Libros sobre la Guerra Civil
- Manu García
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- Registrado: 27 Ago 2004, 21:32
Un libro imprescindible
Desde mi punto de vista hay un libro muy completo sobre la guerra y la revolución, pasando por la represión ejercida por los comunistas en Aragón y Catalunya... es : Bolloten, Burnett : La guerra civil española : revolución y contrarrevolución. La edición completa es la de 1995 de Alianza. Es un libro de 1243 páginas y caro por lo que es interesante pedirlo en préstam a alguna biblioteca o local social que lo tenga.
Salud
Salud
- negrastormentas
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- Registrado: 11 Ago 2005, 15:09
Algunos más y espero no repetir
-Alba, Víctor, Los colectivizadores, ed. Laertes, Barcelona, 2001.
-Gallego, Gregorio, Madrid, corazón que se desangra, Ed. G. del Toro, Madrid, 1976.
-García Oliver, Juan, El eco de los pasos. El anarcosindicalismo en la calle, en el Comité de Milicias, en el gobierno, en el exilio, Ruedo Ibérico, París, 1978.
-García Pradas, José,Teníamos que perder, ed. Del Toro, Madrid, 1974.
-Guzmán, Eduardo de: El año de la victoria, Ed. Vosa, Madrid, 2001.
-Madrid rojo y negro, ed. Oberón, Madrid, 2004.
-La muerte de la esperanza, ed. Del Toro, Madrid, 1973.
-Nosotros, los asesinos, ed. Del Toro, Madrid, 1976.
-Pons Prades, Un soldado de la República, Ed. G. del Toro, Madrid, 1974.
-Sender, Ramón J., El verdugo afable, Destino, Barcelona, 1981.
-Toryho, Jacinto: No éramos tan malos, G. del Toro, Madrid, 1975.
-Ackelsberg, Martha A., Mujeres Libres. El anarquismo y la lucha por la emancipación de las mujeres, Ed. Virus, Barcelona, 1999.
-Bookchin, Murray, Los anarquistas españoles. Los años heroicos, 1868-1936, Grijalbo, Barcelona, 1980.
-Brademas, John, Anarcosindicalismo y revolución en España, Ariel, Barcelona, 1974.
-Crusells, Magí, La Guerra Civil española: cine y propaganda, Ariel, Barcelona, 2000.
-Jackson, Gabriel, La República española y la guerra civil (1931-1939), Crítica, Barcelona.
-Preston, Paul (ed.), La República asediada. Hostilidad internacional y conflictos internos durante la Guerra Civil, Península, Barcelona, 1999.
Salud y que los disfrutéis.
-Alba, Víctor, Los colectivizadores, ed. Laertes, Barcelona, 2001.
-Gallego, Gregorio, Madrid, corazón que se desangra, Ed. G. del Toro, Madrid, 1976.
-García Oliver, Juan, El eco de los pasos. El anarcosindicalismo en la calle, en el Comité de Milicias, en el gobierno, en el exilio, Ruedo Ibérico, París, 1978.
-García Pradas, José,Teníamos que perder, ed. Del Toro, Madrid, 1974.
-Guzmán, Eduardo de: El año de la victoria, Ed. Vosa, Madrid, 2001.
-Madrid rojo y negro, ed. Oberón, Madrid, 2004.
-La muerte de la esperanza, ed. Del Toro, Madrid, 1973.
-Nosotros, los asesinos, ed. Del Toro, Madrid, 1976.
-Pons Prades, Un soldado de la República, Ed. G. del Toro, Madrid, 1974.
-Sender, Ramón J., El verdugo afable, Destino, Barcelona, 1981.
-Toryho, Jacinto: No éramos tan malos, G. del Toro, Madrid, 1975.
-Ackelsberg, Martha A., Mujeres Libres. El anarquismo y la lucha por la emancipación de las mujeres, Ed. Virus, Barcelona, 1999.
-Bookchin, Murray, Los anarquistas españoles. Los años heroicos, 1868-1936, Grijalbo, Barcelona, 1980.
-Brademas, John, Anarcosindicalismo y revolución en España, Ariel, Barcelona, 1974.
