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salvochea
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Mensaje por salvochea » 28 Oct 2004, 16:54

hola a todos!
estoy buscando información sobre un tema que me ha llamado mucho la atencion ultimamente: se trata de la creación de Paraguay (s.XVI) por parte de los colonizadores, por lo que me enteré hace poco alli los jesuitas (si,si los jesuitas!) convivieron con los nativos en una especie de comunidad donde se practicaba un comunismo primitivo a imitación un poco, de la sociedad comunal incaica. ¿alguien sabe algo sobre esto?
os agradecería mucho si alguno de vosotros supiera darme algo de bibliografia sobre este tema, o alguna pagina de internet, no sé algo!
muchas gracias de antemano.
SALUD![quote][/quote]

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_nobody_
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Mensaje por _nobody_ » 28 Oct 2004, 17:40

En esta sección del ateneo hay varias indicacioens de sociedades antiguas anarquicas o comunalistas.

http://ateneovirtual.alasbarricadas.org ... os+nombres

Entre otras cosas viene esto:
Las Reducciones Jesuítas en Paraguay

Una extraña etapa del comunalismo relaciona a la tendencia más jerárquica de la Iglesia Católica con la sociedad más libre que un imperialismo europeo jamás construyó en el nuevo mundo. Durante la conquista los españoles llegaron a las regiones de los ríos Paraguay y Paraná antes que los portugueses. Ocurrió esto a finales del siglo XVI y comienzos del siglo XVII. Con los colonos españoles, muy escasos en aquella época compuestos en su mayoría por militares y burócratas, también llegaron misioneros. Los jesuitas concretamente llegaron en 1607.

Los colonos españoles tomaron grandes extensiones de tierra y para trabajarla esclavizaron a los indígenas de la zona. Sus fincas, llamadas encomiendas, tomaron un sistema de organización semifeudal que convertía a antiguos hombres libres en esclavos de un cacique extranjero. Debido a los abusos de los españoles, la población de indios guaraníes y guaycurús decreció. Y debido a estos descensos comenzó un movimiento para reducir la explotación de estos pueblos. Los colonos europeos de Asunción pensaban que este descenso se debía a la influencia de los Jesuítas y por este motivo fueron expulsados de la ciudad. Al mismo tiempo comenzaban a llegar bandas de portugueses traficantes de esclavos, llamados bandeirantes, que se dedicaban a cazar indios para después venderlos en los mercados de esclavos de Río de Janeiro y Sao Paolo.

Con todos estos problemas a los indios sólo les quedaba una opción: unirse a los únicos que parecían no perseguirles que eran los misioneros. Los misioneros como es obvio querían cristianizar a estos pueblos perdidos y olvidados. Sus enseñanzas cristianas renegaban de la esclavitud y muchas veces pagaron con sus vidas el hecho de proteger a los indios. Pero en los primeros tiempos les costó mucho llegar a los indios, les costó evangelizarles. Les debió desesperar bastante el hecho de que volvieran una y otra vez a sus antiguas creencias y que incluso abandonaran las reducciones para volver a la selva. Estas reducciones estaban organizadas de forma muy espartana, realmente no atraían en sí mismas a los indios que antes de la llegada de los españoles tuvieron tendencias comunalistas o incluso vivieron en un estado de "comunismo primitivo". Para ellos los misioneros no eran otra cosa que una protección.

Cansados de tantas deserciones a los misioneros se les ocurrió organizarse de forma similar a los indios para de esta forma atraerlos, o al menos ayudar a que se quedaran. Así las nuevas reducciones funcionarían como comunas. Este experimento tuvo un éxito arrollador, en pocas décadas los jesuítas formaron un país que abarcaba desde el río Paraguay hasta el río Uruguay y más allá. La vida en estas reducciones era casi idílica, los habitantes de estos lugares vivían en un estado de felicidad moral casi permanente, interrumpido tan sólo por las incursiones de los bandeirantes y algún que otro conflicto con las autoridades civiles y militares españolas. Voltaire, no demasiado amante de la religión o de los jesuítas, escribió sobre las reduciones de éstos:

"Cuando en 1768 las misiones dejaron las manos de los jesuítas, éstas habían alcanzado quizás el grado más alto de perfección al que es posible llevar a un pueblo joven, y ciertamente a un estado muy superior al que existe en el resto del nuevo hemisferio. Las leyes eran respetadas allí, la moral permanecía pura, una feliz hermandad unía cada corazón, todas las artes útiles estaban en un estado floreciente e incluso algunas de las más agradables ciencias; la plenitud era universal."


