Chejov

El arte de combate, como elemento de comunicación social y crítica radical.
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Joreg
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Chejov

Mensaje por Joreg » 06 Ene 2024, 20:48

Un cuentecillo de uno de mis autores predilectos: el Eclipse de Luna
EL ECLIPSE DE LUNA
(DE LA VIDA PROVINCIANA)
(Затмение Луны. Из провинциальной жизни)

Circular N° 1032
El 22 de septiembre, a las diez de la noche, tiene lugar un eclipse del planeta luna. Ya que semejante fenómeno de la naturaleza no sólo no es censurable, sino incluso es aleccionador, en el sentido de que incluso los planetas obedecen a menudo a las leyes de la naturaleza, pues a modo de incentivo le propongo a usted, su excelencia, tomar la disposición del encendido por esa noche, en su distrito, de todos los faroles de calle, para que la oscuridad nocturna no impida a las personas de autoridad y pobladores contemplar ese eclipse, y asimismo le ruego, muy señor mío, observar con severidad que en las calles no haya con este motivo tumultos, gritos de júbilo y demás. Sobre las personas que interpreten tergiversadamente este fenómeno de la naturaleza, si tales resultan (lo que yo, por lo demás, conociendo el sentido común de los habitantes, no espero), ruego infórmame.
Gnilodúshin.
Fielmente: Secretario Triasúnov.


En respuesta a la relación de su excelencia n.° 1032, tengo el honor de declarar que en mi distrito faroles de calle no hay, y por eso el eclipse del planeta luna se produjo con una completa oscuridad del aire pero, a pesar de esto, a muchos éste les fue visible con la pertinente claridad. Violaciones del silencio y sosiego público, al igual que interpretaciones tergiversadas y expresiones de disgusto no hubo, excepto la ocasión cuando el maestro casero, hijo del diácono Amfilójii Bab-el-Mandeb, a la pregunta de un habitante, de en qué estribaba la causa de ese oscurecimiento del planeta luna, empezó a inculcar una larga interpretación, claramente tendiente a la destrucción del concepto del sentido común. En qué estribaba su interpretación yo no entendí, ya que él, explicando según los temas de la ciencia, empleó en sus palabras muchas expresiones extranjeras.
Ukúsi-Kalanchévskii.


En respuesta a la relación de su excelencia n.° 1032, tengo el honor de informar que, en el distrito confiado a mí, eclipse de luna no hubo, aunque, por lo demás, se produjo en el cielo cierto fenómeno de la naturaleza, que estribaba en el oscurecimiento de la luz lunar, pero si hubo ese eclipse, fidedignamente, no lo puedo decir. Faroles de calle, tras una minuciosa pesquisa, resultaron haber en mi distrito sólo tres que, tras el lavado de los cristales y la limpieza de los interiores, fueron encendidos, pero todas estas medidas no
tuvieron el pertinente provecho, ya que el mencionado oscurecimiento se produjo entonces, cuando los faroles, a causa de la sopladura del viento y la penetración por los cristales rotos, se apagaron y, por consiguiente, no pudieron despejar la mencionada por su excelencia en su relación oscuridad. Tumultos no hubo, ya que todos los habitantes dormían, con excepción del escribano del consejo estatal, Iván Áveliev, que estaba sentado en la valla y, mirando por el puño el oscurecimiento, sonreía con doble sentido y decía: «Por mí, como si no hubiera luna por completo… ¡No me importa!». Y cuando yo le observé que esas palabras eran ligeras, él declaró con insolencia: «¿Y tú, murrio*, por qué intercedes por la luna? ¿Acaso fuiste a felicitarla por la fiesta?». Además, agregó una expresión inmoral, en el sentido de la palabrota popular, de lo que tengo el honor de informar.
Glotálov.

Fiel al original
El hombre sin bazo
*Murrio: Especie de tristeza y cargazón de cabeza que hace andar cabizbajo y melancólico a quien la padece.
Última edición por Joreg el 15 Ene 2024, 14:09, editado 1 vez en total.
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Super8
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Re: Chejov

Mensaje por Super8 » 07 Ene 2024, 10:19

Muy bueno.

Saranarca
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Re: Chejov

Mensaje por Saranarca » 07 Ene 2024, 12:04

Joreg escribió:
06 Ene 2024, 20:48
Un cuentecillo de uno de mis autores predilectos: el Eclipse de Luna
EL ECLIPSE DE LUNA
Qué tonta debo ser, porque no entendí la moraleja o lo que sea que se quiso transmitir, que supongo que lo habrá...
El ''realismo'' es la buena conciencia de los ¡HIJOS DE PUTA!

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Joreg
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Re: Chejov

Mensaje por Joreg » 07 Ene 2024, 13:19

Saranarca escribió:
07 Ene 2024, 12:04
Joreg escribió:
06 Ene 2024, 20:48
Un cuentecillo de uno de mis autores predilectos: el Eclipse de Luna
EL ECLIPSE DE LUNA
Qué tonta debo ser, porque no entendí la moraleja o lo que sea que se quiso transmitir, que supongo que lo habrá...
No hay moraleja. Simplemente Chejov satiriza a los funcionarios rusos, al Estado ruso (zarista) y al pueblo ruso de camino.
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Re: Chejov

Mensaje por Joreg » 11 Ene 2024, 20:47

HASTA LA PERFECCIÓN DEBE TENER LÍMITES
(И прекрасное должно иметь пределы)

En el cuaderno de notas de un reflexivo registrador colegiado que murió el año pasado se encontró lo siguiente:

El orden de las cosas reclama que no sólo el mal, sino que hasta la perfección tenga límites. Me explicaré con ejemplos: Incluso la comida más perfecta, si se consume sin medida, provoca en el estómago dolor, hipo y ventriloquía.