-Crusells, Magí, La Guerra Civil española: cine y propaganda, Ariel, Barcelona, 2000.
-Jackson, Gabriel, La República española y la guerra civil (1931-1939), Crítica, Barcelona.
-Preston, Paul (ed.), La República asediada. Hostilidad internacional y conflictos internos durante la Guerra Civil, Península, Barcelona, 1999.
Salud y que los disfrutéis.
There's only one way of life,
and that's your own.
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- Manu García
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- Registrado: 27 Ago 2004, 21:32
Señoras y señores: estamos de enhorabuena. Por fin, tras más de 20 años, se ha editado en castellano el libro de Antony Beevor "La guerra civil española" He aquí su reseña en "El País" de hoy a cargo del historiador Santos Juliá, poco sospechoso de simpatías por el anarcosindicalismo y habitual adorador de la "república de orden" y del "gobierno de la victoria" de Negrín:
Al final, habremos salido ganando. Ya era raro que una estimable historia de la Guerra Civil española, muy crítica del estalinismo, muy comprensiva hacia el anarquismo, escrita por un británico y publicada en 1982, no hubiera encontrado en España quien la tradujera y editara. Saturación, tal vez; o quizá sospecha de que las historias generales habían agotado sus posibilidades o, como afirmaba Stanley Payne, que la Guerra Civil ya no atraía a primeras figuras de la historiografía mundial, o por la razón que fuera, lo cierto es que The spanish civil war, de Antony Beevor, pasó inadvertida para los editores españoles.
Pero como no hay mal que por bien no venga, "La Guerra Civil española" que ahora se ofrece -por cierto, en una excelente traducción- es una versión sustancialmente mejorada de la que apareció en inglés hace más de veinte años. Beevor ha incorporado a su anterior trabajo nueva documentación, procedente sobre todo de archivos rusos y alemanes, ha seguido con encomiable atención lo que él mismo califica de inmenso trabajo de historiadores españoles en archivos locales y ha escrito así, manteniendo su estructura y matizando y enriqueciendo sus análisis políticos, un libro nuevo, basado en un amplísimo manejo de fuentes y vacunado por completo de las patrañas del sedicente "revisionismo" que tanta mentira ha acumulado en años recientes.
Un libro que se lee, y esto no sorprenderá a quienes conozcan sus tan celebrados "Stalingrado" y "Berlín, la caída", extraordinariamente bien, tanto por nuevos lectores como por los ya familiarizados con la inmensa bibliografía sobre la Guerra Civil. Así es porque, desde el primer momento, Beevor recrea el clima político de la época como si fuera un presente que a todos interpela, en el que se debaten problemas y se juegan destinos que a todos nos afectan y nos importan. La estructura del libro, el ritmo de la acción, los apuntes sobre los personajes, el terror blanco y el terror rojo, la revolución, las pugnas entre partidos, la intervención extranjera: todo, aunque pertenezca a "otro país", vuelve a hacernos presente la guerra como si aún subieran llamas de los incendios de aquellos años.
Pero es en el relato y en el análisis de las acciones militares donde brilla el mejor Beevor, el que sigue día a día, hora a hora, el desarrollo de la acción y el que elabora el balance definitivo sobre la estrategia de los militares profesionales republicanos, apoyados, hasta la ruptura final, por el partido comunista. La República, como ya aconsejó su presidente al nuevo Gobierno nombrado en mayo de 1937, no tenía más alternativa que fortalecer su defensa en el interior para no perder la guerra en el exterior y forzar así una paz negociada. El Estado Mayor, y muy particularmente el general Vicente Rojo, con la aprobación y el impulso de Juan Negrín y -hasta su salida del Gobierno- de Indalecio Prieto, intentaron una y otra vez la ofensiva que rompiera por el centro el frente enemigo para aliviar la presión sobre otras zonas en peligro. Fue un error catastrófico. Primero, Teruel, después el Ebro, dan la razón a Beevor cuando afirma que para dirigir la guerra de modo eficaz la República tenía que haber combinado una estrategia defensiva con ataques cortos, rápidos, de tanteo, en puntos distintos, que hubieran sembrado la confusión en el enemigo.
