“Proceso a la C.N.T. 19 Fusilados el 23 de enero de 1937

Debate, información y consulta sobre la historia del Anarquismo.
Avatar de Usuario
antinazi
Mensajes: 282
Registrado: 11 Jun 2008, 10:41

“Proceso a la C.N.T. 19 Fusilados el 23 de enero de 1937

Mensaje por antinazi » 13 Dic 2008, 13:13

“Proceso a la C.N.T. 19 Fusilados el 23 de enero de 1937 en Santa Cruz de Tenerife”, de Ricardo García Luis (II)


Especialmente dedicado al amigo Álvaro Morera, por su inusual generosidad, por su valiente ejemplo de que, a pesar de los pesares, vale la pena apostar por la Libertad, la Justicia y la Humana Dignidad, por su constante ejemplo de modestia -que no humildad- que le enseñó a saber estar en todo momento y circunstancia. Por tener siempre una palabra de aliento, de comprensión, cuando me notaba decaído, desencantado... Por todo esto y por otras muchas cosas, muchas, muchísimas gracias, amigo.
Por Jose Almeida Afonso
No era la primera vez -ni, por supuesto, sería la última- que había leído un libro del profesor e historiador Ricardo García Luis. Ya sabía que durante y después de cada lectura de algún libro hasta que sucedió un especial acontecimiento- de Ricardo iría a tener que convivir con una especie de “remolino incontrolable en el centro mismo del estómago, a la altura misma del ombligo, incluso, había momentos que esa especie de remolino se convertía en una rabiosa jauría de algún animal salvaje que le dejaban una sensación física de terrible y doloroso desgarro interior...”

La primera vez que me ocurrió fue mientras leía “Vallehermoso. El fogueo. Toma de conciencia popular, resistencia y represión 1930-1942”, escrito conjuntamente con Juan Manuel Torres Vera, y que siendo un libro de historia, que podríamos englobar en lo que los estudiosos denominan dentro del género de ensayo, es de los contados libros en Canarias que cuenta con tres ediciones (Eds. 1986, 2000, 2007).
La lectura de este libro es “imprescindible” para todøs aquelløs que quieran tener Información Veraz, Auténtica, Contrastada y Rigurosa de los acontecimientos que ocurrieron en La Gomera antes de la “sublevación militar” y los años posteriores a la misma: Ricardo, con esa paciencia lúcida que le caracteriza, nos va relatando todos y cada uno de los sucesos que acontecieron en Vallehermoso en particular, y en la Gomera y en Canarias en General: y es que hasta ahora sólo teníamos la versión de los vencedores, de los que “injusta e ilegítimamente” derrocaron un Régimen, democráticamente Instaurado, y nombraron inmediatamente otro, a todas luces “ilegal, ilícito, e impuesto con la fuerza de las armas”.
Siendo esto así, “el bando vencedor” se apresuró en otorgarle “una legitimidad imposible” alegando a su favor que esta sangrante “guerra incivil” fue la única salida para “SALVAR A ESPAÑA DE LA FAUCES DEL COMUNISMO INTERNACIONAL, QUE QUERÍA IMPONER UN RÉGIMEN AUTORITARIO, SIN DIOS, SIN FAMILIA, SIN PATRIA...”
Es por esto que la ayuda “Económica” del Vaticano y de las potencias “facciosas europeas” fueron claves para que la “Victoria” final se inclinase hacia el bando “nacional”, y que el Gobierno legítimamente surgido del voto libre, secreto, quedara vergonzantemente “desamparado” y sin ninguna ayuda de las potencias supuestamente libres del mundo occidental.
La represión y la opresión de todøs løs que apoyaron al Gobierno legalmente instituido fue bestial, atroz, sangrante: løsløs
que tuvieron mejor suerte pudieron exiliarse a países como Francia, Inglaterra, EEUU, y mayoritariamente a países de habla hispana, como México, Venezuela, Cuba...
***
Løs que no tuvieron tanta fortuna fueron perseguidøs, encarceladøs, torturadøs, y muchos de ellos fusiladøs en sumarísimos Consejos de Guerra sin ningún tipo de garantías, y dónde el veredicto estaba ya casi decidido antes de empezar el juicio a løs acusadøs -como este que trato aquí de “PROCESO A LA CNT. LOS 19 FUSILADOS EL 23 DE ENERO DE 1937”- por el simple “DELITO” de ser leales al Gobierno legítimamente constituido de la II República española.
Pero también hubieron muchøs desaparecidøs, canariøs que no tienen acta de defunción porque simplemente -¿no se sabe?- qué ocurrió con éstos..Sólo en Canarias se calcula que la cifra de estos misteriosamente desapareciø alcanza la cifra de 2ooo isleños... qué ocurrió con elløs, dónde están sus cuerpos... ¿acaso se volatizaron?, ¿Fueron raptados por seres extraterrestres? ¿Tuvieron combustión instantánea tdøs elløs?
Løs últimøs que løs vieron con vida dicen que no saben absolutamente nada de éstøs, que tal vez se marcharon a otro país....
Pero ¿Quienes fueron løs que “infringieron” la Ley? ¿Løs que defendían a la República o løs que la atacaron despiadadamente con las armas? Es evidente, que løs que se sublevaron en armas en contra de la República, fueron løs que estaban cometiendo un gravísimo delito contra el Régimen legalmente instituido. Pero la Historia siempre la escriben los vencedores. Y los vencedores fueron en este caso los que TRAICIONARON al Gobierno que JURARON defender... Y así fue como España entró en una etapa de oscurantismo, de perversidad, de infamia al acabar con todo tipo de proyectos, ilusiones, sueños, que defendían los que apoyaban al Gobierno de la II República.