El mejor de los adornos para una cabeza humana es el cabello. ¿Pero alguien duda que ese mismo cabello, si es largo (no me refiero a las mujeres), es el rasgo por el que reconocer las mentes frívolas y maliciosas?

Un funcionario, hijo de padres piadosos y de buenas maneras, tenía por gran placer quitándose el sombrero antes personas mayores. Esa gran costumbre de su carácter se hacía evidente cuando salía a andar por la ciudad y buscaba encontrarse premeditadamente con ancianos para después hacerles una reverencia. Su naturaleza era tan reverente y respetuosa que no sólo se quitaba el sombrero antes sus superiores directos e indirectos, sino ante los de mayor edad. Las consecuencias de tal nobleza consistían en tener que desnudarse la cabeza cada segundo. En una ocasión, al encontrar con el sobrino de un comisario de distrito una fría mañana de invierno se quitó el sombrero, cogió frío en la cabeza, se resfrió y murió sin poder confesarse. A partir de esto se extrae que ser respetuoso es importante, pero dentro de unos límites moderados.

Tampoco puedo permanecer en silencio acerca de la ciencia. La ciencia tiene preciosas y útiles cualidades, pero recuerden, ¿cuánto daño se puede hacer si un hombre dedicado a ella traspasara las fronteras de la moral establecida, las leyes de la naturaleza y así sucesivamente? ¡Ay de aquel que…! Mejor guardar silencio.

El enfermero Egor Nikitich, que trató a mi tía, amaba por completo la exactitud, la pulcritud y la corrección, características dignas de un espíritu sublime. Él tenía unas reglas establecidas para cada acto y cada paso, regidas por la experiencia, y se distinguía por cumplir con estas reglas con ejemplar constancia. Un día llegué a su casa a las cinco de la mañana, lo desperté y, con cara de dolor, exclamé:

—¡Egor Nikitich, corra hasta nuestra casa! ¡Mi tía se está desangrando!

Egor Nikitich se levantó, se calzó las botas y fue hasta la cocina para asearse. Tras hacerlo con jabón y lavarse los dientes, se peinó delante del espejo y comenzó a ponerse los pantalones, no sin antes limpiarlos y adecentarlos. Después cepilló la levita y chaleco, le dio cuerda al reloj e hizo la cama con pulcritud. Después de la cama, comenzó a coser un botón que se había caído de su abrigo.

—¡Se desangra! —le repetía yo, nervioso por la comprensible impaciencia.
—Un minuto… Sólo rezarle a Dios y estoy.

Egor Nikitich se plantó ante los iconos y comenzó a rezar.

—Listo… Aunque, deje que mire a la calle, por ver qué chanclos ponerme. ¿Los hondos o los llanos?

Cuando por fin salimos de su casa, cerró la puerta, se persignó con devoción mirando hacia el oeste y durante todo el camino por la acera, en silencio, intentó pisar piedras lisas, por temor a estropearse los zapatos. También la puntualidad debe, por tanto, tener límites.

Por lo visto la escritura es una perfecta ocupación. Enriquece la mente, ejercita la mano y ennoblece el corazón. Pero tampoco es conveniente escribir mucho. Hasta la literatura debe tener límites, porque demasiada escritura puede llevar a la tentación. Por ejemplo, yo estoy escribiendo estas líneas y el portero Evsevi se acerca hasta mi ventana y lanza una mirada sospechosa a mis escritos. Planté la duda en su alma. Me doy prisa por apagar la lámpara.
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Saranarca
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Re: Chejov

Mensaje por Saranarca » 12 Ene 2024, 00:29

Este texto sí me gustó, está gracioso :lol:
El ''realismo'' es la buena conciencia de los ¡HIJOS DE PUTA!

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Joreg
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Re: Chejov

Mensaje por Joreg » 15 Ene 2024, 14:07

DE MAL HUMOR
(Не в духе)

El comisario de policía Semión Ilich Prachkin va de un lado a otro de su habitación, tratando de ahogar un sentimiento desagradable. La víspera había visitado al comandante militar por una cuestión del servicio, se había puesto a jugar a las cartas por pura casualidad y había perdido ocho rublos. La suma era insignificante, despreciable, pero el demonio de la avaricia y la codicia le reprochaba al oído ese despilfarro.

—Ocho rublos… ¡No es mucho dinero! —decía Prachkin, tratando de acallar a aquel demonio—. Algunas personas pierden sumas mucho más considerables y no le conceden ninguna importancia. Además, el dinero siempre puede recuperarse… Basta con pasar por la fábrica o por la posada de Rílov para obtener ocho rublos, puede que incluso más.

—«Es invierno… El campesino, solemnemente…» —lee con voz monótona en la habitación contigua Vania, el hijo del comisario—. «El campesino solemnemente… emprende el camino…».

—Además, siempre puedo tomarme la revancha… ¿Qué dice ese de «solemnemente»?