No fue así: los dirigentes políticos y militares de la República prefirieron lanzar ofensivas en campo abierto, para romper el frente y aprovechar la ventaja de la sorpresa, sin tener en cuenta su evidente inferioridad aérea y su escaso equipamiento de artillería. De esta forma, cuando el avance llegaba al punto máximo y quedaba paralizado, grandes contingentes de soldados se ofrecían como fácil blanco a los aviones italianos y alemanes y a la superior artillería del enemigo. Porque, y éste es otro de los convincentes análisis de Beevor, Franco tampoco sabía hacer más guerra que la del carnero, la de acometida frontal: al cabo, todos dependían de la doctrina militar francesa. La lentitud de su avance, la exasperante -para sus aliados: Hitler, Mussolini- capacidad para desaprovechar ocasiones favorables, habría podido servir a los intereses de la República si un ejército reconstruido por el Gobierno de Negrín hubiera forzado, gracias a una defensa inexpugnable, una salida negociada a la guerra.
Que la estrategia militar republicana no fue la mejor de las posibles queda claro en su quiebra final y en la terrorífica construcción de "la España nueva". Beevor acierta de nuevo al no cerrar su historia con el desfile de la victoria de los insurgentes y al dedicar los últimos capítulos al "gulag de Franco", a las cárceles, la represión y el exilio, a eso que el autor llama "guerra inacabada". La guerra, en efecto, no terminó el 1 de abril de 1939, que fue sólo el día de la victoria de los generales insurrectos. Como Dionisio Ridruejo escribirá en Le Monde a propósito del "delito continuado" que sirvió de pretexto para llevar a Julián Grimau en 1963 ante un pelotón de fusilamiento, España sufrió durante años sin fin un "état de guerre continu", un estado de guerra continuado: quien quiera saber por qué no perderá el tiempo leyendo este libro, llamado a ocupar un lugar de primera línea entre las historias generales de la Guerra Civil.
Al final, habremos salido ganando. Ya era raro que una estimable historia de la Guerra Civil española, muy crítica del estalinismo, muy comprensiva hacia el anarquismo, escrita por un británico y publicada en 1982, no hubiera encontrado en España quien la tradujera y editara. Saturación, tal vez; o quizá sospecha de que las historias generales habían agotado sus posibilidades o, como afirmaba Stanley Payne, que la Guerra Civil ya no atraía a primeras figuras de la historiografía mundial, o por la razón que fuera, lo cierto es que The spanish civil war, de Antony Beevor, pasó inadvertida para los editores españoles.
Pero como no hay mal que por bien no venga, "La Guerra Civil española" que ahora se ofrece -por cierto, en una excelente traducción- es una versión sustancialmente mejorada de la que apareció en inglés hace más de veinte años. Beevor ha incorporado a su anterior trabajo nueva documentación, procedente sobre todo de archivos rusos y alemanes, ha seguido con encomiable atención lo que él mismo califica de inmenso trabajo de historiadores españoles en archivos locales y ha escrito así, manteniendo su estructura y matizando y enriqueciendo sus análisis políticos, un libro nuevo, basado en un amplísimo manejo de fuentes y vacunado por completo de las patrañas del sedicente "revisionismo" que tanta mentira ha acumulado en años recientes.
Un libro que se lee, y esto no sorprenderá a quienes conozcan sus tan celebrados "Stalingrado" y "Berlín, la caída", extraordinariamente bien, tanto por nuevos lectores como por los ya familiarizados con la inmensa bibliografía sobre la Guerra Civil. Así es porque, desde el primer momento, Beevor recrea el clima político de la época como si fuera un presente que a todos interpela, en el que se debaten problemas y se juegan destinos que a todos nos afectan y nos importan. La estructura del libro, el ritmo de la acción, los apuntes sobre los personajes, el terror blanco y el terror rojo, la revolución, las pugnas entre partidos, la intervención extranjera: todo, aunque pertenezca a "otro país", vuelve a hacernos presente la guerra como si aún subieran llamas de los incendios de aquellos años.
