Zaragoza tras Expo 2008. Vuelta al principio

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turiferario
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Zaragoza tras Expo 2008. Vuelta al principio

Mensaje por turiferario » 14 Jun 2013, 10:56

Zaragoza tras Expo 2008. Vuelta al principio
Por Leo Vargas Asoc Vecinal de la Madalena Calle y Libertad

Un año más, otro artículo sobre la pos-Expo 2008, a cinco años de la inauguración del evento zaragozano, con rey y todo.

Casi podríamos decir que este es un artículo obligado desde quienes nos comprometemos con el movimiento vecinal. Texto de compromiso aunque ahora mismo, en plena crisis, la Expo le importa bien poco a la inmensa mayoría de la población. Toca escribir porque alguien tiene que recordar que los iconos vacíos de la muestra son las carcasas huecas de la gran explosión del ladrillo, todo un símbolo de la España de la especulación y el delirio urbano. De poner en solfa que el caparazón de ecología y sostenibilidad con el que se envolvió la Expo estaba hueco y no pasó de un puñado de declaraciones que no se creían ni los que las lanzaban a los cuatro vientos. Que la cosa al final quedó en una descomunal parranda y en una resaca aún mayor.

Tras cinco años, parece que esencialmente muy poco ha cambiado tras las grandes promesas de la pos-Expo, aquella que iba a colocar todos los edificios a la iniciativa privada y recuperar la inversión pública. Básicamente, es un eterno retorno al principio ¡Que aburrimiento! Ahora que todo el castillo de naipes se ha caído da la sensación de que, por mucho que repitamos lo obvio, siempre quedará quien repita el mantra de las muchas cosas buenas que dejó la Expo.

¿Como? ¿Estoy equivocado? Ah, que me dicen algo de una Ciudad de la Justicia y un montón de instituciones y empresas públicas en el recinto de Ranillas.

Cierto es, ahí están, pero son más de lo mismo: Un ingente trasvase de fondos públicos a la empresa privada. No es sino volver a lo que la Expo fue desde el principio, osea erario que se transfiere a las grandes constructoras que, básicamente, son las mismas desde que el evento no era sino un embrión y que vieron la oportunidad de oro.

En honor a la verdad quienes tendrían que tener un dorado recuerdo de la Expo son Ferrovial, Sacyr, FCC o Acciona, que llevan 8 años seguidos ingresando dinero a espuertas por la permanente construcción-destrucción del recinto de Ranillas.

Resumiendo: desde la adjudicación de la Expo se emprendió una obra civil faraónica con movimiento de tierras, construcción de infraestructuras, viales y edificios. Tras esto la propia Expo con mantenimiento, seguridad, limpieza, merchandising y hostelería. Y otra vez obra para tirar todo lo hecho y empezar de nuevo a remodelar los pabellones, nuevos viales, nuevas infraestructuras y más contratas. Las mismas contratas, que cosas, ahora también llevan limpieza, seguridad o mantenimiento. Se cierra el círculo. Pagamos los mismos.

La excusa como siempre fueron los puestos de trabajo, mayormente temporal y precario, que generó el evento a costa de un modelo urbanístico agresivo y grandilocuente. Cualquier excusa era buena para justificar la Expo y no está de más hacer un repaso de todas.

Si hablamos de excusas primero fue la excusa de poner la ciudad en el mapa, luego el banderín de enganche del agua, más tarde la letanía de la sostenibilidad, el voluntariado (o los tontos útiles, que de todo tiene que haber) o las infraestructuras que traería.

Cuando se terminó la Expo vino la excusa del aprovechamiento de los edificios. Cuando luego resultó que ni una sola empresa se quiso mudar al recinto, se terminaron metiendo con calzador toda suerte de instituciones y empresas públicas (1).

Y, aún habiendo alternativas económicamente más viables, en una Zaragoza está llena de edificios públicos vacíos (Solo el Ayuntamiento reconoce 26) se trasladan los juzgados en pleno, vaciando un espacio de miles de metros cuadrados en pleno centro de la ciudad. Desvestir a un santo para vestir a otro, decía mi abuela.

Eso sí, empresas privadas ya hay: las sedes de las propias constructoras que se forran con la Expo, dos bares y una panadería. (2) Al carro se sumará Mercadona y así se cerrará otro círculo vicioso, el de que de este tipo de eventos solo saca beneficios la gran empresa, unido a otra de las vacas sagradas de la Zaragoza de hoy: el centro comercial, yendo en coche, claro. Todo muy sostenible, como la Expo.

Por otro lado es inevitable echar una mirada a los edificios emblemáticos, las ocurrencias de turno de los arquitectos estrella, que siguen durmiendo el sueño de los justos y que solo serán útiles si se suelta otra riada de dinero público.

El Pabellón Puente, la Torre del Agua, Pabellones de España y Aragón o el azud del Ebro… 73, 55, 20, 29 y 25.7 millones de euros respectivamente. 202.7 millones de perfecta nada. Estructuras que llegaron a multiplicar hasta por cuatro el coste previsto, como el azud del Ebro y a las que no se ve ninguna posibilidad de retorno de la inversión hecha.

La CAI ha tenido que renunciar al rascacielos hueco que es la Torre del Agua y retornará 400.000 euros de los 55 millones que costó (3). Menudo negoción.

Otros pabellones se caen a pedazos o se limitan a acumular basura. Algo se les ocurrirá a nuestros próceres para tan premiados edificios. Tampoco estaría de más aclarar que valoran determinados premios. Hasta donde yo sé los edificios tienen que servir para algo más que decorar, aunque me parece que igual me equivoco.

Y a día de hoy, ya lo he dicho, la Expo sigue generando gasto. La DGA ha tenido que pedir sucesivos créditos y avales y, finalmente, como solución al agujero económico creado, se valora vender la ciudad de la Justicia para realquilar las oficinas (4), con lo que el alquiler mensual de este espacio público será de 800.000 euros, que cobrará aquél que compre el recinto. No faltará quien se apunte, seguro y, al final, resulta que el coste será más alto que los juzgados que había.

Vuelvo al principio, en este etorno retorno que es la Expo. Los mismos que aplaudían hace unos años con lo estupenda que era la Expo quizás aplaudan hoy en día y a lo mejor subirían al teleférico a verla, si no estuviera abandonado y colgando con sus 12 millones de inversión.

Hubo quienes nunca aplaudimos este negocio y a quienes nos enfada que nadie responda por semejante dislate urbanístico. En la Expo están como al principio, con el hormigón convertido en buque insignia. En la destrozada huerta de Ranillas dejan pastar a un rebaño de vez en cuando, las ovejas quizás miren extrañadas las estructuras del urbanismo desaforado. Los borregos las aplauden y otros más listos simplemente se han forrado.



1.http://www.heraldo.es/noticias/zaragoza ... arial.html

http://www.20minutos.es/noticia/1761385/0/
http://www.elperiodicodearagon.com/noti ... 60923.html
http://www.elperiodicodearagon.com/noti ... 51608.html
“Todo el problema con el mundo es que los tontos y los fanáticos siempre están tan seguros de sí mismos, y la gente inteligente tan llena de dudas.”
- Bertrand Russell (A Word a Day)

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