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Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 01 Ene 2010, 19:28
por salvoechea
Este hilo pretende ser una continuación del debate que se abrió como Offtopic del hilo La libertad, donde se creó un debate interesante sobre la utilización de España como denominación geográfica o como denominación política.

Aporto un texto con referentes históricos de la utilización de España como denominación que englobaba a los diferentes pueblos de la península Ibèrica.
Norba. Revista de Historia, ISSN 0213-375X, Vol. 19, 2006, 95-103
ESPAÑA EN LAS CRÓNICAS DE LA CORONA DE ARAGÓN
EN LA EDAD MEDIA (SIGLOS XII-XV)
Esteban SARASA SÁNCHEZ
Universidad de Zaragoza
Resumen
En las crónicas escritas en el ámbito territorial de los dominios hispánicos del rey de Aragón (principalmente Aragón y Cataluña) durante los siglos xii al xv, la idea de España (Hispania, Espanya…) se aplica indistintamente a dichos dominios o al territorio irredento de al-Andalus. Idea que también aparece en la documentación oficial de la cancillería de los sucesivos monarcas, y que se identificaba con la Hispania Isidoriana que asimismo las crónicas castellanas y navarras recogieron para la misma época.
Palabras clave: Concepto de España, Historiografía medieval aragonesa, Documentación medieval aragonesa, Corona de Aragón.
Abstract
In the chronicles written in the territorial area of the Hispanic domains of the Aragon’s king (principally Aragon and Catalonia) during the xiith to xvth century, the idea of Spain (Hispania, Espanya…) is applied indistinctly to the above mentioned domains or to the territory of al-Andalus. This idea also appears in the official chancery documentation of the successive monarches, and was identified with the Hispania Isidoriana which at the same time it is used in the Castilian and Navarre chronicles.
Keywords: Concept of Spain, Medieval Aragonese Historiography, Medieval Aragonese Documentation, Crown of Aragon.
Desde que José Antonio Maravall publicara en 1962 su ya clásico libro sobre El concepto de España en la Edad Media, en un momento especialmente comprometido de la aún reciente historia española, la reflexión y especulación sobre el contenido y sentido de la idea ha resurgido circunstancialmente, y con relativa frecuencia, en relación con los siglos medievales, pero también con otras épocas históricas. En este caso se trata, sin embargo, de recoger algunos testimonios de lo escrito en los dominios del rey de Aragón y conde de Barcelona, además de otras titulaciones que se fueron agregando a su corona, desde la misma formación de la llamada Corona de Aragón con los dos estados fundadores: el reino aragonés y el condado barcelonés, unidos dinásticamente en la figura del heredero común de los mismos, es decir, Alfonso II el Casto o el Trovador (1162-1196), tal y como se le conoce en la historiografía tradicional, hijo de Petronila y de Ramón Berenguer IV.
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La especial configuración de la Corona del rey de Aragón, o Corona de Aragón, como un conjunto de estados unidos bajo una misma monarquía, pero manteniendo cada uno de ellos sus propios elementos de identidad (instituciones, derecho, lengua, cultura), con un archivo común, el Archivo Real, o Archivo de la Corona de Aragón, desde su creación por Jaime II (1291-1327) en dependencias del Palacio Real de Barcelona, y con sus ordenanzas y nombramiento de archivero oficial con Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387), hace que, en ocasiones, en dicho ámbito se confundan en el término España, tanto la Hispania cristiana como la islámica (al-Andalus), el conjunto de reinos peninsulares (hasta cinco, incluido el sultanato nazarí de Granada) o, también, una idea englobadora de los dominios del rey de Aragón en la totalidad de una unidad geográfica con el nombre en cuestión.
Así, aunque la atención se va a centrar en las crónicas, se parte excepcionalmente de los documentos de Alfonso II de Aragón1, primer rey y conde, en los que se pueden espigar diversas menciones a España, refiriéndose, indistintamente, tanto a la islámica como a la cristiana. Por ejemplo, cuando en noviembre de 1169 y desde Jaca, el rey prometía a la orden del Temple hasta mil morabetinos de las parias recibidas del rey Lobo de Valencia y Murcia: Et si ab illo rege Lupo vel a successoribus suis supradicta domus militie et fratres eiusdem iamdictos mille morabetinos habere non poterunt, ego laudo illis et dono atque concedo illis morabetinos singulis annis de illa palia quam ego et sucesores mei accipiemus de Hispana, undecumque ego accipiam paliam de Hispana et a quocumque habeas ipsam paliam2. O, también, cuando en abril de 1171 y desde Gerona, el monarca reconocía una deuda de dos mil cuatrocientos morabetinos con los caballeros hospitalarios, comprometiéndose a abonárselos de las parias recibidas: Et hoc in ipsa palia quam de Hispana accipio, scilicet…. Et ut hoc ita illis accendam, dono illis fideiussores, Arbertum de Castro Vetulo et Raymundi de Moncada, qui si acceperint ipsam paliam in Ispania3.
Igualmente, cuando en agosto de 1175 Alfonso II de Aragón mencionaba al maestre del Temple en España, hablaba de que: Notum sit cunctis quod ego Ildefonsus rex Aragone, comes Barchinone Marchioque Provincia, mutuo accepi a fratre Arnaldo de Turre Rubea, Hispanieque Templi magistro… Similiter convenio quod si ex Ispanie pecunia michi esset ad lata predictus census vobis inde solvatur; al impignorar Almenara por un préstamo de cuatrocientos morabetinos llevado a cabo por el mencionado maestre4. Y lo mismo en febrero de 1176, desde Anglesola, al comprometer al monasterio de Poblet la villa de El Puig de Santa María, junto a Valencia, para cuando fuera conquistada, y al objeto de establecer allí un monasterio de la orden de San Benito, dependiente del populense: In nomine Sancte et Individue Trinitatis. Notum sit, presentibus et futuris, quod ego Ildefonsus, Dei gratia rex Aragonum, comes Barchinone et marchio Provincia, divini amoris et ob remedium anime mee et parentum meorum, dono, offero Domino Deo et Sancte Domui de Populeto et tibi Hugone, venerabili in Domino eiusdem loci abbati et fratribus tuis, presentibus et futuris, inibi Deo servientibus, in regione Hispaniarum villam quandam que nuncupatur Cepolla, sitam prope satis Valentie5.
Incluso en relación con la política exterior y comercial, también la mención a España aparece con un sentido geográfico, al recogerse el memorial de convenios pasados y nuevos pactos con los cónsules de Pisa en 1177 y desde Tarascón: Tenor autem talis est, quod omnes
1 Sánchez Casabón, A. I.: Alfonso II Rey de Aragón, Conde de Barcelona y Marqués de Provenza. Documentos (1162-1196), Zaragoza, 1995.
2 Op. cit., doc. 72, p. 116.
3 Op. cit., doc. 106, pp. 168-169.
4 Op. cit., doc. 198, p. 283.
5 Op. cit., doc. 207, pp. 291-292.
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homines domini regis cum rebus suis, qui sunt vel erunt a Salsis usque ad fines terre regis versus Hyspaniam, salva sint semper et securi ubique terrarum et maris et omnium aquarum ab omnibus hominibus Pisarum quicquid actenus miis benefactum6. Al igual que sucede cuando, en noviembre de 1187, el rey confirmaba los Fueros de Jaca, y se expresaba en el diploma correspondiente, de la siguiente forma: Ganata cum descenderint in Yspaniam, non iaceant in vetatis militum, nisi pro una nocte, et pro illa nichil donent vel parient, herbas et acquas domini regis franchas habeant et liberas7. Y también al referirse a ello en 1194 desde Barcelona con motivo de la condonación a unos galeotes de la ruta seguida por cien morabetinos: Cunctis manifestetur quo ego Ildefonsus…, remito et condono tibi Boneto de Petro Arnaldo et omnibus sociis tuis totum curssum que modo fecisti in Yspaniam cum galioto tuo8.
Posiblemente, en la idea adquirida y manifiesta en la diplomática del primer titular de la Corona de Aragón propiamente dicho, predominaba la concepción isidoriana plasmada en el elogio de España por el ilustre obispo hispalense y que se recordó a lo largo de la Edad Media: De laude Spaniae. Tú eres, oh España, sagrada y madre siempre feliz de príncipes y de pueblos, la más hermosa de todas las tierras que se extienden desde el Occidente hasta la India. Tú, por derecho, eres ahora la reina de todas las provincias, de quien reciben prestadas sus luces no sólo el ocaso, sino también el Oriente. Tú eres el honor y el ornamento del orbe y la más ilustre porción de la tierra, en la cual grandemente se goza y espléndidamente florece la gloriosa fecundidad de la nación goda. Con justicia te enriqueció y fue contigo más indulgente la naturaleza con la abundancia de todas las cosas creadas, tú eres rica en frutos, en uvas copiosa, en cosechas alegre… Tú te hallas situada en la región más grata del mundo, ni te abrasas en el ardor tropical del sol, ni te entumecen rigores glaciares, sino que, ceñida por templada zona del cielo, te nutres de felices y blandos céfiros… Y por ello, con razón, hace tiempo que la áurea Roma, cabeza de las gentes, te deseó y, aunque el mismo poder romano, primero vencedor, te haya poseído, sin embargo, al fin, la floreciente nación de los godos, después de innumerables victorias en todo el orbe, con empeño te conquistó y te amó y hasta ahora te goza segura entre ínfulas regias y copiosísimos tesoros en seguridad y felicidad de imperio9. Constituyendo un concepto geográfico espacial que había recibido y asentado en la unidad peninsular a la nación-pueblo de los godos hispanos, los visigodos. Idea unitaria que explica el que en los reinos cristianos ibéricos medievales, el corónimo España se aplicase en general, tanto para el territorio dominado por el Islam (al-Andalus) y que había que recuperar con el ideario goticista precedente, como para el ya controlado por los monarcas hispano-cristianos.
Pero, al indagar sobre la idea de España en la Corona de Aragón a través de las crónicas, se puede comenzar por el final cronológico del período en cuestión, es decir, en los últimos años del siglo xv y primeros del xvi, con un cronista excepcional, Pere Miquel Carbonell i Soler (1434-1517), del que se está debidamente documentado gracias al exhaustivo estudio que precede a la edición reciente (1997) de sus Cròniques d’Espanya, siguiendo la única versión conservada del texto narrativo de 1547. Aunque luego se vuelva de nuevo al sucesor de Alfonso II, Pedro II el Católico (1196-1213), y a sus descendientes sucesivos. Con ello, si bien se abundará en los textos narrativos y, por tanto, en las referencias cronísticas, no se desprecian, sin embargo, menciones al caso de documentos que sirven también para desarrollar el asunto con información de distinta procedencia.
6 Op. cit., doc. 229, pp. 314-316.
7 Op. cit., doc. 450, pp. 595-598.
8 Op. cit., doc. 597, pp. 773-774.
9 Traducción del latín en Rodríguez Alonso, C.: Las Historias de los Godos, Vándalos y Suevos de Isidoro de Sevilla. Estudio, edición crítica y traducción, 1975, León, pp. 169 y 171.
