"Canibalismo es reciclaje"
Publicado: 27 Jul 2009, 11:06
os dejo un texto que he encontrado en la red, ahora que he visto que hablábais de canibalismo..., pertenece a un blog donde se dan lecciones de agricultura y otros temas interesantes.
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El Comité de Gastronomía junto con el Comité de Gestión y administración económica presentan, por fin y gracias a los duros esfuerzos de nuestra orgullosa y solícita plantilla, el original, innovador y radical Manifiesto Caníbal. Nos encantaría que disfrutaran tanto al leerlo como nosotros hemos disfrutado en su elaboración. A modo de sugerencia, les recordamos que pueden emplear el recurso gráfico que aportamos al final del texto como plantilla o pegatina para ayudarnos en la difusión de este importantísimo comunicado.
Gracias por su atención.
MANIFIESTO CANÍBAL
1. El canibalismo no es algo nuevo ni desconocido.
Tanto obras clásicas[1] como modernas[2] nos hablan de ello aún, en muchos casos, sin profundizar y hay quien dedica su tiempo a la crítica moral de esta práctica[3] tan antigua como nuestra especie[4, 5, 6]. Las recientes declaraciones de un reputado historiador mexicano[7] acerca del canibalismo con fines gastronómicos como episodio real y bien documentado de la historia de las civilizaciones precolombinas representan un nuevo intento de desmitificar esta costumbre y levantar el tabú que sobre ella pesa.
El canibalismo ha sido adjudicado, por regla general, a los «pueblos salvajes»[8], a modo de propaganda bélica que los satanizase lo suficiente como para que su exterminio y etnocidio no representara más que el aplastamiento de unos pocos insectos molestos y peligrosos, y a los criminales psicópatas[8], cuyas tendencias homicidas y problemas psicológicos les han llevado a cometer actos que no eran propiciados ni por la cultura ni por la necesidad.
Los mexicas, llamados aztecas en la historiografía tradicional, que practicaban el canibalismo con fines tanto gastronómicos como rituales[7, 9], formaban uno de los Estados más extensos de Mesoamérica, y además de someter a varios grupos indígenas adyacentes, poseían una rica y compleja tradición tanto religiosa como política, cosmológica, astronómica, filosófica y artística.
Como ya nos advierte la literatura[2], el canibalismo no es exclusivo de (y ni siquiera mayoritario entre) las gentes de las aldeas y las bandas de horticultores, pescadores o cazadores/recolectores, sino que se adapta perfectamente al estilo de vida civilizado. Administración férrea, control, burocracia y disciplina no están reñidas con la obtención de proteína a través de la antropofagia ni los sacrificios humanos.
Los españoles, acostumbrados como estaban a la tortura y a la matanza sistemática por razones meramente culturales y/o religiosas cuando visitaron el Nuevo Mundo, fueron sorprendidos por el pueblo mexica. Los aztecas no dudaban en hacer uso de numerosos motivos de la misma índole para sacar partido y así obtener un recurso bastante preciado[10]: la carne.
2. Demasiadas bocas que alimentar.
Una sexta parte de la humanidad sufre desnutrición a día de hoy. Más de 1020 millones de personas que no tiene nada que llevarse a la boca, según la Organización de Naciones Unidas[11].
Las potencias económicas mundiales sobreviven gracias al expolio sistemático de tierra, agua y aire, dejando sin recursos ni medios de subsistencia a los mismos a quienes luego obligan a trabajar para ellos por un mísero e insignificante sueldo y mientras tanto, la mayor parte de organizaciones no gubernamentales se limita a incitar a la caridad y rogar por unas cuantas migajas para los legítimos dueños de kilómetros y kilómetros de mundo saqueado, quienes no acaban de creerse la estafa en la se han visto envueltos sin saber por qué.
