¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

¿Cómo podemos hacer del Anarquismo algo útil para toda la sociedad? ¿Cómo queremos que sea una sociedad libertaria?
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¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por blia blia blia. » 05 Sep 2015, 08:45

He visto un par de artículos que defienden la existencia de militantes profesionales (cobrando, quiero decir) y como es un debate que en ciertos ambientes está en el aire, creo que es un tema interesante sobre el que discutir en el foro.

Elogio del liberado (o sesgos de género, raza y clase en el activismo)
Publicado el julio 30, 2015 por marxcopyright (David García Arístegui) (enlace)

Dentro de los movimientos sociales más asamblearios hace años que se llegó a un consenso ya inquebrantable: activismo y trabajo cultural son equivalentes e intercambiables. O dicho de otra manera, jamás se debe cobrar por escribir, traducir, corregir, diseñar carteles, realizar páginas web o actuar en conciertos si es por la causa. Desde la extrema izquierda se puede pagar un amplio abanico de cosas, desde la imprenta y la distribuidora a los barriles de cerveza y las cajas de Coca Cola, probablemente porque pagar a empresas expresamente capitalistas está, paradójicamente, mucho más asumido que remunerar (siquiera parcialmente) el trabajo que realizan compañeras/os. Este consenso se produjo más o menos a la vez que el gran giro teórico de la izquierda: para teóricos y activistas la lucha de clases ha pasado de explicar casi todo a no estar presente en la mayoría de discusiones políticas actuales, sepultada bajo el 99%, los movimientos que no son ni de izquierdas ni de derechas o “la gente”.

En la actualidad y salvo excepciones sólo los colectivos feministas otorgan verdadera importancia a los temas de género. También salvo excepciones, sólo los colectivos de solidaridad con los migrantes se centran en luchar contra el racismo y la xenofobia. Y como reverso oscuro de todo esto, en la mayoría de movimientos sociales las personas de clase trabajadora o en una situación verdaderamente precaria son minoría. La composición de clase de los movimientos sociales muestra que universitarios radicalizados y todas las modalidades posibles de rentistas (hay muchas) son quienes tienen un papel determinante en colectivos de base. Es como si nos hubiésemos tomado en serio las caricaturas que la derecha hace de la izquierda: un campo de experimentación donde niños y niñas bien se desfogan antes de insertarse en el mercado de trabajo, una suerte de rumspringa laica.

No siempre es así, por supuesto. Aunque ahora los focos mediáticos apuntan a otros lados, el movimiento antifascista es el aglutinador en los barrios populares de Madrid de muchos jóvenes de clase trabajadora, que tienen que sufrir en sus calles a pandilleros y grupúsculos de extrema derecha. Y en el (de momento mediático) movimiento antidesahucios, donde se produce una curiosa inversión: si las asambleas están pobladas de una mayoría de migrantes de clase trabajadora en los desahucios se ve más que nada a viejos y nuevos activistas, con la suficiente flexibilidad laboral y horaria para poder sumarse regularmente a este tipo de acciones. En el resto de movimientos sociales la inmensa mayoría de integrantes son de clase media, es decir, personas de un determinado nivel socioeconómico, con verdadera animadversión a los sindicatos y a los partidos al uso (no así a las estructuras de la llamada nueva política) y cuya atención suele centrarse en las cuestiones sociales más mediáticas y que, por tanto, mutan a una velocidad de vértigo. Consumimos movimientos sociales al igual que consumimos redes sociales. Conviene recordar que Iñigo Errejón y todo su entorno se volcaron en la Coordinadora Antifascista en su breve resurgir mediático del 2006 , para luego pasar a cuestiones más rentables políticamente.

¿Por qué sucede todo esto? ¿dónde está la clase trabajadora? Una de las razones determinantes puede ser que la precariedad estética o autoimpuesta es una cosa y la real otra. La apariencia de precariedad, de ropa rota, veganismo y okupas, sólo se mantiene si se dispone de toneladas de tiempo libre y una situación familiar favorable. En los centros de trabajo (del telemárketing a la hostelería) el look activista es una causa más de despido, el veganismo se ve como una práctica de pijos y, aunque a nivel sociológico la percepción de la okupación ha cambiado mucho, la gente quiere seguir teniendo una casa en propiedad. Las dinámicas activistas excluyen a la clase trabajadora: personas que en general tienen largas y extenuantes jornadas de trabajo, viven o trabajan lejos de donde se realizan las asambleas, están en paro y tienen dificultades para pagar un transporte público cada vez más caro o, simplemente, tienen hijos e hijas o tiene que cuidar de alguien. Tiempo libre y colchón social parecen, en definitiva, las características determinantes para la entrada en el activismo actual, justo las características que escasean entre las personas obligadas a vender su fuerza de trabajo.

