Interesante.
El pasado mes de diciembre abrió en Madrid el primer Repair Café de España, una iniciativa que funciona llevando a la práctica la filosofía de “repara en lugar de tirar“. Con sede en el Medialab Prado, estos encuentros tendrán lugar una vez al mes en forma de eventos temáticos en los que la gente podrá ir a reparar desde las costuras de un abrigo hasta un ordenador o un electrodoméstico roto.
La iniciativa de los Repair Cafés comenzó su andadura en Amsterdam en 2009, cuando la publicista y periodista Martine Postma, concienciada en temas de sostenibilidad, organizó un primer encuentro de reparadores voluntarios que arreglaban cosas de todo tipo a cambio de otras reparaciones o de horas de tiempo para realizar diferentes actividades. Dos años después, nacía la Repair Café Foundation, que ayuda a poner en marcha otros Repair Cafés alrededor del mundo –ahora mismo, hay cafés de este tipo funcionando en Estados Unidos, Chile, Brasil, Australia, Japón, Egipto, Francia, Alemania o Dinamarca, entre muchos otros lugares del planeta–. El funcionamiento de estos espacios es sencillo: a ellos puede acceder cualquier persona, ya sea con algo que reparar o como voluntario ofreciéndose a arreglar cosas según sus conocimientos –desde muebles a ropa, pasando por electrodomésticos, bicicletas o juguetes–.
Repair Cafe 1
En el caso de Madrid, la idea surgió de Julio Gisbert del grupo de Banco de Tiempo del TimeLab –que se reúne en Medialab Prado–, quien propuso lanzar la iniciativa del Repair Café en nuestra ciudad. Ya que el lanzamiento iba a coincidir con el mes de diciembre y con las Navidades a la vuelta de la esquina, decidieron que el primer Repair Café de Madrid fuera temático y estuviera centrado en los juguetes. También animaron a la gente a que hiciera trueque, ya que en el caso de los juguetes, muchas veces se tiran más porque los niños se han cansado de jugar con ellos que porque realmente estén rotos. Así, madres y padres con sus hijos se acercaron al Medialab, donde se planteó la reparación como un juego en el que los propios niños podían participar. Así, se concienciaba a toda la familia de la importancia de consumir menos y de arreglar aquello que ya tenemos en casa, en lugar de tirarlo a la primera de cambio.
Repair 2
Los próximos Repair Cafés del Medialab serán temáticos y estarán ligados a otros grupos de trabajo que ya existen en el centro. Aún así, unos días antes de que se celebre, se hará una convocatoria abierta a reparadores externos que quieran venir a echar una mano. Después del de juguetes, el próximo Repair Café estará dedicado a la ropa. En estos dos casos, las reparaciones se pueden hacer fácilmente in situ, pero cuando se trate de objetos más grandes como los electrodomésticos, lo que se hará es fomentar más el aprendizaje, es decir, que la gente acuda al Repair Café a aprender cómo arreglar aquello que se le ha estropeado. Y es que el intercambio de saberes es uno de los pilares básicos del concepto Repair Café, así como conocer a otras vecinas y vecinos del barrio que se acerquen allí a compartir sus conocimientos.
Medialab2
La filosofía del Repair Café tiene que ver con la sostenibilidad y con la necesidad de generar menos basura en el planeta, pero también con el intento de volver a instaurar la cultura de la reparación en lugar de la del “usar y tirar”. Si nadie repara, no sólo generaremos mucha más cantidad de residuos, sino que todos esos conocimientos sobre cómo arreglar cosas, se perderán.
Con iniciativas como éstas se quiere poner en valor a la gente que posee estos saberes, sin que en ningún caso suponga una competencia desleal hacia los reparadores profesionales, a quienes con frecuencia se remite a los usuarios cuando la reparación es algo más compleja. Además, la iniciativa tiene más de educacional que de otra cosa, y su fin es más el de concienciar a la gente de las alternativas que existen antes de tirar algo a la basura. Esto, según Repair Café, siempre revertirá positivamente sobre los reparadores profesionales.
También se pretende que seamos conscientes de nuestro papel corresponsable como consumidores a la hora de generar desigualdad. Todo lo que compramos y desechamos tienen un efecto en el planeta, por lo que contribuir a reducir esos efectos es tarea de todos. Y si además lo podemos hacer de forma colectiva y acompañados de un buen café, mejor que mejor.
Más información en su web y en Facebook.
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