Si se les devolviera lo que es suyo a los pueblos autóctonos, a las gentes primigenias, a los indígenas y desposeídos de todo el mundo, y consiguieran ellos, por una suerte del destino, olvidar todo ese lavado de cerebro acerca del progreso y un bienestar en forma de alcoholismo, pobreza y prostitución, podrían llegar algún día quizá a alcanzar una opulencia remotamente similar a aquella de la que gozaron en el pasado[12].
Sin embargo, los conquistadores cuentan aún entre sus filas con un considerable número de personas que los convierte en una amenaza potencial bastante importante para los intereses de cualquier causa justa.
3. Demasiadas bocas que ya no basta con alimentar.
Si todos viviéramos como los habitantes de Chad, dice Teresa Castro[13], podríamos dejar que la población del mundo creciera varios miles de millones más.
Y continúa:
La actual crisis alimentaria y las migraciones por la sequía han mostrado que algunas regiones no pueden soportar las poblaciones que albergan. Una población siempre en aumento sólo puede llevar a más hambre e inanición, congestión del tráfico, contaminación del aire y del agua y alza de los precios inmobiliarios.
La cuestión, parece ser, que no todos vivimos como en Chad.
A pesar de los repetitivos informes alarmistas acerca de la preocupante situación de los países del tercer mundo y su explosión demográfica, la manera en que sus gentes vivieron hasta que las colonizaciones y los saqueos por parte de agentes extranjeros apoyados por pagados gobiernos autóctonos, e incluso la forma en que a día de hoy malviven, dista de ser tan dañina para el planeta en su conjunto como lo es el modo de vida occidental.
Producimos, consumimos y distribuimos objetos que no necesitamos y como sociedad nuestra visión de realidad ideal es aquella en la que ya no producimos, y casi ni distribuimos, otros desgraciados, en otros lejanos lugares, se encargan de producir y nosotros nos limitamos tan sólo a consumir.
Los recursos no son infinitos. Nuestra basura lo abarca todo. Ya no hay apenas rincones del mundo sin nombre y sin bolsas de plástico asfixiando peces en las orillas de playas paradisíacas. Ahora todo es un producto chabacano y vulgar que pocos pueden comprar y que ninguno puede disfrutar.
Los clientes del supermercado mundial que caminamos con prisa y sin rumbo por las calles de nuestras megalópolis, agotamos las reservas del mundo sin ni siquiera aprovecharlas de verdad.
El alimento no alimenta, el abrigo no abriga, el refugio no resiste, nuestra vida cotidiana no nos satisface.
¿Qué nos queda, de lo auténtico? ¿Qué podemos hacer, ahora que ya todo es virtual y que incluso lo irreal, en nuestra carrera imparable hacia lo ridículo, se ha tornado demasiado burdo y simplón como para llenar nuestros corazones aún siquiera de mentiras? ¿Cuál es la solución?
4. El objetivo somos nosotros.
Como civilización no representamos a la mayoría de la población humana, pero somos lo suficientemente numerosos y nocivos para tener derecho a un correctivo que algunos ya hemos comenzado a asumir.
Tarde o temprano todos tendremos que aceptar que la única forma de equilibrar la balanza es reducir nuestra población. Las mujeres del tercer mundo están dando a luz todo el tiempo con el fin de alimentar a su pueblo y nosotros les estamos robando ese alimento y ellas no van a parar de parir hasta que vean algún resultado.
Así que, o bien podemos devolverles lo que es suyo, o bien podemos reducir nuestra población al 25% de la actual y esperar que sea suficiente para que las cosas tomen un rumbo distinto al que llevan actualmente.
Si no vamos a hacer nada inteligente, como de costumbre, y vamos a seguir chupándoles la sangre a los inocentes y riéndonos de ellos y de cómo les contaminamos el agua y el suelo y les llenamos la cabeza de tonterías y encima siguen sonriéndonos, si vamos a seguir siendo los mismos cabronazos de siempre, entonces tenemos que aceptar que de entre nosotros surjan héroes modernos, luchadores valientes, gente con cabeza, concienciados hombres y mujeres de bien con valores sanos profundamente arraigados. En definitiva, combatientes antropófagos dispuestos a servir de reguladores autoproclamados del caos demográfico occidental.