Con esta composición de clase es más comprensible el “todo vale” en el que se ha caído en las dinámicas activistas. Excede el objetivo de este artículo la manera en la que históricamente se ha explotado sin miramientos a profesionales como abogados y médicos, ya que nos vamos a centrar en la explotación cultural, pero tiene que quedar claro que dentro de los movimientos sociales se producen muchos tipos de (auto)explotación. Así las cosas, escribir, traducir, corregir, diseñar carteles, realizar páginas web o actuar en conciertos hay que hacerlo de manera gratuita, y los liberados (personas a sueldo) de las organizaciones más clásicas, como partidos o sindicatos, son el colectivo más denostado en la izquierda después de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Pero ha llegado el momento de repensar la crítica automática a los liberados sindicales, o al menos, analizar desde donde viene, en un contexto en el que se desprecian las cajas de resistencia pero se admira cualquier crowdfunding.

Con mucho tiempo libre y colchón social es incomprensible que alguien reclame dinero por realizar tareas a tiempo parcial o completo para un determinado movimiento social. La crítica automática hacia las personas liberadas o la habitual caricatura del delegado sindical vago no son más que expresiones de lo que Owen Jones reflejó lúcidamente en su libro La demonización de la clase obrera. Nos parece maravillosa una persona queer, poliamorosa, anticapitalista entregada a la causa y que da sablazos a las personas de su entorno y jamás paga nada porque no se vende al capitalismo. Nos horroriza la existencia de personas que, en sus empresas, prefieren renunciar a su carrera profesional (pocos altos directivos vienen del sindicalismo) y dedicarse a ayudar en horario laboral y no es sus ratos libres a mejorar un poco las condiciones laborales de quienes tienen cerca. Vemos con simpatía y admiración a la clase media ociosa, burguesa, bohemia y aparentemente radical, y hacemos blanco de todas nuestras críticas a esa clase trabajadora reformista, hipotecada y monógama. La composición de clase en los movimientos sociales tiene efectos evidentes: la Renta Básica y el cooperativismo son las estrellas, curiosamente dos temas nunca asumidos por los sindicatos.

Si comparáramos cuántas personas (y en qué situaciones dramáticas) pasan por locales sindicales y cuántas por centros sociales okupados a lo mejor empezábamos a replantearnos muchas cosas sobre esas organizaciones supuestamente tan obsoletas como son los sindicatos. Ir expulsando a la clase trabajadora de los procesos de cambio social y la estigmatización de sus sindicatos (por reformistas, por violentos, por patriarcales… todo vale) es otro éxito de la narrativa neoliberal. Y qué mejor herramienta en este proceso que reforzar esta narrativa funcional al turbocapitalismo que aplicarla en la cultura en sentido amplio: ese y no otro es el origen de la llamada cultura libre. De origen explícitamente neoliberal (Lawrence Lessig habla de cultura libre como libre empresa y libre mercado) el copyleft nos habla de cómo la cultura tiene que difundirse a la manera del software libre, es decir, sin derechos morales, restricciones ni, por supuesto, exigir ninguna retribución previa. De nuevo, es obvio que únicamente personas con una situación privilegiada económicamente son las que pueden arriesgarse a regalar software, textos, canciones o audiovisuales y esperar que, de una u otra manera, alguien en algún lugar del mundo les remunere. El propio Owen Jones denunció este proceso y cómo lo hemos interiorizado: “si eres periodista y eres autor, no puedes ser clase trabajadora”.

