Buenas, me presento, yo y mi arte.

El arte de combate, como elemento de comunicación social y crítica radical.
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Mr.G.
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Buenas, me presento, yo y mi arte.

Mensaje por Mr.G. » 06 Ago 2014, 15:26

En mi opinion, la lucha social tiene dos armas: La lucha, propiamente dicha, y el arte. Pues bien, mi arte es la literatura y, en parte como modo de presentación y en parte como búsqueda de opiniones y/o criticas, aquí os dejo un relato mio, protagonizado por Ego, un personaje que protagoniza casi todos mis relatos. Espero que no os moleste este post, soy nuevo en el foro y no estoy muy seguro si este es el sitio donde ponerlo. También espero que lo disfrutéis y que me deis vuestra opinión y alguna que otra critica. Poco mas. Saludos y fuerzas.

“OH CAPITÁN, MI CAPITÁN”
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-Buenos días clase. Me llamo Lorenzo y, como os imaginareis, voy a ser vuestro profesor de filosofía durante este curso

Y ahí estaba yo, frente al supuesto mejor grupo de primero de bachiller. Una treintena de alumnos y alumnas, de los que solo se salvaran uno o dos de tener un encefalograma plano. Todos me prestaban atención. Robots. Parecían putos robots

-Supongo que estaréis acostumbrados a que en el primer día de clase no se haga una puta mierda.

Me hubiera gustado poder fotografiar la cara que pusieron al oírme decir “puta mierda”. Pero desgraciadamente no se les puede culpar de que el sistema educativo sea tan mediocre y absurdo.

-Pues lo siento, pero la clase acaba de empezar. Lo primero, sois todos tontos, imbéciles, y si me tenéis que respetar es porque yo soy un poco menos gilipollas que vosotros.

Había pensado en organizar la clase dejando delante a los que les interesara algo escucharme y detrás a los maricas sin cojones que no quisieran estar pero que no se atrevían a negarse a venir. No me hizo falta. Estaban todos boquiabiertos, escuchándome sin pestañear. De robots habían pasado a parecer perros.

-Sé que muchos de vosotros, y vosotras, terminasteis cuarto con unas notas “excelentes”. En esta clase eso es más inútil que los anuncios de muerte de las cajetas de tabaco. Durante vuestra vida de estudiantes os habéis dedicado, curso tras curso, a memorizar libros, apuntes etc., y a escupir todo delante de un folio, al que llamáis examen, y se supone que a mayor nota, mas conocimientos habéis adquirido. ¿Me equivoco?

La clase contesto “No”, mirándome cual perro en espera del premio de su amo.

-Habéis perdido el tiempo, desarrollando vuestra memoria para ser alguien en esta sociedad vacía. Y vuestra capacidad de razonamiento, la cual necesitáis para ser personas, y no marionetas, esta a cero. Esto no os afecta para nada en vuestro día a día. Pero a mí me putea, y me jode, porque soy yo quien tiene que dedicar su tiempo a enseñaros a pensar.

Una chica sentada al final del aula levanto la mano.

-¿Si?

-Profesor, ¿Puedo sentarme hay?- Me pregunto señalando una mesa vacía en primera fila.

-No.

El tono borde de mi voz cambio la expresión de su cara. Sonreí.

-La clase a terminado, podéis iros. Los que quieran seguir escuchándome que se queden.

Un chaval se levanto, dispuesto a irse. Irse a fumar. A fumarse un petardo.

-Tú, ¿Cómo te llamas?

-Pablo- Contesto desafiante.

-Pablo, sin ánimo de ofender, pero apestas a yerba que da asco, y no porque me moleste el olor a yerba, sino porque la yerba que fumas es una mierda. Cambia de camello. Por cierto, tienes deberes- Agarre mi mochila y saque un libro- Aquí tienes a Nietzsche- Le di el libro- Ahora, a la que salgas, te enchufas una L decente y te pones a leer. Si consigues entender algo de lo que leas, vienes y me lo cuentas, sino, estas suspenso y no hace falta que vuelvas a pasar por esta clase. Es más, si consigues leerte el libro entero sin sufrir una embolia, te regalo un par de gramos de la mejor Moby dick del país.

El chaval me miro fijamente. Flipando. Acojonado. Sin saber si iba en serio o le estaba vacilando.