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Pues bien, comenzando por Pere Miquel Carbonell y sus Cròniques d’Espanya10, ya el mismo título de su principal obra plantea la primera duda, puesto que, a pesar de su título globalizador11, el cronista y archivero manifiesta que su obra se refiere a los Reyes de Aragón y Condes de Barcelona, con sus indistintos precedentes y sus temporales vinculaciones12, que justifican, por ejemplo, la inclusión de los primeros monarcas pamploneses, y sin olvidar a los reyes godos como origen común de todos ellos, o, al menos, como precedentes con los que los nuevos soberanos justificaron su legitimidad. Aunque, posiblemente, el camino empren-
dido por Carbonell en su planteamiento no fue muy diferente del iniciado anteriormente por los cronistas precedentes. Planteamiento que aplicó, con mayor o menor desfiguración, en su propia obra, en la que, por ejemplo, se sirvió, entre otras fuentes anteriores, de la llamada Crónica de San Juan de la Peña13, de la segunda mitad del siglo xiv. Y planteamiento que se encuentra también en otras crónicas del siglo xv, como en las de Pere Tomic14 o Gabriel Turell15.
Pero, como anota el editor de la crónica de Carbonell: La tria del mot Espanya per encapçalar el llibre sembla, doncs, atribuïble al mateix Carbonell. Ara bé, defugint tot plantejament anacrònic, comprendre l’opció de l’arxiver ens obliga a preguntar-nos quin significat podia tenir aquest mot per a un humanista català del segle xv.
I aquesta és una pregunta complexa, que possiblement caldria respondre a tres nivells. D’una banda, Espanya era, com a l’edat mitjana, una expressió geogràfica, buida de contingut polític.
En segon lloc, però, la puixança de l’ideal clàssic identificava ja aquesta Espanya
amb la ‘Hispana’ dels romans, a la qual alguns autors –i molt especialment el cardenal
i bisbe d’Elna i de Girona Joan Margarit– van voler buscar un pasta esplendorós, entron-
cant així amb la manera de fer dels humanistas italians. Convé no oblidar, en aquest sentit, que l’ideal patriòtic –i, en historiografia, el desig de trobar un passat ben antic i brillant
per a la pròpia patria– va ser un element comú a la major part dels intel.lectuals humanistes.
Finalment, cal plantejar encara un darrer aspecto: els historiadors catalans del segle xv reivindicaven per al seu país i els seus reis l’herència d’aquesta tradició hispànica, en un moment en què el projecte espanyol admetia encara diverses lectures; és a dir, en què no s’havia imposat –si més no d’una manera definitiva– un determinat model polític.
O per dir-ho amb paraules de Joseph M. Nadal, “al voltant d’un projet únic –Hispaniam restaurare et recuperare–, es menava una lluita per aconseguir l’hegemonia”16. Pero, el cronista y archivero Carbonell, hizo uso, no obstante, de otras crónicas precedentes, como la Crònica General de Pedro el Ceremonioso o la Crónica abreviada del castellano Diego de
10 Edició crítica d’Agustí Alcoberro, 1997, Barcelona.
11 El desig de ruptura s’evidencia també en la mateixa tria del títol, que no pot ser considerada ni molt menos innòcua. ‘Cròniques d’Espanya’ (o ‘Crònica o història d’Espanya’, per emprar els mots de l’arxiver) ens remet a l’idel clàssic (‘Hispaniam restaurare et recuperare’), pèro també a la vindicació patriòtica d’una Hispània particular: la que tindria com a tronc fonamental la Corona d’Aragó (op. cit., vol. I, p. 150).
12 Chròniques de Espanya fins ací no divulgades. Que tracta dels nobles e invictíssimins reys dels goths y gestes de aquells y dels comtes de Barcelona e reys de Aragó. Ab moltes coses dignes de perpètua memoria (op. cit., p. 42).
13 Versión aragonesa, edición crítica de C. Orcástegui Gros, 1986, Zaragoza.
14 Històries e conquistes dels reis d’Aragó e comtes de Barcelona, 1886, Barcelona (reproduccions facsímils: València 1970; Bagá 1990). Obra terminada en 1438 y publicada por vez primera en Barcelona en 1495, poco antes de iniciar su crónica el archivero, y sobre la cual Carbonell cuestiona la historiografía medieval española.
15 Recort, edició a cura d’Enric Bagué, 1950, Barcelona.
16 Cròniques d’Espanya, op. cit., pp. 43-44.
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Valera, la del arzobispo toledano Rodrigo Jiménez de Rada o la ya mencionada Crónica de San Juan de la Peña17, entre otras fuentes narrativas.
Pues bien, el autor de la edición de estas crónicas, Agustí Alcoberro, se pregunta por la razón que pudo mover a Carbonell a emprender la tarea de escribir semejante relato histórico, centrando su atención, entre otras posibilidades, en el interés del rey Fernando II de Aragón, sabedor del comienzo de la composición en 1495, por dicho texto, que el monarca, por cierto, quiso que se guardase en el Archivo Real. Y no hay que olvidar el afán del rey Católico por la historia, al encargar al aragonés Gonzalo García de Santamaría y al siciliano Luca Marineo Sículo sendas biografías de su padre, el rey Juan II; siguiendo una tradición renacentista iniciada por su tío Alfonso V el Magnánimo con los cronistas Lorenzo Valla, Beccadelli, Facio o Pontano; en una política de exaltación de la monarquía y de los intereses regios18.
Pero, volviendo a los años finales del siglo xii y comienzos del xiii, y en concreto al reinado de Pedro II de Aragón, el Católico (1196-1213), y siguiendo además con las crónicas, puede verse la idea de España en su tiempo según algunos ejemplos de más allá de los Pirineos; donde la Corona de Aragón jugaba por entonces sus intereses políticos contra la hegemonía de los monarcas capetos del reino de Francia, hasta la derrota y muerte en 1213 del rey de Aragón en Muret, defendiendo los intereses de sus vasallos del Midi, a pesar de su adscripción albigense.
Así, en la Gesta Philippi Augusti, Francorum regis, de Guillaume le Breton19, al referirse a los hechos del rey de Aragón se dice que: Eodem anno (1211), Rex quidam Sarracenis qui dicebatur Mummilinus, quod lengua eorum sonat Regué Rex, collecto exercito infinito paganorum agressus fines Hispaniae, locutus est in magna superbia contra Cristianos, et obtulit eis bellum… Huic bello interfuerunt multi boni et fortes viri de regno Francie et Rex Aragonie… O también, en las Chroniques de Saint-Denis20, se habla de que: En cele année (1223, reinando ya en Aragón Jaime I), vint ou roiaume d’Espagne uns Rois Sarrazin qui avoit nom Mommelins, si vatu autanten leer langue come Rois del rois… Es decir, la visión ultrapirenaica de España en estos ejemplos se adscribe a la península musulmana o, si acaso, a las fronteras cristianas con al-Andalus. En una confusa idea de lo que sucedía al sur de la cordillera donde, al parecer, todo era indistintamente España.
Pues bien, esta concepción unitaria la recoge, entre otros, Ladero Quesada cuando, al referirse, precisamente, al siglo xiii, escribe que: Esta concepción unitaria del grupo humano español más allá de las diferentes organizaciones (según Maravall), no se perdió, sino que se difuminó en la historiografía posterior, y no sólo la castellana, sino también la de Portugal, Navarra y Aragón, donde también se refleja que la conciencia común de saberse españoles era compatible con la defensa y exaltación de la de la identidad de cada reino, incluyendo, claro está, la política, a cuya descripción se consagran21.
Ya la Crónica de San Juan de la Peña, para el tiempo de Alfonso II de Aragón, a finales del siglo xii, decía que El tantost huvo guerra con todos los reyes de Cristianos, es asaber de Espaynna, e toda begada ovo Vitoria e honor22. Y un siglo después, a finales del xiii, a
17 Ibídem, pp. 48 y ss.
18 Ibídem, pp. 65-66. Según el libro de Tate, R. E.: Ensayos sobre la historiografía peninsular del siglo xv, Madrid, 1970.
19 Recueil des Historiens des Gaules et de la France XVII, 1878, París.
20 Ibídem, Les gestes de Philippe-Auguste, extraits des grandes Chroniques de France, dites de Saint-Denis.
21 Ladero Quesada, M. A.: “¿Qué es España? Imágenes medievales en torno al concepto de España”, Historia-16, marzo 1994, Madrid, p. 43.
22 Orcástegui Gros, C.: Crónica de San Juan de la Peña (Versión aragonesa). Edición crítica, Zaragoza, 1986, p. 77.
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propósito de Pedro III de Aragón, el Grande, todavía infante, la misma crónica hablaba de que: et esdevinose que en una batalla fray Pere de Moncada, maestro de la orden de la caballería del Temple en Spannya, fue preso en la dita batalla (contra la revuelta de los moros de Valencia)23. En una valoración de España como conjunto cristiano de reinos administrados por sus respectivos reyes que se sentían pertenecientes a un conjunto neogótico común.
Es decir que, independientemente de otras valoraciones precedentes o consecuentes, el siglo xiii parece que acuña un sentido común de España entre los diversos reinos de su geografía que recupera la idea isidoriana sobre la base de las sucesivas crónicas de conjunto debidas a Rodrigo Ximénez de Rada y, sobre todo, a Alfonso X el Sabio. Personalidades cronísticas ambas, aparte de sus protagonismos eclesial y político respectivamente, que iban a marcar un hito historiográfico como punto de partida y referente para muchas composiciones narrativas posteriores alentadas desde la propia monarquía y a través de la proyección especial del gran soberano de Castilla y León.
Pero, en la Corona de Aragón, un rey, Jaime I, iba a dejar un testimonio importante sobre la idea de España a través de la crónica de su reinado (1213-1276) en su Llibre dels fets compuesto en su corte y en lengua catalana; con abundantes referencias a Espanya, según se puede ver a continuación24.
Así, entre las diversas alusiones al término, se pueden señalar las siguientes:
Nostre pare, lo rey en Pere, fo lo pus franch rey que anch fos en Espanya… (refiriéndose a Pedro II el Católico)25.
Barons, be conexem e creem que vós e tots aquels que en Espanya són sabets la gran gràcia que nostre senyor nos ha feita en nostre jovent del feit de Maylorques e de les altres illes… (tras la conquista del reino balear a partir de 1229)26.
E ell dix: Jo son ángel de nostre Senyor e dic-te que aquest enbarch que és vengut entre los sarrains e.els christians en Espanya, creés per cert que rey los à tots a restaurar e a defender aquel mal que no venga en Espanya…27.
Car creem per cert que nuyl han no.ns poria en mal notar açò, car nós ho fem, la primera cosa, per Déu; la segona, per salvar Espanya; la terça, que nós e vós hajam tan bon preu e tan gran nom, que per nós e per vós ès salvada Espanya.
E fe que devem a Déu, pus aquels de Cathalunya, que és lo meylor regne d’Espanya e.l pus honrat e.l pus noble… (considerando Cataluña como un reino de España, en un elogio sentido por el monarca entre los otros estados de su Corona)28.
E dix-nos que molt havíem bon cor e bona voluntad, cant volíem servir a Déus; e dix-nos que ell havia gran volentat que.ns servís ab tot ço que ell pogués haver de l’Espital en los.V. regnes d’Espanya… (Aragón, Castilla, Navarra, Portugal y Granada)29.
E sobre açó levam-nos e isquem defora ab nostra companya e dixem-los: Barons, anar-nos-en podem, que huy és honrada toda Espanya…30.
Es decir que el propio soberano Jaime I el Conquistador, a través de quienes compusieron su crónica por él alentada, percibió una idea común de España como conjunto de reinos
23 Ibídem, p. 97.