Serán patrocinadas redes de tráfico de cadáveres aún calientes, los traficantes de órganos actuales serán ejecutados y cocinados en festines públicos, en los orfanatos todos los niños podrán disponer de carne humana y nunca más volverán a pasar hambre, los muertos no serán enterrados sino devorados, los auténticos criminales como pederastas o violadores, no ingresarán en ningún tipo de centro penitenciario, sino que serán cocinados y servidos en banquetes públicos donde los principales indemnizados serán sus víctimas y los familiares de sus víctimas.
5. Un canibalismo legítimo y digno.
No habrá concesiones a los depravados.
Los individuos podrán alimentarse de sus muertos cercanos una vez hayan fallecido. Si, después de puesto en marcha todo este proceso, se dieran demasiadas muertes repentinas y sospechosas en circunstancias poco claras, se pondría en marcha un Comisionado Caníbal de Emergencia, encargado de investigarlas y esclarecer los hechos para dilucidar si sucedieron o no en circunstancias naturales. Aquel que mate a sus familiares con el único objetivo de llevárselos a la boca también tendrá el deber de ser comido por los que sean, a su vez, familiares suyos, pues de otro modo, llevaríamos el más absoluto desorden a la sociedad y nadie sino los locos aspiran al caos.
En caso de no tener familia, estos parias serán entregados al Comité de Canibalismo controlado, el cual los pondrá a disposición de la sociedad en un grandísimo festín organizado una vez por semana en cada ciudad y pueblo grande. Los Comités de cada pequeño pueblo, de haberlos, podrán optar por organizar un festín propio o en cambio, por transportar a sus habitantes hacia el enclave grande más cercano y unirse a la fiesta con los demás.
Los cementerios serán deshabilitados y sólo será posible elegir entre 2 opciones: cremación total* o cocinado. La elección número 2 se divide a su vez en otras opciones de gran variedad gastronómica (entre las cuales podemos destacar el asador, la sartén o la olla).
Aquellos que se alimenten de inocentes para satisfacer sus oscuros y libidinosos apetitos, serán también calcinados en los enormes hornos que construiremos donde ahora descansa el edificio de Hacienda o la oficina de Empleo, sin tener en cuenta ningún tipo de posible enfermedad psicológica o trauma, pues la salud mental dejará de ser administrada y aquellos demasiado enfermos como para ser liberados no podrán optar a más destino que una caldera bien gorda. Ningún sectario asesino vivirá para arrepentirse de sus pecados.
Todo se realizará bajo la absoluta supervisión de expertos en sociología, gastronomía y salud, por lo que no habrá motivos para preocuparse en ningún momento.
Los Comités portarán armas de fuego de gran alcance para evitar cualquier tipo de sublevación o disturbios entre la población civil, por el bien de todos los ciudadanos y de las importantes instalaciones de refrigeración y conservación de la carne.
No será necesario pasar el control veterinario a los muertos domésticos siempre y cuando, como hemos afirmado anteriormente, las muertes se hayan producido en circunstancias claras y no se pretenda ingerir el cerebro u otros órganos potencialmente peligrosos[14].
Será, sin embargo, obligatorio analizar cada nuevo fiambre dispuesto para los comederos.
Aunque será posible obtener, mediante petición a través de su correspondiente solicitud, un kilo de carne en cualquier momento, los grandes banquetes tendrán lugar exclusivamente de noche, en las plazas públicas y al calor de la gran hoguera central que guiará las almas de los muertos hacia el lugar al que pertenecen.
No estará permitida la decoración del mobiliario público o privado, así como tampoco la del propio cuerpo, a través del uso de la sangre o las tripas de los cadáveres, pues ésto podría incitar a las moscas, ratas y otros animales carroñeros a invadir la ciudad poniendo en peligro la pulcritud de una gestión absolutamente controlada de los recursos proteínicos humanos y colapsando a los servicios sanitarios.