Los jesuítas no parecieron preocuparse del gobierno político de estas gentes, más bien se preocupaban sólo del bienestar moral y social del pueblo. En lugar de ser gobernados por los misioneros éstos se dedicaban a dejarles hacer y en proporcionarles ayuda técnica en lo que necesitaran. Los misioneros se dedicaban a gobernar según los evangelios y sus instrumentos para ello eran los sacramentos, las penitencias y la comunión. A pesar de esto la vida estaba altamente estructurada. Parece que en la construcción del nuevo sistema tuvieron influencia las utopías renacentistas de Tomás Moro y de Tomás Campanella así como también de Platón, pero la influencia mayor es la del propio pueblo indígena que ya se organizaba de forma comunalista antes de llegar los europeos. Es posible que estos habitantes del Paraguay fueran más felices de lo que jamás serían los habitantes de la República de Platón o de la Utopia de T. Moro. Al sustituir el supuesto buen gobierno por la buena administración real es lo que suele pasar.

Este experimento fue vigilado de cerca por la Iglesia Católica. Los buenos resultados, en materia de conversiones, llevaron a ésta a repetir estas experiencias en otras regiones, especialmente en norteamérica. Ya de por sí la vida en las reducciones se parece bastante a la vida comunal de los indios Zuñi en las rocosas pero como el Paraguay es enormemente rico y fértil, es indudable que el tiempo de ocio era mucho mayor. De todas formas cuando los jesuítas estaban comenzando a introducirse en Arizona y California la orden fue prohibida. Esto supuso un desastre para los indios de estas regiones, porque el lugar de los jesuítas fue ocupado por otros misioneros con menos experiencia y los indios de California vivieron poco mejor que esclavos.

El desastre para los indios de norteamérica también lo fue para los del sur. En 1768, la orden fue prohibida. Parte de culpa la tienen los estancieros del Paraguay que veían a los misioneros como una competencia muy dura, casi insalvable; además codiciaban las enormes extensiones de tierra fértil y cultivada que éstos tenían en su reino. En pocos años los codiciosos colonos acapararon las tierras y destruyeron las reducciones. Hoy sólo quedan ruinas de lo que fue una utopía viviente.

Bibliografía

Comunalism, Ken Rexroth, 1974
A Vanished Arcadia, R.B. Cunninghame Graham, 1924

Estas comunidades en realidad son un precedente del comunismo marxista, ya que estaban jerarquizadas de esta forma:
jefe de la misión -> hermanos jesuitas -> otros religiosos -> lideres indigenas -> indigenas.

Además el jefe de cada Reducción tenía que rendir cuentas a la iglesia y a los inquisidores del reino.
Aun asi, como eran comunidades pequeñas el peso de la jerarquia no se debia de senti mucho y la vida sería bastante feliz.

jesus siera

utopias en america

Mensaje por jesus siera » 03 Nov 2004, 16:26

sobre el tema aunque no concretamente Paraguay tienes "La utopía en america" de Vasco de Quiroga sobre sus utópicos pueblos hospitales donde siguiendo la Utopía de Tomas Moro, puedes conseguirlo en el puesto de ASCAB en el rastro en la plaza de La Latina

salvochea
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Mensaje por salvochea » 18 Nov 2004, 17:45

muchas gracias! por lo que he estado leyendo un poco me empiezo a desencantar, realmente a los jesuitas lo que querian era evangelizar y si para eso habia que reproducir un tipo de sociedad menos ferrea pues se hacia, pero sin un verdadero espiritu comunalista (creo yo vamos).
gracias por vuestras aportaciones!

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