—«El campesino, solemnemente, emprende el camino… emprende…».

—«Solemnemente…» —sigue cavilando Prachkin—. Si le hubieran dado diez azotes, no tendría un aire tan solemne. En lugar de tanta solemnidad, más le valdría pagar regularmente sus impuestos… Ocho rublos… ¡No es mucho dinero! No estamos hablando de ocho mil, siempre es posible recuperarlos…

—«Su caballo, oliendo la nieve… oliendo la nieve, se lanza al trote con indolencia…».

—¡Sólo bastaba que hubiera partido al galope! ¡Ni que fuera un pura sangre! ¡Un penco será siempre un penco! Lo que le gusta a ese campesino embrutecido y borracho es azotar a su caballo, y luego, si se mete en un agujero de hielo o cae rodando por un barranco, hay que ocuparse de él… ¡Como te atrevas a galopar, te voy a recetar un jarabe de palo que ni en cinco años se te olvida! ¿Por qué se me ocurriría salir con una carta tan baja? Si hubiera salido con el as de trébol, no me habría quedado sin el dos…

—«Levantando vaporosos copos, vuela el osado carruaje… Levantando vaporosos copos…».

—«Levantando… levantando copos… copos…». ¡Las tonterías que hay que oír! ¡Cómo les permitirán escribir esas cosas, Dios mío! ¡La culpa de todo la tuvo el diez! ¡En qué mal momento lo sacó ese diablo!

—«Allí corre un muchacho de la aldea… Ha puesto en el trineo a su perro… a su perro…».

—Si corre y brinca será que tiene el estómago lleno… Y los padres ni siquiera piensan en ocupar al niño en alguna tarea. En lugar de pasear al perro, más le valdría estar cortando leña o leyendo los Evangelios… Y la cantidad de perros que crían… ¡No hay modo de circular, ni en coche ni a pie! No tendría que haberme sentado a jugar después de la cena… Debería haberme marchado nada más terminar…

—«Le duele y se ríe, mientras su madre le amenaza… su madre le amenaza por la ventana…».

—Le amenaza, le amenaza… Lo que pasa es que le da pereza salir al patio y castigarlo… Deberías levantarle la pelliza y zumbarle. Vale más eso que amenazar con el dedo… Si no, ya verás cómo acaba haciéndose un borracho… ¿Quién ha escrito eso? —pregunta en voz alta Prachkin.

—Pushkin, papá.

—¿Pushkin? ¡Hum…! Algún chiflado, seguro. Se pasan el día con la pluma en la mano, pero ni ellos mismos entienden lo que escriben. ¡La cuestión es escribir!

—¡Papá, ha venido un campesino con la harina! —grita Vania.

—¡Cógela!

Pero ni siquiera la harina consiguió animar a Prachkin. Cuanto más trataba de consolarse, más le dolía la pérdida. Le daba tanta pena de esos ocho rublos como si en verdad hubiera perdido ocho mil. Cuando Vania se aprendió la lección y se calló, Prachkin se acercó a la ventana y, lleno de pesar, fijó su triste mirada en las montoneras de nieve… Pero esa visión sólo consiguió agravar su herida. Le recordaba su visita de la víspera al comandante militar. Se le revolvió la bilis; el corazón se le encogió… La necesidad de descargar en alguien su pena alcanzó tal grado que no admitía ninguna demora. No podía más…

—¡Vania! —gritó—. ¡Ven aquí! ¡Tengo que darte unos azotes por el cristal que rompiste ayer!
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Joreg
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Re: Chejov

Mensaje por Joreg » 25 Ene 2024, 23:10

LA VIDA ES BELLA
(CONSEJOS PARA LOS SUICIDAS)
(Жизнь прекрасна! Покушающимся на самоубийство)

Ciertamente, la vida es desagradabilísima, pero cuesta poco hacerla estupenda. Para ello no se necesita ganar doscientos mil rublos a la lotería conseguir la Orden del Aguila Blanca, casarse con una mujer bonita o pasar por persona de orden. Todos estos bienes son corruptibles y ordinarios. Para sentirse feliz sin interrupción, incluir en los momentos de amargura y pena, es imprescindible:

----a) Saber conformarse con lo que se tiene.
----b) Alegrarse pensando que todo pudiera ser peor.

Lo cual no ofrece dificultad alguna:

Si la caja de las cerillas se te enciende dentro del bolsillo, alégrate y da gracias al cielo por no llevar en el bolsillo un polvorín.

Si vienen a visitarte unos parientes pobres a la casa de campo, no palidezcas, y exclama entusiasmado: «Menos mal que no son los guardias».

Si se te clava una espina en un dedo, relájate: «Menos mal que no ha sido en un ojo».

Si tu mujer o tu cuñada tocan el piano, en vez de enfadarte, llénate de contento por no estar oyendo aullidos de chacales o un concierto gatuno.

Alégrate de no ser el caballo del tranvía, ni un bacilo de Koch, ni una trichina, ni un cerdo, ni un jumento, ni un oso como el de los gitanos, ni una chinche… Considérate feliz de no ser ni ciego, ni tonto, ni mudo, ni atacado de cólera. Regocíjate de no estar en el banquillo de los acusados, de no tener ante ti a un acreedor y de no estar discutiendo tus honorarios con el editor.