Este despiste respecto al trabajo cultural es exótico en la historia de lo movimientos políticos y sindicales más fuertes. Como aclaraba siempre Salvador Seguí, el Noi del Sucre, “mi profesión es pintor. Soy ahora, además, periodista, y vivo de mis artículos y colaboraciones”. Que tomen nota todos los medios que no pagan las colaboraciones a las personas que escribimos en ellos. Aunque la lucha de clases se quiera ocultar sigue operando. Así las cosas, pronto sólo rentistas y diletantes podrán permitirse escribir en los medios que remuneran a la imprenta pero no a quienes realizan los textos.
Última edición por blia blia blia. el 05 Sep 2015, 08:54, editado 1 vez en total.

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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por blia blia blia. » 05 Sep 2015, 08:53

Este es un simple extracto de El tiro por la culata: nueve tesis sobre el fenómeno PODEMOS y la crisis civilizatoria, un más que recomendable texto de Emilio Santiago Muiño sobre Podemos que en el punto 5 trata sobre el 15M y de paso toca el tema que nos ocupa. (enlace)

El tiro por la culata: nueve tesis sobre el fenómeno PODEMOS y la crisis civilizatoria
Emilio Santiago Muiño (enlace)

Hay aquí otro tema también muy evidente del que no puede ser un tabú hablar: los límites de la autogestión. El tiempo es limitado, la supervivencia material exige demasiado de todos y cada uno de nosotros, la vida misma está llena de problemas personales al margen de las cuestiones de la política, la gente todavía tiene su felicidad en alta estima y el socialismo, como decía Oscar Wilde, requiere muchas tardes libres. Por todo esto, y por el fuerte componente de absorción y responsabilidad que implica, la militancia es una actividad muy difícil, que suele conllevar un profundo estrés y un severo desgaste personal, lo que dado sus magros resultados objetivos es la antesala de fases más o menos seguras de frustración.

Por desgracia, por mucho que se fuerce la maquinaria o se le busquen huecos a agendas colmadas de citas y compromisos, hay cosas que no salen porque exigen una dedicación que no puede ser, estructuralmente, la de las horas libres que te deje la supervivencia. ¿Estamos realmente preparados para ayudar a organizar asambleariamente al tipo de gente que puede necesitar hacer uso del banco de alimentos de nuestros locales, o que van a entrar con nosotros a okupar un bloque de viviendas, y a la vez mejor de lo que lo harán los hogares sociales de los nazis? ¿Es posible que aprendamos en los ratos libres a manejarnos con los vericuetos legales que exige montar una cooperativa? ¿Puede un periódico local competir con los medios de comunicación capitalistas con trabajo voluntario? Las preguntas son retóricas: podremos mantener el tipo un tiempo, a base de heroísmo y abnegación. Pero estas cosas acaban haciendo aguas y la experiencia confirma que ya no es un debate especulativo: creo que cada pueblo y cada barrio cuentan con su propia lista de proyectos preciosos agotados por falta de fuerzas. Ante esto se puede optar por el lamento, como si se tratara de un destino maldito de la actividad libertaria al que debemos resignarnos, o preguntarnos por las causas estructurales de que tropecemos una y cien veces con la misma piedra. Salvo que se sea joven y mantenido, que la actividad revolucionaria sea más bien libresca o teórica (que es muy necesaria, pero tiene otros desgastes y otros ritmos), o que llegue a confundirse con una gran pasión, propia de personas excepcionales (pero la revolución no es cosa de personas excepcionales, sino de todas y de todos) veo cada vez más claro que la profesionalización es condición indispensable de una actividad anticapitalista constructiva que no sea testimonial. Especialmente en los proyectos que quieren mantenerse en el tiempo y crear estructuras antagonistas viables y estables, que no se desinflen cuando los tres o cuatro cuerpos de personas que las sostienen, en forma de vigas maestras, abandonen desfallecidos. Pero la profesionalización en el capitalismo exige pactos con el diablo: o con el mercado y sus miserias, o con el Estado y sus chantajes. En los ambientes libertarios hay mucha más permisividad con lo primero (llegándose a poner de moda eufemismos tontos como autoempleo) que con lo segundo, pero quizá esto es un prejuicio que exigiría un análisis más serio.