24 Se sigue aquí la edición a cargo de Bruguera, J.: Llibre dels fets del rei en Jaume, a cura de Jordi Bruguera, 2 vols., Editorial Barcino, Barcelona 1991, volum II, Text i Glossari.
25 Ibídem, p. 11.
26 Ibídem, p. 204.
27 Ibídem, p. 293.
28 Ibídem, p. 296.
29 Ibídem, p. 340.
30 Ibídem, p. 371.
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peninsulares; al igual que su, en parte, coetáneo Alfonso X el Sabio la asumió desde Castilla y los reinos insertos en su corona heredada de su padre Fernando III el Santo.
Pues bien, en la Corona de Aragón, si bien esta crónica de Jaime I servirá de ejemplo para otras crónicas de posteriores reinados, compuestas a instancias de algunos monarcas, en términos generales, sin embargo, es la mencionada Crónica de San Juan de la Peña la base de la cronística posterior; compuesta, además, en versión latina31, catalana32 y aragonesa33 por orden de Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387) y como precedente a la de su propio reinado; y utilizada también, entre otros, por don Carlos Príncipe de Viana, heredero frustrado de Navarra, en su crónica de dicho reino34, que tanta historia compartió con Aragón en varios momentos de la Edad Media.
El siguiente paso, por tanto, puede ser, por ejemplo, el de la Crónica de Ramón Muntaner, referida al rey de Aragón Jaime II (1291-1327)35, en la que, entre otras menciones, sobresalen las siguientes: E segurament ell (el rey de Castilla) deïa ventat; que si aquests quatre reis (Navarra, Portugal, Aragón y Mallorca) que ell nomenà d’Espanya, qui són una carn e una sang, se tenguessen ensems, poc dubtaren e prearen tot l’altre poder del mon36. Y también: E aixi, con lo senyor rei hac tot això lleixat e ordonat, e hac yeístas per cap de les gents que lleixà en la frontera lo senyor infant N’Anfós, e ab ell lo comte d’Empúries, e el vescomte de Rocabertí, e el vescomte de Castellnou, e en Dalmau de Castellnou, e N’Arnau de Cortsaví, e en Guillem Galcerán de Cartellà, senyor d’Ostoles e de Pontons, qui podia hom dir que fo dels bons cavallers qui anc fos en Espanya…37.
Agrupando los diversos reinos cristianos bajo el nombre común de España, a la que pertenecen, tanto dichos reinos como el conjunto de caballeros que en la segunda mención aparecen con indudable procedencia catalana, tanto por título condal o vizcondal, como onomásticamente.
Situación que se encuentra también reiteradamente en la Crònica de Pere el Cerimoniós. De la que se pueden extraer algunos ejemplos significativos:
E, estant nós en València, veents que el passatge que el dit rei de Marrocs entenia a fer en Espanya era a nós molt perillós, haüt sobre açó nostre Consell, trametem al rei de Castella postres missatgers, ço es, mossèn Gonçalco García, lo Jove, e lo degà de València, apellat Diego López de Fonteio, qui después fon bisbe de Burgos, qui era de la Casa de la reina, nostra madrastra, lo qual la dita reina hi féu anar a favor
nostre…38.
E, apés, anam-nos-en en Aragó, e, estants allí, fom requests per lo rei de Castella, qui ens tramès sos missatgers que li feéssem valença e ajuda per raó de la convinença que era entre nós e ell contra lo rei de Marrocs, qui passava ab gran poder en Espanya…39.
Dimercres, darrer dia de juny, feem continuar la paga als cavallers e a las gents de peu e fem fer crida que tothom nos seguís l’endemà e prengués viandes a quatre dies, e reebem homenatge de mossèn Ramón de Barberá, capità de Coblliure, e que tengués lo castell a
31 Ubieto Arteta, A.: Crónica de San Juan de la Peña, Textos Medievales 4, Valencia, 1961.
32 Soberanas Lleó, A. J.: Crònica General de Pere III el Cerimoniós dita comùnament de Sant Joan de la Penya. Transcripció, prefaci i notes, Barcelona, 1961.
33 Orcástegui Gros, C.: Op. cit.
34 Orcástegui Gros, C.: La Crónica del Príncipe de Viana. Estudio, fuentes y edición crítica, 1978, Pamplona.
35 En Les Quatre grans cròniques, pròlegs i notes de Ferran Soldevila, Barcelona, 1971.
36 Ibídem, p. 757.
37 Ibídem, p. 786.
38 Ibídem, p. 1.033.
39 Ibídem, p. 1.036.
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costum d’Espanya40 (según la Consuetudo Hispanie recogida en Las Partidas de Alfonso X el Sabio y que tanto admiraba Pedro IV, porque favorecían el poder real, ya que los señores no tenían los castillos por derecho propio, sino como guardianes).
Es decir, la idea de España asociaba en este caso, como anteriormente, al conjunto peninsular amenazado por el rey de Marruecos y regido, entre otras normas comunes, por la llamada “Costumbre de España” en relación con las fortalezas controladas por el rey y que encomendaba a los nobles en su nombre para mantenerlas, defenderlas y administrarlas.
Después del tiempo de la monarquía de la casa de Aragón y Barcelona, ya visto anteriormente desde el interés que nos ocupa, con la casa de Trastámara, entronizada en Aragón tras la sentencia arbitral de Caspe de 1412, que se manifestó a favor de Fernando el de Antequera, Fernando I (1412-1416), la cronística de la Corona se inscribe dentro de los nuevos proyectos italianos y mediterráneos de sus regidores, impregnados del humanismo renacentista que rodeó la corte real, especialmente la de Nápoles con Alfonso V el Magnánimo (1416-1458).
Así, ya con el primer trastámara, el cronista Lorenzo Valla, en el libro primero que des-
cribe geográficamente España y sus reinos, se dice que: Así España, cuyas regiones y comarcas, más que las ciudades, han elegido sus nombres, no está dividida tanto en cinco reinos cuanto presta obediencia a cinco reyes, el de Castilla, Aragón, Portugal, Navarra y Granada41. Con la misma idea englobadora que las crónicas precedentes habían recogido según la tradición Isidoriana y Alfonsina.
Precisamente, el cronista, al referirse a la campaña de Antequera, que dio prestigio al monarca, alude a que: En cuanto a los víveres, dado que la cosecha siguiente fue sumamente copiosa, hubo tal provisión que en ninguna parte de España había menos carestía que en el campamento. Por lo que respecta a la flota, aquel año no hubo ninguna nave en el
mar, salvo dos naves de vigilancia, y es que el enemigo o no pensó en rehacer la flota,
o no tuvo confianza. Sin embargo, en el interim, los príncipes africanos habían enviado ocultamente a España soldados y armas en previsión de que Fernando volviese a declarar la guerra42.
Aunque el esplendor de la corte humanística de los trastámara aragoneses estuvo seguramente mejor representado en el reino de Nápoles de Alfonso el Magnánimo, y en ese tiempo, sobresale la obra de Antonio Beccadelli el Panormita (por haber nacido en Palermo), quien en De dictis et factis Alphhonsi regis Aragonum supo recoger en un texto escrito en latín las enseñanzas aprendidas en la corte del soberano en la que permaneció largo tiempo bajo la tutela regia.
Pues bien, en la traducción al catalán de este tratado a cargo de otro cortesano de Alfonso V, Jordi de Centelles, éste alude en su prólogo a que: Car si bé comemoram les passades histories, Spanya, ab tot que sia provincia en la regió d’Europa la plus darrera, e abundosa de tot lo que per a la vida humana és necessari, circüida a les tres parts e closa dela mar (la una part afronta ab la Ytàlia, l’altra ab la Àfrica, l’altra ciurcüida de la mar Occeana on és Finisterra, e hon Èrcules hedificà les sues colopnes nomenades Gades), l’altra part sia cenyda dels Montes Perineos, los quals la aparten de la Gàlia, que nosaltres diem França, hi en la Espanya hi aga insignes coses, axí de or e argent e cavalls que la fan singular, però, en veritat, fins als temps del gran rey Alfonso, pobra asestada de hòmens vituriosos ni conquistados fora d’ella, ni capitans, ni dignes de triünfo e fama inmortal, ab tot que lo
40 Ibídem, p. 1.076.
41 Historia de Fernando de Aragón, edición de Santiago López Moreda, Clásicos latinos medievales y renacentistas, 2002, Madrid, p. 82.
42 Ibídem, p. 101.
Norba. Revista de Historia, Vol. 19, 2006, 95-103
España en las crónicas de la corona de Aragón… Esteban Sarasa Sánchez 103
digne rey em Pere d’Aragó, qui conquistà Scicília, e son pare, de gloriós recort, lo rey en Jaume, mereixquen gran glòria43.
Texto en el que la idea geográfica de España se identifica con la histórica, a la que pertenecieron, según el autor, monarcas tan afamados como Jaime I el Conquistador (1213-1276) o Pedro III el Grande (1276-1285).
Y para proseguir el sucinto repaso cronístico, la llamada Coronica de Aragón de Gauberto Fabricio de Vagad (cronista de las cortes de Juan II y Fernando el Católico), que constituye la primera crónica aragonesa impresa en el taller de Pablo Hurus en 1499 y en lengua vernácula, recoge ampliamente menciones a España. Para empezar, en el primero de sus prólogos loa el autor las excelencias de España según historiadores anteriores, cuyos textos comenta; en el segundo ensalza a Aragón y en el tercero encumbra a Zaragoza como “cabeza de Iberia”; para a continuación iniciar un relato desde los míticos reyes de Sobrarbe hasta el fin del reinado de Alfonso el Magnánimo en 145844.
Precisamente, al final de la crónica, refiriéndose al Magnánimo se dice, por ejemplo, que: Llegan en este medio cartas de España, en que fazen al rey saber cómo el rey don Johan de Castilla mirara poner en prisiones al infante don Enrrique, hermano del rey, que él mucho amava, maestre de Santiago y duque de Alburqueque, y príncipe hermoso y dispuesto. Y la causa porque fuera preso, porque andando en grandes amores con la infante doña Caterina, hermana del rey don Johan de Castilla, passó tan adelante con ella que se la levó de la corte y se casó a la postre con ella45.
España es, pues, para el cronista de finales del siglo xv, un referente peninsular en el que se incluyen los dominios del rey de Aragón; de un rey de Aragón establecido en Nápoles, al otro lado de la cuenca occidental mediterránea y desde donde Alfonso mantiene su atención hacia las noticias llegadas de sus reinos hispánicos.
Finalmente, terminamos este recorrido con una crónica en latín de título muy indicativo. Se trata de la Chronica regum Aragonum et comitum Barchinone et populationis Hispanie de Esteban Rollan46. Autor del final del siglo xv y comienzos del xvi, que, tras mencionar en varias ocasiones a España como comunidad ibérica, termina precisamente con la siguiente referencia:
Ad honores Dei et gloriam et ad preconium excellentissimorum regum Aragonie et comitum Barchinone et nationis nostre inclite Cathalane expliciunt cronice ipsorum abreviate per fratrem Sthephanum Rollan, ordinis Predicatorum.
Ab hac luce substrato rege Ferdinando, scilicet anno Domini Mº.D.XVI, successit ei in regno Karolus, pronepos eius ex parte matris, qui fuit sublimatus in regnum totius Hyspanie de mense iulii, anni Domini Millessimi quingentessimi XVIII, apud Cesaraugustam47.
Carlos I fue “revestido”, según este cronista, en todos los reinos de España.
43 A. Beccadelli el Panormita, Dels fets e dits del gran rey Alfonso, versió catalana del segle xv de Jordi de Centelles, a cura d’Eulàlia Duran, Barcelona, 1990, p. 72.
44 Coronica de Aragón, edición facsimilar de la obra impresa realizada por Gauberto Fabricio de Vagad, introducción a cargo de Carmen Orcástegui Gros, Zaragoza 1996.
45 Edición citada, p. CLXVIIIv.
46 Edición e índices por M.ª Isabel Falcón Pérez, 1987, Zaragoza.
47 Edición citada, p. 61.

