Extraído de:
La Vida Naturista
http://naturistas.iespana.es/naturistas ... udismo.htm
La belleza del Nudismo
Históricamente siempre ha habido una estrecha relación -no completamente
coincidente- entre el naturismo, la medicina natural y el nudismo. Y es que,
con la llegada del verano y el buen tiempo, la Naturaleza nos brinda una
ocasión de oro para que, a través del desnudo, entremos en un contacto mucho
más directo con la Naturaleza y sus cuatro elementos.
En este artículo, nos sumergimos en el mundo del nudismo y presentamos las
claves para practicar la denominada Cultura del Cuerpo Libre y sus
beneficios tanto higiénicos como mentales.
La desnudez original
El mito del Paraíso terrenal o Arcadia, transmitido por la mayoría de las
culturas antiguas, nos presenta a Adán y Eva inconscientes de su desnudez,
pero felices en su integración directa con la Naturaleza y con Dios. Con la
explusión del paraíso que simboliza el fenómeno del origen de la conciencia,
Adán y Eva advierten su desnudez, y es en ese momento cuando se avergüenzan
y sienten la necesidad de cubrirse con pieles. El vestido es, pues,
compañero de viaje de la salida del hombre fuera del paraíso como lo son la
enfermedad, la conciencia de la muerte, la guerra y las desavenencias. El
hombre rompe con su estado original y primigenio y la ropa se convierte en
un elemento cultural añadido necesario en una sociedad llena de tensiones y
contradicciones, dramáticamente alejada de las leyes de la Naturaleza. Así,
las partes sexuales podrían ser un factor de discordia social y emocional y
deberán ser reprimidas y ocultadas. Sin embargo, en todas las culturas queda
aún el recuerdo de la desnudez original y su inocencia positiva, el anhelo
de que, cuando el hombre se posea a sí mismo, el desnudo pueda ser de nuevo
posible como pretende el nudismo moderno.
Exaltación griega de lo natural
La belleza griega encierra en su interior una exaltación del desnudo como
algo natural que nos devuelve a aquel tiempo en que hombre y Naturaleza no
se hallaban en contradicción.
Los desnudos helenos son nobles, armonizan lo natural con lo más sublime, lo
espiritual.
Negatividad de la visión judeocristiana
Con el triunfo de la visión judeocristiana, lo corporal es condenado como
origen de lo negativo. Se sospecha ahora incluso de la misma naturaleza
humana corrompida por el pecado, y la noción rigorista de pecado y culpa
asocia el desnudo con el dolor y el tormento. De hecho, en el arte
cristiano, el único desnudo permitido es el de Cristo en la cruz, un desnudo
inseparable de las heridas, la sangre y el sufrimiento. La cultura de la
Edad Media enfatiza más aun, si cabe, esta postura: el cuerpo debe ser
ocultado y el mismo arte se llena de muertes, sepulcros y naturalezas
extinguidas en un intento por mostrar que lo importantes es, por encima de
todo, la trascendencia.
Fascinación por la belleza
Con el Renacimiento y el redescubrimiento de la cultura grecorromana, el
desnudo vuelve a recuperar la posición que tenía en Grecia: el hombre del
Renacimiento se halla fascinado por la belleza antigua y trata de integrar
el arte griego sin renunciar, por ello, al cristianismo. Por vez primera
podemos contemplar un Jesús desnudo, pero no sufriente ni victimista, sino
heróico, al estilo de Heracles.
El desnudo moderno
Las ciudades de la primera industrialización en Gran Bretaña, Francia y
Alemania vieron nacer los grandes suburbios y, con ellos, la insalubridad,
las pésimas condiciones higiénicas y las consiguientes enfermedades como la
tuberculosis y el tifus. Fue entonces cuando, primero en Alemania y más
tarde en otros países, las gentes de las clases humildes, hastiadas de la
ciudad que vivía de espaldas a la Naturaleza, empezaron a desarrollar el
gozo del desnudo: excursiones campestres, lucha contra las normas sociales
tomando el Sol semidesnudos y bañándose en ríos y acequias... Es la
corriente conocida en Alemania como Cultura del Cuerpo Libre, pioneros del
nudismo centroeuropeo vinculados al movimiento germano de medicina natural
nacido pocos decenios antes.