Si no vives en lugar muy remoto, ¿no te hace dichoso la idea de que has tenido la suerte de no ir a parar tan lejos como pudieras haber ido?

Si te duele una muela, date por satisfecho de que no te duela toda la dentadura.

Llénate de júbilo al pensar que puedes no leer el periódico Grazhdanin, que no vas metido en el carro de la basura ni estás casado con tres mujeres a la vez…

Cuando te lleven a la comisaría, salta de contento considerando que no te llevan a la gehena del fuego.

Si te azotan con una vara de álamo, baila y exclama: «¡Qué felicidad que no es con un manojo le ortigas!».

Si te ha traicionado tu mujer, da gracias a Dios por haberte traicionado a ti y no a la patria.

Y así sucesivamente… Sigue mi consejo, amigo, tu vida será un júbilo permanente.
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Blinky
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Re: Chejov

Mensaje por Blinky » 26 Ene 2024, 01:07

También es de mis cuentistas favoritos. Gracias por compartir.
Echa un vistazo a mi libro "La realidad" y cuestiónalo para perfeccionarlo al máximo nivel.

Versión 3.0

https://www2.slideshare.net/MercroMina1/larealidad3

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Joreg
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Re: Chejov

Mensaje por Joreg » 01 Feb 2024, 15:25

Blinky escribió:
26 Ene 2024, 01:07
También es de mis cuentistas favoritos. Gracias por compartir.
Encantado de compartir cosas bonitas. Los novelistas rusos, o eslavos en general, me encantan, inspiran y divierten. Son como que muy del sur de Europa. Aquí los consejos de Chejov para quien quiera hacer una novela:

¿QUÉ ES LO QUE MÁS SE DA EN LAS NOVELAS, RELATOS, ETCÉTERA?
(Что чаще всего встречается в романах, повестях и т.п.?)

Un conde, una condesa con señales de la belleza que tuvo alguna vez, un vecino barón, un escritor liberal, un noble arruinado, un músico extranjero, unos sirvientes poco avispados, unas niñeras, institutrices, un administrador alemán, un squire y un heredero de América. Rostros feos pero simpáticos y atractivos.

Un héroe que salva a una heroína de un desbocado corcel, brioso y resuelto a mostrar la fuerza de sus puños cuando se presenta la ocasión.

Alturas celestiales, una lejanía impenetrable, enorme… inconmensurable, en una palabra: ¡la naturaleza!

Amigos rubios y enemigos pelirrojos.

Un tío rico, liberal o conservador, dependiendo de las circunstancias. Sus enseñanzas no le son tan útiles al héroe como lo es su muerte.

Una tía en Tambov.

El doctor con el semblante preocupado, que da esperanzas durante una crisis; habitualmente tiene calvicie y un bastón con pomo. Y donde hay un doctor, también hay reuma por trabajos duros, migrañas, derrames cerebrales, curas a un herido por duelo, y el inevitable consejo de ir a los baños.

Un sirviente que ya sirvió a los antiguos señores, preparado a meterse en lo que sea por ellos, incluso en el fuego. Bastante ingenioso.

Un perro al que sólo le faltaría hablar, un loro y un ruiseñor.

Una dacha en los alrededores de Moscú y una hacienda hipotecada en el sur.

Electricidad, en la mayoría de los casos encendida sin sentido.

Un billetero de piel rusa, porcelana china, una silla de montar inglesa, un revólver que no falla, una condecoración en el ojal, pifias, champán, trufas y ostras.

Grandes descubrimientos conseguidos por escuchar algo inintencionadamente.

Una cantidad incalculable de interjecciones e intentonas de dejar caer un tecnicismo.

Sutiles insinuaciones sobre situaciones bastante densas.

Muy a menudo, ausencia de final.

Los siete pecados capitales al inicio y una boda al final.

Un final.
Lo que se gana en velocidad, se pierde en potencia. Lo que se gana en potencia, se pierde en velocidad.

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Super8
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Re: Chejov

Mensaje por Super8 » 03 Feb 2024, 10:52

Joreg escribió:
01 Feb 2024, 15:25
¿QUÉ ES LO QUE MÁS SE DA EN LAS NOVELAS, RELATOS, ETCÉTERA?
(Что чаще всего встречается в романах, повестях и т.п.?)

Un conde, una condesa con señales de la belleza que tuvo alguna vez, un vecino barón, un escritor liberal, un noble arruinado, un músico extranjero, unos sirvientes poco avispados, unas niñeras, institutrices, un administrador alemán, un squire y un heredero de América. Rostros feos pero simpáticos y atractivos.

Un héroe que salva a una heroína de un desbocado corcel, brioso y resuelto a mostrar la fuerza de sus puños cuando se presenta la ocasión.

Alturas celestiales, una lejanía impenetrable, enorme… inconmensurable, en una palabra: ¡la naturaleza!

Amigos rubios y enemigos pelirrojos.

Un tío rico, liberal o conservador, dependiendo de las circunstancias. Sus enseñanzas no le son tan útiles al héroe como lo es su muerte.

Una tía en Tambov.

El doctor con el semblante preocupado, que da esperanzas durante una crisis; habitualmente tiene calvicie y un bastón con pomo. Y donde hay un doctor, también hay reuma por trabajos duros, migrañas, derrames cerebrales, curas a un herido por duelo, y el inevitable consejo de ir a los baños.