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 01 Ene 2010, 19:33
por Urkijo
No me he leído del todo el artículo, salvoechea, pero no puedo contenerme el comentarte una cosas que he visto y me han llamado la atención. Esteban trata de "irredentos" a los territorios de Al-Andalus. Es decir, "que son reclamados como propios por una nación como propio, por motivos históricos o culturales". Ahora bien, ¿existía Aragón antes de la llegada de Al-Ándalus? ¿Por qué reclamaba tales tierras?

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 01 Ene 2010, 19:44
por salvoechea
Urkijo, supongo que sabes que a estas alturas yo defiendo la postura que la denominación España (derivada de sus formas primero fenicia y despues latina), es una denominación, que en su origen es puramente geográfica y que ha sido el devenir de la historia la que la ha transformado en una realidad política, en la actualidad profundamente rechazada por amplios sectores. Utilizo el texto para intentar funamentar mi posición.

Respecto a lo que preguntas sobre Al-andalus y su consideración de irredentos, profundizar en ello, podría llevarnos a iniciar otro Offtopic solo empezar el nuevo tema, pero creo que los pueblos cristianos de la época se consideraban herederos de la anterior denominación y de los habitantes anteriores a la ocupación por los islámicos.

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 01 Ene 2010, 20:19
por Aquitania
salvoechea escribió:
Aporto un texto con referentes históricos de la utilización de España como denominación que englobaba a los diferentes pueblos de la península Ibèrica.
Tú crees? A mí me parece que este texto no habla de la deniominación de España englobando a los diferentes pueblos de la Península Ibérica. Como señala Urkijo, si hablamops de "todos los pueblos de la península ibérica", a qué viene dejar fuera a Al Andalus? No estaban en Iberia?

