Construyendo Soberanía y Dignidad en el campo chileno

Conservacionismo, Antidesarrollismo, cuestionamiento de la tecnología, naturismo, alternativas al sistema industrial capitalista, cambio climático...
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Felino
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Construyendo Soberanía y Dignidad en el campo chileno

Mensaje por Felino » 06 Ago 2013, 16:23

Entrevista hecha por el periódico libertario "Solidaridad" para su número de julio

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Entrevista al Bloque Agrícola

¿Qué es el Bloque Agrícola? ¿Quiénes lo componen? ¿Qué objetivos se proponen concretar?


El Bloque Agricola es un espacio social y político que busca aportar a la transformación social desde una perspectiva y un espacio vinculado al mundo rural. Se comprende como parte de un proceso de cooperación entre estudiantes y campesinos, donde se fortalezca la organización, se construya dignidad y se aporte a la construcción de soberanía alimentaria.

Está compuesto por estudiantes de la Universidad de Concepción Campus Chillán, en el cual se encuentran las carreras de las ciencias agrónomas y veterinarias, donde hay varios estudiantes con la voluntad de aportar y aprender de las organizaciones del mundo campesino, generando un diálogo entre estos saberes diferentes pero convergentes.

El Bloque Agrícola, busca construir soberanía en el mundo rural y aportar el desarrollo de las comunidades rurales y urbanas rompiendo esa muralla que diferencia estos mundos, en función de establecer nuevas relaciones sociales basadas en la solidaridad, el amor y el respeto. Y que mejor reflejo de esto que el haber compartido las preguntas hechas por Solidaridad con las organizaciones con quienes se colabora, la “Federación de Sindicatos Campesinos de Ñuble”, la “Unión de Comunal Huertos Urbanos de Quirihue” y algunos dirigentes campesinos de otras organizaciones y estudiantes. Agradecemos públicamente la cooperación de los compañeros y compañeras en esta tarea.

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¿Cuál es el diagnóstico que hacen acerca de la realidad actual del campesinado en Chile?

Nuestra comprensión del mundo campesino está desarrollada en base a una comprensión teórico-práctica y afectiva, que se retroalimenta constantemente en el trabajo y el compartir con estas organizaciones hermanas.

Vemos que actualmente el campesinado se ha visto obligado a caer en un modelo agrícola que basa su razonamiento y su lógica de hacer las cosas, en el neoliberalismo, preocupándose solo de la generación de mayor valor, entregado a la influencia económica nacional e internacional (imperialista), siendo dependiente de un sistema productivo que demanda altos niveles de productividad de alimentos para el consumo dentro y fuera del país, utilizando para ello, desmesuradamente un conjunto de productos (paquete tecnológico) y bienes naturales para lograr mayores rendimientos. Además, la desvalorización de la vida en el campo, producto de una visión urbanocéntrica, en donde, desde pequeños se nos dice que en la ciudad está la panacea y en el campo el retraso, produciendo mitos sociales que solo sostienen el modelo de dominación, haciendo olvidar lo simple; que somos todos y todas iguales y cada cual produce para el bienestar del otro, porque somos comunidad.