Si los ciudadanos estuvieren interesados en la adquisición de huesos para su uso personal, tendrían que solicitarlo al Comité de Canibalismo controlado o bien disponer de un espacio de tierra considerable de su propiedad para enterrarlos durante el año que, aproximadamente, necesitarán para eliminar todo resto orgánico.
Si surgiere en algún momento déficit del recurso comentado en relación con la demanda, generado gracias quizá a un posible resurgimiento de la talla ósea, será obligatoria la realización de una pequeña contribución pública a través del donativo de diez huesos de un tamaño medio (aprox. 15 cm) de cada persona allegada o familiar muerto consumido.
*Cremación total: en caso de enfermedad o estado avanzado de putrefacción se procederá a la cremación absoluta del cuerpo, sin tener en cuenta la voluntad de los familiares pues la ingesta por su parte de dichos cuerpos enfermos o putrefactos podría incidir negativamente sobre la propia salud de dichos familiares, lo que echaría a perder, en definitiva, un buen montón de carne.
6. Conclusión.
Pensamos que nuestra propuesta traerá la paz y el sosiego a nuestra sociedad, además de servir como soluciones efectivas a dos de los mayores problemas de nuestra era: el hambre y la superpoblación.
Al fin y al cabo, nuestra iniciativa no es más que el resultado de importantes estudios sociológicos que son los que nos han llevado a considerar nuestra postura.
Por el fin de las injusticias y el comienzo de una nueva era antropófaga, ¡porque el fuego nos queme a los infieles!
Por el fin de la ganadería intensiva y la adopción de la forma de vida cazadora como método infalible de obtener la soberanía alimenticia a través de una lucha de igual a igual entre congéneres que no buscan más que lo que todos los animales de la Creación han buscado siempre: permanecer.
Por el fin de todos los remilgos y por un futuro para todos.
¡Muerte al trasnochado concepto de humanidad!
¡Larga vida al Canibalismo!

*****
Referencias bibliográficas:
1.Gulliver's Travels. Jonathan Swift. Editorial Planeta. 2008.
http://es.wikipedia.org/wiki/Los_viajes_de_Gulliver
2. The silence of the lambs. Thomas Harris. Editorial Mandarín. 1990.
http://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Harris
3. Canibalismo. Víctor Montoya.
http://www.margencero.com/montoya/canibalismo.htm
4. CVC. Atapuerca. El caso de canibalismo más antiguo conocido en la historia de la humanidad.
http://cvc.cervantes.es/actcult/atapuer ... alismo.htm
5. Fundación Atapuerca.
http://www.fundacionatapuerca.com/
6.«El canibalismo era una práctica habitual en la Europa neolítica y América - 20minutos.es»
http://www.20minutos.es/noticia/267500
7. Hernán Cortés, inventor de México. Juan Miralles. «Aztecas practicaban el canibalismo gastronómico»
http://www.larepublica.com.uy/mundo/504 ... stronomico
8. CRÓNICA. Testimonio/Caníbales reales.«Quería conocer el sabor de la carne». El Mundo.
http://www.elmundo.es/2001/02/25/cronica/959262.html
9.Los mexicas.
http://es.wikipedia.org/wiki/Mexica
10. El reino caníbal. Caníbales y reyes. Marvin Harris. Alianza editorial. 1987.
11. 1020 millones de personas pasan hambre. Una sexta parte de la humanidad sufre desnutrición, la mayor cifra hasta hoy. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
http://www.fao.org/news/story/es/item/20568/icode/
12. La sociedad opulenta primitiva. Economía de la edad de piedra. Marshall Sahlins. Editorial Akal/Universitaria. 1977, 1983.
13. El regreso de Malthus.Científicos españoles piden medidas de control de natalidad, como la supresión de las ayudas a las familias numerosas, para evitar una explosión demográfica insostenible. PÚBLICO. Manuel Ansede. 2008.
http://www.fecyt.es/fecyt/detalle.do?el ... &id=173952
14. DC Gajdusek (1973), "Kuru in the New Guinea Highlands". In Spillane JD (ed): Tropical Neurology. New York, Oxford University Press.
