The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Conservacionismo, Antidesarrollismo, cuestionamiento de la tecnología, naturismo, alternativas al sistema industrial capitalista, cambio climático...
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carlmn
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por carlmn » 05 Abr 2010, 05:04

9. Para rematar la faena, mencionaré brevemente unos pocos elementos más del mito anarcoprimitivista. Según dicho mito, el racismo es un artificio de la civilización. Pero en realidad no está claro que esto sea cierto. Por supuesto, los pueblos más primitivos no podían ser racistas, porque nunca entraron en contacto con ningún miembro de otra raza distinta a la suya. No estoy al tanto de razón alguna que me lleve a creer que los cazadores-recolectores eran menos propensos al racismo de lo que lo es el hombre moderno. Los pigmeos Mbuti no sólo se distinguían de sus vecinos que habitaban en pueblos por su menor estatura, sino también por características faciales y por tener un color de piel más claro [270]. Los Mbuti se referían a ellos como “negros salvajes” y “animales”, y no les consideraban verdaderas personas [271]. De modo similar, aquella gente también se refería a los Mbuti como “salvajes” y “animales”, y tampoco les consideraban como si fueran verdaderas personas [272]. Es cierto que dichos pueblerinos, a veces tomaban como esposas a mujeres Mbuti, pero parece ser que era sólo porque sus propias mujeres, en ese entorno forestal, tenían una fertilidad muy baja, mientras que las mujeres Mbuti tenían un montón de niños [273].

A la primera generación descendiente de matrimonios mixtos se la consideraba inferior [274]. (Es digno de señalar el hecho de que mientras las mujeres Mbuti solían casarse con pueblerinos y vivir en sus poblados, las mujeres pueblerinas casi nunca se casaban con hombres Mbuti, porque dichas mujeres “rehuían la dura vida errante de los nómadas y preferían establecerse en el estilo de vida pueblerino” [275]. Además, los críos resultantes de mezclas de sangre entre las uniones de Mbuti y pueblerinos solían quedarse en los pueblos y “sólo raramente decidían volver a la vida en el bosque, porque por comodidad preferían la vida en el pueblo a la dura vida en el bosque” [276]. Esto a penas se sostiene en relación con la imagen de la caza-recolección que tienen los anarcoprimitivistas, la de una vida de facilidades y abundancia.)

En el caso anterior, de antagonismo racial mutuo, sólo una parte –los Mbuti- eran cazadores-recolectores, ya que los pueblerinos trabajaban sus cultivos. Por poner un posible ejemplo de racismo en el cual los dos lados eran cazadores-recolectores, los indios del subártico norteamericano y los esquimales se odiaban y temían los unos a los otros; rara vez se reunían que no fuera para luchar [277].

¿Y qué hay de la homofobia? Pues que tampoco era conocida por los cazadores-recolectores. Según la señora Thomas, la homosexualidad no estaba permitida entre los bosquimanos que ella conoció [278] (aunque de ello no se desprende que esto tuviera que ser necesariamente así para todos los grupos de bosquimanos). Entre los Mbuti, según Turnbull, “nunca se ha aludido a la homosexualidad salvo a modo de insulto tremendo, bajo la más extrema provocación” [279].

El editor del “zine” Species Traitor me afirmaba en una carta que, en las culturas de cazadores-recolectores “la gente no tenía propiedad” [280]. Esto no es cierto. Sí que existieron varios tipos de propiedad privada entre cazadores-recolectores, y no sólo entre los que eran sedentarios como los indios de la costa noroeste. Es bien sabido que la mayoría de los pueblos cazadores-recolectores tenían propiedad colectiva sobre la tierra. Eso significa que cada grupo de 30 a 130 personas poseía el territorio en el que vivía. Coon nos provee de una extensa discusión sobre ello [281]. Menos conocido es el hecho de que los cazadores-recolectores, incluso los nómadas, podían tener también derecho a los recursos naturales a modo de propiedad individual, y en algunos casos dicho derecho podía incluso heredarse [282]. Por ejemplo, entre los bosquimanos de la señora Thomas: “Cada grupo tiene un territorio muy específico que sólo él puede usar, y los límites son respetados estrictamente. Si una persona nace en cierto área, él o ella tiene derecho a comerse los melones que crezcan allí y toda la comida de la meseta. Un hombre puede comer melones allá donde pueda su mujer, su madre y/o su padre, así todo bosquimano tiene varios derechos en varios lugares. Gai, por ejemplo, comió melones en Ai a ha'o porque la madre de su mujer nació allí, como también en su propio lugar de nacimiento, el Okwa Omaramba” [283].

Entre los Veddas (cazadores-recolectores de Ceylon), “el territorio del grupo estaba subdividido entre los miembros individuales de éste, quienes podrían pasarles su propiedad a sus hijos” [284]. Entre ciertos aborígenes australianos existía un sistema de derechos heredados de los bienes obtenidos en el comercio por minerales que se extraían de yacimientos [285]. Entre otros aborígenes australianos, ciertos árboles frutales eran propiedad privada [286]. Los Mbuti usaban las termitas como alimento, y los termiteros podían ser propiedad de individuos [287]. Los objetos portátiles, tales como las herramientas, ropa y adornos, normalmente eran posesión de individuos cazadores-recolectores [288].

Turnbull menciona el argumento de un tal W. Nippold para informar de que los cazadores-recolectores, incluyendo a los Mbuti, tenían un sentido de la propiedad privada altamente desarrollado. Turnbull contesta que eso es “algo cuestionable, y en gran medida un problema semántico” [289]. Y aquí no hay necesidad de tirarse de los pelos preguntándose qué es y qué no es propiedad privada, o qué sería un “sentido altamente desarrollado” de ello. Basta con decir que la creencia incondicional en que los cazadores-recolectores no tenían propiedad privada es sólo otro elemento más del mito anarcoprimitivista.

Sin embargo, es importante señalar que los cazadores-recolectores no acumulaban propiedades hasta el grado de ser capaces de utilizar su riqueza para dominar a otras personas [290]. Los cazadores-recolectores normalmente tenían que llevar todas sus pertenencias sobre su propia espalda cada vez que cambiaban de campamento, como mucho podrían llevarlo en una canoa o en un trineo tirado por perros [291]. De cualquier modo significa que sólo podían transportar un número de pertenencias limitado, y es así como se impone el límite de propiedades que un nómada puede acumular de modo útil.

La propiedad a modo de derecho sobre los recursos naturales no necesita ser transportada, así que en teoría incluso un cazador-recolector nómada podría acumular propiedad ilimitada de ese tipo. Pero en la práctica no soy consciente de ningún ejemplo en el cual, alguien que pertenezca a un grupo nómada de caza y recolección, acumule suficiente propiedad a modo de derecho sobre los recursos naturales que le permita dominar a otras personas mediante ello. Bajo las condiciones de la vida de cazador-recolector nómada, sería obviamente dificilísimo para cualquier individuo el intentar encargarse de preservar la exclusividad de su derecho a determinados recursos naturales si se tratase de un número mayor del que él pudiera utilizar personalmente. Dada la ausencia la acumulación de riqueza entre cazadores-recolectores, podría suponerse que no había jerarquías sociales entre éstos, pero esto no es del todo cierto. Claramente no queda mucho sitio para jerarquías sociales en un grupo de como mucho 130 personas (incluyendo niños), que normalmente son algo menos de la mitad. Además, algunos pueblos cazadores-recolectores hicieron un esfuerzo conciso, consistente, y aparentemente bastante existoso, con objeto de evitar que nadie estuviera en un nivel superior al de los demás. Por ejemplo, entre los Mbuti, “no había jefes o consejo de ancianos” [292]. “La autoridad individual es inconcebible” [293], y “cualquier intento de asunción de autoridad individual, o siquiera de excesiva influencia, es bruscamente correspondido con la ridiculización o el ostracismo” [294]. De hecho, a través de su libro Turnbull enfatiza el entusiasmo que sentían los Mbuti respecto al hecho de oponerse a cualquiera que desee asumir un estatus privilegiado [295].

Los indios del subártico norteamericano no tenían jefes [296]. Los siriono sí tenían jefes, pero: “Las prerrogativas de la jefatura son pocas. Un jefe hace sugerencias sobre las migraciones, la caza, los viajes, etc., pero éstas no son siempre seguidas por su tribu. Sin embargo, como símbolo de su estatus, el jefe siempre posee más de una mujer”; “Cuando los jefes se quejan demasiado de que otros miembros del grupo no cumplen sus obligaciones para con ellos, se les hace poco caso a sus peticiones”; “En general, sin embargo, los jefes corren mejor suerte que otros miembros del grupo. Sus peticiones les hacen llegar más fruta de la que le llegaría a los otros con las suyas” [297].

Los bosquimanos a los que conoció la señora Thomas “no tenían jefes o reyes, sólo líderes los cuales en la práctica son casi indistinguibles de la gente a la que lideran, y a veces hay grupos que ni siquiera tienen un líder” [298]. Los bosquimanos Kung de Richard Lee no tenían jefes [299], y tal y como los Mbuti, hacían un gran esfuerzo para evitar que alguien se estableciese por encima de otra persona [300]. Sin embargo, otros bosquimanos Kung sí que tenían jefes o líderes, el liderazgo era hereditario, y los líderes tenían una autoridad real, mediante la que “el líder o jefe decide quién irá dónde y cuándo en las expediciones de recolección, ya que es necesaria una organización a lo largo de todo el año para asegurarse el suministro de alimento” [301]. Esto es lo que Coon nos cuenta acerca de los bosquimanos del área del pozo de Gautscha, y ya que la señora Thomas conoció a esos bosquimanos [302], no está claro cómo uno podría conciliar lo que Coon afirma con el apunte de Thomas que dice que “el líder en la práctica es casi indistinguible de la gente a la que lidera”. Yo no tengo acceso a un servicio de librería decente; ni siquiera tengo una copia completa del libro de la señora Thomas, sólo fotocopias de algunas páginas, así que tendré que dejar este problema en las manos de cualquier lector que esté lo suficientemente interesado como para continuarlo.

Sea como sea, en ciertas partes de Australia había “jefes poderosos, que fueron llamados reyes por sus colonizadores. El rey llevaba una corona muy elaborada y siempre era llevado a hombros de otros hombres” [303]. En Tasmania también había “jefes territoriales de un poder considerable, y al menos en algunos casos su officio era hereditario” [304].

Así pues, mientras la estratificación social era nula o ligera en muchos o la mayoría de las sociedades nómadas de cazadores-recolectores, la exagerada suposición de que en dichas sociedades había una ausencia total de jerarquía no es cierta.

Comúnmente se asume, y no sólo por parte de los anarcoprimitivistas, que los cazadores-recolectores eran buenos ecologistas. Sobre este tema no tengo mucha información, pero, en base a lo que sí que conozco, parece que los cazadores-recolectores tenían datos contradictorios en cuanto al ecologismo. Los Mbuti daban muy buena impresión. Schebesta creía habían controlado su población de forma voluntaria con objeto evitar sobrecargar sus recursos naturales [305] (aunque, al menos en la parte que yo he leído de su trabajo, no explica en qué se basa esta creencia). Según Turnbull, “existe de forma casi definitiva un fuerte sentimiento y un deseo establecido de usar toda parte del animal, y nunca matar más de lo necesario para cubrir las necesidades diarias del grupo. De hecho, esto podría ser una razón del por qué los Mbuti son tan reacios a matar presas extra y guardarlas para intercambiarlas con los pueblerinos [306].

Turnbull también afirma que “según la visión de mamiferólogos como Van Gelder, los cazadores [Mbuti] son de hecho el ecologismo más puro que cualquier gobierno de pensamiento ecologista podría desear” [307]. Por el contrario, cuando Turnbull llevó a un Mbuti llamado Kenge más allá de las llanuras para visitar una reserva natural, le dijo a Kenge “que vería más presas de las que jamás vería en el bosque, pero que no iba allí para cazarlas. Kenge no pudo entender esto, porque en su mente presa significaba ser cazada” [308].

Según Coon, la ética de los esquimales Tikerarmiut les prohibía atrapar más de cuatro lobos, lobeznos, zorros o marmotas en un día. Sin embargo, esta ética se rompía rápidamente cuando los mercaderes blancos llegaban y tentaban a los Tikerarmiut con bienes de comercio que podrían obtener a cambio de las pieles de dichos animales [309].

Tan pronto como adquirieron hachas de acero, los Siriono empezaron a destruir los árboles frutales silvestres de su región, porque era más fácil arrancar la fruta talando árboles que escalándolos [310].

Es bien sabido que algunos cazadores-recolectores provocaban fuegos intencionados porque sabían que la tierra quemada produciría más cantidad de las plantas comestibles que ellos preferían [311]. Yo considero que esta práctica es temerariamente destructiva. Se cree que los cazadores-recolectores prehistóricos, a través de una caza excesiva, causaron o al menos contribuyeron a la extinción de algunas especies de grandes mamíferos [312], aunque por lo que yo sé esto nunca se ha probado de manera definitiva.

Lo anteriormente dicho ni siquiera rasca la superficie de la cuestión del ecologismo frente a las temeridades medioambientales por parte de cazadores-recolectores. Es un asunto que merece una investigación minuciosa.

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carlmn
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por carlmn » 05 Abr 2010, 05:05

10. No puedo generalizar mucho ya que sólo me he comunicado personalmente con unos pocos anarcoprimitivistas, pero está claro que las creencias de al menos algunos de ellos son inmunes a cualquier hecho que entre en conflicto con ellas. Uno puede mostrarle a esta gente cualquier cantidad de hechos similares a los que yo he presentado aquí, y puede citarles las palabras de escritores que visitaron realmente a cazadores-recolectores en una época en la que estaban relativamente sin contaminar, y aún así el anarcoprimitivista que sea un verdadero creyente, siempre encontrará racionalizaciones, da igual cuán forzadas sean, para deshacerse de todos los hechos inconvenientes y mantener su creencia en el mito.

A uno le recuerda a las respuestas que dan los fundamentalistas cristianos a cualquier ataque racional que se haga contra sus creencias. Cualquiera que sea el hecho al que uno apunte, el fundamentalista siempre encontrará algún argumento, siempre inverosímil, para explicar y justificar su creencia en la verdad literal que es expresada en la Biblia palabra por palabra.

De hecho, hay en el anarcoprimitivismo un toque distintivo de los principios del cristianismo. La utopía de caza-recolección anarcoprimitivista corresponde al Jardín del Edén, donde Adán y Eva vivían en la comodidad y la ausencia de pecado (Génesis 2). La invención de la agricultura y la civilización corresponden a la Caída: Adán y Eva comieron la fruta del árbol del conocimiento (Génesis 3:6), fueron expulsados del Jardín (Génesis 3:24), y desde entonces tuvieron que ganarse el pan con el sudor de su frente labrando la tierra (Génesis 3:19,23). Además perdieron la igualdad de géneros, ya que Eva se volvió subordinada a su marido (Génesis 3:16). La revolución que los anarcoprimitivistas esperan que derribe la civilización corresponde al Día del Juicio, el día de la destrucción en el cual caerá Babilonia (Revelaciones 18:2). El retorno a la utopía primitiva corresponde a la llegada del Reino del Señor, en el cuál “no habrá más muerte, ni tristeza, ni llanto, ni habrá más dolor” (Revelaciones 21:4).

Los activistas de hoy en día que arriesgan sus cuerpos al embarcarse en tácticas de resistencia masoquistas, como encadenarse a sí mismos a través de carreteras para evitar el paso de camiones madereros, corresponden a los mártires cristianos, los verdaderos creyentes que “eran decapitados por ser testigos de Jesús, y por la palabra de Dios” (Revelaciones 20:4). El veganismo corresponde a las restricciones dietéticas de muchas religiones, como la crisitana durante la cuaresma. Tal y como los anarcoprimitivistas, los primeros cristianos enfatizaban el igualitarismo (“quienquiera que se exalte a sí mismo será humillado”, Mateo 23:12) y la caridad (“la distribución se llevará a cabo con cada hombre de acuerdo a lo que necesitara”, Actos 4:35). La afinidad psicológica entre los anarcoprimitivistas y los primeros cristianos no augura nada bueno. Tan pronto como el emperador Constantino les dio a los cristianos la oportunidad de convertirse en poderosos, se vendieron, y desde entonces el cristianismo ha servido habitualmente como utensilio para establecer poderes.
Última edición por carlmn el 05 Abr 2010, 05:15, editado 3 veces en total.

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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por carlmn » 05 Abr 2010, 05:07

11. En el presente artículo me he preocupado principalmente de desacreditar el mito anarcoprimitivista, y por esa razón he enfatizado ciertos aspectos de las sociedades primitivas que se verán como negativos desde el punto de vista de los valores modernos. Pero hay otra cara de la moneda: Las sociedades nómadas de cazadores-recolectores mostraban muchos rasgos que eran enormemente atractivos. Entre otras cosas, hay motivos para creer que tales sociedades estaban relativamente libres de los problemas psicológicos que aquejan al hombre moderno, tales como estrés, ansiedad o frustración crónicas, depresión, desórdenes del sueño y alimenticios, etcétera; esa gente en dichas sociedades, respecto a ciertos asuntos críticos (que no respecto a todos) tenían mucha más autonomía personal de la que tiene el hombre moderno; y esos cazadores-recolectores estaban más satisfechos con su estilo de vida de lo que el hombre moderno está con el suyo.

¿Por qué importa esto? Porque muestra que estrés, ansiedad y frustración crónicas, depresión, y demás, no son partes inevitables de la condición humana, sino que son desórdenes devenidos de la civilización moderna. La servidumbre tampoco es una parte inevitable de la condición humana: El ejemplo de al menos varios cazadores-recolectores nómadas muestra que la libertad real es posible.

Incluso más importante: Sin importar si eran buenos o malos ecologistas, los pueblos primitivos eran incapaces de dañar su entorno hasta un grado ni remotamente aproximado al que el hombre moderno ha dañado el suyo. Los primitivos simplemente no tenían la capacidad de hacer ese daño. Puede que hayan usado el fuego de manera temeraria y puede que hayan extinguido algunas especies a través de la caza excesiva, pero no podían hacer presas en ríos grandes, ni podían cubrir miles de millas cuadradas de la superficie terrestre con ciudades y pavimento, ni producir las vastas cantidades de químicos tóxicos y residuos radioactivos con los que la civilización moderna amenaza con destruir el mundo de una vez por todas. Ni tampoco tenían ninguna intención de desatar las fuerzas letalmente peligrosas representadas por la ingeniería genética y por los ordenadores súper-inteligentes que pronto serán desarrollados. Esos son peligros que asustan hasta a los propios tecnófilos [313].

Así que concuerdo con los anarcoprimitivistas en que el advenimiento de la civilización fue un gran desastre y que la revolución industrial fue otro desastre incluso mayor. También concuerdo en que es necesaria una revolución contra la modernidad, y contra la civilización en general. Pero no se puede construir un movimiento revolucionario efectivo a base de sueños bobos, vagos, y charlatanes. Hay que ser de mente fría, realista, práctico, el tipo de gente que no necesita el sensiblero y utópico mito anarcoprimitivista.


