El arrepentimiento de Bakunin (Cartas al Zar) o el escorbuto

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Chimaera monstrosa
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El arrepentimiento de Bakunin (Cartas al Zar) o el escorbuto

Mensaje por Chimaera monstrosa » 29 Ago 2023, 20:28

El arrepentimiento de Bakunin (Cartas al Zar) o el escorbuto

Para situar el contexto cito dos referencias a las cartas y un breve trozo de este libro

Wikipedia: Bakunin
Después de participar en el levantamiento de Praga en 1848 y en el alzamiento de mayo de 1849 en Dresde, Bakunin fue apresado, jugado y sentenciado a muerte. Fue extraditado múltiples veces y terminó en confinamiento solitario en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo en 1851. Tres años después, fue transferido a la Fortaleza Oreshek de Schlüsselburg, donde pasó otros tres años. Sin embargo, sí escribió su Confesión, un texto autobiográfico y genuflexivo al zar, que resultó ser un documento controvertido tras su descubrimiento público unos 70 años después. La carta no provocó la mejora de sus condiciones en la prisión. En 1857, a Bakunin se le permitió trasladarse al exilio permanente en Siberia.
https://www.buscabiografias.com/biograf ... %20Bakunin:
Expulsado de París en 1847 a instancias de la embajada rusa, después de haber pronunciado una conferencia sobre el alzamiento polaco de 1831 contra la dominación zarista, se exilió en Bruselas. Tras su participación en las insurrecciones de Praga y Dresde (1848), fue detenido en Sajonia (1849) y condenado a muerte. Entregado a Rusia, el zar, que está al corriente de toda la actividad subversiva de Bakunin, ordenó personalmente que se le confinara de por vida en una  mazmorra. Tras siete años de cautiverio, perdidos los dientes a consecuencia del escorbuto que padece y viendo que va a morir sin realizar su proyecto revolucionario, Mijail accedió a llevar a cabo la confesión que Nicolás I le ordenó para suavizar su condena con  un falso arrepentimiento.

Conmutada la cadena perpetua por destierro en Siberia en 1855.
Confesión al Zar Nícolas I (Mikhail Bakunin, 1857)

Introducción al libro:
El Zar despachó un piquete de tropas y un oficial para que le trajeran encadenado al
revolucionario, “su agente”... Pero, había trámites que llenar. Lo encarcelaron en Dresde,
cargado de grillos. Después, a la fortaleza de Königstein. El 14 de abril de 1850, Bakunin era
condenado a muerte. Pero le conmutaron la pena por prisión perpetua y lo entregaron a Austria.
En medio de numerosos coraceros fue conducido a Praga. Pero, como se dijera que los checos
intentaban libertarlo, lo llevaron a Olmutz. [...]
El 15 de mayo de 1851, los austriacos lo condenaron a la horca. Pero, otra vez fue conmutada
la pena por prisión de por vida. Semanas después, a medianoche, era trasladado al otro lado de
la frontera, transferido al Zar Nicolás I: Un carruaje con las cortinas corridas lo condujo, siempre,
con ellos, a la fortaleza de Pedro y Pablo.
Tres años estuvo ahí. Otros tres -1854 a 1857- en Schlüsselburgo. Pero, mucho antes, el
coronel Orloff lo fue a ver de parte del Zar, transmitiéndole el encargo de éste: “Dile que me
escriba como un hijo espiritual escribiera a su padre espiritual”. Bakunin reflexionó y decidió
hacerlo. El texto de ese escrito es la Confesión que aquí publicamos, y que estuvo inédita
hasta 1921
[...]
El Zar, después de leer la Confesión, escribió al margen: “No veo salida que deportarlo a
Siberia”; era el 19 de febrero de 1852. Nicolás murió en 1855, y Bakunin seguía en la cárcel.
Escribió entonces una carta a Alejandro II, su sucesor. El 14 de febrero de 1857, Bakunin era
enviado a Siberia. Ahí permaneció confinado cuatro años, hasta 1861. Tenía diez de prisión y
confinamiento, y 47 de edad cuando se evadió hacia el Japón.
Bakunin: Carta a Nicolás I. Su Majestad Imperial Muy Graciosa Majestad
“El Conde Orloff me ha hecho saber que Su Majestad Imperial desea que yo le escriba una
confesión completa de todas mis faltas, Sire: no merezco gracia semejante y me sonrojo al
recordar todo cuanto he osado decir y escribir acerca de la inexorable severidad de Su
Majestad Imperial.
¿Cómo escribir, pues? ¿Qué diré yo al terrible Zar ruso, al guardián celoso y temible de las
leyes? Si me confesara a Usted, como mi soberano, esta confesión se limitaría a las siguientes
palabras: Sire, soy del todo culpable para con Su Majestad y las leyes de mi patria. Usted
conoce mis crímenes y lo que Usted sabe basta para condenarme, conforme a las leyes, al más
duro de los castigos que existen en Rusia”
Comentarios:

Se ve que el fragmento de Wikipedia está escrito por alguien muy valiente como para llamar a Bakunin genuflexivo al zar, me gustaría verlo en tal situación siete años y leer sus reacciones, igual así este guardián de la moral anarquista sería menos altivo. Nótese que en Rusia el zar y la ley, su severidad implacable, serán parecidas a la de los estados occidentales pero el discurso es distinto, en Rusia el zar es definido como “ guardián celoso y temible de las leyes “. Actualmente el partido en el poder se define como “nacionalista, de derechas y anti-occidental”. Los discursos allí son diferentes y no homologables a lo que opinamos los occidentales, ellos nos miran con incomprensión y extrañeza y nosotros a ellos también.

La coherencia del discurso impone unos límites a lo grandilocuente y efectista; un empresario en activo que explote la plusvalía de sus empleados resultará incongruente si se declara comunista o anarquista, alguien con condiciones de vida dignas tampoco puede abanderar el discurso del lúmpen y engendros extraños como nacional-comunistas o anarco-capitalistas y anarquistas de derechas tratan de sacar lo que les interesa del discurso revolucionario para sus intereses particulares. La coherencia del discurso va de nuestros actos cotidianos y nuestra situación social y condicionantes a aquello que con pleno derecho de la palabra podemos enunciar.

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blia blia blia.
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Re: El arrepentimiento de Bakunin (Cartas al Zar) o el escorbuto

Mensaje por blia blia blia. » 30 Ago 2023, 10:32

Antonio Elorza habla mucho sobre esto en su introducción de la selección de textos de Bakunin Eslavismo y Anarquía. Ya ni me acuerdo de lo que decía, pero aprovechaba para ridiculizarle un poco, aunque luego añadiera matices. Cuando lo leí no estaba muy preparado para esas contradicciones, ahora sólo se me ocurre decir ¡Así es la vida!.

Que alguien no quisiera convertirse en un mártir (y le quedaba lo más comentado de su vida y obra por vivir y escribir) no significa que envalide todo su pensamiento y legado.

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