Ahiora bien, el texto señala que la denominación "España" se aplicaba también a los territorios de Al Andalus. Veamos por qué:

Al incio, refieriéndose a los textos de Alfonso II, se señala la imporancia de la concepción isidoriana de hispania:
Posiblemente, en la idea adquirida y manifiesta en la diplomática del primer titular de la Corona de Aragón propiamente dicho, predominaba la concepción isidoriana plasmada en el elogio de España por el ilustre obispo hispalense y que se recordó a lo largo de la Edad Media: De laude Spaniae.
Lo de la concepción isidoriana, viene de Isidoro de Sevilla, teólogo de la España visigótica:

http://es.wikipedia.org/wiki/Isidoro_de_Sevilla

(parte: el autor traduce "libremente" la palabra latina Hispania como España, cuando Isidoro escribía Hispania, en latín. Parece una tontería, pero creo que al final se ve como la identificación Hispania/ España es sumamente importante).

Sigue el texto:
Idea unitaria que explica el que en los reinos cristianos ibéricos medievales, el corónimo España se aplicase en general, tanto para el territorio dominado por el Islam (al-Andalus) y que había que recuperar con el ideario goticista precedente, como para el ya controlado por los monarcas hispano-cristianos.
O sea, queda claro que el autor defiende la hipótesis (que me parece correctsa) de que con la reivindicación de la Hispania visigoda se fundamenta la Reconquista. Por qué había que recuperar para España el territorio dominado por el Islam? Si España fuera la denominación geográfica de la Península, Al-Andalus no se iba a mover de sitio, ya estaba allí. Si hay que reconquistar esos territorios es porque antes se habían "conquistado", eran "suyos". Ahí entra lo que comenta Urkijo, son reclamados porque la idea del pasado visigodo como justificador de la unidad política y religiosa de los territorios pensinsulares se concreta en la igualación Hispania (visigoda)=España (cristiana, expulsando musulmanes y judíos también).

Me parece interante el paso a Carbonell, que cita Espanya en sus cròniques. Por qué?
habría varias razones, aprece que no consolidadas del todo:
D’una banda, Espanya era, com a l’edat mitjana, una expressió geogràfica, buida de contingut polític.
Eso no lo veo muy claro, pero lo dejaría aparte. Esto sí me parece importante:
En segon lloc, però, la puixança de l’ideal clàssic identificava ja aquesta Espanya
amb la ‘Hispana’ dels romans, a la qual alguns autors –i molt especialment el cardenal
i bisbe d’Elna i de Girona Joan Margarit– van voler buscar un pasta esplendorós, entron-
cant així amb la manera de fer dels humanistas italians. Convé no oblidar, en aquest sentit, que l’ideal patriòtic –i, en historiografia, el desig de trobar un passat ben antic i brillant
per a la pròpia patria– va ser un element comú a la major part dels intel.lectuals humanistes.
Es decir, que la identificación de España con la Hispania romana se utiliza para dar un pasado esplendoroso a la patria (nada nuevo).
Finalment, cal plantejar encara un darrer aspecto: els historiadors catalans del segle xv reivindicaven per al seu país i els seus reis l’herència d’aquesta tradició hispànica, en un moment en què el projecte espanyol admetia encara diverses lectures; és a dir, en què no s’havia imposat –si més no d’una manera definitiva– un determinat model polític.
Esto es interesante. La España/Hispania era aún un proyecto viable `para los historiadores (reales) catalanes.
O per dir-ho amb paraules de Joseph M. Nadal, “al voltant d’un projet únic –Hispaniam restaurare et recuperare–, es menava una lluita per aconseguir l’hegemonia”16.
Tampoco nada sorprendente, el proyecto de restaurar y recuperar España supone una lucha para conseguir la hegemonía de esa nueva España (fruto de la recuperación de Hispaniam). Pero me parece que queda claro que esa Hispaniam que hay que restaurar y recuperar supone necesariamente la constatación de que el término no se refiere a una simple localización geográfica, lo que hay que restaurar y recuperar es la historia, los reinaos, la religión la pol´`itica en suma.
Esta concepción unitaria del grupo humano español más allá de las diferentes organizaciones (según Maravall), no se perdió, sino que se difuminó en la historiografía posterior, y no sólo la castellana, sino también la de Portugal, Navarra y Aragón, donde también se refleja que la conciencia común de saberse españoles era compatible con la defensa y exaltación de la de la identidad de cada reino, incluyendo, claro está, la política, a cuya descripción se consagran21.
Esto me parece muy concordante con el texto de Jaume I (libre dels feyts) que comentábamos en otro hilo. También me parece históricamente claro que es compatible la exaltación de cada reino con el proyecto común de restaurar Hispaniam (vamos, en otras palabras, la Reconquista). Es normal que se consideren españoles (parte de ese proyecto restaurador del "orden" visigodo) los que tienen como objetivo común recuperar para sus reinos crsitianos las tierras "arrebatadas a la Hispania visigoda" por los musulmanes... Una lógica de guerra perfecta, creo. Las tierras son suyas porque son los herederos de los visigodos (muy cuestionable también) y hay que reconquistarlas para que vuelvan a ser una unidad político-religiosa homogénea.

Ojo, entonces aún no se plantea la unidad cultural y política entre los diferentes reinos cristianos, estamos hablando del siglo XIII, no es la España que conocemos ahora. De momento cada quien tiene sus reinos, su lengua y sus fueros, pero son "españoles" en la lucha por reconquistar la Península frente a los musulmanes (que la ocupan ilegítimamente porque no son herederos de Hispania). Creo que se puede entender así.


Es decir, la visión ultrapirenaica de España en estos ejemplos se adscribe a la península musulmana o, si acaso, a las fronteras cristianas con al-Andalus. En una confusa idea de lo que sucedía al sur de la cordillera donde, al parecer, todo era indistintamente España.
Pues eso, confusa, lógico, la idea de política exterior de la época no era muy grande.
el siglo xiii parece que acuña un sentido común de España entre los diversos reinos de su geografía que recupera la idea isidoriana sobre la base de las sucesivas crónicas de conjunto debidas a Rodrigo Ximénez de Rada y, sobre todo, a Alfonso X el Sabio. Personalidades cronísticas ambas, aparte de sus protagonismos eclesial y político respectivamente, que iban a marcar un hito historiográfico como punto de partida y referente para muchas composiciones narrativas posteriores alentadas desde la propia monarquía y a través de la proyección especial del gran soberano de Castilla y León.
Ahí me parece que la idea queda muy clara, que el origen del "sentido común de España" es la idea isidoriana, que fundamenta la Reconquista como explicaba antes. Me parece una hipótesis plausible.

Buf, y vaya tocho, no me enrollo más. Lo que me parece que queda bastante claro es que España, en el contexto en que se comenta en este texto, no es una denominación de los diferentes pueblos de la Península. Por un lado se excluye a los "pueblos" que no son crsitanos y herederos de esa Hispania visigoda, por elk otro no se refiere a los "pueblos", sino a los intereses políticos de los reinos (fundamentados por sus historiadores, claro). Entonces, a lo que dices, salvoechea, de que el origen de la denomincación España es puramente geográfica, está claro que este texto no sostiene lo mismo, y entonces no entiendo cómo fundamentas tu posición en él.

salvoechea escribió:
pero creo que los pueblos cristianos de la época se consideraban herederos de la anterior denominación y de los habitantes anteriores a la ocupación por los islámicos
los pueblos? Crees que las guerras medievales, y en especial la Reconquista, surgía de los intereses y necesidades del pueblo?
Pero es que además, que un pueblo se considere heredero de una tierra y legitimado para expulsar a otro, aunque fuera el caso, no es nada "puramente geográfico ni normal", creo...

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 01 Ene 2010, 20:52
por salvoechea
Aquitania, solo utilizo el texto como fundamento de que el termino España es utilizado para definir un espacio geográfico determinado desde hace mucho tiempo, solo para eso. Evidentemente no soy el autor y como ya sabes, no defiendo una unidad de España artificial ni impuesta, solo contradigo a quien afirme que el termino España o españoles no se ha venido utilizando historicamente para definir a los habitantes de la peninsula Ibérica.
Tú crees? A mí me parece que este texto no habla de la deniominación de España englobando a los diferentes pueblos de la Península Ibérica. Como señala Urkijo, si hablamops de "todos los pueblos de la península ibérica", a qué viene dejar fuera a Al Andalus? No estaban en Iberia?
Uf, trampa anacrónica, evidentemente si lo analizamos desde nuestra perspectiva actual, claro que si. ¿Quien sabe que hubiese pasado si Al-andalus se hubiese mantenido?

Insisto definición geográfica, lo de la unidad política es mucho más complejo, simple deformación del fenicio al Latín y del latín a las lenguas peninsulares y con fundamento histórico.