Un sirviente que ya sirvió a los antiguos señores, preparado a meterse en lo que sea por ellos, incluso en el fuego. Bastante ingenioso.

Un perro al que sólo le faltaría hablar, un loro y un ruiseñor.

Una dacha en los alrededores de Moscú y una hacienda hipotecada en el sur.

Electricidad, en la mayoría de los casos encendida sin sentido.

Un billetero de piel rusa, porcelana china, una silla de montar inglesa, un revólver que no falla, una condecoración en el ojal, pifias, champán, trufas y ostras.

Grandes descubrimientos conseguidos por escuchar algo inintencionadamente.

Una cantidad incalculable de interjecciones e intentonas de dejar caer un tecnicismo.

Sutiles insinuaciones sobre situaciones bastante densas.

Muy a menudo, ausencia de final.

Los siete pecados capitales al inicio y una boda al final.

Un final.
Me ha entrado curiosidad por Tambov: https://www.rtve.es/television/20211215 ... 8622.shtml

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Re: Chejov

Mensaje por Joreg » 03 Feb 2024, 11:23

Super8 escribió:
03 Feb 2024, 10:52
Me ha entrado curiosidad por Tambov: https://www.rtve.es/television/20211215 ... 8622.shtml
Los muertos a consecuencia de la rebelión de Tambov fueron 240.000.
Qué barbaridad. Cuesta trabajo de creer.

https://es.wikipedia.org/wiki/Tambov
https://es.wikipedia.org/wiki/Rebeli%C3%B3n_de_Tambov
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Chimaera monstrosa
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Re: Chejov

Mensaje por Chimaera monstrosa » 03 Feb 2024, 13:21

Ad calendas graecas

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Joreg
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Re: Chejov

Mensaje por Joreg » 03 Feb 2024, 20:45

JUICIO SUMARÍSIMO

(Суд)

La isba del tendero Kuzmá Yegórov.
Hace calor y bochorno. Los condenados mosquitos y las moscas se amontonan, fastidiosos, junto a los ojos y las orejas… Hay una nube de humo de tabaco; pero no es a tabaco a lo que huele, sino a pescado en salmuera. Aburrimiento en el ambiente, en las caras, en el zumbido de los mosquitos…

Una gran mesa. Sobre ella, un platillo con cascaras de nuez, unas tijeras, un bote de ungüento verde, gorras de visera, jarras vacías.

Alrededor están sentados el propio Kuzmá Yegórov, el alcalde, el practicante Ivanov, el sacristán Feofan Manafuilov, el bajo Mijailo, el compadre Parfenti Ivanich y el guardia Fortunatov, que ha venido de la ciudad y es huésped de su tía Anisia.

A cierta distancia de la mesa se encuentra Serapion, hijo de Kuzmá Yegórov, que trabaja de barbero en la ciudad y ha llegado a pasar las fiestas con su padre. Siente una gran desazón, y con mano temblorosa se pellizca el bigotillo. La isba de Kuzmá ha sido arrendada temporalmente para instalar en ella una enfermería; y en el zaguán esperan ahora los pacientes. Acaban de traer una aldeana con una costilla rota […]. Tendida a la entrada de la isba, gime y aguarda a que el practicante se digne prestarle atención. Bajo las ventanas se agolpan los curiosos que han acudido a ver a Kuzmá azotar a su hijo.

—Todos ustedes dicen que miento —declara Serapion—, y por eso no pienso hablar demasiado. En el siglo diecinueve, papaíto, las palabras valen poco, porque la teoría, según saben ustedes, no puede existir sin la práctica.

—¡A callar! —le ordena, riguroso, el padre—. Déjate de cuentos y di dónde has metido mi dinero.

—¿Su dinero? ¡Ejem!… Usted es lo bastante discreto para comprender que no he tocado su dinero. No es para mí para quien guarda sus billetes. Y no me gusta pecar…

—Debiera usted ser franco, Serapion Kuzmich —le alecciona el sacristán—. ¿Por qué cree que le interrogamos? Queremos convencerle, colocarle en el buen camino… Su papá no desea otra cosa que su beneficio… Por eso nos ha pedido que vengamos… Sea sincero. ¿Quién no ha pecado en este mundo? ¿Ha cogido usted los veinticinco rublos que su padre tenía en la cómoda, o no los ha cogido?

Serapion escupe hacia un lado y no dice una palabra.

—¡Habla! —vocifera Kuzmá Yegórov descargando un puñetazo en la mesa—, ¡Dinos de una vez si has sido tú o no has sido!

—Como ustedes quieran. No voy a meterme en discusiones…

—En discursiones —le corrige el guardia.

—Bueno, pues en discursiones. Quedaré yo por ladrón. Pero hace usted mal en gritarme de esa manera, papaíto. Tampoco hay razón para aporrear la mesa: por mucho que le pegue usted no conseguirá hundirla en tierra. Nunca he cogido dinero suyo, y si alguna vez lo cogí fue por necesidad… Soy una persona viviente, un sustantivo animado, y necesito dinero. No soy una piedra.

—Si necesitas dinero, ve y gánalo en vez de quitarme el mío. No eres mi único hijo. ¡Sois siete!