Pero es en el relato y en el análisis de las acciones militares donde brilla el mejor Beevor, el que sigue día a día, hora a hora, el desarrollo de la acción y el que elabora el balance definitivo sobre la estrategia de los militares profesionales republicanos, apoyados, hasta la ruptura final, por el partido comunista. La República, como ya aconsejó su presidente al nuevo Gobierno nombrado en mayo de 1937, no tenía más alternativa que fortalecer su defensa en el interior para no perder la guerra en el exterior y forzar así una paz negociada. El Estado Mayor, y muy particularmente el general Vicente Rojo, con la aprobación y el impulso de Juan Negrín y -hasta su salida del Gobierno- de Indalecio Prieto, intentaron una y otra vez la ofensiva que rompiera por el centro el frente enemigo para aliviar la presión sobre otras zonas en peligro. Fue un error catastrófico. Primero, Teruel, después el Ebro, dan la razón a Beevor cuando afirma que para dirigir la guerra de modo eficaz la República tenía que haber combinado una estrategia defensiva con ataques cortos, rápidos, de tanteo, en puntos distintos, que hubieran sembrado la confusión en el enemigo.
No fue así: los dirigentes políticos y militares de la República prefirieron lanzar ofensivas en campo abierto, para romper el frente y aprovechar la ventaja de la sorpresa, sin tener en cuenta su evidente inferioridad aérea y su escaso equipamiento de artillería. De esta forma, cuando el avance llegaba al punto máximo y quedaba paralizado, grandes contingentes de soldados se ofrecían como fácil blanco a los aviones italianos y alemanes y a la superior artillería del enemigo. Porque, y éste es otro de los convincentes análisis de Beevor, Franco tampoco sabía hacer más guerra que la del carnero, la de acometida frontal: al cabo, todos dependían de la doctrina militar francesa. La lentitud de su avance, la exasperante -para sus aliados: Hitler, Mussolini- capacidad para desaprovechar ocasiones favorables, habría podido servir a los intereses de la República si un ejército reconstruido por el Gobierno de Negrín hubiera forzado, gracias a una defensa inexpugnable, una salida negociada a la guerra.
Que la estrategia militar republicana no fue la mejor de las posibles queda claro en su quiebra final y en la terrorífica construcción de "la España nueva". Beevor acierta de nuevo al no cerrar su historia con el desfile de la victoria de los insurgentes y al dedicar los últimos capítulos al "gulag de Franco", a las cárceles, la represión y el exilio, a eso que el autor llama "guerra inacabada". La guerra, en efecto, no terminó el 1 de abril de 1939, que fue sólo el día de la victoria de los generales insurrectos. Como Dionisio Ridruejo escribirá en Le Monde a propósito del "delito continuado" que sirvió de pretexto para llevar a Julián Grimau en 1963 ante un pelotón de fusilamiento, España sufrió durante años sin fin un "état de guerre continu", un estado de guerra continuado: quien quiera saber por qué no perderá el tiempo leyendo este libro, llamado a ocupar un lugar de primera línea entre las historias generales de la Guerra Civil.
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
jose maría Gironella
Yo recomiendo:
Recomiendo la trilogia de Gironella sobre la Guerra Civil española, para mi <Los Cipreses creen en Dios<, <Un millón de muertos<, <Ha estallado la paz<, són unos de los mejores libros que relatan toda la historia de España.
Recomiendo la trilogia de Gironella sobre la Guerra Civil española, para mi <Los Cipreses creen en Dios<, <Un millón de muertos<, <Ha estallado la paz<, són unos de los mejores libros que relatan toda la historia de España.
aqui en esta pagina hay algunos muy buenos, se pueden imprimir...
http://www.somnisllibertaris.com/libro/ ... ertari.htm
http://www.somnisllibertaris.com/libro/ ... ertari.htm
- Alquimista loco
- Mensajes: 2317
- Registrado: 23 Feb 2005, 17:41
Yo me lo acabo de empezar (lo he recibido hoy) y de momento apunta maneras, ya en la introducción cuenta que:Alquimista loco escribió:¿Alguien puede comentar algo sobre el libro de la GCE de Anthony Beevor?