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 01 Ene 2010, 21:26
por Aquitania
Aquitania, solo utilizo el texto como fundamento de que el termino España es utilizado para definir un espacio geográfico determinado desde hace mucho tiempo, solo para eso.
Pero es que no lo es, ese espacio geográfico determinado, salvoechea. En el siglo XII las fronteras eran unas, y en el siglo XV eran otras. Eso no concuerda con la geográfía. No sé, igual es que no te estoy entendientdo.
Evidentemente no soy el autor y como ya sabes, no defiendo una unidad de España artificial ni impuesta,
Sí, eso lo tengo muy claro.
solo contradigo a quien afirme que el termino España o españoles no se ha venido utilizando historicamente para definir a los habitantes de la peninsula Ibérica.
Pero es que (según el texto que citas), el término españa o españoles no se ha venido utilizando históricamente (al menos según los textos que ahí se comentan) para definir a los habitantes de la península Ibérica. Por eso he hecho alusión a Al-Andalus. Sus habitantes no eran "habitantes de la Peninsula Ibérica"? Entonces por qué no son españoles, sino invasores? Ahí me estoy repitiendo, ya lo sé, pero no me lo aclaras. Eso no depende de nuestor punto de vista actual, o eran habitantes de la península o no lo eran. La península sigue siendo exactamente igual.
Uf, trampa anacrónica, evidentemente si lo analizamos desde nuestra perspectiva actual, claro que si. ¿Quien sabe que hubiese pasado si Al-andalus se hubiese mantenido?
Bueno, desde el punto de vista actual, España no agrupa a todos los pueblos de la Península Ibérica, los portugueses siguen estando. E invluye Baleares y Canarias que no son Península.

Si Al Andalus se hubiera mantenido, la geografía de la Península hubiese sido exactamente la misma que es ahora, imagino. Si no hay un fallo de placas tectónicas :D
Insisto definición geográfica, lo de la unidad política es mucho más complejo, simple deformación del fenicio al Latín y del latín a las lenguas peninsulares y con fundamento histórico.
En ese párrafo directamente no entiendo demasiado bien qué planteas. La definición geográfica no tiene nada que ver con el nombre, ni fenicio ni latín. La deformación del latín a las lenguas peninsulares no es una deformación lingüística, en el texto queda claro que es una utilización política y tiene que ver con la unidad política (determinados reinos que utilizan la idea de la Hispania visigoda, heredera de la Hispania romana y demás). O sea que de "deformación lingüística" nada, la demoninación España tiene un origen político en sí. El nombre España tiene que ver con la unidad política de los reinos, y esa no es geográfica, porque cuando se enunció no correspondía a los límites geográficos de la península (lo miro desde entonces, no desde una perspectiva actual).

Y el texto habla todo el rato de unidad política...

Bueno, y había otra cosa que no había comentado:
yo defiendo la postura que la denominación España (derivada de sus formas primero fenicia y despues latina), es una denominación, que en su origen es puramente geográfica y que ha sido el devenir de la historia la que la ha transformado en una realidad política,
Bueno. El origen fenicio sí se puede tomar en un sentido geográfico, pero bueno, el nombre que adoptaron los romanos sí podría tener un origen fenicio (quizá) . La Hispania romana no es una denominación geográfica, es ya una realidad política (provincias del Imperio), o sea que ni en su origen latino sería puramente geográfica.

Pero yo no tengo nada claro que un nombre derive en otro "normalmente". Pienso que ya se había dado una parte importante del "devenir de la historia" cuando España se considera derivación de Hispania (que eso sea así es una parte de esa "unidad política"

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 01 Ene 2010, 21:29
por salvoechea
Si Al Andalus se hubiera mantenido, la geografía de la Península hubiese sido exactamente la misma que es ahora, imagino. Si no hay un fallo de placas tectónicas
No, pero se habria cambiado su denominación, sería el mismo sitio con otro nombre, como si mañana triunfa la revolución y le ponemos Confederación iberica de pueblos libres. Iberia para resumir.
En ese párrafo directamente no entiendo demasiado bien qué planteas. La definición geográfica no tiene nada que ver con el nombre, ni fenicio ni latín. La deformación del latín a las lenguas peninsulares no es una deformación lingüística, en el texto queda claro que es una utilización política y tiene que ver con la unidad política (determinados reinos que utilizan la idea de la Hispania visigoda, heredera de la Hispania romana y demás). O sea que de "deformación lingüística" nada, la demoninación España tiene un origen político en sí. El nombre España tiene que ver con la unidad política de los reinos, y esa no es geográfica, porque cuando se enunció no correspondía a los límites geográficos de la península (lo miro desde entonces, no desde una perspectiva actual).



Comúnmente se admite que España viene del latino Hispania y que este nombre se impuso entre los romanos después de un periodo dubitativo entre el "Hispania", de raíz supuestamente fenicia, y el "Iberia" de los griegos.

Profundizando en un origen fenicio del nombre de Hispania, tenemos a la raíz SPN, equivalente a la etimología hebraica SPN (leído saphan, conejo), que da la significación de "Tierra de conejos", amparándose en un texto de Catulo, que había calificado la península de cuniculosa, es decir, "Tierra de abundantes conejos".

Sin embargo, un historiador y hebraísta, Cándido Maria Trigueros, leyó allá por 1767, una pormenorizada disertación en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, con el nombre de "Memoria sobre el nombre de España y el nombre funículos" preguntándose después de citar al menos a trece historiadores antiguos y con textos en cinco alfabetos diferentes, el latín, castellano, celtibero, griego, hebreo y siríaco, como era posible que ninguno de ellos reflejara o supiera que Span significara en las lengua orientales conejo, resumiendo que ni unos ni otros relacionaron el animal con la tierra en que se criaba, porque esta voz oriental no era el nombre de ningún animal, aparte de que mal podían los fenicios tener en su idioma el nombre de un animal que no conocían. La explicación etimológica de Trigueros, se basa en que, como el alfabeto fenicio-hebreo carece de vocales se pueden hacer múltiples combinaciones, tanto en Caldeo como en hebreo bíblico la palabra sphan significa "el aquilon" o " Tierra del norte" y el motivo es significativo en la definición ya que los primeros en desembarcar en nuestras costas y ponerle el nombre, eran gentes que venían del sur o mejor dicho, el nombre de Span fue impuesto por estar al septentrión de las tierras que venían los primeros que nos pusieron el nombre.

El mundo griego denominó a la península "Iberia". Hiberia, para los griegos del siglo IX y VIII a. de c. era la región de Huelva, y el río Hiberus se identificaba con uno de los ríos onubenses. Eso es lo que se deduce la Ora Marítima de Avieno, que dice beber en fuentes antiquísimas griegas, y del Pseudo-Escimno de Chio, fechado en el siglo V a. de C.

Otros defienden una derivación del topónimo "Spal", el más antiguo atribuido a Hispalis, Isbilya o Sevilla: Spal>>Hispalis>>Hispania>>España. Quizás sea la que defiende un origen más autóctono del nombre de España.

Recientemente el profesor Jozko Savli ha aportado topónimos de la zona de Eslovenia y el Véneto italiano para demostrar como el nombre de España proviene de la raíz "Spane", que denota superficies llanas entre montañas. Los Venetos habrían alcanzado la península en tiempos anteriores a los celtas (¿contemporáneos e incluso emparentados a los ligures?) por lo que habrían dejado este nombre a los sucesivos invasores. La clave está en considerar a los eslovenos como descendientes directos de los venetos e incluso etruscos, todos ellos proto-eslavos, por lo que su lengua sería ideal para descifrar el origen de muchos significados hoy olvidados.

Emparentado con la teoría "veneta", en el idioma macedonio (que algunos consideran también proto-eslavo) existe el vocablo "spaan", que significa "sueño",(en inglés "span" como el espacio entre dos puntos e incluso la voz alemana antigua "spanna") pues bien, si consideramos el sueño como el periodo entre dos vigilias, tenemos el paralelismo con la morfología toponímica de Spane como planicie entre montañas. A partir de aquí aún podríamos preguntarnos si Iberia puede estar emparentada con el latín de "Tempus Hibernum", que es el invierno, la estación en que muchos animales "hibernan", volvemos pues a un periodo de actividad "plana" entre dos periodos de mayor vitalidad. A su vez, el nombre histórico de una república del Caúcaso es Ivernia, "la otra Iberia" de la que hablara Herodoto. Pero también Siberia proviene del vocablo Tártaro "tierra del sueño" (y por qué no tierra de hibernación), siendo sus primeros pobladores "míticos" el linaje de Túbal, no en vano uno de sus principales ríos se denomina "Tobol" y su capital histórica, Tobolsk (sk es sufijo ruso que indica "lugar"). Iberia y Euskadi también aparecen primigeniamente habitadas en su origen por Túbal y su descendencia (más toda la historiografía del "tubalismo" existente al respecto).

Por último, pero no menos importante, señalar la explicación Balto-eslava del origen de España como "unión", así tenemos que en checo "unidos" significa "spojeny", precisamente España nace como "unión" de Reinos peninsulares.