—Lo comprendo sin que me lo diga; pero, como muy bien sabe usted, no puedo ganar lo necesario a causa de mi poca salud. Tendrá usted que responder ante Dios Nuestro Señor por haberme echado en cara un mendrugo de pan.

—¿Poca salud, dices? Para el oficio que tienes… Pelar cabezas y rapar barbas… Pero tú hasta de eso huyes.

—¿Qué oficio es el mío? ¿Es acaso, una profesión? Ni es oficio ni beneficio. Y mi propia educación no me permite vivir de él.

—Se equivoca usted, Serapion Kuzmich —replica el sacristán—. Su trabajo es respetable y tiene mucho de espiritual, porque lo realiza en una capital de provincia, pelando y afeitando a personas instruidas y nobles. Hay hasta generales que no desprecian su oficio…

—De los generales, si ustedes quieren, puedo contarles yo mismo más de cuatro cosas. El practicante Ivanov está bebido. —Según nuestro criterio médico —interviene—, tú eres una friega de aguarrás y nada más.

—Ya conocemos la medicina de usted… Permítame que le pregunte: ¿quién fue el que el año pasado estuvo a punto de hacerle la autopsia a un albañil borracho en lugar de hacérsela a un cadáver? Si no se despierta, lo abre usted en canal… ¿Y no es usted quien mezcla el aceite de castor con aceite de linaza?

—En la medicina, es imprescindible…

—¿Y por qué se fue Malania al otro mundo? Le dio usted un purgante, luego un tónico y después otro purgante. Ni que decir tiene: reventó la pobre. Usted no debiera curar personas, sino perros. Y perdone la franqueza.

—A Malania, que Dios la tenga en su santa gloria —le ataja el padre—. Que Dios la tenga en su gloria. No fue ella la que robó el dinero, ni estamos hablando de ella. A ver, dime tú: ¿se lo has llevado a Aliona?

—¡Ejem!… ¿A Aliona? Vergüenza debiera darle mentarla en presencia del clero y del señor gendarme.

—Muy bien, muy bien, pero dime: ¿te llevaste el dinero o no te lo llevaste? El alcalde se levanta, enciende un fósforo sobre su rodilla y lo acerca respetuosamente a la pipa del guardia.

—¡Puuuf! —se enoja éste—. Me has llenado de azufre la nariz…

Después de encender, el mantenedor del orden se levanta de su asiento, se aproxima a Serapion, y, mirándole fijamente, lleno de cólera, le grita con voz de trueno:

—¿Quién eres tú? ¿Qué viene a ser esto? ¿Por qué sales con ésas? ¿Eh? ¿Qué significa todo esto? ¿Por qué no contestas ¿Insubordinación? ¿Te apoderas del dinero ajeno? ¡Silencio! ¡Contesta! ¡Habla! ¡Responde!

—Si puede…

—¡A callar!

—Si puede… ¡hable más bajo! Si acaso… ¡No crea que le temo! ¡Presume usted demasiado y no es más que un imbécil! Si acaso mi padre quiere martirizarme, estoy dispuesto… ¡Tortúrenme! ¡Azótenme!

—¡Silencio! ¡¡A caaa-llar!! Ya sé lo que piensas. ¿Eres un ladrón, o qué eres? ¡Silencio! ¿Delante de quién estás? ¡Cállate esa boca!

—Conviene aplicarle un castigo —suspira el sacristán—. Ya que no quiere aliviar su culpa confesando, habrá que azotarle, Kuzmá Yegórov. Creo que es necesario.

—Zurradle —interviene el bajo Mijailo con voz tan lúgubre que todos se asustan.

—Por última vez: ¿has sido tú, o no? —le pregunta Kuzmá Yegórov.

—Como ustedes quieran. Atorméntenme. Aquí me tienen dispuesto…

—¡Azotadlo! —dicta Kuzmá su sentencia y, rojo como la grana, sale de detrás de la mesa.

El público se agolpa sobre las ventanas. Los enfermeros se apiñan junto a la puerta alargando el cuello. Hasta la mujeruca de la costilla quebrada levanta la cabeza.

—Tiéndete —ordena Kuzmá Yegórov a su hijo.

Serapion se despoja de la chaquetilla, se persigna y, resignado, se tiende en el banco.

—Martirícenme —dice.

Kuzmá Yegórov se quita el cinturón, contempla al público unos instantes, como en espera de que alguien le ayude, y acto seguido comienza el castigo.

—¡Uno, dos tres! —Mijailo va contando los azotes—. ¡Ocho, nueve!

El sacristán, de pie en un rincón, los ojillos fijos en el suelo, hojea un libro.

—¡Veinte, veintiuno!

—¡Basta! —decide Kuzmá Yegórov.

—¡Más, más! —gruñe el guardia Fortunatov—. ¡Dale más! ¡Zúrrale fuerte! ¡Así, así!

—Creo que debieran darle unos azotes más —opina el sacristán, dejando de hojear el libro.

—¡Hay que ver! ¡Ni una queja! —se asombra el público.

Los enfermos abren paso. La mujer de Kuzmá Yegórov penetra en la habitación. Crujen, al andar, sus enaguas almidonadas.

—Kuzmá —se dirige al marido—, ¿qué dinero es este que he encontrado en tu bolsillo? ¿No será el que buscabas?