La asamblea popular, al menos la que fuimos capaces de experimentar durante el 15M, se me demostró en la práctica, a mí que siempre he creído en ella con la teoría y con el mito, como un organismo desenfocado, estructuralmente disperso, al que le cuesta horrores fijarse si no es por efecto del influjo de una estructura interna que en cierto sentido, y de forma sutil, la dirige (liderazgos informales, comisiones) o bien de una convocatoria externa mascada e ineludible. Es posible que otras personas y en otros contextos pudieran hacerlo mucho mejor de lo que nosotros lo hicimos. Pero esto tiene algo falaz: los seres humanos en capacidades no somos tan distintos de una época a otra, y los cambios sociales, como casi todo en la vida, se hace con lo que uno tiene a mano y no puede ser de otra forma.

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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por Joreg » 05 Sep 2015, 09:09

blia blia blia. escribió:Dentro de los movimientos sociales más asamblearios hace años que se llegó a un consenso ya inquebrantable: activismo y trabajo cultural son equivalentes e intercambiables. O dicho de otra manera, jamás se debe cobrar por escribir, traducir, corregir, diseñar carteles, realizar páginas web o actuar en conciertos si es por la causa. .
La pregunta es... ¿Hay dinero? Luego, hay gente que sí cobra por actuar en conciertos. Desde siempre, los grupos con caché cobran. También, el consenso no es inquebrantable. Basta con que el colectivo se junte y decida pagar a quien sea un sueldo por los que sea. Y listo.

Weber decía más o menos que se había pasado de "vivir para la política", a también "vivir de la política". Mientras la gente no tome conciencia de que hay una serie de tareas a llevar a cabo de manera colectiva, los partidos, colectivos, sectas, grupúsculos, sindicatos y organizaciones varias, seguirán siendo asaltadas por gente que ven posibilidades de "vivir de la política", aparte de dedicarse a ella. Esas personas tienen también un "perfil profesional", y se les concede todo el tiempo del día, al no tener que pensar en la supervivencia cotidiana, para la maniobra. Le proporciona red de contactos, conocimientos, saberes, modo de vida asociado al cargo, posibilidad de decidir... Al margen del resto del colectivo, que queda como mero espectador del tinglado. Y allí donde hay profesionales, y donde hay espectadores, al espectador le queda poco más que comentar las evoluciones de los jugadores.

En fin, que es muy duro ver la inoperancia de las organizaciones libertarias. Pero más duro es aún, ver cómo a lo largo de décadas de militancia desinteresada, quienes podrían por actitud e ideas sumarse a este esfuerzo, prefieren meterse en vías institucionales sindicales y partidistas, que te permiten militar cobrando.
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Super8
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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por Super8 » 05 Sep 2015, 09:13

No sé, estos artículos presentan el tema de los liberados como si fuera una nueva alternativa por explorar -incluso una alternativa boicoteada por una oscura conspiración de "movimientos" (creo que el artículo de Aristegui se refiere a cosas que pasan entre los movimientos de Madrid, algo que sólo desde una perspectiva provinciana se puede generalizar a las provincias)-.

El caso es que hay experiencia de sobra de lo que pasa cuando los movimientos sociales se "sostienen" con liberados: aparecen la CGT, o las ONGs, o las empresas de trabajo social, o las cooperativas donde los socios despiden a los trabajadores, o incluso PODEMOS. Opciones todas ellas respetables a las que se puede acercar quien así lo quiera y que, no por causalidad, son mayoritarias y en crecimiento a la vez que el Estado deja de ofrecer empleo público.

Es tan cierto que las asambleas sin liberados suelen ser poco operativas como que los movimientos con liberados sólo crean una apariencia de que son operativos: es decir, mientras una persona cobra por ello, es probable que los carteles estén a tiempo y que la revista salga todos los meses, pero eso sólo significa que la administración del movimiento sigue adelante, no que los objetivos del movimiento estén más cerca. Un liberado sustituyendo a la participación de la gente no equivale a la participación de la gente, sino que simula que ésta existe gracias a que se tiene dinero.

Se crítica que, sin liberados, la actividad militante está al alcance sólo de señoritos con tiempo libre. El problema señalado por esa crítica es grave y colea desde los tiempos de Marx, pero la alternativa no puede ser buscar fondos para pagarle a algunas personas la posición de señorito con tiempo libre. Me parece que la alternativa no pasa por hacer profesionales a los que se dicen revolucionarios, sino por hacer revolucionarios a los profesionales.