Debido a esto, vemos al campesinado “desmovilizado”, amarrado. No hay movimiento campesino fuerte debido a la debilidad de sus organizaciones de base; en algunas regiones su expresión autónoma e independiente es casi nula. Pero si han sido creadas otras formas de organización afines con el sistema, como son los comités productivos, comités ganaderos, grupos que responden a los lineamientos de los PRODESAL, INDAP y no a los intereses del mundo campesino organizado, que lucha por su permanencia en el territorio. Por otro lado, se han dejado atrás tradiciones y la identidad característica de cada sector, perdiendo el valor y el amor a la tierra, viéndola actualmente como una fuente de riqueza y único medio muchas veces para obtener ingresos monetarios en el caso de pequeños campesinos, o por otro lado recibir grandes sumas de dinero a costa de la destrucción y el desgaste del terreno por parte de los poderosos. Entonces el mundo rural y el Chile que se vende al extranjero, como potencia agroalimentaria y forestal entrega riqueza a los que siempre han sido ricos y a los trabajadores y trabajadoras, campesinos y campesinas les deja un campo desolado, desgastado, sin acceso a “desarrollo” y con la idea de que la única vía para obtenerlo es acoplarse al modo de producción capitalista y su racionalidad económica. Como consecuencia de ello hoy vivimos el despoblamiento rural, los hijos e hijas de los campesinos, salen a estudiar a la ciudad y no vuelven al campo a cultivar la tierra. Esto ha traído consecuencias significativas en los procesos de reorganización campesina, siendo la peor consecuencia la relación que establece el Estado con el pequeño campesino, donde éste queda situado en posición de cliente. Aquí aparece el problema de la relación de propiedad que se ha generado en el mundo rural, en donde tierra, semillas y aguas hoy tienen propietarios, que en su mayoría son capitales agroindustriales, generando problemas importantes; escasez de agua por la plantación de las forestales, la degradación de las tierras cultivables, y la pérdida y privatización de las semillas nativas y ancestrales. El llamado es a escucharnos, a reconocer y dignificar la labor campesina como primera tarea.

¿Se coordinan o vinculan con otras organizaciones del ámbito agrícola? ¿Cuáles? ¿Qué actividades han realizado en común?

Como Bloque nos vincularnos con varias organizaciones campesinas de la provincia de Ñuble, entre ellas la UCHO (Unión Comunal de Huertos Orgánicos) de la comuna de Quirihue, conformada por sabias mujeres que día a día luchan por mantener la tradición territorial del cuidado de la tierra y sus frutos. Además, existe un trabajo con la Federación de Sindicatos de Campesinos y Campesinas de Ñuble, con quienes hemos realizado ferias agroecológicas en la cuidad de Chillán, orientadas a promover el comercio justo y solidario, jornadas de manejo y sanidad animal, talleres de homeopatía veterinaria y energías limpias, la celebración del Día Internacional de la Lucha Campesina, (convocado por la Vía Campesina), el día del campesino y varias otras fiestas y conmemoraciones tradicionales del folclor local. Por otra parte, se han mantenido vínculos y trabajos con Comunidades Mapuche del Alto Bío Bío, sectores rurales de San Ignacio, El Carmen y Chillán.

¿Cuáles creen que son los primeros pasos que debe dar el movimiento popular para empezar a luchar por la soberanía alimentaria?

Creemos firmemente en la unidad de los y las que luchan. Es en esta senda en donde nos vamos encontrando y reconociendo. Creemos que los diversos sectores sociales y políticos hoy debieran estar pensando en programas de unidad y en discusiones más amplias que permitan pensar en el Chile que queremos. Es ahí el primer paso para la soberanía alimentaria, el reconocernos como pueblos.

Dentro de lo primordial, destaca la ruptura de la lógica mercantil integrando a la agricultura como una herramienta de ayuda para la comunidad, donde se pueda obtener un beneficio colectivo siendo consciente siempre del cuidado de la tierra. Recuperar técnicas agrícolas antiguas, pero incorporándole las nuevas tecnologías amigables con el medio ambiente y desechar modelos agroindustriales, como la utilización de semillas modificadas genéticamente y la aplicación de productos químicos usados para mejorar la productividad con el único objetivo de obtener grandes sumas de dinero. Como movimiento popular se debe frenar de inmediato el modelo productivo actual y deben ser los mismos campesinos y campesinas, respaldados por todo el pueblo quienes den la discusión y planteen los nuevos objetivos de una agricultura sustentable, saludable y que no obedezca a las condiciones que imponga el mercado, ya que para lograr una soberanía alimentaria, primero se debe alcanzar la soberanía territorial.