Más difícil de explicar es cómo el apóstol San Pablo en su Epístola a los Romanos pretendía visitar "España" (Rom 15,28) antes de que España "naciera" como unión de Reinos.
Casi todos están de acuerdo en que el nombre Andalucía procede del árabe al.Andalus, pero el concepto árabe al.Andalus refería todos los territorios ocupados en la península con equivalencia al de Hispania, de hecho la inscripción más antigua que se conoce está en una moneda bilingüe con la palabra latina Span y la árabe al-Andalus ,fechada cinco años después de la conquista islámica. Los propios reyes cristianos en sus incipientes reinos norteños denominaban Hispénia a la zona árabe que se autodenominaba al.Andalus, luego por razones de la mayor permanencia árabe en el sur su uso se fue restringiendo al sur coincidiendo más o menos con la antigua Bética. ¿Pero de donde viene el al.Andalus árabe?
Hay variadas teorias, algunas ciertamente curiosas,a saber:

A.- Teorias menos sostenidas:
A-1)Parece que para algunos autores arabes: " Andalus significa, hijo de Tubal, que fue hijo de Jafet".
A-2)Otros han propuesta un significado como la tierra de luc o lugh, el dios céltico.
A-3)Otros proponen al.andalus como un compuesto de al+andal+us con el significado de "gran madre río" y la siguiente explicación:
al= articulo + andal= rio grande + us= hijos o pobladores de
A-4)Hay una serie de topónimos y nombres aborígenes que tienen en común el morfema “AND” de lo cual deducen una posible etimología ibérica que pudiera estar relacionada con minas,así cumplirían esta propuesta:
Andorra, Andoain, Andújar, Andévalo, Andarax, Andelos, Andorgi y Andorbanen.

B.-Teorías más seguidas:
B-1).-Es una derivación del nombre de la Atlántida: como traducción simple de Isla del Atlántico o Atlántida desde el árabe. El nombre de al-Andalus aparece ya en tradicionesy en poesía árabe de la primera época del Islam anterior a la conquista . Aparece en estas fuentes orientales y en las primeras que narran la conquista de Hispania como el nombre de una isla, Chazirat al-Andalus, o de un mar, Bahr al-Andalus. Puede que la denominación de Chazirat al-Andalus (isla de al-Andalus) es una traducción árabe simple de Isla del Atlántico o Atlántida; para explicar el paso del greco-latino Atlántida al árabe al-Andalus se apela a la transcripción fonética: Atlanta pronunciado al.landa, (como de atleta se dice al.leta) sustituyrndo la “ te” por “l” geminada.

B-2)Proviene de Vandalucía: Ya S.Isidoro relaciona Andalucía con Vandalucía y la tribu de los vándalos , uno de los clanes germánicos que invadió la península al final del imperio romano . Andalucía fue tierra de los vándalos pero solo por el corto espacio de de 18 años (411 a 429),que parece poco tiempo para justificar el nombre para toda una región tan extensa. Otros dicen que el nombre de Vandalucía se inició para designar especialmente el puerto de Julia Traducta (Tarifa o algeciras)donde los vándalos embarcaron para marchar a Africa", extendiendose desde allí para designar a toda la antigua provincia de la Bética, y haciendo derivar de Vandalus > Vandalicia > Vandalucía > Andalucía.
B-3)Proviene del gótico Landahlauts:
El islamista alemán Heinz Halm consideró en 1999 que al-Andalus era simplemente una arabización del nombre que los visigodos dieron a las tierra que dominaban.
Gothica sors es la denominación que recibía el Reino Godo en su en sus fuentes escritas, en alusión a los sorteos de tierras que se realizaba entre los señores visigodos conquistadores.
En este contexto , Landahlauts ( o "Tierra de sorteo") habría sido una denominación habitual para el territorio , que se habría transformado , con la llegada de los árabes , en al-Andalus.
Como recopilador
Diefuba

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 01 Ene 2010, 21:50
por Aquitania
No, pero se habria cambiado su denominación, sería el mismo sitio con toro nombre, como si mañana triunfa la revolución y le ponemos Confederación iberica de pueblos libres. Iberia para resumir.
Pero qué tiene que ver la denominación con la geografía? Igual es que no estoy entendiendo en qué sentido dices la palabra "geografía".

Respecto a los límites: si mañana le ponemos Confederación Ibérica de pueblos, geográficamente va a ser igual. Y si mañana hacemos eso, explícame cómo les contamos a los canarios que están en iberia :D Pero eso será un problema del nombre, no de la geográfía. Los Pirineos y el estrecho de Gibraltar no los vamos a mover en la Revolución, verdad? Pues entonces no hay cambios geográficos respecto a la península actual.

Otra cosa es si en es revolución se permitiera a las comunas decidir libremente con quién se federan, y saliera un mapa de la confederación de pueblos etc diferente porque una comuna libre de Jerez de la Frontera ha independizado el Estado de Gibraltar, yo que sé, y ya no es Iberia libre. Ahí sí se tocan los límites de geografía política. Pero en la península, siguen estando igual, aunque no se les pueda llamar parte de la "Iberia para resumir". O sea, que si nos referimos a los pueblos de la península, entran.

Respecto a la denominación: si España tuvo el sentido de "nombre que representa la variedad de pueblos de la Península", pues hubiera representado la variedad de pueblos igual si hubiera estado Al-Andalus. Si le hubieran cambiado el nombre, es que ese nombre significaba "algo más".

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 01 Ene 2010, 22:05
por salvoechea
Pero qué tiene que ver la denominación con la geografía? Igual es que no estoy entendiendo en qué sentido dices la palabra "geografía".
A ver si me explico con un ejemplo, porque mira que me lo pones difícil. Europa define una realidad geográfico- política ¿no?, compuesta por multitud de pueblos y culturas a lo largo de la historia y que cambia, ha cambiado y cambiará, pero sin embargo se entiende que define una porción de territorio en un periodo de tiempo determinado (dentro de millones de años, las placa tectónicas que hagan lo que quieran). Pues en un sentido similar la definición España ha cumplido una función parecida.

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 01 Ene 2010, 23:43
por Aquitania
A ver si me explico con un ejemplo, porque mira que me lo pones difícil
Que te lo pongo difícil? No sé, geografía es un término bastante concreto, no?
Igual si distingo entre geografía física y geografía política es más fácil.
Europa define una realidad geográfico- política ¿no?, compuesta por multitud de pueblos y culturas a lo largo de la historia y que cambia, ha cambiado y cambiará,
Vale, eso es diferente, si hablamos de unidad geográfico-política ya lo entiendo. Si, cambia, ha cambiado y cambiará.
pero sin embargo se entiende que define una porción de territorio en un periodo de tiempo determinado
Pues la porción de territorio que define Europa creo que no está tan clara. Por ejemplo, los mapas de Europa que se estudian ahora incluyen Turquía, que hace siglos no se hubiera considerado parte de Europa. La frontera euroasiática es bastante cambiante también, disuelta la URSS. Si hablamos de geografía no lo veo claro, si hablamos de geografía política sí, claro, porque cambia de acuerdo a circunstancias políticas. Pero las fronteras son geografía política.
Pues en un sentido similar la definición España ha cumplido una función parecida
No estoy de acuerdo. Europa sólo es una entidad política legislada y definida, entre comillas, desde hace relativamente poco (al menos para los que vivimos en el estado español) . Y aún así, esa legislación se da en tanto que UE, no se identifica con Europa. Vamos, que creo que la mayoría de gente tiene claro que las fronteras de la UE no se corresponden con Europa como continente (geografía física). Europa tampoco tiene un pasado como reino, ni como agrupación de reinos bajo bandera común. Tampoco una unidad religiosa. Sí que puede ser entendible como algo "territorial", aunque de forma muy relativa, porque cada vez se ideologiza más.

España, en cambio, ha funcionado como reino desde el siglo XVI (y con una idea justificadora anterior), y sus fronteras están definidas no por una situación geográfica (por ejemplo, la Corona de Aragon extendía sus territorios mucho más arriba de los Pirineos), sino por tratados, guerras, colonias... También ha estado definida por reyes comunes, después una maquinaria estatal común y demás. De hecho es que a mí España me parece sólo una denominación política, no geográfica.

Es que además la identificación entre "España" y "la Península Ibérica" es comp`leja si piensas en términos de colonias, que no hace tanto que dejaron de existir.

La Península Ibérica es otra cosa, sí cumple una denominación geográfica física (pero no es sinónimo de España, para mí).

Pero bueno, igual me faltan referentes o estoy equivocada. Salvoechea, en qué contexto piensas tú que se ha utilizado España para referirse a los diferentes pueblos y culturas de la Península, a la diversidad cultural?

Edito: a ver, matizo, me estoy refiriendo a las denominaciones más antiguas de España. Sí que se ha usado en concepto España en un sentido muy diferentes, posteriormente, en el republicanismo, la España federal, el anarquismo y demás.

