Tuvieron una segunda intentona revolucionaria en 1534 cuando declararon Münster la Nueva Jerusalén. Lo habían intentado antes con Estrasburgo, pero alguien dijo que mejor Munster. Creian que se iba a terminar el mundo y mejor esperarlo en la ciudad de dios. Los designios de Dios son inescrutables. De todas formas estaban preparados. Llegaron a Munster y liaron una buena. Leed "Q" de Luther Blisset para comprender el formidable caos que hubo en aquella época. Tras la derrota (algo parecido a la Comuna de Paris) vino una represión enorme en toda Alemania y los anabaptistas se esfumaron. Unos a Moravia donde se juntaron con los descendientes de los Husitas del siglo anterior, otros al Tirol y otros al "exilio interior" formando comunas (con amor libre incluido) en sus casas. Pasaron del insurreccionalismo al pacifismo.
El anabaptismo solamente tuvo claras las ideas religiosas. El resto cambiaba dependiendo del cura que lo dijera. No tenía ni unidad doctrinal, ni unidad política. Era una amalgama de ideas religiosas, politicas, sociales y morales. Si hubieran ganado aquella batalla que dije, es probable que no les hubiera parado nadie.
Por otra parte el anarquismo del siglo XIX tuvo unos componentes morales muy intensos. Los liberales los exageran, como bien dices, Gerald Brenan dice que,
Como vemos son todo prejuicios y tópicos. Pero quizá algo de milenarismo sí que había. Todavía hoy mucha gente cree que una buena mani es el principio de una revolución."La Idea", como se la llamaba, era difundida por los "apóstoles" anarquistas. En las gañanías de los cortijos, en las aldeas perdidas, a la luz del candil de aceite, los apóstoles hablaban de libertad, igualdad y justicia a auditorios entusiasmados. Se formaban pequeños círculos en los pueblos y aldeas que creaban escuelas nocturnas en las cuales muchos campesinos aprendían a leer, se había propaganda anti-religiosa y se practicaba a menudo el vegetarianismo y la abstención del alcohol. Algunos prohibían incluso el tabaco y el café, y uno de estos apóstoles, al que yo llegué a conocer, sostenía que cuando llegase la edad de la libertad los hombres comerían alimentos crudos cultivados con sus propias manos. Pero la característica principal del anarquismo andaluz era su milenarismo ingenuo. Cada nuevo movimiento o huelga era considerado como el heraldo de la inmediata aparición de una nueva época de plenitud, en la que todos -hasta la Guardia Civil y los terratenientes- serían libres y felices. Nadie sabía explicar cómo se lograría este objetivo: fuera del reparto de tierras (y ni siquiera esto en algunas zonas) y la quema de la iglesia parroquial, no existía ninguna propuesta positiva.
Los marxistas no tuvieron esa fuerza moral. Lo veían todo desde su cientifismo anti-humano y por eso pasó lo que pasó (Lenin, Stalin, Mao, etc). Su amoralidad los corrompió.