—El mismo… Levántate, Serapion. Ha aparecido el dinero. Me lo metí ayer en el bolsillo, y luego se me olvidó…

—¡Dale más! —sigue mascullando Fortunatov— ¡Zúrrale! ¡Así!

—El dinero ha aparecido. Levántate.

Serapion se incorpora, se pone la chaquetilla y se sienta junto a la mesa. Sigue un largo silencio. El sacristán, desconcertado, se suena en el pañuelo.

—Dispensa por lo ocurrido —murmura Kuzmá Yegórov dirigiéndose a su hijo— No lo tomes a mal… ¿Quién diablos iba a imaginarse que aparecería? Perdona…

—No tiene importancia… Ya estamos acostumbrados… No se apuren… Siempre me verán dispuesto a soportar cualquier tormento…

—Toma, bebe un poco… Te aliviará…

Serapion bebe, levanta orgulloso su naricilla y sale de la isba como un héroe. Y el guardia Fortunatov, rojo, con los ojos saltones, sigue largo tiempo dando vueltas por el patio y repitiendo:

—¡Dale más! ¡Zúrrale! ¡Así!
Lo que se gana en velocidad, se pierde en potencia. Lo que se gana en potencia, se pierde en velocidad.

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Joreg
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Re: Chejov

Mensaje por Joreg » 03 Feb 2024, 20:58

UNA VIDA EN PREGUNTAS Y EXCLAMACIONES
(Жизнь в вопросах и восклицаниях)

Infancia.
¿Qué nos ha dado Dios, un hijo o una hija? ¿Será pronto el bautizo? ¡Qué niño más hermoso! ¡Ten cuidado, mamita, no se te caiga! ¡Ay, ay, que lo tiras! ¿Que le han salido ya los dientes? ¿Es escrofulosis lo que tiene? ¡Quítenle ese gato no le vaya a arañar!¡Tírale del bigote al tío! ¡Así! ¡A ver si paras de llorar! ¡Que viene el coco! ¡Ya sabes andar solo! ¡Llévenselo de aquí! ¡Está muy mal educado! ¿Qué es lo que le ha hecho? ¡Pobre chaqueta! ¡No importa, la secaremos! ¡Ha tirado la tinta ¡Duerme, angelito! ¡Pero si habla ya! ¡Qué alegría! ¡A ver, dinos algo! ¡Por poco lo atropella el carro! ¡Hay que despedir al aya! ¡Quítate de la corriente! ¡Debiera darle vergüenza pegarle a un nene tan pequeño! ¡No llores! ¡Dele un bollo!

Adolescencia.
¡Ven aquí, que le voy a dar unos azotes! ¿Dónde te has roto la nariz? ¡Deja en paz a tu mamita, que no eres tan pequeño! ¡No te acerques a la mesa! ¡A ti te tocará después! ¡Lee! ¿No te sabes la lección? ¡Pues al rincón! ¡Suspenso! ¡No te metas clavos en los bolsillos! ¿Por qué no obedeces a mamá? ¡Come como Dios manda! ¡Deja de hurgarte la nariz! ¿Has sido tú quien ha pegado a Mitia? ¡Granuja! ¡Léeme La Sopa de Demián! ¿Cómo es el nominativo plural? ¡Suma y resta! ¡Fuera de la clase! ¡Te quedas sin almorzar! ¡A dormir, que son las nueve! ¡Éste no se pone caprichoso más que cuando hay huéspedes! ¡Mentira! ¡Péinate esos pelos! ¡Fuera de la mesa! ¡A ver, enséñanos las calificaciones! ¿Y si has destrozado las botas? ¡Es vergonzoso llorar a tus años! ¿Dónde te has manchado el uniforme? ¡No gana uno para vosotros! ¿Otro suspenso? ¿Cuándo voy a poder dejar de castigarte? ¡Como te vea fumando te echo de casa! ¿Cuál es el superlativo de facilis? ¿Facilissimus? ¡Miente usted! ¿Quién se ha bebido el vino? ¡Muchachos, han traído un mono al patio! ¿Por qué ha dejado usted a mi hijo para el segundo año? ¡Ha venido la abuela!

Juventud.
¡Es pronto para que te pongas a beber vodka! ¡Explíqueme la sucesión de tiempos gramaticales! ¡Pronto empieza usted, joven! ¡A sus años, yo no sabía nada de eso! ¿Sigues sin atreverte a fumar delante de tu padre? ¡Qué vergüenza! ¡Recuerdos de Ninochka! ¡Abran el libro de Julio César! ¿Hay aquí ut consecutivum? ¡Qué guapa estás, chiquilla! ¡Déjeme, señorito… o se lo digo a su padre! ¡Habrá bribona! ¡Magnífico, me está saliendo el bigote! ¿Dónde? ¡Eso es que te lo has pintado! ¡Nadine tiene una barbilla encantadora! ¿En qué grado está usted? ¡Papá, reconozca que no puedo seguir sin dinero para gastos menudos! ¿Natasha? ¡La conozco! ¡He estado en su casa! ¿De modo que eras tú? ¡Pues mira qué mosquita muerta! ¡Dadme lumbre! ¡Si supieses lo que la quiero! ¡Es una divinidad! ¡En cuanto termine la carrera me caso con ella! ¡A usted no le importa, maman! ¡Lo dedicaré a usted unos versos! ¡Déjame la colilla! ¡Me mareo a la tercera copa! ¡Bis, bis, bravo! ¿De veras que no has leído a Born? ¡No es el coseno, sino el seno! ¿Dónde está la tangente? ¡Sonka tiene unas piernas feísimas! ¡Un beso! ¿Bebemos? ¡Hurra, he terminado la carrera! ¡Apúntemelo a mí! ¡Présteme veinticinco rublos! ¡Me caso, padre! ¡Pero si he dado mi palabra!… ¿Dónde has pasado la noche?

