste de Madrid es Vallecas... jejeje.
Mera no movilizo toda su columna. Dejo fuerzas de reservas para luchar contra los fascistas. Y lo hizo bien en ambos frentes. Derroto a los comunistas con facilidad, y no perdio ni un solo metro en el frente.
Casado se comprometió a poner en libertad a todos los prisioneros comunistas que no fueran criminales.
Exacto. Los comunistas sin embargo fusilaron por motivos politicos a sus compañeros republicanos.
Pero Casado no necesitaba el exilio; no tenía nada que temer de los fascistas porque había sido uno de sus mejores colaboradores, así que regresó a España en 1961, siendo juzgado y posteriormente absuelto por un Consejo de Guerra. Él no era culpable de nada. Incluso intentó que se le reconociera su graduación militar y que se le permitiera el reingreso en el ejército fascista.
Pues volvio un poco tarde, 1961. Y teniendo en cuenta que era militar y no un militante a secas... Tampoco es extraño. Y bueno, me hace mucha gracia, habla de Gran Bretaña como si fuera un aliado directo de Franco.
Y bueno, eso de militantes comunistas fusilados a millares en Madrid, eso no se lo cree ni padre Stalin. La mayor parte de los comunistas salvaron la vida, huyendo, refugiandose en la URSS, y unos pocos continuaron la lucha, todo hay que decirlo, al igual que las otras fuerzas del bando republicano.
No se puede confundir traicion con no aceptar ser carne de cañon de una fuerza politica sectaria y falsa. Compuesta por los que antes de la Guerra eran reaccionarios, conservadores, propietarios y fascistas conocidos, que señalaban no al franquista, sino a todo aquel que no les gustara politicamente, fuese o njo del bando republicano.
Nosotros siempre tratamos de imaginar cómo se les queda el cuerpo a los que se pusieron a las órdenes de gente como Casado cuando leen estas cosas, ¿o siguen sin querer enterarse?
Que pregunten a Mera, que parece disfrutar describiendo como les dio pal pelo a esos chulos comunistas, que a la hiora de la verdad fueron humillados, y mientras ladraban se fueron todos para Francia, y siguen ladrando utilizando las apariencias. Solo hay que preguntar a los que vivieron eso para darse cuenta el tinglado que tenian los sovieticos.
Con razon se perdio la guerra...

Bufff, que largo es el articulo. Lo he tenido que responder muy rapidamente, y aun asi me ha costado alguna que otra hora. Pero merece la pena rebatirlo, aunque primero sea un poco superficialmente. Supongo que a posteriori se puede profundizar mas...

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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por libertari@s » 06 Sep 2009, 18:06

¿¿y acerca de la "relacion" entre falange y cnt?? e escuchado por ai que primo de rivera se sentia admiracion por la cnt¿¿?? esto tiene algo de cierto???si es asi me lo podeis esplicar??
gracias copas!!!
salud

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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por calderero » 06 Sep 2009, 18:18

¿¿y acerca de la "relacion" entre falange y cnt?? e escuchado por ai que primo de rivera se sentia admiracion por la cnt¿¿?? esto tiene algo de cierto???
No. Es falso.

Primo de Rivera quería una masa de trabajadores del campo y de la ciudad pasivos y disciplinados al servicio del interés supremo de la nación española ante el cual todos los intereses particulares (incluidos los de clase) debían supeditarse. Aborrecía, como buen terrateniente que era, la lucha de clases.

Primo de Rivera adulaba a los trabajadores afiliados a la CNT y a la UGT pero atacaba a las organizaciones donde estaban encuadrados. En sus discursos intentaba atraerles diciendo que habían sido engañados por el marxismo y que sólo una España unida, grande y fuerte, bajo los principios del falangismo podía aportarles la justicia social, no la lucha de clases. El uso de la bandera roja y negra por la Falnge no fue casual, tampoco el uso del término "nacional-sindicalismo" para designar su doctrina social (como tampoco lo fue el de "nacional-socialismo" en Alemania), el uso de las siglas "CNS" para nombrar al sindicato vertical o la transformación del periódico "Solidaridad obrera" en "Solidaridad nacional".

Los pistoleros de Falange, durante la II República, actuaban en las luchas sociales como esquiroles y piquetes armados de la patronal, intentando romper las huelgas a tiros.
Aportemos a nuestras organizaciones de clase, a la construcción popular en nuestros lugares de trabajo, de estudio, en nuestros sectores profesionales, en nuestros barrios y pueblos, en todos los espacios donde estemos presentes.

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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por libertari@s » 06 Sep 2009, 18:34

calderero escribió:El uso de la bandera roja y negra por la Falnge no fue casual
¿¿¿es decir copiado no???

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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por calderero » 06 Sep 2009, 18:37

Se inspiraron para su bandera en los colores de la CNT y lo hicieron de modo intencionado, si es a eso a lo que te refieres. El objetivo era facilitar la identificación de los trabajadores con el falangismo. No tuvieron éxito en eso, pero por fortuna para ellos contaban con el sostén de la patronal y las altas jerarquías del Ejército.
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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por libertari@s » 06 Sep 2009, 18:45

¡¡¡muchas gracias por la informacion!!!! como untimo preguntar con todo esto a que creis que se puede referir entonces una pintada echa por nazis en la que ponen"durruti y primo de rivera muertos el mismo dia"

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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por calderero » 06 Sep 2009, 18:57

a que creis que se puede referir entonces una pintada echa por nazis en la que ponen "durruti y primo de rivera muertos el mismo dia"
Pues que reivindican la memoria de ambos. Hay algunos flipados que se hacen llamar "nacional-anarquistas" (nazis con ideas anarquistas) que lo hacen, también algún "falangista auténtico", el que hizo la pintada será uno de esos raros ejemplares.

Tampoco tiene mayor importancia. Su peso y proyección política es nula.
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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por libertari@s » 06 Sep 2009, 18:59

bueno esto yo no lo sabia pero casualmente ara mismo saltando por internet me e encontrado el carnet de afiliacion del hermano de buenaventura a falange y segun comenta se declaraba anarcofalangista :o

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Re: Bulos, mentiras y embustes

Mensaje por calderero » 06 Sep 2009, 19:01

Era falangista y punto, y no es más que una anécdota sin ninguna importancia a efectos históricos.
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