Desde la Europa Central, a principios del siglo XX, la Cultura del Cuerpo
Libre se difundió en Francia bajo el nombre genérico de Naturisme. Con esta
denominación, llegó el movimiento a España, lo cual ha provocado siempre una
cierta confusión terminológica. En la actualidad, bajo de denominación de
"naturista" se entiende básicamente aquella persona que sigue la filosofía
global de vuelta a lo natural y auténtico, frente a lo industrial y
artificial.
Nudismo en España
La Cultura del Cuerpo Libre lo tuvo muy difícil en España. No hay que
ocultar que una parte importante de estos primeros nudistas pertenecía a la
ideología anarquista y libertaria o simpatizaba con ella, dándose una cierta
confluencia entre nudismo, anarquismo y naturismo que marcó, en parte, la
evolución posterior del nudismo en España.
II República: con la II República, llegó un espacio de libertad y, con él,
el nudismo se afianzó de la mano del movimiento de la medicina natural con
grupos como "Helios" (Valencia) y el grupo "Partenón" (Cataluña) promovido
por el naturópata italiano Nicolás Capo. En el Madrid de los años treinta
aparición el colectivo nudista- naturista "Frutas de la Libertad".
Franquismo: con el franquismo, la represión del nudismo corrió paralela a la
represión sociopolítica. Además de la persecución de las personas de
ideología libertaria, el franquismo reinstauró la moral católica tridentina
y prohibió todas las asociaciones relacionadas de un modo u otro con el
nudismo o la simple vida al aire libre.
En España, una de las asociaciones pioneras fue el Club Catalán de
Naturismo, con sede en Barcelona, activo impulsor hasta nuestros días de la
Cultura del Cuerpo Libre. Pero pronto, bajo el rótulo de Asociación
Naturista, aparecieron otros centros y asociaciones en Valencia y Andalucía.
A finales del siglo XX, el fenómeno nudista se disparó, no sólo con la
aparición de numerosas playas sino también con los campings y,
recientemente, incluso con un pueblo en recuperación en la provincia de
Tarragona (El Fonoll).
El bañador mental
La Cultura del Cuerpo Libre o nudismo, también denominada naturismo en los
países latinos, implica un retorno a la armonía original del hombre con la
Naturaleza, un retorno al tiempo en el que no existían la vergüenza ni las
normas sociales. Pero esta vuelta no es simétrica ni absoluta: el nudista
actual no se convierte en un cándido homínido, sino que la vuelta al nudismo
se realiza gracias a la evolución cultural plena y consciente, de forma que
lo corporal ahora se halla en armonía con lo mental y lo espiritual. Por
esta razón, el nudismo es un estado evolucionado del ser humano. De ahí que
el nudismo sea mentalmente emancipador y de ahí también que se encuentre en
las antípodas del striptease y la pornografía.
Bajo las normas sociales actuales, desnudarse todavía significa mostrar
morbosamente un cuerpo y unos genitales ocultos que son rechazados por el
Super Ego en forma de valores judeo-cristianos y que, paradójicamente, al
mismo tiempo, por la represión, pasan a ser fetiches de la obsesión
meramente sexual. Frente a esta visión morbosa del desnudo lascivo, el
nudismo integral propone implícitamente la superación de la excitación
mental provocada por la represión social; la posibilidad de que hombres y
mujeres desnudos convivan en actitudes normales mitigando o anulando el
fetichismo sexual de los genitales. En el nudismo, el hombre y la mujer se
despojan de cualquier actitud mental provocativa y son capaces de
relacionarse más allá de antiguos valores que los condicionan .
La legislación española actual
Desde la abolición de la Ley del Escándalo Público en 1989, la legislación
española no contempla como delito el nudismo. En realidad, no existe ninguna
legislación que impida la desnudez en lugares públicos. No obstante, la
experiencia demuestra que, a menudo, el simple nudismo es tomado por
exhibicionismo o voyeurismo y entonces la autoridad suele buscar una fórmula
jurídica para multar o denunciar.