***

La segunda vez que empecé a leer un nuevo libro de Ricardo García Luis, sabía que más pronto que tarde empezaría a sentir esa sensación de insufrible desasosiego, de desesperante ansiedad - antes de coger el libro “La justicia de los rebeldes. Los fusilados en Santa Cruz de Tenerife 1936-1940” (Ed. 1994) - pensó que tal vez una infusión de tila (echó tres cucharas soperas bien colmadas en el agua hirviendo y la dejó reposar cinco minutos, antes de colarla y endulzarla con miel de palma)- aliviarían ese doloroso desgarro interior, mitigarían estos remolinos de sensaciones inquietantes, esas espirales de emociones que lo violentaban indeciblemente.
Por más que hiciera por no identificarse entrañablemente con las terribles historias que iba leyendo, muchas veces estas le absorbían de tal manera que tenía que abandonar su lectura e impotente coger cualquier otro libro, generalmente de poesía, hasta que volvía a su habitual estado de serenidad, de lucidez, de comedida y estudiada tranquilidad.... solo entonces se sentía de nuevo con fuerzas para retomar la lectura por donde la había dejado...
(“Esto no es nada comparado con lo que tuvieron que pasar aquellos hombres y mujeres –pensó de repente cuando se disponía a comenzar la lectura de nuevo- para que un aciago día, con todos los hermosos y lindos ideales que se habían forjado, de repente se encontraran frente a un pelotón de fusilamiento siendo todavía unøs muchøs llenos de vida, pletóricøs de sueños maravillosos. Hoy sí que no van a poder conmigo; a partir de ahora van a tener que alimentarse de otro estómago, porque me niego a que entren en mí como si tal cosa...”)
Ese fue el principio del fin de aquellas emociones que lo paralizaban y lo dejaban traspuesto. Desde entonces su relación con los libros de Ricardo se fue haciendo más fría, calculadora, distante... Hasta ese momento no se lo había planteado como lo había hecho ese día: “no sólo se trataba de saber qué ocurrió, porqué, a quienes condenaron y quienes fueron los responsables de aquellas tropelías, de aquellos abusos criminales para limpiar su honra y su honor: la cuestión principal era cómo hacer para desenmascarar, para condenar a los descendientes ideológicos de aquel cruento régimen, a aquellos que para seguir perpetuándose en el poder tuvieron que hacer el paripé y un muy sutil cambio de imagen para continuar instalados en los principales centros de poder sin levantar excesivas sospechas, sin llamar mucho la atención, intentando por todos los medios pasar desapercibidos, y marcando una “creíble” distancia, con los “elementos” más radicales, más abiertamente nostálgicos con el Antiguo Régimen...
Cada vez estoy más convencido de que tras la muerte del dictador en su cama, al que éste había nombrado como legítimo? Sucesor de su innombrable régimen, al príncipe Juan Carlos, le habían aconsejado que con los tiempos que corrían era más conveniente para su seguridad, su continuidad al frente de la Jefatura del Estado, que se decantara por instaurar una monarquía parlamentaria, basada en un sistema democrático y la alternancia de partidos, según el voto popular...
A decir verdad no tuvo elección si quería seguir en el trono: estaba claro que si no hubiese seguido aquellos “sabios” consejos, probablemente en España se hubiese impuesto la III República...
Sin embargo para él, lo más importante es que a partir de la lectura de su segundo libro “La justicia de los rebeldes. Los fusilados en Santa Cruz de Tenerife. 1936-1940”, era que ya no iría a sentir más aquellas sensaciones que lo dejaban traspuesto, paralizado, y sufriendo aquel “terrible y doloroso desgarro interior”... y así poner los ojos en lo verdaderamente importante: en el AQUÍ Y AHORA... en qué había de cierto en aquello de que el “Régimen” había dejado “todo atado y bien atado...”



ARTEVIRGO. LA ALDEA. CANARIAS.

http://elguanche.net/Ficheros3/procesofusiladosjaa2.htm

http://www.faita.org/principal.html
Imagen
"¡Unos nos llamaran locos! ¡Soñadores dirán otros! No esperemos menos de los que no nos entienden, pero sepan aun cuando se declaren nuestros enemigos, nosotros seremos sus hermanos."
SECUNDINO DELGADO

Responder