Entre veinte y treinta años.
¡Présteme cien rublos! ¿Qué Facultad? ¡Me da lo mismo! ¿A cómo vale la conferencia? ¡Pues no es caro! ¡Al Strelna, ida y vuelta! ¡Bis, bis! ¿Cuánto le debo? ¡Venga mañana! ¿Qué ponen hoy en el teatro? ¡Oh, si usted supiese cómo la amo! ¿Sí o no? ¿Sí? ¡Oh amor mío! ¡Mozo! ¿Le gusta el jerez? ¡María, danos unos pepinillos en salmuera! ¿Está en casa el redactor jefe? ¿Que no sé escribir? ¡Me extraña! ¿De qué voy a vivir? ¡Présteme cinco rublos! ¡Al salón! ¡Señores, está amaneciendo! ¡La he dejado! ¡Présteme el frac! ¡La amarilla al rincón! ¡Ya estoy borracho sin necesidad de beber más! ¡Me muero, doctor! ¡Préstame algo de dinero para medicinas!¡Por poco me muero! ¿He adelgazado? ¿Nos vamos al cabaré Yar? ¡Vale la pena! ¡Deme usted trabajo, por favor! ¡Es usted… un vago! ¿Por qué ha tardado tanto? ¡No es por dinero! ¡Sí, sí es por dinero! ¡Me pego un tiro! ¡Se acabó! ¡Que se vaya al diablo! ¡Adiós, vida miserable! ¡Pero… no! ¿Eres tú, Lisa? ¡Maman, estoy en las últimas! ¡Mi vida toca a su fin! ¡Déjeme sitio, tío! ¡Ma tante[84], el coche espera! ¿Verdad que he cambiado, mon oncle[85]? ¿Me encuentra más ladino? ¡Ja, ja! ¡Firme este papel! ¿Casarme yo? ¡Jamás! ¡Ella, ay, está casada! ¡Excelencia! ¡Preséntame a tu abuela, Serge! ¡Es usted encantadora, princesa! ¿Vieja? ¡Qué barbaridad! ¡Lo que busca usted es que la lisonjeen! ¡Deme una butaca de segunda fila!

Entre los treinta y los cincuenta.
¡Todo ha fracasado! ¿Hay alguna vacante? ¡Nueve sin triunfos! ¡El siete de corazones! ¡Votre excellence la da! ¡Es usted terrible, doctor! ¿Que tengo adiposidad hepática? ¡De ninguna manera! ¡Cuánto cobran estos médicos! ¿Cuál es la dote de ella? ¡Si ahora no la ama, la amará con el tiempo! ¡Que sea enhorabuena ese matrimonio! ¡Alma mía, me es imposible no jugar! ¿Catarro gástrico? ¿Niño o niña? ¡Un retrato de su padre! ¡Te aseguro que no la conozco! ¡Desecha esos celos! ¡Vámonos, Fanny! ¿El brazalete? ¡Champán! ¡Le felicito por su ascenso! Merci! ¿Qué conviene hacer para adelgazar? ¿Estoy calvo? ¡No me dé la lata, querida suegra! ¿Niño o niña? ¡Estoy borracho, Karolinchen! ¡Permíteme que te dé un beso, alemanita de mi vida! ¡Ya está ese canalla otra vez con mi mujer! ¿Cuántos hijos tiene usted? ¡Ayude a este infeliz! ¡Qué hija tan encantadora la suya! ¡Los muy tunantes, lo han publicado en los periódicos! ¡Ven que te dé unos azotes, so granuja! ¿Eres tú quien me ha estropeado la peluca?

Vejez.
¿Iremos al balneario? ¡Cásate con él, hija mía! ¿Que es un imbécil? ¡No importa! ¡Baila mal, pero hay que ver qué pantorrillas! ¿Cien rublos por […] un beso? ¡Ay, diablilla! ¡Je, je, je! ¿Quieres que pidamos faisán, nena? ¡Hijo mío, te veo hecho… un tronera! ¡No olvide ante quién se halla, joven! ¡Ps, ps, ps! ¡Cómo me gusta la música! ¡Mozo, cham… cham… champaña! ¿Estás leyendo El Bufón? ¡Je, je, je! ¡Les llevo caramelos a mis nietos! ¡Mi hijo es guapo, pero yo lo fui más! ¿Dónde están aquellos tiempos? ¡No te he olvidado en mi testamento, Emochka! ¡Para que veas cómo soy! ¡Papaíto, dame el reloj! ¿Hidropesía? ¿Será posible? ¡Dios de los cielos! ¿Llora la familia? ¡Le va bien el luto! ¡Cómo huele el cadáver! ¡Que tus restos descansen en paz, honrado trabajador!
Lo que se gana en velocidad, se pierde en potencia. Lo que se gana en potencia, se pierde en velocidad.

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