-Tranquilo, no es un vacile, te doy mi palabra. Eso sí, y esto va para todos, como esto salga de aquí os denunciare a todos por tráfico de drogas- Saque una bolsa con unos cuantos éxtasis- Os aseguro que comeréis todos reformatorio.

-Estás loco- Grito alguien.

-No tan loco como me gustaría. Bueno, Pablo, ¿Te vas?

-Si…-Dudaba.

-Ok. Espero volver a verte.

Pablo se fue, con la duda marcando el ritmo de sus pasos. Y no lo volví a ver, aunque hace poco me cruce con unos nazionales, y uno de ellos se le parecía mucho…

El resto de la clase no daba crédito a lo que veía. Los tenía en el bote. Me acababa de saltar alguna que otra estúpida ley. Podría perder el curro. Podría tener una citación de algún juez fascista de la audiencia nazional. Y todo tan natural, tan sencillo, como ir a comprar el pan. Decir que los tenía en el bote era quedarme corto. Ni suspendiéndoles dejarían de mirarme como a una especie de dios, cosa me asquea.

-Dejad de mirarme como si fuese un dios. No lo soy. Solo soy un niño. Un niño frente a un puñado de leones y camellos. ¿Alguien sabe de qué hablo?

-De la teoría del súper hombre que planteo Nietzsche- contesto la chavala de antes, la que se quería cambiarse de sitio.

-Me cago en la puta, eres demasiado no mayor de edad y si te follase acabaría yendo al juzgado, y este mes ya he ido demasiadas veces como para querer volver. Pero te has ganado un polvazo. No lo olvides.

La clase se rio. La chavala se sonrojo. Me amo. Me odio. Mi móvil sonó. Era Paula. La había conocido el anterior finde. Unas tetas… Una cintura… Una mente… Se me puso dura al acodarme de cómo habíamos follado, de cómo habíamos discutido sobre el arte basura. Y quería quedar para comer. Acepte. Colgué.

-Lo siento, pero me tengo que largar. Queda media hora de clase, quizás más. Podéis iros, podéis quedaros. Por mí como si os montáis una orgia. Mientras disfrutéis. Mientras que lo gravéis. Mientras que alguien me diga donde venden buen whisky por aquí…

Se rieron. Todos. La chavala también.

-Enserio, ¿Dónde venden buen whisky?

Alguien me dijo un sitio. Me despedí. Fue divertido hacerme pasar por mi colega Lorenzo, el pobre se había puesto malo justo el primer día de su curro como profesor de filosofía. Le hacía mucha ilusión. Decía que le había tocado la mejor clase. Quizás le jodio que diera la clase por él. Me la suda. No lo he vuelto a ver desde la noche que conocí a Paula. Lo último que me dijo aquella noche fue

-Mira a ese pivon, es el amor de mi vida, se llama Paula. Esta noche me la follo, 100% seguro- La saludo y la llamo- ¡Paula, ven un momento! Mira, te presento a ego, es uno de mis mejores amigos…

Mr.G.

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blia blia blia.
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Re: Buenas, me presento, yo y mi arte.

Mensaje por blia blia blia. » 07 Ago 2014, 16:31

Cuidado, contiene spoilers, leed antes el relato.

Está gracioso. En la facultad era típico que a comienzo de curso se metiera un profesor de problemas en un aula de primero -el profespr titular cuando lo veía se daba la vuelta- y la liara parda. Eso sí, comenzaba como un profesor con rarezas y con la excusa de preguntar el nivel, sacaba la gente a la pizarra e iba desvariando cada vez más.

Quizá el relato ganaría si su actitud fuera más progresiva. Me gusta que el profe no cae bien, es entre gilipollas e hijoputa. Tienes alguna falta de ortografía, un "hay" por un "ahí" y alguna tilde.

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Suso
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Re: Buenas, me presento, yo y mi arte.

Mensaje por Suso » 08 Ago 2014, 16:49

Yo y mi arte ?
El burro delante para que no se espante.

Mejor poner "mi arte y yo"
Teño barca, teño redes, teño sardiñas no mare
teño unha muller bonita
non quero máis traballare.

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CapitalCriminal
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Re: Buenas, me presento, yo y mi arte.

Mensaje por CapitalCriminal » 09 Ago 2014, 02:18

Me encanta.
"Dios, o más bien la ficción de Dios, es la consagración de todas las autoridades que existen sobre la Tierra, y éstas no serán eliminadas hasta que se haya extinguido la creencia en un amo celeste"

Mijaíl Bakunin, Dios y el Estado.

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