NOTA FINAL

Cuando escribí este artículo sólo había empezado a leer II. Band, I.
Teil of Schebesta’s Die Bambuti-Pygmiien vom Ituri. Ya leído este último, y debiéndose a la naturaleza de las discrepancias que encontré entre las anotaciones de Turnbull y las de Schebesta, me veo forzado a albergar serias dudas sobre la fiabilidad del libro de Turnbull sobre los pigmeos Mbuti. Ahora sospecho que Turnbull, consciente o inconscientemente, sesgó su descripción de los Mbuti para hacerles parecer más atractivos a los ojos de los modernos intelectuales izquierdistas como él. Sin embargo, no considero necesario reescribir este artículo de un modo que elimine la confianza en Turnbull, porque he citado a Turnbull principalmente para información que no hacía parecer atractivos a los Mbuti, por ejemplo las palizas que les daban a sus mujeres, las peleas y las riñas por la comida. Dada la naturaleza de los prejuicios de Turnbull, parece seguro asumir que, cuando las hubiera, él habría tratado de disimular la cantidad de palizas a mujeres, peleas y riñas que observó. Pero yo sólo creo que es justo avisar al lector de que cuando Turnbull atribuye rasgos atractivos o políticamente correctos a los Mbuti, se debe reaccionar con cierto grado de excepticismo.

Me gustaría agradecer a las personas que me enviaron libros, artículos, u otra información pertinente a las sociedades primitivas, y sin cuya ayuda el presente artículo no podría haber sido escrito: Facundo Bermudez, Chris J., Marjorie Kennedy; Alex Obledo, Patrick Scardo, Kevin Tucker, John Zerzan, y otras seis personas que quizás no quieren que su nombre sea mencionado publicamente. Pero sobre todo quiero darle las gracias a la mujer que amo, la cual me proveyó de más información útil que nadie, incluyendo dos volúmenes del maravilloso trabajo de Paul Schebesta sobre los pigmeos Mbuti.
Que lo disfrutéis. Las notas (números entre corchetes) las traduciré en breve.

Un saludo.

rodri
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por rodri » 05 Abr 2010, 12:40

Trducción de Carta a MK
CARTA A M. K. 4 DE OCTUBRE, 2003

Hasta el momento en que entré en la Universidad de Harvard a la edad de
dieciséis años solía soñar con huir de la civilización e ir
a vivir a un lugar salvaje. Durante el mismo período, mi disgusto
por la vida moderna creció a medida que me hice cada vez más consciente de que la gente en la sociedad industrial estaban reducidos a un estatus de engranajes en una
máquina, que carecían de libertad y estaban a merced de
grandes organizaciones que controlaban las condiciones bajo las que
vivían.
Después de entrar en la Universidad de Harvard cursé algunos cursos de
antropología, que me enseñaron más sobre los pueblos primitivos
y me dieron ganas de adquirir algunos de los conocimientos que
les permitían vivir en la naturaleza. Por ejemplo, deseaba tener
su conocimiento sobre plantas comestibles, pero no tenía idea de dónde conseguir
tal conocimiento hasta un par de años más tarde, cuando descubrí que para
mi sorpresa había libros sobre plantas silvestres comestibles. El
primer libro que compré fue Stalking the Wild Asparagus
de Euell Gibbons, y después de eso cuando regresé de la universidad
y de la escuela de posgrado a casa durante los veranos, fui varias veces
cada semana a las reservas forestales del condado de Cook, cerca de Chicago para
buscar plantas comestibles. Al principio me pareció raro y extraño ir
solo al bosque, lejos de todas las carreteras y caminos. Pero a medida que
conocí el bosque y muchas de las plantas y animales que
vivían en él, la sensación de extrañeza desapareció y me sentí
cada vez más a gusto allí. También me sentí más
y más seguro de no querer pasar toda mi vida en
la civilización y de que quería vivir en algún lugar salvaje.
Mientras tanto, me iba bien en matemáticas. Era divertido
resolver problemas matemáticos, pero en un sentido más profundo las matemáticas
eran aburridas y vacías porque para mí no tenían propósito. Si
hubiese trabajado en matemática aplicada habría contribuido
al desarrollo de la sociedad tecnológica que yo odiaba, por tanto
trabajé sólo en matemática pura. Pero las matemáticas puras eran
sólo un juego. Yo no entendía entonces, y todavía no entiendo,
como los matemáticos se contentan con malgastar enteramente sus

322


vidas en un mero juego. Yo mismo estaba completamente insatisfecho
con una vida así.
Sabía lo que quería: ir a vivir a algún lugar salvaje. Pero
no sabía cómo hacerlo. En aquellos tiempos no había movimientos primitivistas, ni “survivalists”, y cualquier persona que dejase una prometedora
carrera en matemáticas para ir a vivir entre bosques o montañas
habría sido considerado como un poco tonto o loco. Yo no conocía
ni tan solo una persona que hubiese llegado a entender por qué yo quería hacer
algo así. Así que, el fondo de mi corazón, estaba convencido de que nunca iba a
ser capaz de escapar de la civilización.
Como encontraba la vida moderna absolutamente inaceptable cada vez estaba más desesperanzado hasta que, a la edad de 24 años, llegué a una especie
de crisis: me sentía tan miserable que no me importaba estar vivo o muerto. Pero cuando llegué a ese punto, un cambio repentino tuvo
lugar: me di cuenta de que si no me importaba estar vivo o muerto entonces
no tenía porque temer las consecuencias de cualquier cosa que pudiese hacer.
Por tanto podía hacer cualquier cosa que quisiese. ¡Era libre! Ese fue el
gran punto de inflexión en mi vida porque fue entonces cuando adquirí
un coraje que ha permanecido conmigo desde entonces. Fue en ese
tiempo también, cuando no me cupo duda de que pronto iría a vivir en
la naturaleza, sin importar las consecuencias. Pasé dos años
de docente en la Universidad de California con el fin de ahorrar un poco de
dinero, entonces renuncié a mi posición y fui a buscar un lugar
para vivir en el bosque.
-
Escribí para mi diario el 14 de agosto de 1983: "El cinco de agosto
Empecé una caminata hacia el este. Llegué a mi campamento escondido que tengo
en un barranco más allá de lo que yo llamo "El barranco Diagonal”. Me quedé allí
todo el día siguiente, 6 de agosto. Sentí la paz del
bosque allí. Pero allí hay pocos arándanos, y aunque
hay venados, hay muy poca caza. Por otra parte,
había pasado mucho tiempo desde que había visto la hermosa y aislada
meseta donde los diversos afluentes Trout Creek se originan. Así
que decidí salir hacia esa zona el 7 de agosto. Un poco
después de cruzar las carreteras en las proximidades de Crater Mountain
empecé a escuchar motosierras, el sonido parecía venir
de la parte alta de Rooster Bill Creek. Supuse que
estaban cortando árboles, no me gustaba, pero pensé que sería capaz de
evitar ese tipo de cosas cuando llegase a la meseta. Caminando a través
las laderas en mi camino hacia allí, vi por debajo de mí una nueva carretera
que no estaba allí antes, y que parecía cruzar
una de las cordilleras que se acercan a Stemple Creek. Esto me hizo sentir

323

un poco enfermo. A pesar de ello, pasé a la meseta. Lo que encontré allí
me rompió el corazón. La meseta estaba atravesada por nuevas
carreteras, amplias y bien hechas para ser carreteras de ese tipo. La meseta
está arruinada para siempre. Lo único que podría salvarla ahora sería
el colapso de la sociedad tecnológica. No lo podía soportar. Ese
era el mejor sitio, el más hermoso y aislado de la zona
y tengo recuerdos maravillosos de el.
"Una carretera pasaba a un par de cientos de pies de un hermoso
lugar donde había acampado durante mucho tiempo hace unos años y dónde había pasado muchas horas felices. Lleno de dolor y de rabia volví y acampé
cerca de South Fork Humbug Creek..."
Al día siguiente me dirigí a mi cabaña. Mi ruta me llevó
pasado un bello lugar, uno de mis lugares favoritos, donde había un
manantial de agua pura que se podía beber sin tener que hervir.
Me detuve y dije algo parecido a una oración al espíritu del manantial. Era una oración en la que juré que me vengaría de lo que
se le estaba haciendo al bosque.
Mi diario continúa: "... y entonces volví a casa lo más rápidamente
que pude porque "tengo algo que hacer! '". Puedes imaginar
qué era lo que tenía que hacer.
-
El problema de la civilización es idéntico al problema de la
tecnología. Permíteme explicar primero que, cuando hablo de tecnología
no me refiero sólo a los aparatos físicos, tales como herramientas y
máquinas. Incluyo también técnicas, tales como técnicas de
química, ingeniería civil, o la biotecnología. También están incluidas
técnicas humanas, como las de propaganda o las de educación psicológica, así como las técnicas de organización que no podrían existir
a un nivel avanzado sin el aparato físico: las herramientas,
máquinas y estructuras, en la que el conjunto tecnológico
sistema depende.
Sin embargo la tecnología en el sentido más amplio de la palabra incluye
no sólo la tecnología moderna, sino también las técnicas y el aparato físico que existía en las primeras etapas de la sociedad. Por ejemplo,
arados, arneses para animales, herramientas de forja, especies de animales y plantas domesticadas, y las técnicas de la agricultura,
la cría de animales, y el trabajo del metal. Las primeras civilizaciones
dependían de esas tecnologías, así como de las técnicas humanas y de organización necesarias para gobernar un gran número
de personas. Las civilizaciones no pueden existir sin la tecnología en la
que se basan. Consecuentemente, cuando la tecnología está disponible
la civilización es propensa a desarrollarse tarde o temprano.

324


Así, el problema de la civilización se puede equiparar con el problema
de la tecnología. Cuanto más atrás podamos empujar a la tecnología,
más atrás empujaremos a la civilización. Si pudiéramos empujar a la tecnología hasta la edad de piedra, no habría más
civilización.
-
En referencia a mis supuestas acciones me preguntas, "¿No te parece que
violencia es violencia? ". Por supuesto, la violencia es violencia. Y
la violencia también es una parte necesaria de la naturaleza. Si los predadores no
matasen miembros de las especies presa, las especies presa se multiplicarían
hasta el punto de destruir su entorno
consumiendo todo lo comestible. Muchos tipos de animales son violentos
incluso contra miembros de su propia especie. Por ejemplo, los chimpancés
a menudo matan a otros chimpancés. En algunas regiones, las peleas
son comunes entre los osos salvajes. La revista Bears and Other
Top Predators, Volumen I, Número 2, páginas 28-29, muestra una fotografía
de osos peleándose y una fotografía de un oso herido en una pelea, y menciona que tales heridas pueden ser mortales. Ver artículo
"Sibling Desperado", Science News, Vol. 163, 15 de febrero,
2003.
Los seres humanos en el medio salvaje constituyen una de las especies más violentas. Un buen estudio general de las culturas de cazadores-recolectores
Es The Hunting Peoples, de Carleton S. Coon,
Publicado por Little, Brown and Company, Boston and Toronto,
1971. En este libro encontraras numerosos ejemplos de violencia entre seres humanos en sociedades de cazadores recolectores. El profesor Coon deja claro (páginas XIX, 3, 4, 9, 10) que admira a los pueblos cazadores y recolectores y
se refiere a ellos como más afortunados que los civilizados. Pero es
un hombre honesto y no censura aquellos aspectos de la vida primitiva, tales como la violencia, que son desagradables para la gente moderna. Por lo tanto, es evidente que una cantidad significativa de la violencia es una
parte natural de la vida humana. No hay nada malo con la violencia
en sí misma. En cualquier caso, si la violencia es buena o mala
depende de cómo se utilice y del propósito para el que se utilice.
Entonces, ¿por qué la gente moderna considera la violencia como un mal en sí mismo?
Lo hacen por una sola razón: Les han lavado el cerebro con la propaganda. La sociedad moderna utiliza diversas formas de propaganda para
enseñar a la gente a asustarse y horrorizarse ante la violencia
porque el sistema tecno-industrial necesita una población que sea
tímida, dócil y tenga miedo de imponerse, una población que no
causará problemas o perturbará el funcionamiento ordenado del sistema.

325


El poder depende en definitiva de la fuerza física. Al enseñar a la gente
que la violencia está mal (excepto, por supuesto, cuando el propio sistema
usa la violencia a través de la policía o el ejército), el sistema mantiene
el monopolio de la fuerza física y por lo tanto mantiene todo el poder en
sus propias manos.
Cualquiera que sean las racionalizaciones filosóficas o morales que las personas puedan inventar para explicar su creencia de que la violencia está mal, la razón real de esa creencia es que han sido inconscientemente absorbidos
por la propaganda del sistema.
-
Todos los grupos que mencionas aquí son parte de un solo movimiento.
(Vamos a llamarlo el movimiento "GA (Green Anarchist)".) Por supuesto, estas personas tienen razón en la medida en que se oponen
a la civilización y a la tecnología en la que se basa. Pero, debido a
de la forma en que este movimiento se está desarrollando en realidad puede
ayudar a proteger el sistema tecno-industrial y puede servir como un
obstáculo para la revolución. Me explico:
Es difícil reprimir la rebelión directamente. Cuando la rebelión es
aplastada por la fuerza, muy a menudo estalla de nuevo más tarde de una nueva forma que a las autoridades les resulta más difícil de controlar.
Por ejemplo, en 1878 el Reichstag alemán promulgó leyes duras y
represivas contra el movimiento social-demócrata. A
consecuencia de ello el movimiento fue aplastado y sus miembros quedaron dispersados, confusos y desanimados. Pero sólo por un corto período de
tiempo. El movimiento pronto se reunió, se hizo más enérgico
y encontró nuevas formas de difundir sus ideas, así que en 1884
era más fuerte que nunca. G.A. Zimmermann, Das Neunzehnte
Jahrhundert, Hälfte Zweite, Druck und Verlag Geo von. Brumder,
Milwaukee, 1902, página 23.
Por lo tanto, los observadores astutos de los asuntos humanos saben que las clases poderosas de una sociedad pueden defenderse con mayor eficacia
contra la rebelión mediante el uso de la fuerza y la represión directa sólo hasta cierto punto, y se basan principalmente en la manipulación para desviar la
rebelión. Uno de los dispositivos más eficaces que se utiliza es el de
proporcionar canales por los que se pueden expresar los impulsos rebeldes
en formas inofensivas para el sistema. Por ejemplo,
es bien sabido que en la Unión Soviética la revista satírica
Krokodil fue diseñada para dar salida a las quejas
y al resentimiento a las autoridades de una manera que no condujese a
nadie a cuestionar la legitimidad del sistema soviético o rebelarse
en contra de él de una manera seria. Pero el sistema "democrático" de
Occidente ha desarrollado mecanismos para desviar la rebelión que

326


son mucho más sofisticados y eficaces que cualquiera de los que existieron
en la Unión Soviética. Es un hecho verdaderamente notable que en las sociedades occidentales modernas la gente se “rebele" a favor de los valores del mismo
sistema contra el que se imaginan que se están rebelando.
La izquierda se "rebela" a favor de la igualdad racial y religiosa, la igualdad
para las mujeres y los homosexuales, el tratamiento humanitario de los animales,
y así sucesivamente. Pero estos son los valores que los medios de comunicaciones americanos nos enseñan una y otra vez todos los días. A los izquierdistas les han
lavado tan a fondo el cerebro con la propaganda de los medios que solo son
capaces de "rebelarse" en términos de estos valores, que son valores
del sistema tecno-industrial propiamente dicho. De esta manera el sistema ha desviado sucesivamente los impulsos rebeldes de la izquierda en
canales que son inofensivos para el sistema.
La rebelión contra la tecnología y la civilización es la verdadera rebeldía,
un ataque real a los valores del sistema existente. Pero los green
anarchists, anarco-primitivistas, etc (el Movimiento “GA”)
han caído bajo tal fuerte influencia de la izquierda que
su rebelión contra la civilización ha sido, en gran medida,
neutralizada. En lugar de rebelarse contra los valores de la civilización,
han adoptado muchos de los valores civilizados ellos mismos y
han construido una imagen imaginaria de las sociedades primitivas que
encarna estos valores civilizados.
No quiero decir que la forma vida de cazador y recolector
no era mejor que la vida moderna. Por el contrario, yo creo que era
mejor más allá de toda comparación. Muchos, tal vez la mayoría de los investigadores que han estudiado a los cazadores-recolectores han expresado su respeto, su admiración, o incluso su envidia hacia ellos.
Pero, obviamente, las razones por las que la vida primitiva fue mejor que
la vida civilizada no tenían nada que ver con la igualdad de género, la bondad hacia
animales, la no competitividad, o la no violencia. Esos valores son
los valores blandos de la civilización. Al proyectar esos valores
en las sociedades de cazadores y recolectores, el Movimiento GA
ha creado un mito de una utopía primitiva que nunca existió en la realidad.
Así, aunque el Movimiento GA pretende rechazar la civilización
y la modernidad, sigue siendo esclavo de algunos de los más importantes
valores de la sociedad moderna. Por esta razón, el Movimiento GA
no puede ser un movimiento revolucionario eficaz.
En primer lugar, parte de la energía del Movimiento GA es
desviada del verdadero objetivo revolucionario -eliminar la
tecnología moderna y la civilización en general. Para usarse en favor de
las cuestiones pseudo-revolucionarias tales como el racismo, el sexismo, los derechos de los animales, los derechos de los homosexuales, y así sucesivamente. En segundo lugar, porque su compromiso con estas cuestiones pseudo-revolucionaria, el Movimiento GA

327


puede también atraer a muchos izquierdistas, personas que están menos
interesadas en deshacerse de la civilización moderna que en los temas de izquierda como el racismo, el sexismo, etc Esto causaría una
desviación adicional de energía del movimiento alejándola de las
cuestiones de la tecnología y la civilización. En tercer lugar, el objetivo
de garantizar los derechos de las mujeres, los homosexuales, los animales y
así sucesivamente, es incompatible con el objetivo de eliminar la civilización,
porque las mujeres y los homosexuales en las sociedades primitivas
a menudo no tienen igualdad, y esas sociedades son crueles con
los animales. Si su meta es asegurar los derechos de estos grupos, entonces la mejor política es seguir con la civilización moderna. En cuarto
lugar, la adopción por parte del Movimiento GA de muchos de los valores blandos de
la civilización moderna, así como su mito de una utopía primitiva fácil,
atrae a muchos soñadores, débiles, vagos, personas imprácticas
más inclinadas a refugiarse en fantasías utópicas que a adoptar medidas eficaces,
de acción realista para deshacerse del sistema tecno-industrial.
El Movimiento GA puede ser no sólo inútil, sino peor que
inútil, porque puede ser un obstáculo para el desarrollo de un
movimiento revolucionario eficaz. Ya que la oposición a la tecnología
y a la civilización es una parte importante del programa del Movimiento de GA, los jóvenes que están preocupados por lo que la civilización tecnológica
está haciendo con el mundo son atraídos a este
movimiento. Ciertamente no todos estos jóvenes son de izquierda o
tipos débiles, soñadores o ineficaces, algunos de ellos tienen el potencial
de ser verdaderos revolucionarios. Pero en el Movimiento GA
son superados en número por los izquierdistas y otras personas inútiles, por lo que
son neutralizados, se corrompen, y su potencial revolucionario
es desperdiciado. En este sentido, el Movimiento GA podría
llamarse un destructor de revolucionarios en potencia.
Será necesario construir un nuevo movimiento revolucionario
que se mantenga estrictamente separado del Movimiento GA
y de sus valores suaves y civilizados. No quiero decir que haya nada
malo con la igualdad de género, la gentileza con los animales, la tolerancia de
la homosexualidad, o similares. Pero estos valores no tienen relevancia
en el esfuerzo por eliminar la civilización tecnológica. No son
valores revolucionarios. Un movimiento revolucionario eficaz
tiene que adoptar en su lugar los valores duros de las sociedades primitivas, tales
como las habilidades, la autodisciplina, la honestidad, la resistencia física y mental
la intolerancia de las restricciones impuestas por el exterior, la capacidad de soportar
dolor físico, y, sobre todo, valentía.