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El Comité de Gastronomía junto con el Comité de Gestión y administración económica presentan, por fin y gracias a los duros esfuerzos de nuestra orgullosa y solícita plantilla, el original, innovador y radical Manifiesto Caníbal. Nos encantaría que disfrutaran tanto al leerlo como nosotros hemos disfrutado en su elaboración. A modo de sugerencia, les recordamos que pueden emplear el recurso gráfico que aportamos al final del texto como plantilla o pegatina para ayudarnos en la difusión de este importantísimo comunicado.
Gracias por su atención.
MANIFIESTO CANÍBAL
1. El canibalismo no es algo nuevo ni desconocido.
Tanto obras clásicas[1] como modernas[2] nos hablan de ello aún, en muchos casos, sin profundizar y hay quien dedica su tiempo a la crítica moral de esta práctica[3] tan antigua como nuestra especie[4, 5, 6]. Las recientes declaraciones de un reputado historiador mexicano[7] acerca del canibalismo con fines gastronómicos como episodio real y bien documentado de la historia de las civilizaciones precolombinas representan un nuevo intento de desmitificar esta costumbre y levantar el tabú que sobre ella pesa.
El canibalismo ha sido adjudicado, por regla general, a los «pueblos salvajes»[8], a modo de propaganda bélica que los satanizase lo suficiente como para que su exterminio y etnocidio no representara más que el aplastamiento de unos pocos insectos molestos y peligrosos, y a los criminales psicópatas[8], cuyas tendencias homicidas y problemas psicológicos les han llevado a cometer actos que no eran propiciados ni por la cultura ni por la necesidad.
Los mexicas, llamados aztecas en la historiografía tradicional, que practicaban el canibalismo con fines tanto gastronómicos como rituales[7, 9], formaban uno de los Estados más extensos de Mesoamérica, y además de someter a varios grupos indígenas adyacentes, poseían una rica y compleja tradición tanto religiosa como política, cosmológica, astronómica, filosófica y artística.
Como ya nos advierte la literatura[2], el canibalismo no es exclusivo de (y ni siquiera mayoritario entre) las gentes de las aldeas y las bandas de horticultores, pescadores o cazadores/recolectores, sino que se adapta perfectamente al estilo de vida civilizado. Administración férrea, control, burocracia y disciplina no están reñidas con la obtención de proteína a través de la antropofagia ni los sacrificios humanos.
Los españoles, acostumbrados como estaban a la tortura y a la matanza sistemática por razones meramente culturales y/o religiosas cuando visitaron el Nuevo Mundo, fueron sorprendidos por el pueblo mexica. Los aztecas no dudaban en hacer uso de numerosos motivos de la misma índole para sacar partido y así obtener un recurso bastante preciado[10]: la carne.
2. Demasiadas bocas que alimentar.
Una sexta parte de la humanidad sufre desnutrición a día de hoy. Más de 1020 millones de personas que no tiene nada que llevarse a la boca, según la Organización de Naciones Unidas[11].
Las potencias económicas mundiales sobreviven gracias al expolio sistemático de tierra, agua y aire, dejando sin recursos ni medios de subsistencia a los mismos a quienes luego obligan a trabajar para ellos por un mísero e insignificante sueldo y mientras tanto, la mayor parte de organizaciones no gubernamentales se limita a incitar a la caridad y rogar por unas cuantas migajas para los legítimos dueños de kilómetros y kilómetros de mundo saqueado, quienes no acaban de creerse la estafa en la se han visto envueltos sin saber por qué.
Si se les devolviera lo que es suyo a los pueblos autóctonos, a las gentes primigenias, a los indígenas y desposeídos de todo el mundo, y consiguieran ellos, por una suerte del destino, olvidar todo ese lavado de cerebro acerca del progreso y un bienestar en forma de alcoholismo, pobreza y prostitución, podrían llegar algún día quizá a alcanzar una opulencia remotamente similar a aquella de la que gozaron en el pasado[12].