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 02 Ene 2010, 01:24
por salvoechea
Salvoechea, en qué contexto piensas tú que se ha utilizado España para referirse a los diferentes pueblos y culturas de la Península, a la diversidad cultural?
En ninguno si lo analizamos desde una perspectiva actual, y te lo he comentado en alguna ocasión, no tengo inconveniente alguno en cuestionarme su existencia, es una mera definición que se ha venido utilizando. De igual modo que la inmensa mayoría de denominaciones geográfico-políticas. Incluso las diferentes culturas y pueblos que han habitado España a lo largo de la historia, han tenido fronteras difusas y muchas veces mezcladas
Pero hay algunas donde la digamos costumbre de llamarle de una forma concreta ha perdurado en el tiempo.
España, en cambio, ha funcionado como reino desde el siglo XVI (y con una idea justificadora anterior), y sus fronteras están definidas no por una situación geográfica (por ejemplo, la Corona de Aragon extendía sus territorios mucho más arriba de los Pirineos), sino por tratados, guerras, colonias... También ha estado definida por reyes comunes, después una maquinaria estatal común y demás. De hecho es que a mí España me parece sólo una denominación política, no geográfica.
Ese argumento para mi es contradictorio, por un lado dices que España no definía una situación geográfica y por otro lado hablas de de territorios y colonias. No se utilizaba España para definir todos los territorios que estaban bajo soberania de la monarquia Hispanica, sino Imperio español, que aunque estaban bajo el dominio de un rey y bajo una determinada administración política no hacian que esos territorios cambiasen su nombre para englobarlos a todos bajo el nombre de España.

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 02 Ene 2010, 01:56
por Aquitania
En ninguno si lo analizamos desde una perspectiva actual, y te lo he comentado en alguna ocasión, no tengo inconveniente alguno en cuestionarme su existencia, es una mera definición que se ha venido utilizando.
Ahí está para mí la cuestión del hilo, en ver si es una mera definición y qué define. Y desde cuándo se ha venido utilizando y por qué.
Por otra parte, bueno, no tiene por qué ver con una perspectiva actual, si piensas que desde otras perspectivas, digamos anteriores, España sí nombraba esa diversidad de pueblos, también me parece interesante.
De igual modo que la inmensa mayoría de denominaciones geográfico-políticas.
Sí, es que yo pienso que la mayoría de definiciones geopolíticas están bastante cargadas ideológicamente. Lo que pasa es que el término "España" lo está, creo, de un modo muy concreto.
Pero hay algunas donde la digamos costumbre de llamarle de una forma concreta ha perdurado en el tiempo.
Igual eso sería interesante, ver si esa costumbre nació de una realidad cultural vivida por el pueblo realmente, o si fue un concepto políticamente impuesto. Eso estaría bien discutirlo, pienso, daría una perspectiva productiva al debate.

Yo es que no pienso que llamar "España", por ejemplo, a Euskal Herria o a Catalunya nazca exactamente de una costumbre.

Otra cosa, claro, es que estamos hablando del siglo XII, XV y demás. Es evidente que después de 300 o 400 años sí se puede hablar de costumbre, y si alguien habla de España y mete Catalunya pues es normal. Lo que me parece cuestionable es que eso haya sido así desde siempre.
Yo creo que España fue un término que nació con unas connotaciones políticas muy determinadas y que se ha ido convirtiendo en "costumbre" después (un poco al revés de lo que tú planteas, ya lo sé :oops: ).

Me parece que va un poco en paralelo a lo de llamarle "español" al castellano, que son denominaciones que usamos constantemente hasta que pierden las connotaciones políticas que tuvieron en un principio (o no tienen las mismas para todo el mundo).

Pero bueno, tú crees (como comentábamos en otro hilo) que el cuestionamiento al término España y a sus orígenes se hace sólo desde el nacionalismo "periférico"?
Ese argumento para mi es contradictorio, por un lado dices que España no definía una situación geográfica y por otro lado hablas de de territorios y colonias.
Claro, territorios que en un mapa físico están alejados de la Península Ibérica pero que son denominados España (vuelvo a poner el ejemplo de Canarias).

Te decía esto porque me ha parecido que identificabas España con la denominación "habitual" para el territorio de la Península. No es así? O, en cualquier caso, que hablabas de una denominación geográfica, equivalente a Europa.
No se utilizaba España para definir todos los territorios que estaban bajo soberania de la monarquia Hispanica, sino Imperio español, que aunque estaban bajo el dominio de un rey y bajo una determinada administración política no hacian que esos territorios cambiasen su nombre para englobarlos a todos bajo el nombre de España.
No, es verdad, estaba pensando en el Reino de España (pero de acuerdo, quitemos las colonias del debate.)

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 02 Ene 2010, 11:35
por salvoechea
Yo creo que España fue un término que nació con unas connotaciones políticas muy determinadas y que se ha ido convirtiendo en "costumbre" después (un poco al revés de lo que tú planteas, ya lo sé ).
No lo creo, en todo caso las connotaciones políticas a las que aludes, bien poco tiene que ver con las actuales.
Pero bueno, tú crees (como comentábamos en otro hilo) que el cuestionamiento al término España y a sus orígenes se hace sólo desde el nacionalismo "periférico"?
¿Quien más lo cuestiona?, ¿desde que ámbito lo hacen?

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 02 Ene 2010, 16:16
por Aquitania
No lo creo, en todo caso las connotaciones políticas a las que aludes, bien poco tiene que ver con las actuales.
Yo creo que sí hay connotaciones políticas asociadas a la idea de España que se han ido manteniendo. La del castellano como lengua común, por ejemplo, o la del territorio homogéneo en mayor o menor grado en lo cultural o religioso. O que el rey sea jefe de estado, sin ir más lejos.

Pero bueno, aunque no sea así, tú no crees que en su origen tuviera connotaciones políticas? Igual no me queda muy claro, porque precisamente los textos que has ido colgando iban en general por esa línea, la de las connotaciones políticas del término, no?
¿Quien más lo cuestiona?, ¿desde que ámbito lo hacen?
Bueno, en principio el anarquismo, se me ocurre, que cuestiona los estados nacionales y la fundamentación histórica de éstos. Desde una perspectiva libertaria no nacionalista, pienso que se suele hacer una crítica a la fundamentación de la historia de los pueblos a partir de reinados medievales y conquistas de territorios basadas en la religión, los pactos y demás.

De hecho, la idea de una confederación libertaria ibérica incluye en sí, desde mi punto de vista, un cuestionamiento de la geografía política de España. Por eso te ponía el ejemplo de una hipotética comuna del Estrecho independiente. Si los diferentes pueblos de la Península se confederan libremente, el mapa geopolítico resultante no tendría por qué coincidir con los límites geográficos físicos de la Península (suponiendo que la denominación tanto histórica como actual de España corresponda con la Península, que a mí me queda claro que no es así)

Aparte del anarquismo, hay muchas tradiciones de pensamiento político diversas que han cuestionado España como concepto, muchas veces con ánimo de generar otros conceptos de España que difirieran de las connotaciones del poder. No sé, desde el federalismo, el republicanismo más o menos radical, el cantonalismo... Lo que pasa es que esas líneas de pensamiento probablemente quedaron muy truncadas después de la derrota de 1939, y actualmente no parece que se esté pensando demasiado en generar alternativas antiautoritarias desde el concepto de España, tengo la impresión.

Pero sería interesante ver si aún es posible generar otra idea de España que funcionase como propuesta antiautoritaria de confederación territorial.

Si a ti te parece que España es algo real, existente, en qué la fundamentarías? En la historia común de los diversos pueblos, en el concepto político de Hispania que estábamos comentando, en una cultura común? Ese debate puede estar interesante.

Re: Utilización histórica de la denominación España

Publicado: 02 Ene 2010, 20:49
por salvoechea
Yo creo que sí hay connotaciones políticas asociadas a la idea de España que se han ido manteniendo. La del castellano como lengua común, por ejemplo, o la del territorio homogéneo en mayor o menor grado en lo cultural o religioso. O que el rey sea jefe de estado, sin ir más lejos.
Aquitania he recurrido al texto con referentes históricos para intentar respaldar que el termino se utilizaba antes de que se buscase una unidad politica y cultural impuestas. Hay ejemplos en el mismo texto de la utilización de España para definir el territorio, sin que el existiera ni gobiernos, ni culturas, ni lenguas unitarias, creo que queda claro que eso es posterior.

Recuerda que discutimos sobre la utilización histórica del termino España. Discutir sobre la concepción de la España actual sería otro debate diferente.
Bueno, en principio el anarquismo, se me ocurre, que cuestiona los estados nacionales y la fundamentación histórica de éstos. Desde una perspectiva libertaria no nacionalista, pienso que se suele hacer una crítica a la fundamentación de la historia de los pueblos a partir de reinados medievales y conquistas de territorios basadas en la religión, los pactos y demás.
Yo también respaldo esa idea por eso constantemente hablo de denominación territorial, no de una concepción política y cultural determinada.
Si los diferentes pueblos de la Península se confederan libremente, el mapa geopolítico resultante no tendría por qué coincidir con los límites geográficos físicos de la Península
Pues claro que no, que no es un concepto inamovible, pero como no lo sería si lo que aceptasemos partiese de otro tipo de división basado en lengua y cultura. ¿O tu cuestionarias que dentro de unos hipotéticos Països Catalans, La Val d'Aran formase una comuna independiente o los pueblos que componen el Pais Valencià no quisiesen formar parte?. Todo dependera de lo que decidan los habitante de territorio, pero creo que nos desviamos al enfocar el tema desde ese punto de vista.
Pero sería interesante ver si aún es posible generar otra idea de España que funcionase como propuesta antiautoritaria de confederación territorial.
Harina de otro costal y de otro tema posiblemente, pero si, es interesante el planteamiento.