Para revertir la situación actual, creemos que es necesario direccionar nuestra lucha en la construcción de organizaciones campesinas y rurales fuertes con vocación de poder, que construyan sus propias formas, generando alianzas intersectoriales, con estudiantes y pobladores, y que se vinculen directamente con sectores organizados de la producción estratégica (forestales, portuarios, mineros, industriales) dada su capacidad de movilización y presión directa, porque comprendemos que la lucha por la soberanía alimentaria es parte de un gran movimiento histórico de construcción de soberanía y dignidad, donde se reconozca en la lucha campesina, el futuro alimentario de cualquier proyecto político de transformación viable.

Para que esto sea posible, necesitamos una ley de organización campesina que ampare, y que defienda estas organizaciones y al mundo rural, respetando sus diferencias y particularidades, ya que hoy las organizaciones que aún resisten están “colgadas” de otras organizaciones para poder existir. Además, se necesita que esta ley cree un programa real de fortalecimiento a la organización campesina, con asignación de recursos en forma directa y no concursable; vemos a otros actores sociales como Juntas de Vecinos, Clubes Deportivos, Centros de Padres, Adultos Mayores, por nombrar solo algunos, que sí tienen asignación de recursos por ley para su funcionamiento ¿Y las organizaciones campesinas qué? Hacen soberanía gratis, producen alimento, cuidan el medio ambiente y en Chile un 42% de la población se encuentra vinculada al mundo rural ¿Alguien ha pensado que el problema alimentario está presente a lo menos dos o tres veces por día en la mesa de todos y todas? Es por ello, lo estratégico y primordial de esta lucha.

¿En qué consistieron los trabajos voluntarios que realizaron en Quirihue? ¿Qué tal resultó la experiencia?

Para lograr ciertos objetivos que nos trazamos en este proyecto, fue que creamos la “Escuela de Agroecología y Trabajos Voluntarios 2013”. Insertándonos y trabajando junto a la UCHO y las familias campesinas del sector Vegas Verdes y Los Remates. Para concretar este trabajo, se realizaron durante 6 días un programa de estudios teóricos y prácticos en diferentes áreas, con la finalidad de entregar herramientas a las organizaciones campesinas y las personas que asistieron de forma individual. Dentro de las charlas teóricas, se estudiaron los temas de agroecología, teoría de la trofobiosis, metodología de campesino a campesino, fortalecimiento de las organizaciones comunitarias y formas de realizar fertilizantes orgánicos. En la segunda parte, se realizaron talleres prácticos, entre los cuales destacaron: taller de biofermentado de frutas, construcción de cocinas solares y hornos de barros. Estos talleres lograron que los y las participantes obtuvieran el conocimiento de forma participativa, para que después lo repliquen en sus campos, y obtener mejores rendimientos en sus cultivos, a través de una técnica amigable con el medio ambiente.

Una vez terminada la primera escuela de agroecología surgen muchas reflexiones sobre la construcción de esta escuela. Se entiende que estamos dando un proceso que recién comienza, que estamos en constante aprendizaje de la educación popular y queremos que esta herramienta sea una ayuda para el fortalecimiento tanto de las organizaciones campesinas como para el Bloque Agrícola, siempre trabajando lo político, social, cultural y técnico.

¿Qué otros proyectos tienen pensados comenzar a impulsar?

Hoy, en primera instancia estamos potenciando un proceso de análisis y reflexión sobre la experiencia vivida durante nuestro primer año de existencia, ya que creemos que es muy importante mantener la sistematización de las actividades proyectadas y realizadas para ir mejorando el espacio y nuestro alcance de lucha territorial. Para este año estamos proyectando la mantención de una escuela de formación agrocampesina mediante variados talleres y módulos orientados a estudiantes, dirigentes y organizaciones campesinas, tales como participación territorial, bioconstrucción, permapicultura, fitocosmética, plantas medicinales, ginecología natural y autónoma, control sobre la tierra, soberanía alimentaria, herramientas para la formación dirigencial, economía solidaria, y energías renovables no convencionales. También, mejorar la vinculación nacional con otras organizaciones con objetivos similares y las mismas perspectivas de cambiar esta sociedad explotadora, marginadora y centralista y así, lograr la construcción de un proyecto político de transformación social donde confluyan todas nuestras luchas.