Sin embargo, los conquistadores cuentan aún entre sus filas con un considerable número de personas que los convierte en una amenaza potencial bastante importante para los intereses de cualquier causa justa.
3. Demasiadas bocas que ya no basta con alimentar.
Si todos viviéramos como los habitantes de Chad, dice Teresa Castro[13], podríamos dejar que la población del mundo creciera varios miles de millones más.
Y continúa:
La actual crisis alimentaria y las migraciones por la sequía han mostrado que algunas regiones no pueden soportar las poblaciones que albergan. Una población siempre en aumento sólo puede llevar a más hambre e inanición, congestión del tráfico, contaminación del aire y del agua y alza de los precios inmobiliarios.
La cuestión, parece ser, que no todos vivimos como en Chad.
A pesar de los repetitivos informes alarmistas acerca de la preocupante situación de los países del tercer mundo y su explosión demográfica, la manera en que sus gentes vivieron hasta que las colonizaciones y los saqueos por parte de agentes extranjeros apoyados por pagados gobiernos autóctonos, e incluso la forma en que a día de hoy malviven, dista de ser tan dañina para el planeta en su conjunto como lo es el modo de vida occidental.
Producimos, consumimos y distribuimos objetos que no necesitamos y como sociedad nuestra visión de realidad ideal es aquella en la que ya no producimos, y casi ni distribuimos, otros desgraciados, en otros lejanos lugares, se encargan de producir y nosotros nos limitamos tan sólo a consumir.
Los recursos no son infinitos. Nuestra basura lo abarca todo. Ya no hay apenas rincones del mundo sin nombre y sin bolsas de plástico asfixiando peces en las orillas de playas paradisíacas. Ahora todo es un producto chabacano y vulgar que pocos pueden comprar y que ninguno puede disfrutar.
Los clientes del supermercado mundial que caminamos con prisa y sin rumbo por las calles de nuestras megalópolis, agotamos las reservas del mundo sin ni siquiera aprovecharlas de verdad.
El alimento no alimenta, el abrigo no abriga, el refugio no resiste, nuestra vida cotidiana no nos satisface.
¿Qué nos queda, de lo auténtico? ¿Qué podemos hacer, ahora que ya todo es virtual y que incluso lo irreal, en nuestra carrera imparable hacia lo ridículo, se ha tornado demasiado burdo y simplón como para llenar nuestros corazones aún siquiera de mentiras? ¿Cuál es la solución?
4. El objetivo somos nosotros.
Como civilización no representamos a la mayoría de la población humana, pero somos lo suficientemente numerosos y nocivos para tener derecho a un correctivo que algunos ya hemos comenzado a asumir.
Tarde o temprano todos tendremos que aceptar que la única forma de equilibrar la balanza es reducir nuestra población. Las mujeres del tercer mundo están dando a luz todo el tiempo con el fin de alimentar a su pueblo y nosotros les estamos robando ese alimento y ellas no van a parar de parir hasta que vean algún resultado.
Así que, o bien podemos devolverles lo que es suyo, o bien podemos reducir nuestra población al 25% de la actual y esperar que sea suficiente para que las cosas tomen un rumbo distinto al que llevan actualmente.
Si no vamos a hacer nada inteligente, como de costumbre, y vamos a seguir chupándoles la sangre a los inocentes y riéndonos de ellos y de cómo les contaminamos el agua y el suelo y les llenamos la cabeza de tonterías y encima siguen sonriéndonos, si vamos a seguir siendo los mismos cabronazos de siempre, entonces tenemos que aceptar que de entre nosotros surjan héroes modernos, luchadores valientes, gente con cabeza, concienciados hombres y mujeres de bien con valores sanos profundamente arraigados. En definitiva, combatientes antropófagos dispuestos a servir de reguladores autoproclamados del caos demográfico occidental.