"Tras la victoria sobre los blancos, la lucha contra los anarquistas será inevitable. Esa lucha va a ser muy dura" General Vladimir Gorev informando a Moscú (Sep 36)
"Tras la victoria nos la veremos incluso con ellos [los anarquistas], tanto más cuanto que en aquel momento dispondremos de un ejército fuerte" André Marty, representante de la Comintern (Oct 36)
La "limpieza de elementos trotskistas y anarcosindicalistas será llevada a cabo con la misma energía que en la URSS" Pravda (Dic 36)
Y hay una foto del rey Alfonso XIII que "es una excelente representación gráfica de la estructura económica y social de España a principio del S XX." no encuentro la foto en la red, pero aparece el rey conduciendo un cochazo calado que empujan unos españolitos de a pie, un coche de caballos a un lado por si hay que recoger al rey, unos hombres bien vestidos y un (probable) señorito a caballo observan el esfuerzo ajeno.
Parece un dibujo satírico de James Gillray, pero es una foto de verdad.
Creo que ya hay webs sobre la guerra civil a nivel local de casi todas las capitales de provincia, y alguna que otra ciudad importante e incluso de pueblos. Podriamos ir poniendo un recopilatorio de enlaces de la guerra en las distintas localidades. Asi la idea acabará siendo más general. Además siendo a nivel local, aunque los relatos los escriban los burgueses o incluso los fachas, los anarquistas no acaban siendo tan vilipendiados.
Por ejemplo:
Ferrol
Lopera
Cáceres
Por ejemplo:
Ferrol
Lopera
Cáceres
...vive como piensas o acabarás pensando lo que vives...
Buena idea nobody, foro sobre el frente norte.
http://boards4.melodysoft.com/app?ID=guerracivilnorte
http://boards4.melodysoft.com/app?ID=guerracivilnorte
libros gratis
entre unos y otros podiamos ir subiendo libros documentacion etc sobre el tema ya directamente, ya a traves del emule. Solo hacia falta saber como hacerlo, yo me he bajado algunos aunque en ingles y bueno creo que seria factible la cosa empezar la libertad de uso disfrute por la casa.
Soy ingenuo?
salud
Soy ingenuo?
salud
En estos dias me he leido el libro de Beevor, y la verdad es que es perfectamente recomendable. Me ha gustado, sobre todo por que hace uso de los archivos soviéticos que no fueron desclasificados hasta la caida de la URSS. También tira de fuentes recientes como los datos de Gerald Howson (Armas para España; otro libro recomendable). El tono hacia el anarquismo en general es de comprensión, aunque tampoco se extiende demasiado. De hecho se nota bastante que el tio es anti-comunista (o antiestalinista), ahi si que se explaya agusto. El libro de la Guerra Civil me gustó tanto que me he pillado uno suyo sobre la caida de Berlín (buf, como los pone a todos). Desde luego, es el libro más objetivo (o eso creo) sobre la guerra civil que he leido. Comparado con Hugh Thomas éste le da cien vueltas.
...vive como piensas o acabarás pensando lo que vives...
Me está gustando a mi también. Es bastante ameno, por ejemplo, la descripción del discurso de Unamuno en Salamanca (150-151) casi parece una novela. Y a los anarquistas en general, los trata con complacencia. En contraste con las atrocidades de los falangistas, moros y requetés, el "humanismo" anarquista destaca a la fuerza (para un historiador objetivo, claro)._nobody_ escribió:En estos dias me he leido el libro de Beevor, y la verdad es que es perfectamente recomendable.
Y si lo del convento de las Carmelitas en Barcelona fué un error, pues hay que decirlo también, la historia es así, señores Moístas..
- Manu García
- Mensajes: 5401
- Registrado: 27 Ago 2004, 21:32
Nuevo proyecto editorial, "La Malatesta" http://www.lamalatesta.net/
Han editado las memorias de guerra y revolución de Armand Guerra y tienen previsto reeeditar la "Hª del anarcosindicalismo español" de Gómez Casas y "El error militar de las 'izquierdas'",de Abraham Guillén.
Han editado las memorias de guerra y revolución de Armand Guerra y tienen previsto reeeditar la "Hª del anarcosindicalismo español" de Gómez Casas y "El error militar de las 'izquierdas'",de Abraham Guillén.
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"