Entrevista realizada por Espartaco Gatti para el número de julio del periódico libertario "Solidaridad"

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Re: Construyendo Soberanía y Dignidad en el campo chileno

Mensaje por Felino » 06 Ago 2013, 17:24

Una actividad para esta semana:

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Re: Construyendo Soberanía y Dignidad en el campo chileno

Mensaje por Jove Obrer » 06 Ago 2013, 21:08

Que bueno :D
“Si lo real es móvil, que nuestro pensamiento sea también móvil y que sea el pensamiento de ese movimiento. Si lo real es contradictorio, que nuestro pensamiento sea pensamiento consciente de la contradicción.”

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Re: Construyendo Soberanía y Dignidad en el campo chileno

Mensaje por Felino » 28 Ago 2013, 17:59

DECLARATORIA PÚBLICA ANTE LA LEY DE PRIVATIZACIÓN DE LA SEMILLA NATIVA

27 de agosto de 2013

Desde la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, campus Chillán y Bloque Agrícola Chillán, nos dirigimos a la comunidad para difundir lo que está sucediendo actualmente con las semillas campesinas en nuestro país.

Actualmente se está discutiendo en el congreso la aprobación de la Ley de derechos de obtentor vegetal (UPOV 91), esta ley ha sido promovida por diversos sectores empresariales que han intentado apropiarse de las semillas y atentar contra la cultura campesina y ancestral.

Consecuencias que tendría la aprobación de la ley para la soberanía alimentaria de nuestro país:

Las empresas tienen la facultad de apropiarse de las semillas campesinas e indígenas, diciendo que esta es una variedad “nueva” ya que no ha sido comercializada y que será “mejorada” por procesos de selección.

Se producirá una concentración de empresas nacionales e internacionales que controlen la producción de semillas, ya que la ley posibilita que capitales extranjeros puedan introducirse y ocupar el material genético de nuestras especies nativas.

Toda persona que quiera cultivar las variedades que dicen ser de la empresa, tendrá que pagar por la utilización del material genético, y no podrá reproducirlo. Esto conlleva a la pérdida de prácticas culturales como es la selección y multiplicación de las semillas que ha promovido la biodiversidad de nuestras especies vegetales, reconocido por el tratado de recursos fitogenético de la FAO.

La implementación de un conjunto de leyes, como la ley de transgénicos, propiedad intelectual y obtentores vegetales, producirá una descampesinización del sector rural. Dando paso a una agricultura industrial basada en productos manipulados genéticamente.

Es por esto, que llamamos a toda la comunidad chilena a concientizarse y a actuar en conjunto a sus organizaciones para defender nuestras semillas nativas y toda la cultura que junto a ellas se ha desarrollado y nos han alimentado como pueblo hasta el día de hoy, ya que entendemos que las acciones a seguir para frenar esta situación requiere de la fuerza y la entereza de muchos actores y a la vez, emplazamos a quienes nos representan en las Cámaras de Senadores y Diputados de Chile para que demuestren voluntad política para que a la hora de legislar , tanto para el mundo rural como para cualquier espacio o aspecto de esta sociedad, los cambios institucionales planteados sean en función del desarrollo que entre todos y todas acordamos y proyectamos, donde nuestra voz ( la de todos y todas las chilenas) sea escuchada y considerada para desde allí, se plantee la mejora que como país queremos, el cual no solo represente los intereses de unos pocos y de la clase económica más influyente.

¡¡NO A LA PRIVATIZACION DE LA SEMILLA NATIVA!!
¡POR LA DEFENSA DE LA AGRICULTURA CAMPESINA E INDÍGENA!
¡NUESTRAS SEMILLAS CAMPESINAS SE MANTENDRÁN EN RESISTENCIA!
¡ALIMENTO SANO PARA EL PUEBLO DIGNO Y SOBERANO!
¡TIERRA LIBRE Y SOBERANA SIN TRANSGENICOS NI AGROTOXICOS!

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