(Para el debate, creo que es importante no meter en el mismo saco a las personas liberadas y a las personas que cobran por su profesión: un abogado pagado por el sindicato o un impresor pagado por el sindicato no son liberados, sino profesionales que cobran por sus servicios y cuya existencia es independiente de la existencia del sindicato -podrían tener otros clientes-; un liberado de un sindicato determinado depende del sindicato y tiende a hacer que el sindicato dependa de él).

Contra la mercantilización de la sociedad me parece mal remedio la mercantilización del activismo, convirtiéndolo en una actividad retribuida. Ahora bien, esto no significa que haya que rechazar a las organizaciones con liberados cuando éstas ya existen, refugiándose en castillos de pureza; la crítica no tiene que ser incompatible con la colaboración puntual en el campo de la lucha social, donde faltan tantas manos.

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Joreg
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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por Joreg » 05 Sep 2015, 09:22

blia blia blia. escribió:El tiempo es limitado, la supervivencia material exige demasiado de todos y cada uno de nosotros, la vida misma está llena de problemas personales al margen de las cuestiones de la política, la gente todavía tiene su felicidad en alta estima y el socialismo, como decía Oscar Wilde, requiere muchas tardes libres.
¿Es posible que en una época en la que hay teléfonos móviles, internet e información al segundo, no puedan coordinarse los militantes? Determinadas tareas no digo yo que no se tengan que pagar, si hay dinero para ello y si el colectivo ve la necesidad de hacerlo porque si no no sale la cosa. Pero si realmente se quiere trascender un poco de esas asambleas que son desahogos momentáneos de gente que habla, habrá que crear una cultura de trabajo colectivo, respeto entre compañeros y búsqueda de consenso. Cosa que a día de hoy, no veo que haya mucho.

Así que en mi opinión, el problema no es que nosotros no tengamos liberados. El problema es que globalmente hay demasiados. Y que no hemos desarrollado una cultura libertaria organizativa, lo digo más que nada, porque a poco que se empieza a discutir, te encuentras a gente que más que desarrollar organización, parecen entretenerse en hacerlas polvo.
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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por salvoechea » 05 Sep 2015, 13:15

Nos horroriza la existencia de personas que, en sus empresas, prefieren renunciar a su carrera profesional (pocos altos directivos vienen del sindicalismo) y dedicarse a ayudar en horario laboral y no es sus ratos libres a mejorar un poco las condiciones laborales de quienes tienen cerca. Vemos con simpatía y admiración a la clase media ociosa, burguesa, bohemia y aparentemente radical, y hacemos blanco de todas nuestras críticas a esa clase trabajadora reformista, hipotecada y monógama. La composición de clase en los movimientos sociales tiene efectos evidentes: la Renta Básica y el cooperativismo son las estrellas, curiosamente dos temas nunca asumidos por los sindicatos.
Si comparáramos cuántas personas (y en qué situaciones dramáticas) pasan por locales sindicales y cuántas por centros sociales okupados a lo mejor empezábamos a replantearnos muchas cosas sobre esas organizaciones supuestamente tan obsoletas como son los sindicatos. Ir expulsando a la clase trabajadora de los procesos de cambio social y la estigmatización de sus sindicatos (por reformistas, por violentos, por patriarcales… todo vale) es otro éxito de la narrativa neoliberal.
Yo no creo que el tema pase por pagar liberalos, o no lo sé. Lo que si sé, es que en lo que dice aquí arriba tiene más razón que un santo.
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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por Joreg » 06 Sep 2015, 08:55

Es verdad también que hay compañeros que se dedican un montón de horas, gratis, a estudiarse los problemas laborales de los compañeros, analizar los convenios, establecer estrategias y obtener resultados. Esos compañeros, a medida que se van desenrrollando los años, sienten, o al menos alguno que conozco siente, que su trabajo no vale para nada, porque a) los trabajadores no se suman a la militancia, y b) su trabajo militante no es valorado.

Así que si sumas los dos factores negativos, o tienes una paciencia a prueba de bomba, o dimites y te dedicas a otra cosa. Yo no sé en los movimientos sociales cómo funciona la militancia, pero en un sindicato es una cosa muy sacrificada e ingrata. ¿Serviría para algo pagarle al secretario de acción sindical un sueldo? Pues para que estuviera un poco más desahogado y valorado tal vez. Para que los afiliados estuvieran mejor atendidos seguro, y no es moco de pavo. Para que se incrementase la participación y la militancia, no creo.