328
Un viaje de mil millas se empieza con un solo paso.

Confucio

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carlmn
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por carlmn » 05 Abr 2010, 14:19

RECOPILACIÓN

A continuación expongo una lista a modo de recopilación de los textos ya traducidos en el hilo, pues creo que se va haciendo necesaria de modo público. También pondré su respectiva página y el nick de la persona que lo tradujo (para posibles correcciones y ediciones de post):

LISTA DE TEXTOS TRADUCIDOS: (5 de Abril de 2010)

Prólogo - 13 a 19 - Carlmn
Postdata del manifiesto - 101 a 103 - Judge_Destiny
La verdad sobre la vida primitiva (Excepto notas) [1][2][3][4][5][6][7][8][9][10][11] - 103 a 161 - Carlmn
El camino a la revolución - 187 a 194 - Raskolhnikov
Moralidad y revolución - 194 a 206 - Judge_Destiny
Golpear donde duele - 206 a 212 - Rodri
Cartas a David Skrbina (Sólo las 3 primeras: 2 de Ene, 29 de Ago, 18 Sep) [1][2][3] - 212 a 230 - Rodri
Extractos de las cartas a un alemán - 304 a 317 - Rodri
Carta a M. K. - 322 a 329 - Rodri

Faltan por traducir:
Textos por traducir:

La sociedad industrial y su futuro - 19
El truco más ingenioso del sistema - 161
La revolución que viene - 174
Cartas a David Skrbina (excepto las 3 primeras) - 230 a 304
Extracto de la carta a A. O. - 317
Carta a un científico americano - 320
Carta a J. N. - 329
Una entrevista con Ted - 339
Estados Unidos de América contra Theodore John Kaczynski - 352
Por qué el futuro necesita a Ted Kaczynski - 359
Un revolucionario para nuestros tiempos - 371
Bibliografía - 387
Índice - 393
- - - - - - - - - -

Esto podría ir actualizándose cambiando la fecha. Ya sea aquí o en un hilo específico del foro Traducción. Como veréis en la lista de traducidos me tomé la libertad de incluir los links a sus respectivos post en el hilo, como facilidad temporal hasta que esté acabado. Creo que lo suyo sería mantenerlos e ir añadiéndolos según vayamos traduciendo.

¡Un saludo, y ánimo para todos!

rodri
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por rodri » 05 Abr 2010, 18:08

Bueno Carlm, gracias por el curro de organizar todo esto.

Me pongo con la carta a David Skrbina de 12 de octubre de 2004, pero va para largo.
Un viaje de mil millas se empieza con un solo paso.

Confucio

blanxxx
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por blanxxx » 06 Abr 2010, 10:54

Hola!
El fanzine "Textos de Ted" (2005) de UR contiene los siguientes textos:
1-Ludismo, primitivismo, anarquismo verde y progresismo. Escrito por UR y colaboración de T.K.
Las traducciones siguientes:
2-Moralidad y revolucion.
3-La revolución que viene.
4-Golpear donde duele.
5-No encuentro dificil vivir aqui.
6-2 entrevistas realizadas en prision. (Una de ellas, la que aparece en el libro que estais traduciendo)
Y finalmente unos comentarios críticos acerca de los textos de T.K. traducidos en esta obra.

Igualmente, UR tradujo hace pocos años el texto "The system's neatest trick " (El mejor truco del sistema) y corre en papel por la calle.
Por lo tanto se puede considerar que los textos "La revolución que viene" (pg.174), "El truco mas ingenioso del sistema" (pg.161) y "Una entrevista con Ted" (pg.339) ya estan traducidos, aunque de momento no digitalizados.

Si alguien quiere conseguir en papel el fanzine "Textos de Ted" y/o el texto "El mejor truco del sistema" que contacte conmigo y se los mando por correo postal.
Actualmente yo no puedo digitalizar los tres textos comentados arriba para asi sumarlos a la lista de partes traducidas, que Carlmn ha hecho. Si alguien se anima yo le mando los textos.

Sin más, solo decir gracias a la gente que ha traducido y esta traduciendo.
Saludos.

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Judge_Destiny
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por Judge_Destiny » 06 Abr 2010, 19:14

Pensé que ese fanzine se podría mandar por correo electrónico...

En ese caso creo que será más rápido hacerlo por nosotros mismos si no puedes pasarlo al ordenador.

PD: Voy a ponerme en la traducción de "Una entrevista con Ted" y "Estados Unidos de América contra Theodore John Kaczynski".
Apenas veo el cielo con el humo de las fábricas,
ni oigo a mi conciencia con el ruido de las máquinas...

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Judge_Destiny
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por Judge_Destiny » 08 Abr 2010, 22:43

[Una entrevista con Ted]

(DESPACHO DE BLACKFOOT VALLEY, UNCOLN MONTANA

NOTA DEL EDITOR

En 1999, fui contactado por el escritor independiente Alienus Rychalski quién me ofreció una entrevista con Theodore J. Kazcynski exclusivamente para el BVD, si él estaba dispuesto. Rychalsky pensó que debido a que el BVD es el periódico natal de la ciudad de Lincon y que Kaczynski vivió allí, podría ser de interés para parte de los lectores del diario. La siguiente parte es la primera de un total de cuatro. Ninguna parte de esta entrevista puede ser reimprimida sin el permiso escrito del autor.

POR J. ALIENUS RYCHALSKI, CORRESPONSAL ESPECIAL PARA EL BVD

PRIMERA DE CUATRO PARTES

VOLUMEN 19, NUMERO 01 MIERCOLES, 3 DE ENERO, 2001

En 1999 pedí una entrevista con Theodore J. Kaczynski para el despacho de Blackfoot Valley, el cual tuvo la amabilidad de concederla. La entrevista tuvo lugar el mismo año en la penitenciaría de Estados Unidos, Administrative Maximum, Florence, Colorado.

BVD: Bueno…

TJK: Bien.

BVD: Bueno, ¿por qué dejaste tu trabajo en Berkeley y tu carrera en matemáticas?

TJK: En el momento en el cual acepté el trabajo en Berkeley, ya había decidido que lo mantendría por un máximo de dos años para entonces dejarlo e irme a vivir al bosque. El hecho es que nunca en ningún momento me sentí satisfecho con la idea de gastar mi vida simplemente como un matemático y nada más. Desde mi temprana adolescencia he soñado en escaparme de la civilización e irme a vivir a una isla deshabitada o en algún otro lugar salvaje.

El problema fue que yo no sabía cómo conseguirlo, y fue extremadamente difícil conseguir el valor para soltarme de mis ataduras con la civilización y escapar al bosque. Es muy difícil porque a veces no sabemos cómo las decisiones que tomamos son gobernadas por las expectativas de la gente que nos rodea, y el hecho de ir y hacer algo que otra gente consideraría como loco – es muy difícil de hacer. Por otra parte, no sabía realmente donde ir.

Pero casi al comienzo de mi último año en la Universidad de Michigan pasé por una especie de crisis. Se podría decir que las cadenas psicológicas con las que la sociedad nos une se me rompieron. Después de esto estaba seguro que tenía la valentía de romper con el sistema, de salir y simplemente ir a algún lugar salvaje e intentar vivir ahí. Cuando fui a Berkeley, nunca fui con la intención de continuar allí indefinidamente. Solo cogí el trabajo en Berkeley para ganar algo de dinero con el cual empezar, para comprar un pedazo de tierra.

BVD: Dices que cuando estabas en tu temprana adolescencia tenias sueños de irte a vivir a algún lugar deshabitado. ¿Recuerdas algo que te llevara a tener esos sueños? ¿Algo que viste o experimentaste?

TJK: Ciertamente he leído cosas que me llevaron en esa dirección. Robinson Crusoe, por una parte. Y entonces cuando tenía entre 11 y 12 años, en algún momento de esa edad, leí algunos libros de antropología sobre el hombre de Neanderthal y algunas especulaciones sobre la manera en la cual vivieron, de entre otras cosas. Me interesé mucho en la lectura sobre este tipo de cosas y en algún momento me pregunté a mi mismo porque quería leer más acerca de esta materia. En algún momento me di cuenta que lo que quería realmente no era leer más sobre este tipo de cosas sino vivir de esa manera.

BVD: Es interesante que estas cosas te impactaran con tanta fuerza como para que hicieras algo al respecto. ¿Qué piensas que fue lo que te llamó la atención de las vidas o estilos de vida de Crusoe o el hombre de Neanderthal?

TJK: En aquel momento no creo que supiera porque estaba atraído a aquellas formas de vida. Ahora pienso que tenía mucho que ver con la libertad y la autonomía personal.

BVD: Estas cosas le deben atraer a mucha gente. Entonces, porque no todos los que…

TJK: Pienso que mucha gente esta atraída a estas cosas, pero no están especialmente determinados para realmente separarse de sus vínculos e ir y hacer algo como esto. Robinson Crusoe es supuestamente uno de los libros más leídos que jamás se haya escrito. Así que es obviamente atractivo para mucha gente. [Una investigadora para mi caso] dijo que ella misma estaba interesada en esa forma de vida que adopté en Montana y que mucha otra gente a la cual ella habló sobre mi caso también estaba muy interesada. Y mucha gente a la cual sus investigadores le hablaron pensó que me envidiaban. De hecho, uno de los agentes del FBI que me arrestaron dijo: “envidio realmente tu forma de vida aquí”. Por lo tanto, hay una gran cantidad de personas que reaccionan de esta manera, pero simplemente parece que se dejen llevar por la marea sin llegar al punto en el cual se desprendan.

BVD: Cuando te alejaste, fuiste a Lincoln, Montana. ¿Por qué Lincoln?

TJK: Bueno, primeramente solicité un contrato de arrendamiento para un terreno en British Columbia. Después de un año, creo, lo rechazaron. Pasé el invierno siguiente, el invierno de 1970-1971, en la casa de mis padres en Lombard, Illinois. Mientras tanto mi hermano había ido a vivir en Great Falls, Montana, donde acabó consiguiendo un trabajo en la fundición de Anaconda Company. En algún momento durante aquel invierno él mencionó en una carta a mi madre que si quería comprar un terreno en su parte del país, estaría interesado en ir al 50% conmigo en la compra. Así que durante la primavera fui a Great Falls, aparecí en su apartamento, y acepte su oferta. Con una característica pasividad, me dejó a mí la búsqueda del terreno.

No sabiendo qué más hacer, me dirigí hacia el oeste de la carretera 200, que en el momento pienso que se llamaba carretera 20, para ver que podía ver. Al pasar por Lincoln vi una pequeña tienda, casi solo un kiosco por el lado de la carretera, con una señal que publicitaba bienes inmuebles. Paré y le pregunte al agente inmobiliario, un anciano llamado Ray Jensen, si podía mostrarme un terreno aislado. Me mostró un lugar pasado Stemple Pass Road. Me gustó. Traje a mi hermano para que lo viera y también le gustó, así que lo compramos. Paguemos $ 2100 en efectivo –en billetes de veinte– al propietario, Cliff Gehring, Senior.

BVD: Así que pudo haber sido casi en cualquier lugar, ciertamente.

TJK: Sí.

SEGUNDA DE CUATRO PARTES

VOL. 19, NUMERO 02, MIERCOLES, 10 DE ENERO, 2001

BVD: ¿Cómo era Lincoln la primera vez que te trasladaste allí?

TJK: El pueblo en sí mismo no me pareció muy diferente. No me di cuenta de ningún cambio importante. Pero hubo algunos, como la nueva escuela, la librería y algunos negocios nuevos. Quizá hubiera advertido más los cambios en la ciudad si hubiera estado interesado en ellos, pero como no lo estaba, no los advertí.

Estaba interesado en el campo circundante, y ese ha cambiado mucho por el atroz número de personas que se ha trasladado allí, aparte de la tala y la construcción de carreteras. Por ejemplo, Stemple Pass Road. No había muchos más lugares a parte de Stemple Pass Road, y la gran mayoría de ellos eran simplemente cabañas de madera. No eran cabañas modernas de madera, sino unas que debían haber sido construidas hace décadas y décadas, y los pocos habitantes durante todo el año eran reales veteranos, otra cultura, no gente moderna. En aquel entonces Stemple Pass Road parecía un poco abandonada desde la antigua época de las fronteras. Si hoy vas a Stemple Pass Road, encontraras en los bosques estas lujosas y pretenciosas cosas modernas que parecen realmente fuera de lugar. Pero las pocas cabañas que existían antes no eran pretenciosas. No eran modernas. De hecho, cuando una vez mis padres vinieron a visitarme a principios de los 70, pasemos Stemple Pass Road y mi madre, que es burguesa hasta la medula a pesar de su pasado, preguntó con una tonalidad de desprecio “¿Quiénes son estas personas que viven en estos lugares? ¿Son simples vagabundos o qué? No eran vagabundos, sino estables veteranos, jubilados. Pero no estaban preocupados por el estatus ni por el aspecto de sus hogares. Estaban lo suficientemente pasados de moda como para que les preocupase si sus casas tenían o no aspecto de respetabilidad de clase media. Así, a criterio de mi madre sus casas parecían miserables. Puedes observar como Stemple Pass Road ha cambiado y, cambios similares, pienso, caracterizan gran parte del país en torno a Lincoln, porque en muchos lugares donde ahora hay cabañas, cuando estuve no las había.

BVD: Tu cabaña parecía una casa –armoniosa– con el entorno del bosque. ¿Utilizaste planos para ayudarte con la construcción de la misma o la planeaste por ti mismo?

TJK: Simplemente la planeé yo mismo.

BVD: ¿Y la construiste tu solo?

TJK: Tuve algo de ayuda de mi hermano, pero muy poca. El valor de la ayuda que me dio fue insignificante. Prácticamente la hice por mí mismo.

BVD: ¿Cuánto tiempo te llevó construirla?

TJK: Me llevó desde el principio de Julio de 1971 hasta finales de Noviembre, creo. Pero el trabajo fue interrumpido por algunos viajes que hice a Great Falls para varios propósitos. Mucho más importante, fue interrumpido cuando me quemé el pie. El 1 de agosto de 1971, fui lo suficientemente torpe como para golpearme con una olla de sopa hirviendo. Se vertió justo debajo de mi zapatilla y me quemó tanto que, en órdenes del doctor, estuve inactivo sobre cinco o cinco semanas y media.

BVD: Tengo curiosidad. ¿Tuviste suficiente luz en tu cabaña? ¿Había allí suficiente luz?

TJK: ¿En el invierno?

BVD: En todo momento.

TJK: Si. Había suficiente luz. Excepto cuando oscurecía, claro.

BVD: ¿Quienes fueron las personas que conociste primero cuando fuiste a Lincoln, y cuales fueron tus vecinos?

TJK: Bueno, obviamente, el agente inmobiliario. Pero las personas que conocí socialmente primero cuando me mudé a mi propiedad fueron Glen y Dolores Williams, que aun poseen la cabaña al lado de la mía. Nunca vivieron allí permanentemente. Para ellos solo era una casa para las vacaciones. Siempre los traté de manera amistosa, pero en ningún caso me hice cercano a ellos. Y Irene Preston y Kenny Lee. Ellos eran lo que llamamos personas extravagantes. El solía tener algunas historias interesantes…

BVD: ¿Y donde conociste a los Lundbergs?

TJK: Creo que la primera vez que conocí a Dick Lundberg fue sobre 1975, porque hasta ese momento yo tenía coche, y más tarde tuve una camioneta vieja. Pero después de 1975 no tuve ningún vehículo de motor, y fue entonces cuando empecé a ir de vez en cuando a Helena con Dick. Creo que conocí a Eileen a finales de los 70 o a principios de los 80.

BVD: Así que esta gente que conociste fue la gente que vivía cerca de ti.

TJK: Sí. Glen y su esposa, como sabes, estuvieron viviendo justo debajo mío, y también conocí a Bill Hull y otros miembros de su familia. Aparte de los empleados de las tiendas y semejantes, esas eran las únicas personas que conocí hasta, oh, probablemente los 80. Cuando Sherri Wood se hizo cargo de la librería, empecé a conocerla. Con el tiempo llegué a conocer a Theresa y los Garlands. Los conocí yendo a su tienda. Así que no llegué a conocer a gente de forma significativa durante los primeros 10 años que estuve allí, o más.

BVD: ¿Qué hay de Chris Waits?

TJK: Lo conocí por primera vez probablemente en algún lugar de entre mediados de los 80. No lo recuerdo. Solía pasar por el camino. Puede que él me haya llevado en su vehículo alguna vez o dos -no estoy seguro de si llegué a hacerlo en absoluto. Pero sé que solía pasar por el camino y decir hola, y esta ha sido la única relación que he tenido con él, excepto una vez que estaba en una venta de terrenos en Leora Hall’s, y hable brevemente con él allí. Como ves, prácticamente pasé el tiempo en el bosque y conmigo, y así, realmente no tuve ocasión de conocer a nadie excepto la gente viviendo en los alrededores.

BVD: Ya veo. El no vivió por tus alrededores. Sobre la venta de terreno en Leora Hall’s, donde brevemente hablaste con él: en su libro, Waits afirma que allí compraste cubiertos de plata o plateados. Pero Leora Hall ha dicho positivamente que no compraste ningún cubierto de plata o plateado, porque ella no tenía ninguno a la venta. Ella recuerda, sin embargo, verte allí e incluso recuerda los objetos específicos que compraste. ¿Algún comentario?

TJK: Nunca he comprado ningún cubierto plateado o de plata de Leora Hall o de cualquier otra persona.

BVD: Bueno, vamos entonces a avanzar. ¿Seguiste rutinas en tu vida?

