Entre sus seguidores se encuentran los tecnócratas. Antes de seguir, hay que aclarar que se debe borrar los prejuicos que los mercenarios de la palabra, tanto políticos como periodistas, han agitado contra la tecnocracia. Sin olvidar, claro está, que es bastante criticable. La relación interesada con el Opus Dei y el tardofranquismo ocultan la verdadera magnitud del movimiento político tecnócrata con el que éstos sólo podrían tener en común el desarollismo económico e industrial. Ésta animosidad entre élites, se debe al desprecio de los tecnócratas a ambas categorías, y cuya culminación debería ser el gobierno de los ingenieros y el desplazamiento de los políticos del poder:
http://www.letras.ufmg.br/lourenco/banco/EH34.htmlO tecnocrata detesta o político. Pela sua venalidade. Pela sua covardia. Pela sua estupidez e ignorância, sobretudo.
"What men chiefly resent in the politician is not his alleged venality, or his alleged cowardice, but his stupidity and his ignorance".
Seu talento é para o comércio da palavra, mas ele é um "ignoramus", embora dirija homens traquejados em atividades que exigem, cada vez mais, conhecimentos precisos.
O tecnocrata volta-se então para o engenheiro, contraste vivo do político. Porque lida com a realidade e trabalha numa base de precisão.
El fundador de la tecnocracia como movimiento político es Howard Scott ( http://en.wikipedia.org/wiki/Technocratic_movement ), quien influyó ( http://www.iww.org/cic/history/scott.html ) en el modelo organizativo ( http://www.iww.org/cic/history/shovelstiff.html ) de la Industrial Workers of the World ( http://www.iww.org/es ).
También estuvieron presentes entre quienes colaboraron con Franklin Delano Roosevelt y su New Deal, aunque sus ideas más radicales no prosperasen, como la sustitución del dinero por unidades de energía. También se les asocia al comunismo por sus teorías igualitarias para la distribución de la riqueza y el consumo.