Pero conste: haciéndolo sin un sueldo, tampoco se incrementa la participación y la militancia, ojo.
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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por Joreg » 06 Sep 2015, 09:06

Hay otra cuestión a tener en cuenta, y es que los anarquistas son pésimos patrones en el peor sentido de la palabra. Exigentes, mijitosos, disciplinarios, buscapuntas, metiches, bocazas... No es que en las relaciones de producción patrón obrero pueda haber conflictos, y que el trabajador pueda ser un flojo, desganado y escapista, que de todo hay en la relación laboral. Es que a la hora de evaluar el nivel de desempeño, hay gente que nunca está de acuerdo y pueden liquidar sin pestañear, a un trabajador honesto sin finiquito. Hay gente que tiene muy mala hostia, y que tiran con bala como si estuvieran en un campeonato de tiro al pichón. Lo hacen con gente que trabaja gratis, con que si le tienen que pagar, no paran de rajar.

Yo creo que lo que hace mucha falta, antes de meter liberados o de no meterlos, es una cultura de búsqueda de consensos y de asumir responsabilidades. Hay que saber que uno tiene que cumplir, y que lo importante es llegar a un acuerdo. No a que salga siempre lo que a uno le sale de los cojones.
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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por Joreg » 06 Sep 2015, 09:18

Luego es que pienso además que el segundo artículo habla de cosas que escapan a mi comprensión:
Nos parece maravillosa una persona queer, poliamorosa, anticapitalista entregada a la causa y que da sablazos a las personas de su entorno y jamás paga nada porque no se vende al capitalismo
¿Qué es eso? Las personas con las que me suelo relacionar, son conformistas, adaptadas y con una ideología que repite lo que tienen en los alrededores. Es bastante desesperante. Pero yo me encuentro a alguien que se dedica a pegar sablazos y es poliamorosa y queer... Está claro que no es de mi entorno y estoy a salvo.

Pone en ese artículo ejemplos que no entiendo cómo asimilarlos. Habla de que un periódico no se puede hacer con trabajo voluntario. Y es cierto. Un diario requiere corresponsales, correctores, distribuidores... Requiere trabajadores a sueldo. Otra cosa es tener una web, por ejemplo esta, que funciona de aquella manera desde hace más de diez años, y que que yo sepa, no tiene a nadie a sueldo. Tal vez, porque no hay un duro.
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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por blia blia blia. » 06 Sep 2015, 10:23

Desgraciadamente los delegados sindicales que he conocido que hacían su labor por puro altruismo eran minoría. En su gran parte, cuando rascabas un poco, encontrabas algún interés personal (asegurarse el puesto, mejorar el destino, ascender, escaquearse, manejar información, meter a algún familiar en la empresa,...). Eso no quita para que realizaran su función y que además de mirar por sus intereses lo hicieran por los de sus compañeros. Pero esto es tema aparte.

Un argumento que surca el primer escrito, o así me lo parece, es "el trabajo se paga".
Arístegui escribió:jamás se debe cobrar por escribir, traducir, corregir, diseñar carteles, realizar páginas web o actuar en conciertos si es por la causa. Desde la extrema izquierda se puede pagar un amplio abanico de cosas, desde la imprenta y la distribuidora a los barriles de cerveza y las cajas de Coca Cola, probablemente porque pagar a empresas expresamente capitalistas está, paradójicamente, mucho más asumido que remunerar (siquiera parcialmente) el trabajo que realizan compañeras/os.
Si hay que pagar cualquier trabajo, también deberíamos incluir las permanencias, la limpieza, las pegadas de carteles,... Al final, casi todo se puede considerar como trabajo.
Entiendo que un grupo de música no puede tocar todos los conciertos perdiendo dinero, o un diseñador tirarse 8 horas al día haciendo carteles y maquetando.

A mí me parece que debemos intentar que el trabajo salga adelante de forma voluntaria. Para ello debemos ser conscientes de que muy pocos pueden aguantar un ritmo de asambleas maratonianas y militancia casi diaria. Por ello debemos tener distintos canales de participación. Las comisiones y los grupos de trabajo pueden ser una forma de hacerlo. Una alternativa a los ciclos de 5 años de militancia foribunda, queme y para casa.