TJK: Realmente no tuve rutinas, pero ciertas actividades –tales como cocinar o recoger leña– tendieron a caer en patrones de rutina.

BVD: ¿Cómo era un día normal para ti en Lincoln?

TJK: Esa es una pregunta difícil de responder porque no sabía que había un día normal. Mis actividades variaban mucho en función de la estación y las tareas que tenía que hacer en un día determinado. Pero te describiré un día representativo…

TERCERA DE CUATRO PARTES

VOL. 19, NUMERO 03, MIERCOLES, 17 DE ENERO, 2001

TJK: Bien, vamos a escoger un día de Enero, y vamos a suponer que me levanto a las 3:00 A.M. para encontrarme que la nieve está cayendo. Enciendo un fuego en mi hornillo y pongo un vaso de agua encima. Cuando el agua empieza a hervir le vierto una cierta cantidad de copos de avena y los agito unos minutos hasta que estén hechos. Entonces recojo el vaso del hornillo, añado un par de cucharadas de azuzar y como un pedazo hervido de carne de conejo fría. Después me como la avena. Me siento unos minutos antes de abrir la puerta del hornillo viendo como el fuego se apaga, entonces me quito otra vez la ropa, vuelvo a la cama y duermo. Cuando me levanto, el cielo está justo empezando a clarear. Salgo de la cama y me visto rápidamente por que hace frio en la cabaña. Cuando me he vestido hay un poco mas de luz y puedo ver que ya no nieva y que el cielo está claro. A causa de la nieve fresca, debería ser un buen día para la caza de conejos. Así que cojo mi viejo y destartalado, rifle de único disparo del 22 de los ganchos de la pared. Pongo en mi bolsillo una pequeña caja de cartón que contiene 16 cartuchos, con un par de cajas de cerillas envueltas en bolsas de plástico y un cuchillo en mi cinturón por si acaso tengo que hacer un fuego en una emergencia. Entonces me pongo mis raquetas de nieve y salgo. Primeramente hay un ascenso difícil para subir a la cima de una elevación natural, y entonces hay un camino a pie, de una milla más o menos, para llegar a bosque abierto de pinos contorta donde quiero cazar. Adentrándome en los pinos, encuentro el rastro de una liebre. Sigo el sendero de este lugar y alrededores a través de meandros enredados durante una hora. De pronto veo los ojos negros y las puntas negras de las orejas de lo que debería ser una liebre. Normalmente son los ojos y las puntas de las orejas lo que reconoces en primer lugar. El conejo me está mirando desde detrás de las ramas enredadas y espinas verdes de un recientemente caído pino. Esta aproximadamente a 12 metros de distancia, pero está alerta y me está mirando, por lo que no intentaré acercarme. Sin embargo, tengo que maniobrar para encontrar un ángulo por el cual disparar, para así tener un disparo certero a través de las ramas enredadas –incluso una esbelta ramita puede desviar una bala del 22 lo suficiente como para fallar. Para conseguir ese disparo certero tengo que tumbarme en la nieve en una posición incómoda y usar mi rodilla para acomodar el rifle y su cañón. Apunto el arma a la cabeza del conejo, en un punto justo detrás del ojo… me mantengo quieto… ¡y disparo!
Un disparo como ese normalmente mata al conejo instantáneamente, pero las patas traseras de los animales suelen a patear violentamente durante unos segundos por lo que se mueven un poco por la nieve. Cuando el conejo para de patear camino hacia él y veo que está muerto. Digo en voz alta “gracias, abuelo conejo” –El Abuelo Conejo es un tipo de semidiós que me he inventado que es el espíritu tutelar de todos los conejos. Me quedo algunos minutos mirando la pura y blanca nieve y la luz del sol filtrándose a través de los pinos. Aprecio el silencio y la soledad. Es bueno estar aquí. De vez en cuando he encontrado pistas de motos de nieve a lo largo de la cresta de la elevación principal, pero en estos bosques donde estoy ahora, una vez la gran temporada de caza ha terminado, en todos mis años en este país nunca he visto una huella humana que no sea la mía. Cojo uno de los cordones atados de mi bolsillo. Para una mayor comodidad al llevar el conejo, pongo el cordón alrededor del cuello de este y ato el otro extremo del cordón alrededor del guante de mi mano. Entonces voy a buscar el rastro de otro conejo. Cuando tengo tres conejos me dirijo a casa. Al llegar allí he estado entre seis y siete horas fuera. Mi primera tarea es pelar la piel de los conejos y quitarles sus tripas. Sus hígados, corazones, riñones, cerebros y algunos otros restos que pongo en una pequeña lata. Cuelgo los cadáveres en el refugio, entonces voy a mi bodega de raíces a buscar algunas patatas y un par de raíces de chirivía. Cuando estas han sido limpiadas y algunas otras tareas cumplidas, me dirijo quizá a cortar algo de leña, o recojo nieve para derretir y luego beber –pongo la olla a hervir, y en el momento adecuado pongo algunas verduras silvestres secas, las raíces de chirivía, las patatas y los hígados y otros órganos internos de los conejos. En el momento en el cual todo esta cocinado, el cielo se vuelve oscuro. Como el estofado a la luz de mi lámpara de queroseno. O, si quiero ahorrar, quizá abra la puerta del hornillo y coma bajo la luz del fuego. Termino con la mitad de un puñado de pasas. Estoy cansado pero en paz. Me siento un rato enfrente de la puerta abierta del hornillo contemplando el fuego. Puede que lea un poco. Lo más probable es que simplemente me tumbe en mi cama durante un rato mirando el parpadeo de la luz del fuego en la pared. Cuando me entra sueño me quito la ropa, me meto debajo de las mantas y duermo.

BVD: Yo también te envidio… Mientras que el trabajo, suena maravilloso. Libertad y autonomía. Ningún despertador al que golpear, ya sea literal o figurativo. Pero permíteme continuar con el tema. Acabas de mencionar el sueño. ¿Era tu cama o litera cómoda?

TJK: Bueno, era lo suficientemente cómoda para mí.

BVD: Respeto y aprecio el agradecimiento al Abuelo Conejo. Me recuerda a los verdaderos orígenes del ritual o costumbre de dar gracias antes de una comida: una solemne consciencia del sacrificio, que toda vida se da para que la vida de otros pueda continuar… ¿Crees en el destino?

TJK: No.

BVD: ¿Crees en Dios?

TJK: No. ¿Y tú?

BVD: ¿En el destino o en Dios?

TJK: Ambos.

BVD: Quizá… recuerdo haber leído que tus padres eran ateos, que fuiste criado en una casa atea.

TJK: Cierto.

BVD: ¿Recuerdas a tus padres hablar alguna vez sobre Dios? Dijeron ellos alguna vez algo como “Esto es lo que alguna gente cree…”

TJK: Oh, lo hicieron un poco. Por ejemplo, si mi madre me estaba leyendo un libro y algo sobre Dios aparecía, ella me explicaba “Alguna gente cree esto y esto, pero nosotros no lo creemos.” Este tipo de cosas.

BVD. Ya veo. Bueno, de vuelta a tu día de representación –mencionas algo de lo que solías comer. ¿Cómo era tu dieta en general? ¿Qué comerías en un día típico?

TJK: La dieta variaba mucho en función de la estación. Entre 1975 y 1983 compraba harina, arroz, copos de avena, azuzar, aceite para cocinar la harina de maíz y leche en polvo, y una modesta cantidad de fruta o tomates para el invierno. Comería tal vez acerca de una lata de vez en cuando durante la temporada del frio. También comería una pequeña cantidad de pescado en conversa y frutos secos. Aparte de eso casi todo lo que comí era salvaje o creció en mi jardín. Comía ciervo, alce, conejos, ardillas, hasta tres tipos de gallos y puercoespines y, ocasionalmente, patos, mandriles, ratas almizcleras, urracas, comadrejas, coyotes, un búho matado por accidente –nunca mataría un búho intencionalmente– y saltamontes, arándanos, bayas, moras, grosellas, cerezas, frambuesas, fresas, uvas y escaramujo. Algunas raíces que comí fueron camas, yampa, raíces amargas y Lomatium, y también en la primavera comí otro tipo de raíces y un par de docenas de verduras silvestres. Durante Mayo y Junio, antes de cada comida comía ensalada, con frecuencia una ensalada grande, simplemente buscando de entre lo que tenía, cogiendo un poco de esto y un poco de aquello, y metiéndomelo en la boca. En algunos casos cultivé semillas comestibles y las use para hacer pan. Pero molerlas era demasiado tiempo. No tenía molino manual, así que utilicé una piedra. En mi jardín cultivé patatas, chirivías, remolacha, cebollas, dos tipos de zanahorias, espinacas, rábanos, brócoli y, en alguna ocasión, alcachofas de Jerusalén y nabos.

Secaba verduras silvestres y hortalizas, y algunas veces bayas, para usar en invierno. Pero para mis alimentos de almidón me base principalmente en patatas y cosas compradas en la tienda como harina, arroz, etcétera. Las raíces de almidón salvajes son escasas en tierras altas. Tanto las raíces amargas como las raíces de camas son abundantes en lugares más bajos y planos, pero estos son prácticamente tierra privada y presumiblemente los ganaderos no me querrán ver escarbando sus prados para recolectar estos alimentos. En los inviernos solía hacer té hecho de hojas de abeto de Douglas como fuente de vitamina C.

Mi último invierno en Montana, en 1995-1996, me encontraba sin dinero. Pero cuando tienes que dispensar de las cosas que el sistema proporciona, es sorprendente lo bien que puedes hacerlo improvisando por tu cuenta. No tenia frutas o verduras comerciales, ya fueren frescas, secas o en conserva, pero tenía un montón de mis propios vegetales secos. Tenía algunos groselleros negros y ruibarbos, y tenía ardillas y conejos para la carne. Los únicos productos comerciales que tenía eran simple harina –harina de trigo blanca– aceite de cocina, azuzar y creo que tenía una escasa provisión de arroz. No recuerdo si tuve algo de avena o harina de maíz. Sé que la poca leche en polvo que tenía se me acabo pronto y utilicé yeso blanco –dental– como fuente de calcio. Cuando este se acabó estaba planeando entre usar huesos de conejo pulverizados y quemados, o piedra caliza pulverizada. Pero lo hice bien, disfruté mis comidas, y fue un buen invierno.

BVD: ¿Cuál fue tu comida salvaje favorita?

TJK: Probablemente la comida salvaje más sabrosa en el área de Lincoln son las bayas de perdiz, unas especies pequeñas de Vaccinium, el género de los arándanos, que crece en altitudes altas. Las bayas son tan pequeñas que puede llevar una hora para recolectar una taza, pero el sabor es magnífico. Aparte de estas, mis alimentos favoritos son los arándanos, yampa y los hígados del ciervo, el conejo y los puercoespines.

BVD: ¿Tuviste alguna comida favorita que tu preparases?

TJK: No tenía comidas normales, puesto que lo que yo comía era lo que estaba disponible en un momento dado. Generalmente hablando, mis mejores comidas eran los guisos que contenían carne, verduras y algunos alimentos almidonados como las patatas, el arroz, los fideos o las raíces como las de yampa.

BVD: ¿Te comías los alimentos al aire libre?

TJK: Raramente lo hacía. Normalmente comía dentro de casa, en mi mesa de la cabaña… Cuando acababa de comer, a veces me sentaba en la silla con mis pies encima de la mesa y simplemente contemplaba la ventana durante un rato…

BVD: ¿Podía ver por la ventana?

TJK: ¿Perdóneme?

BVD: ¿Podía ver por la ventana?

TJK: Sí. Para eso son las ventanas…

CUARTA DE CUATRO PARTES

VOL. 19, NUMERO 04, MIERCOLES, 24 DE ENERO, 2001

BVD: ¿Cómo aprendiste que plantas eran comestibles y su preparación, si era necesaria?

TJK: Durante años antes de dejar Berkeley estuve interesado en el exterior, y estuve aprendiendo habilidades como por ejemplo reconocer que plantas salvajes eran salvajes de entre otras. Aprendí a reconocerlas a partir de libros sobre la materia, tales como Edible Wild Plants of Eastern North America (Plantas Comestibles Silvestres de América del Norte Oriental), por Fernald y Kinsey, y Wild Edible Plants of Western Unites States (Plantas Silvestres Comestibles del oeste de los Estados Unidos), por Donald Kirk. Los libros dan algo de información sobre la preparación de las plantas, pero prácticamente aprendí a prepararlas a partir del método de ensayo y error. Descubrí a partir de un experimento otras plantas comestibles. Era peligroso experimentar con algunas familias de plantas, tales como la familia de la zanahoria y la del lirio, porque contienen algunas especies que son mortalmente venenosas. Pero es seguro experimentar con la familia de la mostaza, la familia compuesta (Asteráceas) o la familia de la remolacha que, por lo que conozco, contienen especies no mortales, aunque contienen algunas que son más o menos venenosas. Había un par de especies de la familia de la mostaza que use como verduras sin conocer sus nombres. Había una especie de la familia compuesta que comí durante años antes de que aprendiera que era una especie de diente de león falsa. Y otra especie de la familia de la remolacha que comía a menudo pero que nunca identifiqué.

BVD: ¿Fuiste autosuficiente?

TJK: De ninguna manera fui completamente autosuficiente. Necesité productos comprados en la tienda como harina, arroz, copos de avena y aceite de cocina. Compré la mayor parte de mi ropa, aunque también hice alguna. En principio, la autosuficiencia completa era un objetivo que quería alcanzar en algún momento, pero con la reducción de la tierra salvaje y el hacinamiento de gente a mi alrededor, tenía la sensación de que no había ya ningún motivo para hacerlo, y mis intereses se movieron a otras direcciones.

BVD: ¿Cómo el camino que elegiste para vivir cumplió con tus sueños, deseos y motivaciones originales? Esto es, tus sueños de joven, y tu plan y decisión de dejar Berkeley. ¿Y cuál fue lo más satisfactorio sobre tu vida en Lincoln?

TJK: En mi vida en los bosques encontré ciertas satisfacciones que me esperaba, como la libertad personal, independencia, un cierto elemento de aventura y un tipo de vida con poca tensión.

También logré ciertas satisfacciones que no había comprendido completamente ni anticipado, o que incluso me llegaron como completas sorpresas.

Cuanto más intimo te vuelves con la naturaleza, más aprecias su belleza. Es una belleza que no solamente consiste en imágenes y sonidos sino en la apreciación… de todo su esplendor. No sé cómo expresarlo. Lo que es importante es que cuando vives en los bosques, más que simplemente visitarlos, la belleza se convierte en parte de tu vida antes que algo que simplemente observas desde afuera.

En relación a esto, parte de la intimidad con la naturaleza que adquieres, es el agudizamiento de tus sentidos. No me refiero a que tú oído o tu visión se vuelvan más agudos, sino que aprecias las cosas más. De cierta manera, en la vida en la ciudad tiendes a orientarte hacia adentro. Tú entorno esta atestado con imágenes y sonidos irrelevantes, y te condicionas a bloquear la mayoría de estos sin ser consciente. En los bosques te vuelves de manera que tu conciencia se vuelve hacia afuera, hacia tu entorno, por lo tanto eres más consciente de lo que te esta a tu alrededor. Por ejemplo, advertirás cosas poco llamativas en el suelo, tales como plantas comestibles o pistas de animales. Si un ser humano ha pasado a través y ha dejado incluso una pequeña huella, probablemente la advertirás. Conoces lo que los sonidos que llegan a tus oídos son: esto es el reclamo de un pájaro, esto es el zumbido de un tábano, esto es un ciervo sobresaltado corriendo, esto es la caída de una piña de pino que ha sido cortada por una ardilla y ha caído en un tronco. Si escuchas un sonido que no puedes identificar, inmediatamente llama tu atención, incluso si era tan débil como para poder ser escuchado. Para mí, este estado de alerta o aumento de la capacidad de los sentidos de la persona, es una de los grandes lujos de la vida cerca de la naturaleza. No puedes entender esto a no ser que lo hayas experimentado por ti mismo.

Otra cosa que he aprendido es la importancia de tener trabajo lleno de significado que hacer. Me refiero al trabajo a vida o muerte, completamente lleno de significado. No me di cuenta realmente de lo que la vida en los bosques era hasta que mi situación económica era tal que tuve que cazar, recoger plantas y cultivar un jardín para poder comer. Durante parte de mi tiempo en Lincoln, especialmente entre 1975 y 1978, si no tenia éxito en la caza, entonces no tenía nada de carne para comer. No conseguía ningún vegetal a no ser que lo recogiese o lo cultivase por mí mismo. No hay nada más satisfactorio que la realización y confianza en uno mismo que este tipo de independencia proporciona. En relación a esto, uno pierde la mayor parte del miedo a la muerte.

Al vivir cerca de la naturaleza, uno descubre que la felicidad no consiste en maximizar el placer. Consiste en la tranquilidad. Una vez has disfrutado de la tranquilidad el suficiente tiempo, adquieres una aversión al pensamiento de cualquier satisfacción fuerte, puesto que una satisfacción excesiva quebrantaría tu tranquilidad.

Finalmente, uno aprende que el aburrimiento es una enfermedad de la civilización. Me parece que lo que el aburrimiento prácticamente es, es que la gente tiene que mantenerse entretenida o ocupada, porque si no lo están, entonces ciertas ansiedades, frustraciones, descontentos y semejantes, empiezan a salir a la superficie y eso les incomoda.

El aburrimiento es prácticamente inexistente una vez te has adaptado a la vida en los bosques. Si no tienes ningún trabajo que deba ser realizado, puedes, en un momento dado, sentarte durante horas sin hacer nada, simplemente escuchando a los pájaros o el viento o el silencio, viendo la sombra moverse conforme el sol se va moviendo, o simplemente mirando objetos familiares. Y no necesitas entretenerte. Simplemente, te encuentras en paz.

BVD: ¿Cuál fue la parte más complicada acerca de tu vida en Lincoln?

TJK: Lo peor de mi vida en los bosques fue el inexorable acercamiento de la civilización moderna. Siempre había más casas a lo largo de Stemple Pass Road y en cualquier otro lugar. Más carreteras construidas a través de los bosques, más áreas taladas, más aviones volando por encima. Más collares en los alces, aspersión de herbicidas, etcétera, etcétera.

BVD: ¿Cuáles son algunos de tus mejores recuerdos en tu vida en los bosques?

TJK: A principios de la primavera, cuando la nieve del invierno se había derretido lo suficiente como para hacerlo posible, tomaba largos paseos por las montañas, disfrutando la nueva libertad física hecha posible por el hecho de que ya no tenía que llevar botas de nieve, y volvía a casa con montones de frescas y jóvenes verduras salvajes tales como cebollas, raíces amargas y Lomatium, con uno o dos urogallos matados ilegalmente, admitiré. Trabajar en mi jardín temprano por la mañana. La caza de conejos en el invierno. El tiempo gastado en mi choza escondida durante el invierno. Ciertos lugares en los cuales acampe durante la primavera, el verano o el otoño. Los guisos de carne de ciervo con patatas y otros vegetales de mi jardín en el otoño. Muchas ocasiones cuando simplemente me sentaba o quedaba quieto sin hacer nada, incluso sin pensar demasiado, simplemente sumergido en la paz.