Serán patrocinadas redes de tráfico de cadáveres aún calientes, los traficantes de órganos actuales serán ejecutados y cocinados en festines públicos, en los orfanatos todos los niños podrán disponer de carne humana y nunca más volverán a pasar hambre, los muertos no serán enterrados sino devorados, los auténticos criminales como pederastas o violadores, no ingresarán en ningún tipo de centro penitenciario, sino que serán cocinados y servidos en banquetes públicos donde los principales indemnizados serán sus víctimas y los familiares de sus víctimas.
5. Un canibalismo legítimo y digno.
No habrá concesiones a los depravados.
Los individuos podrán alimentarse de sus muertos cercanos una vez hayan fallecido. Si, después de puesto en marcha todo este proceso, se dieran demasiadas muertes repentinas y sospechosas en circunstancias poco claras, se pondría en marcha un Comisionado Caníbal de Emergencia, encargado de investigarlas y esclarecer los hechos para dilucidar si sucedieron o no en circunstancias naturales. Aquel que mate a sus familiares con el único objetivo de llevárselos a la boca también tendrá el deber de ser comido por los que sean, a su vez, familiares suyos, pues de otro modo, llevaríamos el más absoluto desorden a la sociedad y nadie sino los locos aspiran al caos.
En caso de no tener familia, estos parias serán entregados al Comité de Canibalismo controlado, el cual los pondrá a disposición de la sociedad en un grandísimo festín organizado una vez por semana en cada ciudad y pueblo grande. Los Comités de cada pequeño pueblo, de haberlos, podrán optar por organizar un festín propio o en cambio, por transportar a sus habitantes hacia el enclave grande más cercano y unirse a la fiesta con los demás.
Los cementerios serán deshabilitados y sólo será posible elegir entre 2 opciones: cremación total* o cocinado. La elección número 2 se divide a su vez en otras opciones de gran variedad gastronómica (entre las cuales podemos destacar el asador, la sartén o la olla).
Aquellos que se alimenten de inocentes para satisfacer sus oscuros y libidinosos apetitos, serán también calcinados en los enormes hornos que construiremos donde ahora descansa el edificio de Hacienda o la oficina de Empleo, sin tener en cuenta ningún tipo de posible enfermedad psicológica o trauma, pues la salud mental dejará de ser administrada y aquellos demasiado enfermos como para ser liberados no podrán optar a más destino que una caldera bien gorda. Ningún sectario asesino vivirá para arrepentirse de sus pecados.
Todo se realizará bajo la absoluta supervisión de expertos en sociología, gastronomía y salud, por lo que no habrá motivos para preocuparse en ningún momento.
Los Comités portarán armas de fuego de gran alcance para evitar cualquier tipo de sublevación o disturbios entre la población civil, por el bien de todos los ciudadanos y de las importantes instalaciones de refrigeración y conservación de la carne.
No será necesario pasar el control veterinario a los muertos domésticos siempre y cuando, como hemos afirmado anteriormente, las muertes se hayan producido en circunstancias claras y no se pretenda ingerir el cerebro u otros órganos potencialmente peligrosos[14].
Será, sin embargo, obligatorio analizar cada nuevo fiambre dispuesto para los comederos.
Aunque será posible obtener, mediante petición a través de su correspondiente solicitud, un kilo de carne en cualquier momento, los grandes banquetes tendrán lugar exclusivamente de noche, en las plazas públicas y al calor de la gran hoguera central que guiará las almas de los muertos hacia el lugar al que pertenecen.
No estará permitida la decoración del mobiliario público o privado, así como tampoco la del propio cuerpo, a través del uso de la sangre o las tripas de los cadáveres, pues ésto podría incitar a las moscas, ratas y otros animales carroñeros a invadir la ciudad poniendo en peligro la pulcritud de una gestión absolutamente controlada de los recursos proteínicos humanos y colapsando a los servicios sanitarios.