Otra cuestión que ha apuntado jorge es de qué condiciones laborales estamos hablando.
Normalmente la economía, en el caso de dar para pagar algo, no lo hace para dar de alta, y cumplir convenio. Al final a los profesionales que puedes atraer son también gente muy ideologizada y que se está sacrificando económicamente. Pero es que además como cobran se les exige lo imposible.

Es por ello que creo que hay que fomentar el tener un equipo de profesionales que estén desarrollando su labor de forma privada y de vez en cuando pedirles que echen un cable. En lugar de tener una maquetadora de cabecera que se encargue de todos los carteles, que haya unos cuantos y se vayan turnando. En lugar de que los carteles los peguen los 3 de siempre, que haya varios grupos de pegada.

Y cuando no quede más remedio que pagar por un servicio, se paga. Si hay que hacer una reforma en el local sí o sí y no hay nadie que sepa o los que hay no se lo pueden permitir hacerlo gratis, se contrata. La discusión aquí estaría si a un compañero o a una empresa.

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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por Super8 » 06 Sep 2015, 11:29

La composición de clase en los movimientos sociales tiene efectos evidentes
La parte positiva del primer artículo tiene que ver con que señale este asunto, que me parece importante: yo creo que el interés del primer artículo no está tanto en sus argumentos a favor de los liberados -escasos y débiles- como en la crítica contra los militantes no liberados, o contra ciertos de ellos. Está claro que las personas con más tiempo libre pueden acabar convirtiendo una organización en su coto privado, pues al no estar agotados por una jornada laboral pueden aguantar entera la asamblea, como si tuvieran un culo de hierro.

Entiendo que un ejemplo de este tipo de gente que está siendo muy notorio es el de la gente de PODEMOS y asociados que impulsa la organización desde Madrid: en buena medida, profesores o estudiantes de ciencias políticas o similares en los que ni siquiera hay una diferencia nitida entre su profesión y su militancia, dado que a la larga el tema de sus clases es lo que están haciendo en su activismo... Parece una broma grotesca que esta gente se esté proponiendo hoy en día como "la única alternativa viable a la casta", ya que poca gente de la que no es "casta" tiene las horas y recursos de los que esta gente dispone para dedicarlos a la política y mostrar que hay más alternativas. Quizás habría otras propuestas mejores que los que hacen ellos, pero como poca gente tiene la misma capacidad para hacer propuesta, parecen las únicas.

Ahora bien, los argumentos que están dando los de Podemos para justificar su abandono de los "movimientos sociales" y pasar a la política y a ocupar puestos de gobierno remunerados son los mismos que se dan en "elogio del liberado": los de Podemos defienden la existencia de "liberados políticos" porque ven en el activismo a tiempo libre los mismos límites que señala "elogio del liberado", e insisten en que profesionalizarse a tiempo completo ocupando puestos de gobierno es la forma de evitar el impasse de las asambleas 15-M -el segundo artículo detalla esto-.

Será que frente a esto "Elogio del liberado" propone que haya también liberados de clase obrera, no sólo "burgueses universitarios", para hacer propuestas en igualdad de condiciones... Ahora bien, no tengo yo claro de dónde saldría ese dinero para liberar a obreros. Me da la impresión que si hubiera cuotas suficientes para liberar, habría ya tanta militancia que no sería necesario liberar a nadie... Y si la liberación no viniera de cuotas, sino de instituciones, subvenciones, etc., creo que esos liberados sindicales no serían muy distintos de los actuales, cuyos efectos a la vista están.

Una justificación para los liberados sindicales podría venir de lo que dice Joreg, o sea,
Así que si sumas los dos factores negativos, o tienes una paciencia a prueba de bomba, o dimites y te dedicas a otra cosa. Yo no sé en los movimientos sociales cómo funciona la militancia, pero en un sindicato es una cosa muy sacrificada e ingrata. ¿Serviría para algo pagarle al secretario de acción sindical un sueldo? Pues para que estuviera un poco más desahogado y valorado tal vez. Para que los afiliados estuvieran mejor atendidos seguro, y no es moco de pavo. Para que se incrementase la participación y la militancia, no creo.
Pero pienso que aunque parece patético e ineficaz que un sindicato dependa de hipermilitancia impagada, también me lo parece camuflar esa debilidad del sindicato liberando a un secretario de acción sindical para que con su trabajo a sueldo disimule la debilidad del sindicato.