BVD: Muchas gracias…

TJK: De nada.

(Nota del entrevistador: Contrariamente a una publicación que pretende afirmar que la choza oculta de Kaczynski fue encontrada, esta nunca fue encontrada.)
Apenas veo el cielo con el humo de las fábricas,
ni oigo a mi conciencia con el ruido de las máquinas...

rodri
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por rodri » 11 Abr 2010, 02:21

CARTA A DAVID SKRBINA, FECHA 12 DE octubre de 2004.

Notas sobre la traducción

He traducido “competent” por “ser compentente” en vez de por “competencia” ya que este término en el contexto de las frases puede llevar a confusión tipo “competencia como la que hay entre 2 que luchan entre ellas” cuando lo que aqui se refiere es más a “competencia en el sentido de saber hacer algo correctamente”

La palabraISAIF, està dejada tal cual.

Elimindo el trato de usted tipo "le dirá" por "te dirá"

CARTA A DAVID SKRBINA, FECHA 12 DE octubre de 2004.

Voy a empezar resumiendo algunos datos de Martin
E.P. Seligman contenidos en “Helplessness: On Depression, Development, and
Death. Para esto tengo que confiar en la memoria, porque no tengo
una copia del libro de Seligman ni tengo extensas notas sobre el mismo.
Seligman llegó a las siguientes conclusiones a través de experimentos
con animales:
Si coges un animal, lo sometes repetidamente a un estímulo doloroso
y continuamente bloqueas sus esfuerzos de escapar de los estímulos el
animal se frustra. Repite el proceso suficientes veces y
el estado de frustración da paso a uno de depresión. El
animal simplemente se da por vencido. El animal ha adquirido ahora "indefensión aprendida".
Si, en un momento posterior, sometes al animal al mismo
estímulo doloroso no tratará de escapar del estímulo aunque
pudiera hacerlo fácilmente.
La indefensión aprendida puede ser desaprendida. No recuerdo los
detalles, pero la idea general es que el animal supera la indefensión aprendida
mediante la realización de esfuerzos exitosos.
Tanto el aprendizaje como el desaprendizaje de la indefensión se produce dentro de la
área específica de la conducta en la que se entrena al animal. Por ejemplo,
si un animal adquiere indefensión aprendida a través de repetidas
frustraciones de sus esfuerzos por escapar de descargas eléctricas,
no necesariamente mostrará indefensión aprendida en relación a los esfuerzos para
conseguir comida. Pero la indefensión aprendida se extiende en cierta medida de
un área a otra: Si un animal adquiere indefensión aprendida
en relación a las descargas eléctricas, posteriormente se desanimará más
fácilmente cuando sus esfuerzos para conseguir comida sean frustrados.
Los mismos principios son aplicables al desaprendizaje de la indefensión.
Un animal puede ser parcialmente "inmunizado" a la indefensión aprendida:

230

Si a un animal se le da la experiencia previa en la superación de obstáculos
a través del esfuerzo, será mucho más resistente a la indefensión aprendida
(Por lo tanto también a la depresión) que un animal que no ha
tenido tal experiencia. Por ejemplo, si las palomas enjauladas son capaces de
conseguir comida sólo presionando una palanca en un aparato que les da
un grano de trigo o similar por cada pulsación de la palanca, entonces
posteriormente adquirirán indefensión aprendida con mucha menos facilidad que
palomas que no han tenido que esforzarse por su alimentación.
Mi memoria de lo siguiente no es muy clara, pero creo que Seligman
indica que ratas de laboratorio y ratas silvestres se diferencian en que las
ratas silvestres son mucho más enérgicas y persistentes que las de laboratorio
a la hora de tratar de salvarse a sí mismas ante una situación desesperada.
Presumiblemente las ratas silvestres han sido inmunizadas a la indefensión aprendida
a través de los exitosos esfuerzos realizados en el curso de su
vida pasada.
En cualquier caso, parece que el esfuerzo con propósito juega un
papel esencial en la economía psicológica de los animales.
Leí el libro de Seligman por primera vez a finales de los ochenta. El libro originalmente
salió a principios de 1970, y no he tenido muchas oportunidades
de leer sus trabajos posteriores sobre la indefensión aprendida. Pero se cree que la teoría
es válida también para los seres humanos, y creo que es
el tema de la continuación de su trabajo.
No necesariamente acepto una teoría psicológica sólo porque
algunos psicólogos digan que es verdad. Hay un montón de sinsentidos en ese
campo, e incluso a veces los psicólogos sacan conclusiones ridículas
de sus datos. Pero la teoría de la indefensión aprendida
encaja muy claramente con mi propia experiencia personal y
con mis impresiones de la naturaleza humana adquiridas a través de la observación
de los demás.
La necesidad de un esfuerzo con propósito que tenga éxito implica la necesidad de
ser competente, o la necesidad de poder ejercer el control, porque
los objetivos no pueden alcanzarse si no se es competente, o no se tiene el poder para
ejercer control, que es necesario llegar a
los objetivos. Seligman escribe:
"Muchos teóricos han hablado de la necesidad o el impulso de dominar lo que sucede
en el medio. En una exposición clásica, R. W White
(1959) propuso el concepto •”ser competente”. Argumentó que el impulso básico de control había sido pasado por alto por los teóricos del aprendizaje
y pensadores psicoanalíticos por igual. La necesidad de dominar la situación podría
estar más omnipresente que el sexo, el hambre y la sed en las vidas de los animales y los hombres ... . J.L. Kavanau (1967) ha postulado que el impulso a resistir la
coacción es más importante para los animales salvajes que el sexo,
los alimentos o el agua. Encontró que los ratones de patas blancas cautivos gastaban

231

un tiempo y una energía excesiva resistiendo la manipulación experimental.
Si los experimentadores ponían las luces hacia arriba el ratón
se dedicaba a ponerlas hacia abajo. Si los experimentadores volvían
las luces hacia abajo, el ratón las ponía hacia arriba"[21].
Esto sugiere una necesidad no sólo de poder sino de autonomía. De hecho, tal necesidad parece implícita a la necesidad de lograr
objetivos mediante el esfuerzo, porque si nuestros esfuerzos se emprenden subordinados
a otra persona, entonces esos esfuerzos se encaminarán
hacia las metas de la otra persona y no hacia las propias.
Sin embargo, un hecho inconveniente es que los individuos humanos parecen
presentar grandes diferencias en el grado de autonomía que necesitan. Para
algunas personas la necesidad de autonomía es muy poderosa, mientras que en
el otro extremo, hay personas que no parecen necesitar ninguna autonomía
en absoluto y prefieren que alguien más piense
por ellos. Puede ser que esta gente, automáticamente y sin
ni siquiera quererlo, acepten como suyos cualesquiera objetivos que les sean marcados
por aquellos cuya autoridad reconocen. Otra
interpretación podría ser que por alguna razón algunas personas necesitan esfuerzos con propósito que ejerciten sus facultades de pensar y de toma de decisiones
mientras que otras sólo tienen que ejercer su físico
y sus capacidades mentales estrictamente rutinarias. Sin embargo, otra hipótesis
sería que los que prefieren que otros fijen sus objetivos
por ellos son personas que han adquirido indefensión aprendida en
el ámbito del pensamiento y de toma de decisiones.
Así que la cuestión de la autonomía sigue siendo un tanto problemática.
En cualquier caso, está claro cómo el concepto de de proceso de poder contenido en ISAIF
está relacionado con el examen precedente. Como se explica en ISAIF § 33,
la necesidad del proceso de poder consiste en la necesidad de tener metas,
realizar esfuerzos hacia esas metas y tener éxito en la consecución de
al menos algunos de los objetivos, y la mayoría de las personas necesitan en mayor o
menor grado una autonomía a la hora de perseguir sus objetivos.
Si uno no ha experimentado suficientemente el proceso de poder
entonces no ha sido "inmunizado" a la indefensión aprendida,
por lo tanto, uno es más susceptible a la indefensión y, en consecuencia
a la depresión. Incluso si uno ha sido inmunizado, una continuada incapacidad para alcanzar objetivos durante mucho tiempo
causará frustración y finalmente conducirá
a la depresión. Como cualquier psicólogo te dirá, la frustración
causa cólera, y la depresión tiende a producir sentimientos de culpa,
odio a sí mismo, ansiedad, trastornos del sueño, desórdenes alimenticios, y otros

21. Martin E.P. Seligman, Helplessness: On Depression, Development, and
Death, W.H. Freeman and Company, New York, 1975, p. 55.

232

síntomas. (Ver ISAIF, § 44 y nota 6.) Así, si la teoría de
la indefensión aprendida es correcta, entonces la definición de ISAIF de "libertad"
en términos del proceso de poder no es arbitraria sino basada en
necesidades biológicas de los seres humanos y de animales.
Esta descripción también se apoya en otros puntos. El zoólogo
Desmond Morris, en su libro The Human Zoo, describe algunas
de las conductas anormales mostradas por animales salvajes cuando se les tiene
confinados en jaulas, y explica la prevalencia del
comportamiento anormal (por ejemplo, el abuso infantil y la perversión sexual) entre la gente moderna mediante la comparación de los humanos de hoy día con los animales del zoológico: La sociedad moderna es nuestra "jaula". Morris no muestra ningún conocimiento de la teoría
de la indefensión aprendida, pero mucho de lo que dice encaja muy
muy bien con esa teoría. Él incluso habla de "actividades sustitutivas"
que son equivalentes a "actividades sustitutorias” de ISAIF.
La necesidad de poder, de autonomía y de actividad con un fin es
tal vez implícita en algunos de los trabajos de Ellul. Poco después de mi juicio, el Dr. Michael Aleksiuk me envió una copia de su libro Power Therapy,
que contiene ideas estrechamente relacionadas con las del proceso de poder.
Un tema importante del estudio de Kenneth Keniston The Uncommitted es el sentimiento de “vida sin propósito” que aflige a muchas personas en el
mundo moderno. Creo que menciona un “instinto de hacer",
refiriéndose a la necesidad de hacer un trabajo con sentido. En la primera parte de su
libro Growing Up Absurd, Paul Goodman describe como una fuente
de problemas sociales el hecho que el hombre ya no necesita realizar trabajos duros y
exigentes que sean esenciales para su supervivencia. Revisando un libro
de Gerard Piel, Nathan Keyfitz escribió:
"Entre otros signos de la falta de adaptación [en la sociedad moderna]
... está la falta de propósito. Nuestros antepasados, cuyo trabajo era duro
y con frecuencia peligroso y siempre necesario simplemente para mantenerse con vida,
parecían saber para que estaban aquí. Ahora la "anomia" y la
preocupación por el yo aislado se repiten como un tema central
de la cultura popular de EE.UU. Que encuentren resonancia en todos los demás
países industrializados sugiere que la solución de los problemas económicos
trae estos dilemas en todas partes "[22]."
Por lo tanto, sostengo que el proceso de poder no es un lujo, sino una
necesidad fundamental en el desarrollo psicológico humano, y que la
interrupción del proceso de poder es un problema de importancia crítica
en la sociedad moderna.
Debido a mi falta de acceso a una buena biblioteca no he
sido capaz de explorar literatura psicológica relevante en ninguna

22. . Nathan Keyfitz, reviewing Gerard Piel’s Only One World: Our Own
to Make to Keep, in Scientific American, February, 1993, p. 116

233

medida, pero para cualquier persona interesada en los problemas sociales modernos
este tipo de exploración bien debe valer el tiempo que
cueste.
Para responder a tus cartas que no me voy a quedar rígidamente con
la definición de la libertad dada en ISAIF, § 94, pero supongo que
el tipo de libertad que realmente importa es la
libertad de poder hacer cosas que tienen importantes consecuencias prácticas,
y que la libertad de hacer cosas sólo por placer para "sentirse realizado", o la persecución de actividades sustitutorias, es relativamente
insignificante. Véase ISAIF, § 72.
"La dignidad humana" es un término muy vago y ampliamente incluyente. Pero voy a suponer que un elemento esencial de la dignidad humana es la capacidad de esforzarse en la consecución de objetivos prácticos importantes que uno ha seleccionado, ya sea por sí mismo o como miembro de un grupo pequeño y autónomo. Por lo tanto, la libertad y la
dignidad, tal como voy a utilizar esos términos, están estrechamente asociadas con el proceso de poder y con la necesidad biológica asociada a este.
II. Preguntas por una razón "fundamental" por la qué las cosas están empeorando.
Hay dos razones fundamentales:

A. Hasta hace aproximadamente diez mil años todas las personas que vivían como
cazadores-recolectores, esa es la forma de vida a la que estamos
adaptados física y mentalmente. Muchos de nosotros, incluyendo algunos
Europeos [23]



vivieron como cazadores-recolectores mucho más recientemente
que hace diez mil años. Es posible que hayamos sido objeto de algunos
cambios genéticos desde que nos convertimos en agricultores, pero esos
cambios no es probable que hayan sido masivos [24]. Los cazadores-recolectores
que sobrevivieron hasta los tiempos modernos se parecían mucho a nosotros.
A medida que la tecnología ha avanzado durante los milenios, ha ido
alterando nuestra forma de vida cada vez más, así que hemos tenido que vivir bajo condiciones
que se han ido distanciando cada vez más de las condiciones a las que
estamos adaptados. Esta creciente mal adaptación nos somete a cada vez más tensiones. El problema ha llegado a ser particularmente

23. Tacitus. Germania 46 (hunter-gatherers present in the
Baltic area < 2.000 years ago); Encyclopaedia Britannica. 15th ed., 2003,
Vol. 28, article “Spain” p. 18 (cazadores-recolectores presentes en España hasta hace
5.500 años).
24. "Hace diez mil años todos los hombres eran cazadores, incluidos los
antepasados de todos los que lean este libro. El lapso de diez mil años
abarca alrededor de cuatro centenares de generaciones, demasiado pocas para permitir cualquier cambio genético notable. "Carleton S. Coon, The Hunting Peoples. 1971,
p. xvii. Es verdad que puede estar abierta la discusión de si cuatrocientas
generaciones permiten "cambios genéticos notables".

234

agudo desde la Revolución Industrial, que ha ido cambiando
nuestras vidas más profundamente que cualquier otro anterior desarrollo en la
historia de la humanidad. Por consiguiente, estamos sufriendo más agudamente que
nunca antes la mala adaptación a las circunstancias en que vivimos.
(Robert Wright ha desarrollado esta tesis en un artículo que puedes estar
interesado en leer.) [25].
Sostengo que la falta de adaptación más importante
deriva del hecho de que nuestras circunstancias actuales nos privan
de la oportunidad de experimentar el proceso de poder correctamente.
Es decir, nos falta la libertad como se define en ISAIF, § 94.
El argumento de que "la gente ahora tiene más libertad que nunca"
se basa en el hecho de que se nos permite hacer casi cualquier cosa que
nos plazca, siempre y cuando no tenga consecuencias prácticas. Ver ISAIF,
§ 72. Cuando nuestras acciones tienen consecuencias prácticas que pueden
ser de preocupación para el sistema (y pocas consecuencias prácticas importantes
no son una preocupación para el sistema), nuestro comportamiento, en general, es estrechamente regulado. Ejemplos: Podemos creer en
cualquier religión que nos guste, tener relaciones sexuales con cualquier adulto que lo consienta, tomar un avión a China o Tombuctú, cambiar la forma de nuestra nariz, elegir cualquiera de una variedad enorme de libros, películas, grabaciones musicales, etc, etc, etc, pero estas opciones normalmente no tienen ninguna
consecuencia práctica importante. Por otra parte, no requieren
ningún esfuerzo serio de nuestra parte. No nos cambiamos la forma de nuestra
nariz nosotros mismos, pagamos a un cirujano para que lo haga por nosotros. No vamos a China o Tombuctú por nuestro propios medios, pagamos a alguien nos lleve en un vuelo
allí.
Por otra parte, dentro de nuestra propia ciudad no podemos ir del
punto A al punto B sin que nuestro movimiento esté controlado por
normas de tráfico, no podemos comprar un arma de fuego sin pasar por
una verificación de antecedentes, no podemos cambiar de empleo sin tener nuestros
antecedentes examinados por los posibles empleadores, la mayoría de los trabajos de la gente
requieren que trabajen de acuerdo a normas, procedimientos y
horarios prescritos por sus empleadores, no podemos iniciar un negocio
sin conseguir las licencias y permisos ni observar los numerosos
reglamentos, y así sucesivamente.
Por otra parte, vivimos a merced de las grandes organizaciones cuyas
acciones determinan las circunstancias de nuestra existencia, tales como
el estado de la economía y el medio ambiente, si habrá una guerra o un accidente nuclear, qué tipo de educación recibirán nuestros

Wright 25.Robert. “The Evolution of Despair”, la revista Time, agosto
28. 1995.

235

hijos y a que influencias de los medios de comunicación estarán
expuestos. Etc., etc, etc
En resumen, tenemos más libertad que nunca para divertirnos,
pero no podemos intervenir significativamente en los temas de vida y muerte
que se ciernen sobre nosotros. Estas cuestiones se mantienen firmemente bajo el control
de grandes organizaciones. De ahí nuestra privación con respecto al
proceso de poder, que requiere que tengamos objetivos serios y
el poder para alcanzar esas metas a través de nuestro propio esfuerzo.
B. La segunda "razón fundamental" por qué las cosas están empeorando es
que no hay manera de prevenir que la tecnología se utilice en
maneras perjudiciales, sobre todo porque las últimas consecuencias
de cualquier tipo de aplicación de la tecnología comúnmente no pueden ser
predichas. Por lo tanto, el daño no se puede prever hasta que es demasiado
tarde.
Por supuesto, las consecuencias de las acciones del hombre primitivo puede que
a menudo hayan sido impredecibles, pero ya que sus poderes eran
limitados, las consecuencias negativas de sus acciones también fueron
limitadas. A medida que la tecnología se vuelve más y más potente, incluso
las consecuencias imprevisibles de su uso bien intencionado, -dejando de lado las consecuencias de su uso irresponsable o malintencionado- se vuelven
más graves, e introducen en el mundo una creciente
inestabilidad que es probable que conduzca finalmente al desastre.
Véase el artículo de Bill Joy, Why the Future Doesn’t Need Us”, Wired
Magazine, April 2000, y Martin Rees, Our Final Century.