Si los ciudadanos estuvieren interesados en la adquisición de huesos para su uso personal, tendrían que solicitarlo al Comité de Canibalismo controlado o bien disponer de un espacio de tierra considerable de su propiedad para enterrarlos durante el año que, aproximadamente, necesitarán para eliminar todo resto orgánico.
Si surgiere en algún momento déficit del recurso comentado en relación con la demanda, generado gracias quizá a un posible resurgimiento de la talla ósea, será obligatoria la realización de una pequeña contribución pública a través del donativo de diez huesos de un tamaño medio (aprox. 15 cm) de cada persona allegada o familiar muerto consumido.
*Cremación total: en caso de enfermedad o estado avanzado de putrefacción se procederá a la cremación absoluta del cuerpo, sin tener en cuenta la voluntad de los familiares pues la ingesta por su parte de dichos cuerpos enfermos o putrefactos podría incidir negativamente sobre la propia salud de dichos familiares, lo que echaría a perder, en definitiva, un buen montón de carne.
6. Conclusión.
Pensamos que nuestra propuesta traerá la paz y el sosiego a nuestra sociedad, además de servir como soluciones efectivas a dos de los mayores problemas de nuestra era: el hambre y la superpoblación.
Al fin y al cabo, nuestra iniciativa no es más que el resultado de importantes estudios sociológicos que son los que nos han llevado a considerar nuestra postura.
Por el fin de las injusticias y el comienzo de una nueva era antropófaga, ¡porque el fuego nos queme a los infieles!
Por el fin de la ganadería intensiva y la adopción de la forma de vida cazadora como método infalible de obtener la soberanía alimenticia a través de una lucha de igual a igual entre congéneres que no buscan más que lo que todos los animales de la Creación han buscado siempre: permanecer.
Por el fin de todos los remilgos y por un futuro para todos.
¡Muerte al trasnochado concepto de humanidad!
¡Larga vida al Canibalismo!

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Referencias bibliográficas:
1.Gulliver's Travels. Jonathan Swift. Editorial Planeta. 2008.
http://es.wikipedia.org/wiki/Los_viajes_de_Gulliver
2. The silence of the lambs. Thomas Harris. Editorial Mandarín. 1990.
http://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Harris
3. Canibalismo. Víctor Montoya.
http://www.margencero.com/montoya/canibalismo.htm
4. CVC. Atapuerca. El caso de canibalismo más antiguo conocido en la historia de la humanidad.
http://cvc.cervantes.es/actcult/atapuer ... alismo.htm
5. Fundación Atapuerca.
http://www.fundacionatapuerca.com/
6.«El canibalismo era una práctica habitual en la Europa neolítica y América - 20minutos.es»
http://www.20minutos.es/noticia/267500
7. Hernán Cortés, inventor de México. Juan Miralles. «Aztecas practicaban el canibalismo gastronómico»
http://www.larepublica.com.uy/mundo/504 ... stronomico
8. CRÓNICA. Testimonio/Caníbales reales.«Quería conocer el sabor de la carne». El Mundo.
http://www.elmundo.es/2001/02/25/cronica/959262.html
9.Los mexicas.
http://es.wikipedia.org/wiki/Mexica
10. El reino caníbal. Caníbales y reyes. Marvin Harris. Alianza editorial. 1987.
11. 1020 millones de personas pasan hambre. Una sexta parte de la humanidad sufre desnutrición, la mayor cifra hasta hoy. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
http://www.fao.org/news/story/es/item/20568/icode/
12. La sociedad opulenta primitiva. Economía de la edad de piedra. Marshall Sahlins. Editorial Akal/Universitaria. 1977, 1983.
13. El regreso de Malthus.Científicos españoles piden medidas de control de natalidad, como la supresión de las ayudas a las familias numerosas, para evitar una explosión demográfica insostenible. PÚBLICO. Manuel Ansede. 2008.
http://www.fecyt.es/fecyt/detalle.do?el ... &id=173952
14. DC Gajdusek (1973), "Kuru in the New Guinea Highlands". In Spillane JD (ed): Tropical Neurology. New York, Oxford University Press.