Por otro lado, aunque PODEMOS esté siendo muy trascendente, yo creo que la situación de los movimientos sociales de Madrid que ha dado lugar a PODEMOS no puede extrapolarse al resto de Spain: en muchos sitios las candidaturas de PODEMOS está siendo una nueva estación de liberaciones en sindicatos o ONGs o esos pseudotrabajos que se llaman "de intervención social", y en muchos sitios las Plataformas Antidesahucios están sostenidas por gente que viene de la lucha obrera, y no precisamente pacífica. Me llama la atención que se diga que la renta básica no es asumida por los sindicatos, cuando la CGT ha dado la matraca con ella -al menos a través de su aparato de liberados, publicaciones, etc.- hasta el aburrimiento, y me parece discutible decir que no hay sindicatos que, al menos en sus papeles, no apuestan por el cooperativismo. Esto lo digo no sólo por señalar un límite del artículo, sino porque la cuestión de superar los efectos de la división del trabajo es compleja y va más allá de cambiar de lugar la posición de algunos sometidos a la división colocándoles en puestos directivos.

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armin.tamzarian
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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por armin.tamzarian » 06 Sep 2015, 19:14

Los dos artículos que se han colgado me parecen muy interesantes. El hecho de plantearse que quizás haya algunos trabajos del mundo militante que hubiera que remunerar también es una muestra de que a medida que se crece también aumentan las necesidades.

También hay que recordar que la CNT de los 30 (NO SIEMPRE) pagaba a los oradores en los mítines, cobraba por entrar a mitins, pagaba a compañeros parados para ir a piquetes... Al final todo se reduce a las necesidades. Si se necesita una persona a jornada parcial para hacer determinados trámites durante un periodo de tiempo no corto, quizás habría que remunerarla.

La cosa es romper con el "todo gratis" y el voluntarismo infinito. Si una persona tienen que ir a representar a su organización pues quizás haya que pagar las dietas y el alojamiento.
Las órdenes de consumo, obligatorias para todos pero imposibles para la mayoría, se traducen en invitaciones al delito-Eduardo Galeano-

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Joreg
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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por Joreg » 06 Sep 2015, 20:36

blia blia blia. escribió:Nos horroriza la existencia de personas que, en sus empresas, prefieren renunciar a su carrera profesional (pocos altos directivos vienen del sindicalismo) y dedicarse a ayudar en horario laboral y no es sus ratos libres a mejorar un poco las condiciones laborales de quienes tienen cerca.
Yo eso de la carrera personal profesional la renuncié y tal, y me he escaqueado durante horas para hacer cosas de sindicatos y todo eso... ¿La gente estaba horrorizada?
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Super8
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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por Super8 » 06 Sep 2015, 20:49

¿Y si estuviera bien que la gente esté quemada después de cinco años de hipermilitancia? Así el chamuscado de turno no se opondrá a la rotación en el cargo...

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Joreg
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Re: ¿Liberados/as en el movimiento libertario actual?

Mensaje por Joreg » 06 Sep 2015, 21:56

La militancia es una carrera de fondo. No de velocidad. Como uno se lo tome queriéndolo hacer todo, acaba con las articulaciones desencajadas.

Yo he tenido amigos y amigas que han maquetado, corregido, diseñado, picado textos, enviado paquetes, llevado contabilidad, preparado carteles, jornadas, conferencias, trabajando gratis. Durante años. Y gracias a ellos y a ellas, se sacaban millones de las antiguas pesetas, que ingresaban para nuevos proyectos y tal. He visto a gente metida en movidas a las que han dedicado meses, saliendo del trabajo, y venga dale que te pego...

Y luego un buen día, presentan un proyecto propio a la asamblea soberana, y se les rechaza, se les pone en la cola, o directamente se les dice que no. O resulta que meten la pata y se les crucifica.

Es duro, ¿eh? También ser un liberado sin sueldo tiene sus bemoles.
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