III. A. factores "objetivos" en la historia. Afirmo que el curso de la
historia, a gran escala, normalmente se determina principalmente por factores "objetivos"
y no por las intenciones humanas o de las decisiones
de individuos. Las intenciones humanas o las decisiones de individuos
en ocasiones pueden representar una diferencia importante a largo plazo en el
curso de la historia, pero cuando esto sucede los resultados no cumplen
las intenciones de los individuos o grupos que tomaron las
decisiones. Algunas excepciones, sin embargo, se pueden identificar. Las intenciones humanas
a veces se puede realizar en los siguientes tres
maneras (véase mi carta de fecha 1/12/04): (i) la administración inteligente puede
prolongar la vida de un orden social existente. (Ii) Es posible
causar, o por lo menos se apresurar, la ruptura de un orden social ya existente. (iii) Un orden social existente a veces puede ser ampliado de modo que abarque más territorio [26].

26. No reivindicamos que esta sea una lista exhaustiva de las formas
en que las intenciones humanas de una sociedad pueden ser realizadas en una escala histórica. Si puedes identificar cualquier forma adicional que sea relevante a efectos de la presente discusión estaré interesado en saber de ella.

236


Tengo que explicar lo que significa lo anterior. Las intenciones humanas
a menudo se realizan, incluso por un largo período de tiempo, con respecto a algún
factor en particular en la sociedad. Pero, en estos casos, las intenciones humanas
hacia la sociedad en su conjunto no se realizan.
Por ejemplo, en la Unión Soviética los comunistas lograron
algunos de sus objetivos, como la rápida industrialización, pleno empleo,
y una reducción significativa de la desigualdad social, pero
la sociedad que crearon era muy diferente de la que los bolcheviques
habían pensado originalmente. (Y a largo plazo el sistema socialista
falló del todo.) Desde el comienzo de la Revolución Industrial en
el siglo 18, las personas han tenido éxito en la consecución de la abundancia material, pero el resultado no es el tipo de sociedad que
fue previsto por los proponentes del progreso del siglo 18. (Y
hoy gente como Bill Joy y Martin Rees temen que la sociedad industrial
no sobreviva mucho más tiempo.) El profeta Mahoma
logró establecer su nueva religión como la fe de millones
de personas, esa religión ha florecido durante casi catorce siglos
y bien puede hacerlo por muchos siglos más. Pero: "Al final
del mandato de califas "bien guiados", el sueño del Profeta
de inaugurar una nueva era de igualdad y justicia social sigue sin cumplirse... [27]. ", ese sueño no se ha cumplido hoy.
Para explicar mejor lo que quiero decir cuando digo que la historia es
generalmente guiada por factores "objetivos" y no por las intenciones humanas
o la voluntad humana, voy a utilizar un ejemplo que presenta el tema de
forma simplificada.
Teniendo en cuenta tres factores:
(I) la presencia de tribus de cazadores y recolectores en la zona oriental
extremo de Siberia;
(Ii) la presencia de un buen hábitat para los seres humanos en la extremidad oeste
de Alaska, y
(Iii) la existencia de un puente de tierra a través de lo que hoy es el
Estrecho de Bering,
la ocupación de las Américas por seres humanos era un hecho histórico
inevitable y fue en cierto modo independiente de la intención humana y de la voluntad humana.
Por supuesto, las intenciones humanas estuvieron involucradas en que las
Américas fueran ocupadas, alguna tribu cazadora-recolectora
en algún momento tuvo que elegir deliberadamente moverse hacia el este
a través del puente de tierra. Pero la ocupación de las Américas
no dependió de las intenciones de ninguna tribu de cazadores-recolectores
ni de ninguna docena de bandas, ya que, dadas las tres condiciones

27. Rafiq Zakaria, The Struggle Within Islam, Penguin Books, 1989, p. 59.
237

enumeradas anteriormente, era inevitable que alguna tribu, tarde o temprano
se moviese a través del puente de tierra. Es en este sentido que las grandes evoluciones históricas a largo plazo normalmente son el resultado del
funcionamiento de factores "objetivos" y son independientes de las intenciones humanas.
Lo anterior no quiere decir que la historia es rígidamente determinista
en el sentido de que las acciones de individuos y pequeños grupos
nunca puedan tener un efecto importante a largo plazo en el curso de
eventos. Por ejemplo, si el período durante el cual el Estrecho de Bering
podía ser cruzado hubiese sido corto, digamos cincuenta o cien años,
entonces la decisión de una sola banda de cazadores recolectores de cruzar
o no cruzar a Alaska podría haber determinado si Colón
encontraría las Américas pobladas o deshabitadas. Pero incluso
en este caso la ocupación de las Américas no habría sido
la realización de las intenciones de la única tribu que cruzó. La intención de esa tribu habría sido sólo moverse a un hábitat conveniente en particular, y podrían no
haber tenido ni idea de que su acción llevaría a la ocupación de
dos grandes continentes.
B. La selección natural. Un principio a tener en cuenta al considerar
los factores "objetivos" de la historia es la ley de lo que yo llamo "selección natural": Los grupos sociales (de cualquier tamaño, de dos o tres personas
a naciones enteras) que tienen las características que mejor les sirven para sobrevivir
y propagarse son los grupos sociales que sobreviven mejor
y se propagan. Esto por supuesto es una tautología evidente,
por lo que no nos dice nada nuevo. Pero sí sirve para llamar nuestra atención
a los factores que de otro modo podrían pasar por alto. No he visto
el término "selección natural" utilizado en otros lugares en relación con
este principio, pero el principio en sí no ha pasado desapercibido. En
la Enciclopedia Británica encontramos:
"Estos procesos no fueron inevitables en el sentido de que
correspondían a ninguna "ley" del cambio social. Tuvieron la
tendencia, sin embargo, de propagarse dondequiera que ocurrieron. Por
ejemplo, una vez que el conjunto de transformaciones conocida como la revolución agraria
tuvo lugar en cualquier parte del mundo, su extensión
por el resto del mundo era previsible. Las sociedades que
adoptaron estas innovaciones crecieron en tamaño y se convirtieron en más poderosas.
Como consecuencia, las otras sociedades sólo tenían tres opciones:
ser conquistadas e incorporada a una sociedad agraria más potente, adoptar las innovaciones, o ser expulsadas a los lugares marginales del globo. Algo similar podría decirse
de la Revolución Industrial y otras innovaciones que aumenten el poder,

238


tales como la burocratización y la introducción de armas más
destructivas [28]. "
Ten en cuenta que hay una diferencia entre la "selección natural"
que opera entre los grupos humanos y la selección natural a la que estamos familiarizados en biología. En biología, los organismos más exitosos simplemente sustituyen a los de menos éxito y no son imitados por ellos. Pero en los asuntos humanos los grupos con menos éxito
tienden a tratar de imitar a los más exitosos. Es decir,
tratan de adoptar las formas sociales o prácticas que parecen haber
hecho a estos últimos grupos exitosos. Así, ciertas formas y prácticas sociales
se propagan no sólo porque los grupos
con esas formas y prácticas tienden a sustituir a otros grupos,
sino también porque otros grupos adoptan esas formas y prácticas
a fin de evitar que se les sustituya. Así que es probable que sea más correcto
describir la selección natural como algo que opera en las formas y prácticas sociales
más que en grupos de personas.
El principio de la selección natural es indiscutible ya que
es una tautología. Pero el principio podría producir conclusiones erróneas
si se aplica sin cuidado. Por ejemplo, el principio excluye a priori la voluntad humana como un factor principal de la historia.

C.La voluntad humana frente a los factores "objetivos" de la historia. En Europa occidental hasta hace poco, la belicosidad, la disposición y capacidad para hacer la guerra, fue un rasgo ventajoso en términos de "selección natural":
Naciones exitosas militarmente aumentaron su poder y su
territorio a expensas de otras naciones que tuvieron menos éxito
en la guerra. Sin embargo, creo que esto ya no es así, porque hay
un fuerte consenso en la Europa occidental de hoy que la guerra entre
dos naciones de Europa occidental es absolutamente inaceptable. Todo
el resto de Europa occidental se abalanzaría sobre cualquier
nación que iniciase tal guerra y la derrotarían. Así, en
Europa occidental, la belicosidad (al menos dirigida contra otros países occidentales
las naciones europeas), es ahora un rasgo desfavorable en términos
de selección natural, y es así por la voluntad humana de
evitar la guerra en Europa occidental. Esto demuestra que la voluntad humana puede ser
una “fuerza selectiva" que participe en el proceso de "selección natural"
tal como opera en los asuntos humanos.
Sin embargo (en la medida en que no se basa en los EE.UU. para su
protección) Europa Occidental en su conjunto todavía tiene que estar preparada
para la guerra, porque fuera de Europa occidental existen otras entidades
(naciones o grupos de naciones) que bien podrían hacer la guerra a

28. Encycl. Britannica, 15a ed., 2003, vol. 27, artículo “Social Structure
and Change”, p. 369.

239

Europa Occidental si pensasen que podrían ganar. Tal como están las cosas, si una nación fuera de Europa Occidental declarase la guerra a una nación occidental europea y si esta última fuese incapaz de defenderse
adecuadamente, el resto de Europa Occidental la ayudaría a derrotar al agresor. Así, mediante la eliminación de la guerra interna y la adquisición de
un cierto grado de unidad, Europa occidental se ha vuelto más
formidable en la guerra en contra de cualquier entidad externa.
Lo que ha ocurrido en Europa occidental no es más que una continuación
de un proceso que ha estado ocurriendo durante miles de años:
Entidades políticas de menor tamaño de se agrupan (ya sea voluntariamente o
través de la conquista) para formar una entidad política más amplia que elimina la
guerra interna y por lo tanto se convierte en un competidor más exitoso
en la guerra contra otras entidades políticas. El tamaño no siempre
garantiza la supervivencia (por ejemplo, véase la desintegración del Imperio Romano), pero en el curso de la historia entidades políticas pequeñas
generalmente han tendido a unirse para formar otras mayores y por lo tanto
militarmente más poderosos, y este proceso no depende
de la intención humana sino de los resultados de la "selección natural".
Así, cuando tenemos una visión relativamente localizada de la historia y
consideramos sólo Europa Occidental durante las últimas décadas,
la voluntad humana parece ser un factor importante en el proceso de
selección natural, pero si tenemos una visión más amplia y miramos
todo el curso de la historia, la voluntad humana parece insignificante:
Factores "objetivos" han determinado la sustitución de entidades políticas más pequeñas
por entidades políticas más grandes.
Por supuesto, es concebible que la voluntad humana podría algún día
eliminar por completo la guerra. Un gobierno mundial podría ni siquiera ser necesario. Sería suficiente que existiera un fuerte
consenso a nivel mundial, similar al consenso ya existente en
Europa Occidental, indicando que la guerra fuese inaceptable y aquella nación que
iniciase una guerra debería ser rápidamente aplastada por todas las demás
naciones. La belicosidad se convertiría entonces en un rasgo de gran desventaja
en términos de selección natural. Y, puesto que todo el mundo
podría ser abarcado por el consenso, no habría
competidor exterior contra el que fuese necesario
hacer la guerra.
Pero puedes ver lo difícil que es llegar al consenso necesario. Los esfuerzos para poner fin a la guerra han estado ocurriendo por lo menos desde
el final de la Primera Guerra Mundial con la Liga de las Naciones Unidas, y fuera de
de Europa Occidental se ha avanzado poco en ese sentido.
Por otra parte, aun cuando pudiese ponerse fin a la guerra convencional a través de
un consenso internacional, la violencia organizada podría
continuar, porque hay formas de violencia organizada (por ejemplo,

240

la guerra de guerrillas, el terrorismo) que serían muy difíciles de
suprimir incluso si se opone con vehemencia todas las naciones de la Tierra.
El propósito de la discusión anterior no es probar que
es imposible que la voluntad humana cambie el curso de la historia.
Si yo no creyese que fuese posible, entonces no perdería mi
tiempo escribiendo cartas como ésta. Pero tenemos que reconocer cuan
poderosas son las fuerzas "objetivas" de la historia y cuan limitado
es el alcance de la elección humana. Una evaluación realista nos ayudará
a descartar las soluciones que parecen deseables pero son imposibles de
poner en práctica, y concentrar nuestra atención en las soluciones que
podrían ser inferiores a lo ideal, pero que quizás tengan una posibilidad de éxito.
D. La democracia como un producto de fuerzas "objetivas". En tu
carta de 7/27/04, tú y tu colega ofrecéis la "democracia" como
un ejemplo de una mejora de la condición humana llevada a cabo por "la acción humana". Supongo que por "democracia" queréis decir democracia representativa, es decir, un sistema de gobierno en
que las personas eligen a sus propios líderes. Y supongo que, al referirse
a "la acción humana" queréis decir que la democracia representativa
se convirtió en la forma dominante de gobierno en el mundo moderno
a través de un proceso que se ajusta más o menos el siguiente modelo:
problema percibido-solución ideada- solución implementada-problema
resuelto. Si esto es lo que queréis decir, entonces creo que os equivocáis.
Creo que el problema de la opresión política ha sido percibido
durante miles de años. Presumiblemente, la gente ha sufrido la opresión política
desde el comienzo de la civilización, esto lo indican
las numerosas revueltas campesinas y similares que se han
registrado en la historia. Si la democracia representativa es la solución
al problema de la opresión política, entonces la solución también se conoce desde
hace tiempo y algunas veces se ha aplicado. La idea y
la práctica de la democracia representativa se remontan al menos a la antigua
Atenas, y puede que se remonten a tiempos prehistóricos, ya que algunos de
los aborígenes del sudeste de Australia practicaban la democracia representativa [29]. Los Cosacos del siglo XVI tenían una especie de organización militar peculiarmente democrática, con una asamblea general (rada), como autoridad suprema y los oficiales eran elegidos, entre ellos

29. "[Cada] clan territorial tenía su propio jefe y consejo, y
también había un jefe supremo de la tribu entera. Los miembros del consejo
de cada clan eran elegidos en una reunión entre los hombres de mediana edad y
los hombres de edad avanzada, y algunos de los jóvenes más destacados también. "Coon,
op. cit., p. 253.

241

el comandante en jefe ... . "[30]. Los bucaneros del siglo XVII
elegían a sus propios capitanes, que podían ser depuestos por la tripulación en
cualquier momento cuando el enemigo no estaba a la vista [31]. La Ginebra del siglo XV
tenía un gobierno democrático, aunque quizás no
en el sentido estricto la democracia representativa ya que el cuerpo legislativo
consistía de todos los ciudadanos [32]. Además de los sistemas plenamente democráticos, ha habido algunos más, parcialmente democráticos.
Durante la República romana, por ejemplo, los funcionarios públicos eran
elegidos por una reunión del pueblo, pero el Senado aristocrático era
la fuerza política dominante [33].
Así, la democracia representativa se ha intentado con mayor o menor
grado de éxito en muchas ocasiones y lugares. Sin embargo,
entre las sociedades civilizadas preindustriales las formas dominantes de
gobierno siguieron siendo la monarquía, la oligarquía, la aristocracia,
y el feudalismo y la democracia representativa no era más que un
fenómeno esporádico. Es evidente que, en las condiciones de la civilización pre-industrial, la democracia no estaba bien adaptada para sobrevivir
y la propagación de otras formas de gobierno sí. Esto podría
ser debido a debilidades internas (inestabilidad, o una tendencia a
transmutar en otras formas de gobierno), o a las debilidades externas
(un gobierno democrático pudo haber tenido éxito en
competir económicamente o militarmente con sus rivales más autoritarios).
Fuera lo que fuese lo que hizo la democracia pre-industrial débil,
la situación cambió con el advenimiento de la Revolución Industrial.
De repente la gente comenzó a admirar los sistemas (semi-)democráticos
de Gran Bretaña y Estados Unidos, y se hicieron intentos
de imitar a esos sistemas. Si Gran Bretaña hubiese sido económicamente
pobre y débil militarmente, y si los Estados Unidos hubiese sido poco más que agua estancada, ¿habrían sido sus sistemas admirados e imitados? ¡Probablemente no! Gran Bretaña era económica y militarmente
la nación más exitosa en Europa, y los Estados Unidos un país joven, pero de crecimiento dinámico, por lo tanto,
estos dos países provocaban la admiración y la envidia de las clases
propietarias en otros países. Fueron las clases propietarias,
no a las clases trabajadoras, las que fueron los principales responsables de la

30. Encycl. Britannica, 15a ed .. 2003; vol. 28, artículo "Ukraine"., P. 985.
31. Los bucaneros elegían a sus propios capitanes: Encycl. Britannica. Vol. 2. artículo “bucaneer” p 592. Sobre la destitución de los capitanes me baso en mi memoria de libros que leí hace cuarenta años.
32. Encycl. Britannica, 15th ed., 2003. Vol. 19, artículo “Geneva.., p. 743.
33. Ibid., Vol. 20. artículo “Greek and Roman Civilizations”. p. 294.

242


expansión de la democracia. Es por eso que los marxistas siempre se refirieron a las
revoluciones democráticas como "revoluciones burguesas".
Las democracias tuvieron que sobrevivir repetidas luchas contra sistemas autoritarios, y sobrevivieron, en gran parte debido a su
vigor económico y tecnológico. Ganaron las dos guerras mundiales, y no lo hicieron porqué los soldados estuviesen más dispuestos a
luchar por una democracia que por un gobierno autoritario. Nadie ha cuestionado el valor o el espíritu de lucha de los soldados alemanes y japoneses.
Las democracias ganaron en gran parte debido a su poderío industrial [34]. Ten en cuenta que el fascismo era popular, incluso en cierta medida
en los EE.UU. [35], entre las dos guerras mundiales. (Aquí utilizo el término
"fascismo" en su sentido genérico, no se refiere específicamente al fascismo de Mussolini) Después de la Segunda Guerra Mundial, el fascismo perdió su popularidad.
¿Por qué? Debido a que los fascistas perdieron la guerra. Si los fascistas hubiesen ganado,
el fascismo, sin duda, habría sido admirado e imitado.
Durante gran parte de la Guerra Fría, el "socialismo" fue la consigna por
todo el Tercer Mundo. Representaba el estado de felicidad al
que las personas políticamente más conscientes aspiraban allí. Pero eso
sólo duró el tiempo que la Unión Soviética parecía ser más
dinámica y vigorosa que en los EE.UU. Cuando se hizo evidente que
la Unión Soviética y otros países socialistas no podían seguir el ritmo tecnológico o económico de Occidente, el socialismo perdió su popularidad, y las consignas fueron "democracia" y "libre
mercado "

34. El ejércitos de Rusia jugó un papel mucho más importante en la derrota de
Alemania que los ejércitos occidentales hicieron, pero los rusos recibieron masivas
cantidades de ayuda militar -camiones, por ejemplo- que fueron producidos por
la industria norteamericana. Por otra parte, las fábricas británicas y estadounidenses produjeron los miles de bombarderos -por no hablar de las bombas- que destrozaron las
ciudades alemanas, aunque hay que reconocer que la utilidad militar de la estrategia en la Segunda Guerra Mundial es un asunto de controversia. Ver Encycl. Britannica, 15a ed.,
2003, vol. 29, artículo "World Wars", pp. 997, 999, 1019; Keegan John, The Second World War, Penguin Books, 1990, pp. 44 (pie de foto), 215,
218, 219, 416, 430, 432, Freeman Dyson, "The Bitter End", The New York
Review, 28 de abril, 2005, p. 4 ("Los soldados alemanes luchaban consistentemente mejor
que los británicos o estadounidenses. Cada vez que luchaban contra igual
números, los alemanes siempre ganaban ... . ").
35. Jeffrey Kaplan y Weinberg, Leonard, The Emergence of a Euro-
American Radical Right, Rutgers University Press, 1998, Chapter II. William
E. Leuchtenburg, Franklin D. Roosevelt and the New Deal, 1932-1940,
Harper & Row, New York 1963, páginas 26, 27, 30 y nota 43, 102 y
la nota y la nota 22,182-83,221 78,224,275-77,279,288.

243

Así, la democracia se ha convertido en la forma política dominante en
el mundo moderno no porque alguien decidió que una forma más humana de gobierno era necesaria, sino por un hecho "objetivo" , en concreto, que bajo las condiciones creadas por la industrialización, los sistemas democráticos son más vigorosos tecnológicamente
y económicamente que otros sistemas.
Ten en cuenta que, mientras la tecnología sigue avanzando, no
hay garantía de que la democracia representativa siempre sea
la forma política que mejor se adapte a sobrevivir y propagarse.
La democracia puede ser sustituida por algún sistema político más exitoso. De hecho, se podría argumentar que esto ya ha
sucedido. Es plausible sostener que, a pesar de
la continuación de las formas democráticas tales como elecciones razonablemente honestas, nuestra sociedad está realmente gobernada por las élites que controlan
los medios de comunicación y lideran los partidos políticos. Las elecciones, se podría decir, se han reducido a concursos entre grupos rivales de
propagandistas y creadores de imágenes.
Última edición por rodri el 12 Abr 2010, 19:01, editado 1 vez en total.
Un viaje de mil millas se empieza con un solo paso.

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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por raskolhnikov » 11 Abr 2010, 12:53

En resumen, tenemos más libertad que nunca para divertirnos,
pero podemos intervenir significativamente en los temas de vida y muerte
que se ciernen sobre nosotros. Estas cuestiones se mantienen firmemente bajo el control
de grandes organizaciones. De ahí nuestra privación con respecto al
proceso de poder, que requiere que tengamos objetivos serios y
el poder para alcanzar esas metas a través de nuestro propio esfuerzo.
Rodri aquí parece que hay una errata, ¿Te falta un no o algo?
"Perseguís a la gente de quien dependéis, preparamos vuestras comidas, recogemos vuestras basuras, conectamos vuestras llamadas, conducimos vuestras ambuláncias, y os protegemos mientras dormís, así que no te metas con nosotros."

Tyler durden

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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por rodri » 12 Abr 2010, 19:06

Tienes razón, es una errata, ya lo he cambiado en el mismo post.
Un viaje de mil millas se empieza con un solo paso.

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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por carlmn » 12 Abr 2010, 19:12

Amigos, os aviso (a buenas horas, lo siento) de que me queda muy poco de traducción de El truco más ingenioso del Sistema. Por ahí leí que Caos lo iba a poner hace un tiempo, y también que circulaba una traducción de Último Reducto en formato físico. En fin, a falta de ambas, me tomé la libertad de ir traduciéndolo a medida que leía, pues no me suponía demasiado esfuerzo extra (quizá sólo se tarda algo más del doble que leyendo despacio). Probablemente para esta noche estén aquí publicados los cinco puntos y las notas del susodicho artículo.

Un saludo. Ánimo.

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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por carlmn » 13 Abr 2010, 13:11

EL TRUCO MÁS INGENIOSO DEL SISTEMA



El mayor lujo que se permitirá la sociedad de la necesidad tecnológica, será arrebatar todo beneficio que se derivara de la revuelta estéril y la sonrisa aquiescente.

Jacques Ellul [1]



El Sistema se ha dedicado a engañar a todos los aspirantes a revolucionario y rebelde. Su truco es tan astuto que, si se hubiera planeado conscientemente, uno tendría que admirarlo por su elegancia casi matemática.


1. LO QUE EL SISTEMA NO ES.

Empecemos aclarando lo que el Sistema no es. El Sistema no es George W. Bush con sus consejeros y apuntadores, no son los policías que maltratan a quienes protestan, no son los presidentes de las multinacionales, y no son los Frankesteins que en sus laboratorios llevan a cabo sus juegos criminales con los genes de seres vivos. Todos estos son lacayos del Sistema, pero por sí solos no constituyen el Sistema. Precisamente, los valores individuales y personales, así como las actitudes, las creencias y el comportamiento de esta gente, podrían significar un conflicto considerable frente a las necesidades del Sistema.

Ilustrando el caso con un ejemplo, el Sistema necesita que se respete el derecho a la propiedad, pero aún así esos presidentes, policías, científicos y políticos, a veces roban. (Al hablar de robar, no nos limitamos a la sustracción de objetos físicos. Podríamos incluir las propiedades adquiridas con fines ilegales, como evadir el impuesto sobre la renta, aceptar sobornos, y algún otro tipo de chanchullos y corrupción.) Pero el hecho de que esos presidentes, policías, científicos y políticos a veces roben, no significa que robar sea parte del Sistema. Al contrario, cuando un policía o un político roba algo, se está rebelando contra la necesidad que tiene el Sistema de que se respete la ley y la propiedad. Pero, incluso cuando roban, estas personas permanecen fieles al Sistema en la medida en que, de cara al público, mantienen su apoyo personal a la ley y la propiedad.

Da igual el acto ilegal que cometan los políticos, policías o empresarios, en calidad de individuos; el robo, los sobornos, y los chanchullos no son parte del Sistema sino males que le aquejan. Cuanto menos robo hay, mejor funciona el Sistema; y ese es el motivo por el que los lacayos y promotores del Sistema siempre abogan por el cumplimiento de la ley de cara al público, incluso cuando a veces ellos mismos encuentran conveniente quebrantarla en privado.

Y pondré otro ejemplo. Aunque los policías sean los matones del Sistema, la brutalidad policial no es parte del Sistema. Cuando los policías dejan hecho mierda a un sospechoso a base de palizas, no están haciendo el trabajo del Sistema, sólo están dejando fluir su propia ira y hostilidad. La meta del Sistema no es ni la brutalidad, ni las demostraciones de ira. En lo que concierne al trabajo policial, la meta del Sistema es imponer la obediencia a sus normas, y hacerlo sin dilación, con la menor violencia posible, y evitando crearse mala publicidad. Así, desde el punto de vista del Sistema, el policía ideal sería aquel que nunca se enfadara, que nunca usara más violencia de la necesaria, y que, en la medida de lo posible, recurra a la manipulación antes que a la fuerza para mantener a la gente bajo control. La brutalidad policial sólo es otro mal de los que aquejan al Sistema, no es parte de él.

Y como prueba tenemos la actitud de los medios de comunicación. Los medios mayoritarios condenan la brutalidad policial de una forma casi universal. Por supuesto, la actitud dichos medios representa por lo general el consenso entre las opiniones de las clases poderosas de nuestra sociedad, ya que esto es algo bueno para el Sistema.

Lo que acabamos de comentar acerca del robo, los chanchullos, y la brutalidad policial, también se aplica a los asuntos de discriminación y persecución, tales como racismo, sexismo, homofobia, pobreza, y explotación laboral. Todas estas cosas son malas para el Sistema. Por ejemplo, cuanto más despreciada y marginada se sienta la gente negra, más propensos serán a dedicarse al crimen y menos a dedicarse a una profesión que les convierta en alguien útil para el Sistema. La tecnología moderna, con sus rápidos transportes de larga distancia y su perturbación de los estilos de vida tradicionales, nos ha llevado a una mezcla poblacional, de modo que en nuestros días, la gente de distintas razas, nacionalidades, culturas y religiones, tiene que vivir y trabajar hombro con hombro. Si la gente se dedica a odiarse o a rechazarse los unos a los otros basándose en cuestiones de raza, etnia, religión, preferencia sexual, etc., los conflictos que resultarían de ello interferirían con el funcionamiento del Sistema. Exceptuando a algunos restos fósiles del pasado como Jesse Helms, los cabecillas del Sistema conocen este hecho perfectamente, y por eso mismo se nos enseña, tanto en la escuela como desde los medios de comunicación, que el racismo, el sexismo, la homofobia, y demás, son males sociales a erradicar.

Sin duda, algunos de los cabecillas del Sistema, algunos políticos, científicos y altos directivos, piensan que el lugar de la mujer está dentro de casa, o que los matrimonios homosexuales e interraciales son repugnantes. Pero incluso aunque la mayoría de ellos pensara de ese modo, no significaría que el racismo, el sexismo y la homofobia fueran parte del Sistema, tal y como la existencia del robo entre las altas esferas no significa que el robo en sí sea parte del Sistema. Igual que el Sistema debe promover el respeto por la ley y la propiedad en pro de su propia seguridad, también se ve obligado a poner freno al racismo y otros tipos de persecución por la misma razón. Es por esto por lo que el Sistema, a pesar de cualquier desviación personal por parte de los individuos que conforman su élite, está básicamente obligado a acallar la discriminación y las persecuciones.

Como prueba, observemos de nuevo la actitud de los medios de comunicación mayoritarios. Exceptuando las tímidas y breves disidencias ocasionales por parte de los pocos comentaristas atrevidos y reaccionarios, la propaganda de los medios favorece de modo abrumador la igualdad racial y sexual, y la aceptación de los matrimonios gays e interraciales [2].


2. CÓMO EXPLOTA EL SISTEMA EL IMPULSO POR REBELARSE.

Todos los que estamos dentro de la sociedad moderna nos vemos atrapados por una densa red de normas y reglamentos. Estamos a merced de grandes organizaciones, tales como empresas, gobiernos, sindicatos, universidades, iglesias, y partidos políticos, y como consecuencia nos sentimos impotentes. El resultado de la servidumbre, la impotencia y demás humillaciones que el Sistema nos inflige, es una amplia frustración, que nos impulsa a rebelarnos. Y es entonces cuando el Sistema usa su truco más ingenioso: Con un ligero movimiento de mano, convierte la rebelión en algo de lo que sacar provecho. Mucha gente no comprende cuál es la raíz de su frustración, por lo que su rebelión no tiene rumbo fijo. Saben que se quieren rebelar, pero no saben “contra qué quieren rebelarse”. Afortunadamente, el Sistema es capaz de rellenar ese vacío proveyéndoles de una larga lista de estereotipadas reivindicaciones estándar contra las que rebelarse: racismo, homofobia, asuntos de la mujer, pobreza, explotación laboral… …todo el cesto de la ropa sucia de asuntos “de activistas”.

Un gran número de aspirantes a rebelde muerden el anzuelo. Al luchar contra el racismo, el sexismo, etc., etc., sólo le están haciendo el trabajo al Sistema. Aún así, ellos creen que se están rebelando contra el Sistema. ¿Cómo es posible?

Primero, hace cincuenta años, el Sistema no se había comprometido con causas como la igualdad para los negros, las mujeres o los homosexuales, por lo que luchar por estas causas sí era una verdadera forma de rebelión. En consecuencia, a estas causas se las consideraba normalmente como causas rebeldes. Y han retenido dicho estatus hasta hoy en día debido a la tradición; exacto, porque cada generación de rebeldes imita a las generaciones que la preceden.

Segundo, aún existe un número considerable de personas que, como ya apunté antes, se resisten a los cambios sociales que el Sistema requiere, y algunas de estas personas son incluso miembros de la autoridad tales como policías, jueces o políticos. Estos últimos constituyen un objetivo para los aspirantes a revolucionario, alguien contra quien rebelarse. Los comentaristas como Rush Limbaugh agilizan el proceso al despotricar contra los activistas: Ver que están haciendo enfadar a alguien, lleva a los activistas a ampararse en la ilusión de que se están rebelando.

Tercero, con objeto de embarcarse en un conflicto incluso con los líderes de la mayoría del Sistema, que aceptan totalmente los cambios sociales que ellos demandan, los aspirantes a rebelde insisten en soluciones que van más allá de lo que los líderes del Sistema consideran prudente, y muestran una ira exagerada respecto a asuntos triviales. Por ejemplo, demandan indemnizaciones económicas para la gente negra, y normalmente se muestran rabiosos ante cualquier crítica a un movimiento minoritario, sin importar cuán prudente y razonable sea uno al criticar. De esta manera los activistas son capaces de mantener la ilusión de que se están rebelando contra el Sistema. Pero dicha ilusión es un absurdo. La agitación contra el racismo, el sexismo, la homofobia y similares, ya no constituye una rebelión mayor contra el Sistema que la agitación contra la corrupción política y los sobornos. Aquellos que luchan contra la corrupción política y los sobornos no se están rebelando contra el Sistema sino que lo están fortificando: Ayudan a que los políticos se mantengan fieles a las normas del Sistema. Aquellos que luchan contra el racismo, el sexismo y la homofobia, de igual modo están fortificando el Sistema: Ayudan al Sistema a suprimir las conductas desviadas que le causan problemas, tales como el racismo, el sexismo y la homofobia.

Pero los activistas no sólo actúan como los defensores del Sistema. También actúan como una especie de pararrayos que protege al Sistema al adelantarse al resentimiento popular y a sus instituciones. Por ejemplo, había varias razones para explicar por qué el Sistema se aprovechaba del hecho de sacar a la mujer del hogar e introducirla en el entorno laboral. Hace cincuenta años, si el Sistema, representado por el gobierno o por los medios, hubiera empezado por las buenas una campaña propagandística con intención de hacer socialmente aceptable el hecho de que la mujer se comenzara a centrar más en su vida laboral que en la doméstica, la característica resistencia al cambio por parte de los humanos habría llevado a un amplio rechazo popular. Lo que realmente ocurrió fue que dichas propuestas de cambio fueron encabezadas por radicales feministas, cuyo rastro iba siguiendo el Sistema a una distancia prudencial. El rechazo de los miembros más conservadores de la sociedad fue dirigido primordialmente contra las feministas radicales antes que contra el Sistema y sus instituciones, porque los cambios patrocinados por el Sistema parecían lentos y moderados en comparación con las soluciones radicales por las que abogaban las feministas, e incluso esos cambios relativamente lentos se veían como algo forzado en la marcha del Sistema, como debidos a la presión de los radicales.

Así que, en pocas palabras, el truco más ingenioso del Sistema es:

a) Por el bien de su propia eficiencia y seguridad, el Sistema necesita provocar cambios radicales y profundos en la sociedad para ajustarse a las condiciones cambiantes que resultan del progreso tecnológico.

b) La frustración devenida de vivir bajo las circunstancias impuestas por el Sistema lleva a sentir impulsos de rebelión.

c) El Sistema se apropiará de esos impulsos de rebelión para realizar los cambios sociales que éste requiera; los activistas se “rebelan” en contra los valores viejos y desfasados que dejan de serle útiles al Sistema, y a favor de los nuevos valores que el Sistema necesita que aceptemos.

d) Así, los impulsos rebeldes que de otra manera podrían haber sido peligrosos para el Sistema, se van por un sumidero que, no sólo es inofensivo para el Sistema, sino que le es útil.

e) La mayoría del rechazo popular resultante de los cambios sociales, avanza esquivando al Sistema y sus instituciones, para acabar volcándose en los radicales que encabezan dichos cambios.

Por supuesto, este truco no fue planeado con antelación por parte de los líderes del Sistema, los cuales ni siquiera son totalmente conscientes de estar usando un truco. El funcionamiento sería algo similar a esto:

Cuando deciden cómo se posicionan ante determinado asunto, los redactores, editores y dueños de los medios de comunicación, deben considerar varios factores, consciente o inconscientemente. Deben considerar cómo reaccionarán los lectores a cualquier cosa que impriman o retransmitan acerca del tema; deben considerar cómo reaccionarán sus patrocinadores, sus colegas de los medios, y otras personas poderosas; y también deben considerar el efecto que lo que impriman o retransmitan tendrá sobre la seguridad del Sistema.

Estas consideraciones prácticas normalmente tendrán más peso en la decisión que cualquier opinión personal respecto al asunto. Las opiniones personales de los dirigentes de los medios, de sus patrocinadores, y de otras personas poderosas, son variadas. Pueden ser liberales o conservadores, religiosos o ateos. El único campo universal común a todos los líderes, es su compromiso con el Sistema, con su seguridad y con su poder. Por lo tanto, dentro de los límites impuestos por lo que el público está dispuesto a aceptar, el principal factor determinante de las actitudes propagadas por los medios, es un consenso aproximado de las opiniones de los dirigentes mediáticos, los patrocinadores y otras personas poderosas, en base a lo que es bueno para el Sistema.

Por lo tanto, cuando un redactor u otra persona importante de los medios decide qué actitud tomar frente a determinado movimiento o causa, lo primero en lo que piensa es en si es algo bueno o malo para el Sistema. Quizá se diga a sí mismo que su decisión está basada en el campo de la moral, en el de la filosofía, o en el de la religión, pero es un hecho observable que, en la práctica, la seguridad del Sistema toma preferencia ante los demás factores involucrados en la determinación de la actitud de los medios. Por ejemplo, si un redactor de una revista de actualidad se fija en el “militia movement”, puede o no simpatizar personalmente con algunas de sus reivindicaciones y metas, pero también ve que habrá un fuerte consenso entre sus patrocinadores y colegas de los medios respecto a que el “militia movement” es potencialmente peligroso para el Sistema y por lo tanto debe ser rechazado. Bajo estas circunstancias, él sabe que es mejor que su revista adopte una actitud negativa hacia el “milicia movement”. La actitud negativa de los medios es presumiblemente una parte de la razón por la que el “militia movement” ha caído.

Cuando el mismo redactor se fija en las radicales feministas ve que algunas de sus propuestas más extremas serían peligrosas para el Sistema, pero también ve que las feministas albergan una parte muy útil para el Sistema. La participación de la mujer en el mundo tecnológico y empresarial les integra mejor en el Sistema a ellas y a sus familias. Sus aptitudes pasan a servir al Sistema en los asuntos técnicos y de negocios. El énfasis que ponen las feministas en acabar con la violencia doméstica y las violaciones también responde a las necesidades del Sistema, ya que el maltrato y las violaciones, como otras formas de violencia, son peligrosas para el Sistema. Quizá más importante aún, el redactor reconoce la nimiedad e insignificancia del trabajo doméstico moderno, y ve que el aislamiento social del ama de casa moderna puede desencadenar frustración en muchas mujeres; frustración que causará problemas al Sistema, a no ser que se les permita recurrir a la salida de desarrollar una carrera en el mundo técnico y empresarial.

Incluso si el redactor es del tipo machote, que personalmente se siente más cómodo con la mujer en una posición subordinada, sabe que el feminismo, al menos en una forma relativamente moderada, es bueno para el Sistema. Sabe que la postura de su editorial debe ser favorable respecto al feminismo moderado, pues de otro modo se enfrentaría al rechazo de sus patrocinadores y demás personas influyentes. Es por esto por lo que la actitud de los medios mayoritarios normalmente ha consistido en apoyar al feminismo moderado, luego una mezcla respecto al feminismo radical, y finalmente una respuesta totalmente hostil frente a las posiciones feministas más extremistas. A través de este tipo de procesos, los movimientos rebeldes que son peligrosos para el Sistema están sujetos a propaganda negativa, mientras que los movimientos rebeldes que se cree que son útiles para el Sistema reciben un apoyo prudente desde los medios. La absorción inconsciente de la propaganda proveniente de los medios induce a los aspirantes a rebelde a “rebelarse” de una manera que en realidad sirve a los intereses del Sistema.

Los intelectuales de las universidades también juegan un rol importante en la realización del truco más ingenioso del Sistema: Aunque les guste fantasear con que son pensadores independientes, los intelectuales son (salvo excepciones puntuales) el grupo más sobresocializado, el más conformista, el más dócil y domesticado, el más mimado, dependiente y endeble de todos los grupos en la América de hoy en día. Como resultado, su impuso por rebelarse es particularmente fuerte. Pero, como son incapaces de pensar de manera independiente, la rebelión real se torna imposible para ellos. En consecuencia, están enganchados al truco del Sistema, ya que les permite irritar a la gente y disfrutar de la ilusión de rebelarse sin tener que cambiar jamás los valores básicos del Sistema. Como son los profesores de gente joven, están en posición de ayudar al Sistema a utilizar su truco para engañar a los jóvenes, cosa que hacen al canalizar los impulsos rebeldes de dichos jóvenes hacia objetivos estándar estereotipados: racismo, colonialismo, asuntos femeninos, etc. La gente joven que no es estudiante de la universidad, a través de los medios o del contacto personal, aprende sobre esos temas de “justicia social” por los que los estudiantes se rebelan, e imitan a dichos estudiantes. Así se convierte una cultura juvenil en un modo estereotipado de rebelión que se propaga mediante la imitación de los colegas, del mismo modo que los peinados, la ropa, y otras modas también se propagan mediante la imitación.


4. EL TRUCO NO ES PERFECTO.

Como es natural, el truco del Sistema no funciona a la perfección. No todas las posiciones adoptadas por la comunidad “activista” son compatibles con las necesidades del Sistema. A este respecto, algunas de las dificultades más importantes a las que el Sistema hace frente están relacionadas con el conflicto entre los dos tipos distintos de propaganda que el Sistema debe usar, propaganda de integración y propaganda de agitación [4].

La propaganda de integración es el principal mecanismo de socialización en la sociedad moderna. Es propaganda que está diseñada para inculcar en la gente las actitudes, creencias, valores y hábitos que necesitan tener, con el fin de ser herramientas del Sistema útiles y seguras. Enseña a la gente a reprimir o sublimar permanentemente aquellos impulsos emocionales que sean peligrosos para el Sistema. Está más enfocada a actitudes de largo plazo y valores profundamente arraigados de gran aplicación, que a las actitudes frente a temas específicos y actuales. La propaganda de agitación se aprovecha de las emociones de la gente para despertar en ellos ciertas actitudes o comportamientos frente a temas actuales y específicos. En vez de enseñar a la gente a reprimir sus impulsos emocionales peligrosos, busca estimular ciertas emociones para unos propósitos bien definidos y localizados temporalmente.

El Sistema necesita una población disciplinada, dócil, cooperativa, pasiva y dependiente. Sobre todo requiere una población pacífica, ya que necesita que el gobierno tenga el monopolio del uso de la fuerza física. Por esta razón, la propaganda de integración nos dice que debemos horrorizarnos, asustarnos y espantarnos de la violencia, y así no nos veremos tentados a usarla ni siquiera cuando estemos muy enfadados. (Por “violencia” me refiero a los ataques físicos hacia seres humanos.) De una manera más general, la propaganda de integración nos ha de enseñar valores dulces y cariñosos, que enfaticen la falta de agresividad, la interdependencia, y la cooperación.

Por otra parte, en ciertos contextos el propio Sistema encuentra útil o necesario el recurrir a métodos agresivos y brutales para alcanzar sus propios objetivos. El ejemplo más obvio de esos métodos es la guerra. En tiempo de guerra el Sistema se apoya en la propaganda de agitación: Para ganar el apoyo popular respecto a una acción militar, se aprovecha de las emociones de la gente para hacer que se sientan asustados y furiosos con su real o hipotético enemigo.

Llegada esta situación se crea un conflicto entre la propaganda de integración y la propaganda de agitación. A aquella gente en la que calaron profundamente los tiernos valores del rechazo a la violencia no se le puede persuadir fácilmente para que dé su aprobación a una cruenta operación militar. Y aquí, en cierta medida, al truco del Sistema le sale el tiro por la culata. Los activistas, que se habían estado “rebelando” en pro de los valores de la propaganda de integración, continúan haciéndolo durante la guerra. Se oponen a la guerra no sólo porque es violenta, sino porque es “racista”, “colonialista”, “imperialista”, etc. que son cosas contrarias a los valores dulces y cariñosos que la propaganda de integración les enseñó.

Al truco del Sistema también le sale el tiro por la culata en lo que concierne al trato de animales. Inevitablemente, mucha gente extrapola a los animales esos valores dulces de aversión a la violencia que les fueron enseñados respecto a los humanos. Les horroriza la matanza de animales para comer y otras prácticas dañinas para éstos, como la reducción de la gallina a la categoría de máquina ponedora de huevos almacenada en minúsculas celdas, o el uso de animales para experimentos científicos. Hasta un punto, la oposición resultante al maltrato de animales puede ser útil para el Sistema: debido a que una dieta vegana es más eficiente en términos de utilización de recursos que una carnívora, el veganismo, si fuera ampliamente aceptado, ayudaría a llevar con mayor facilidad la carga que supone la limitación de los recursos de La Tierra con respecto al crecimiento demográfico. Pero activistas, el insistir en acabar con el uso de animales para experimentos científicos entra en conflicto directo con las necesidades del Sistema, ya que en las previsiones de futuro no se contempla a ningún sustituto factible que reemplace a los animales como sujetos de investigación. Sin embargo, el hecho de que al truco del Sistema le salga algún que otro tiro por la culata, no evita que globalmente sea un dispositivo increíblemente eficaz para inhibir los impulsos rebeldes en provecho del Sistema.

Hay que reconocer que el truco descrito aquí no es el único factor determinante respecto a la dirección que toman los impulsos rebeldes en nuestra sociedad. Mucha gente de hoy en día se siente débil e impotente (por la propia razón de que en realidad el Sistema sí que nos hace débiles e impotentes), y por ello se identifican de forma obsesiva con las víctimas, con el débil y con el oprimido. Esto es en parte la razón por la que, los asuntos de persecuciones, tales como el racismo, el sexismo, la homofobia o el neocolonialismo, se han convertido en asuntos estándar del activista.


5. UN EJEMPLO.

Tengo aquí un texto de antropología [5] en el que he visto varios ejemplos adecuados para mostrar la manera en la que, los intelectuales de las universidades, ayudan al Sistema con su truco al disfrazar su conformismo de crítica a la sociedad moderna. Los mejores ejemplos se encuentran entre las páginas 132 y 136, donde el autor cita, de modo “adaptado”, un artículo de una tal Rhonda Kay Williamson, una persona intersexual (que es una persona que ha nacido con características físicas tanto masculinas como femeninas).

Williamson declara que los indios americanos no sólo aceptaban a las personas intersexuales sino que las valoraban de forma especial [6]. Ella contrasta esta actitud con la euro-americana, equiparando esta última a la actitud que sus propios padres adoptaron hacia ella. Los padres de Williamson le maltrataron cruelmente. Acabaron consiguiendo que odiara su condición de intersexual. Le dijeron que estaba “maldita y en manos del demonio”, y le llevaban a iglesias carismáticas para que le extirparan al “demonio”. Incluso le daban paños en los que se suponía que tenía que “expulsar al demonio tosiendo”.

Pero obviamente, resulta ridículo equiparar esto con la actitud euro-americana. Podría aproximarse a la actitud euro-americana de hace 150 años, pero actualmente en América casi cualquier educador, psicólogo, o clérigo mayoritario, quedaría horrorizado al presenciar ese trato hacia una persona intersexual. Los medios de comunicación no retratarían dicha actitud bajo una óptica favorable ni en sueños. El típico americano de clase media de nuestros días, puede que no acepte la intersexualidad como lo hacían los indios, pero sólo unos pocos no reconocerían la crueldad presente en el tipo de trato que recibió Williamson.

Obviamente los padres de Williamson eran desviados, unos majaretas religiosos cuyas actitudes y creencias traspasaban el límite impuesto por los valores del Sistema. Así, mientras Williamson se dedica a fingir una crítica a la sociedad euro-americana moderna, lo que en realidad hace es atacar sólo a la minoría de desviados y a las culturas rezagadas que aún no se han adaptado a los valores dominantes de la América de hoy en día.

Haviland, el autor del libro, en la página 12 retrata a la antropología cultural como iconoclasta, como desafiante respecto a los supuestos asumidos de la sociedad occidental. Esto se aleja tanto de la verdad que sería incluso gracioso si no fuera tan patético. La corriente principal de la antropología americana moderna se encuentra bajo una miserable sumisión a los valores del Sistema y a los supuestos asumidos por éste. Cuando los antropólogos de hoy en día pretenden poner en tela de juicio a los valores de su sociedad, lo más normal es que sólo lo hagan con valores del pasado, obsoletos y pasados de moda, que en la actualidad no son defendidos por nadie, excepto por desviados y rezagados que dejaron de seguir los cambios culturales que el Sistema requiere que aceptemos.

El uso que hace Haviland del artículo de Williamson ilustra todo esto muy bien, y representa la línea general de todo su libro. Haviland da la lata con hechos etnográficos que enseñan lecciones políticamente correctas a sus lectores, pero desestima u omite todos los hechos etnográficos que son políticamente incorrectos. Así, mientras cita el apunte que hacía Williamson enfatizando que los indios aceptaban a las personas intersexuales, no menciona, por ejemplo, que entre muchas tribus indias a la mujer que cometía adulterio se le cortaba la nariz [7], mientras que el hombre adúltero no recibía castigo alguno; o que entre la tribu corneja (Crow en inglés, Absaroka en nativo) el guerrero que recibiera un ataque por parte de un extranjero, debería matarle inmediatamente, o si no quedaría irreversiblemente deshonrado a ojos de su tribu [8]; Haviland tampoco debate sobre el uso habitual de la tortura por parte de los indios del Este de Estados Unidos [9]. Por supuesto, los hechos de este tipo representan violencia, machismo, y discriminación sexual, por lo que son incompatibles con los valores actuales del Sistema, y tienden a ser censurados por ser políticamente incorrectos. Pero no dudo de que Haviland sea totalmente sincero cuando dice creer que los antropólogos ponen en tela de juicio los supuestos asumidos por la sociedad occidental. Es fácil que la capacidad de autoengaño de los intelectuales de nuestras universidades llegue hasta ese punto.

En conclusión, quiero dejar claro que no estoy sugiriendo ni que sea bueno cortar narices por cometer adulterio, ni que se deba tolerar ningún otro abuso contra la mujer, ni que me gustaría ver a gente marginada o rechazada, ya sea porque son intersexuales o por su raza, religión, orientación sexual, etc., etc., etc. Pero en nuestra sociedad actual, esos problemas son, como mucho, cuestiones reformistas. El truco más ingenioso del Sistema consiste en encauzar hacia estas modestas reformas los impulsos rebeldes, que, de otro modo, podrían llevar a la acción revolucionaria.



Notas:

[1] Jacques Ellul, La Sociedad Tecnológica (The Technological Society), traducida por John Wilkinson, editada por Alfred A. Knopf, Nueva York, 1964, página 427.

[2]. Bastaría con llevar a cabo un mínimo repaso de los medios de comunicación de masas dentro de los países industrializados modernos, o incluso dentro de los países que meramente aspiran a la modernidad, para confirmar que el Sistema está totalmente volcado en la tarea de eliminar la discriminación en función a la raza, religión, género, orientación sexual, etc., etc., etc. Resultaría fácil encontrar miles de ejemplos que ilustraran este hecho, pero aquí sólo se citarán tres, provenientes de tres países dispares.

El Sistema necesita que la población sea sumisa, pacífica, domesticada, dócil, y obediente. Necesita evitar cualquier tipo de conflicto o altercado que pudiera interferir con el normal funcionamiento del aparato social. Además de poner freno a las hostilidades raciales, étnicas o religiosas, también tiene que acallar o amarrar, por su propio bien, a cualquier otra tendencia que pudiera derivar en desorden o altercados, tales como el machismo, la agresividad, o cualquier tipo de predisposición por la violencia.

Naturalmente, los tradicionales antagonismos étnicos y raciales tardan en morir; el machismo, la agresividad y los impulsos violentos no son fáciles de eliminar; y las diversas actitudes frente a la identidad sexual y de género, no cambian de la noche a la mañana. Así pues sigue habiendo muchos individuos que se resisten a estos cambios, y el Sistema se enfrenta al problema que supone intentar abatir dicha resistencia.

[3] En esta sección he mencionado lo que el Sistema no es, pero no he dicho lo que es. Un amigo mío me ha señalado que esto podría desconcertar al lector, así que será mejor que aclare que, para el propósito de este artículo, no es necesaria una definición precisa acerca de qué es el Sistema. No se me ocurre ni una sola manera de definir al Sistema en una sola frase cerrada y armoniosa, sin que, el hecho de abordar la cuestión de qué es el Sistema, supusiese a la vez la interrupción del curso del artículo con una digresión larga, intrincada e innecesaria; así que dejo ese asunto sin responder. No creo que mi falta de respuesta afecte a la comprensión del lector respecto a la idea que quise tratar en este artículo.

[4] Jacques Ellul debate los conceptos de “propaganda de integración” y “propaganda de agitación” en su libro Propaganda, editado por Alfred A. Knopf en 1965.

[5] William A. Haviland, Antropología Cultural, novena edicion, Harcourt Brace & Company, 1999.

[6] Asumo que esta afirmación es precisa. Ciertamente refleja la actitud de los Navajo. Véase Gladys A. Reichard, Navaho Religion: A Study of Symbolism, Princeton University Press, 1990, página 141. Este libro tiene un copyright original de 1950, bastante antes de que los antropólogos acabaran fuertemente politizados, así que no veo razón para suponer que dicha información ha sido sesgada.

[7] Esto es de sobra conocido. Algunos ejemplos: Angie Debo, Geronimo: The Man, His Time, His Place, University of Oklahoma Press, 1976, pag. 225; Thomas B. Marquis (intérprete), Wooden Leg: A Warrior Who Fought Custer, Bison Books, University of Nebraska Press, 1967, pag. 97; Stanley Vestal, Sitting Bull, Champion of the Sioux: A Biography, University of Oklahoma Press, 1989, pag. 6; The New Encyclopedia Britannica, Vol. 13, Macropaedia, 15th Edition, 1997, artículo “American Peoples, Native”, pag. 380.

[8] Osborne Russell, Journal of a Trapper, edición Bison Books, pag. 147.

[9] El uso de la tortura por parte de los indios del Este de EE.UU. es de sobra conocido. Véanse los siguientes ejemplos: Clark Wissler, Indians of the United States, Revised Edition, Anchor Books, Random House, New York, 1989, pags. 131, 140, 145, 165,282; Joseph Campbell, The Power of Myth, Anchor Books, Random House, New York, 1988, pag. 135; The New Encyclopedia Britannica, Vol. 13, Macropaedia, 15th Edition, 1997, article “American Peoples, Native”, pag. 385; James Axtell, The Invasion Within: The Contest of Cultures in Colonial North America, Oxford University Press, 1985, cita de página no disponible.
Comentarios sobre la traducción. Tres dudas que tuve:

Título:El más ingenioso creo que le va bien, porque como neatest en inglés, es un cumplido usado de forma irónica, puesto que Kaczynski desvela la hijoputez de tan maquiavélico truco de magia. A mi entender se refiere a la picardía, pero creo que dicha palabra no tenía lugar en la traducción. Astuto, por ejemplo, es otra palabra que le iba bien, también irónica. La alegoría con los trucos de magia también es irónica, pues lejos de divertir y ser inofenivos, este truco trata de imposibilitar nuestra revolución.

Soft and Cuddly: las he traducido principalmente como dulces y cariñosos. Creo que era la mejor forma que pegaba con el texto. Quizá también delicados y tiernos. Pero como Kaczynski suele reiterar mucho los mismos conceptos sin variarlos para no liar con el lenguaje, yo tampoco lo hice.

Numeración: En el artículo salta del punto 2 al 4, no viene el 3. Deduzco que es un error por la continuidad de ideas, aún así no lo modifiqué por si acaso. Pero creo que si a vosotros también os parece oportuno, habría que modificarlo.

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Respecto al texto, resulta un placer leerlo. Como tantas otras veces, es gratificante cuando uno lee a posteriori ideas que ya había razonado previamente. Un alivio indispensable para ayudar a quitarse de la cabeza la idea de que, por tener al mundo en contra, uno ya tiene que estar loco. Eso sí, se me ha quedado un poco corto en cuanto a blindarse de las críticas facilonas de los izquierdistas. Puesto que tanto los obreristas, como las feministas, como los antifascistas, etc. etc. etc. todos responden como con un manual. Pero claro no se puede estar malgastando 9 de cada 10 palabras en blindarse contra esos picajosos. Si las verdades concisas pican, que coman ajos, o que se queden la venda en su viaje hacia el muro. Lo malo es cuando, como se expresa en el artículo, nos arrastran a los demás en su contraproducente misión.

Bueno, informaré cuando me ponga con otra parte del libro. Y como siempre, erratas o críticas a la traducción son bienvenidas.

Un saludo y ¡ánimo!

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companeroisrael
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por companeroisrael » 13 Abr 2010, 13:39

En esta sección he mencionado lo que el Sistema no es, pero no he dicho lo que es. Un amigo mío me ha señalado que esto podría desconcertar al lector, así que será mejor que aclare que, para el propósito de este artículo, no es necesaria una definición precisa acerca de qué es el Sistema. No se me ocurre ni una sola manera de definir al Sistema en una sola frase cerrada y armoniosa, sin que, el hecho de abordar la cuestión de qué es el Sistema, supusiese a la vez la interrupción del curso del artículo con una digresión larga, intrincada e innecesaria; así que dejo ese asunto sin responder. No creo que mi falta de respuesta afecte a la comprensión del lector respecto a la idea que quise tratar en este artículo.
:o Alguien tiene idea sobre que diablos es el sistema?? ¿Tiene vida propia? Es la tecnologia? el capitalismo?? Hay algun libro donde lo explique??.
“Cuanto más lejano está el ideal de la realidad tanto más valioso es; encontramos, en el deseo de realizarlo, las fuerzas necesarias para llevarlo a término, es decir, el máximo de fuerzas de que somos capaces.” J. M. Guyau

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