Trabajar, no trabajar como asalariado, otras formas de vida

¿Cómo podemos hacer del Anarquismo algo útil para toda la sociedad? ¿Cómo queremos que sea una sociedad libertaria?
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Joreg
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Trabajar, no trabajar como asalariado, otras formas de vida

Mensaje por Joreg » 27 Mar 2014, 09:08

Quería comentar algo que me ha llamado la atención que viene de otro tema. Dice NoKing:
NoKing escribió:Que tal compañeros? Estoy tratando de vivir sin trabajar, porque me deprime perder mi vida en un trabajo, es como suicidarse en vida.
El compañero describe que se las apaña mediante el reciclaje de comida, de ropa en desuso, de mangar algunas cosillas, de usar servicios públicos en bares o en bibliotecas... Más adelante especifica que:
NoKing escribió:Cuando puse "Vivir sin trabajar" me referí a vivir sin trabar en un trabajo asalariado. Como aclare en otro post: esto no se trata de vagancia o pereza, al contrario, se trata de poner nuestra energía en escapar de la rueda del consumo y eso involucra pensar, ingeniársela y actuar, cosa que para muchos puede resultar mas complicado (sobre todo la parte de pensar. Ser un currante común es lo mas fácil del mundo
Podéis leerlo aquí.
viewtopic.php?f=12&t=57495

Como ese tema se inicia con unas finalidades muy concretas (pedía ideas para conseguir vivienda gratis y compartir conocimientos con otras personas que hagan cosas similares) y no quiero desviarlo, quería comentar un par de cosas que me parece interesantes.
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Re: Trabajar, no trabajar como asalariado, otras formas de v

Mensaje por Joreg » 27 Mar 2014, 09:25

Lo primero, sería definir el trabajo. Carlos Marx lo definió de esta manera:
el trabajo (dejando de lado todo sello particular que haya podido imprimirle tal o cual fase del progreso económico de la sociedad) es, ante todo, un acto que tiene lugar entre el hombre y la naturaleza. Al trabajar, el hombre desempeña frente a la naturaleza, el papel de un poder natural, pone en acción las fuerzas de que está dotado su cuerpo, brazos y piernas, cabeza y manos, a fin de asimilarse las materias dándoles una forma útil para su vida. Al mismo tiempo que, mediante este proceso, actúa sobre la naturaleza exterior y la transforma, transforma también su propia naturaleza desarrollando las propias facultades que en ella dormitan” El Capital. Capítulo 7. Carlos Marx

El total de lo que se llama la historia del mundo no es más que la creación del hombre por el trabajo humano” Manuscritos filosóficos. Carlos Marx.
Yo no soy tan erudito como Marx, pero lo que viene a decir -me parece-, es que toda actividad humana a la que se dote de un sentido cultural, no biológico, para la producción de bienes de consumo (alimentos, ropas, vivienda, ideas), es trabajo. Según esto, una hormiga, por ejemplo, no trabajaría, ni una mula tampoco. Un catedrático pensando y trasmitiendo ideas, sí trabajaría. El trabajo sería una capacidad únicamente humana. El trabajo asalariado sería una de las muchos tipos de trabajo existente.
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Re: Trabajar, no trabajar como asalariado, otras formas de v

Mensaje por Joreg » 27 Mar 2014, 10:26

1.- Una vez dicho que trabajo es un montón de cosas, viene el asunto del rechazo al trabajo asalariado. Se entiende de lo dicho por KingMob, que una actividad laboral, cualquiera, se convierte en insoportable por el hecho de percibir un salario por ella. Trabajar en X, con independencia de que a uno le guste más o menos, es suicidarse en vida si se percibe un pago en dinero o en especie, que son las dos fórmulas de salario que actualmente se prevén por el salario.

2.- Y añade que no se trata de tener pereza, si no de ingeniárselas pensando para escapar de la rueda del consumo. Consumir menos, y pensar en las formas de eludir el trabajo asalariado sería su camino. Señala que la parte de pensar es la más difícil, y que ser trabajador asalariado es más sencillo qué pensar otros modus vivendis (¿así se dice?).

Trabajo asalariado/trabajo autónomo
- Respecto a lo insano del trabajo asalariado, por la carga de explotación que conlleva, me parece que hay trabajos no asalariados en los que aunque no haya explotación por parte de un patrón, el trabajador autónomo es explotado en función de intereses de mercado, ya que el precio del trabajo no depende solo del autónomo, si no de las circunstancias en las que se mueve: público al que atiende y precio de suministros y energía por ejemplo, determinan la ganancia o la pérdida en el trabajo. Y eso le pasa incluso a una persona que recoja chatarra y la venda al peso. Será el comprador en función de diversos factores (acoso policial, precio internacional de los minerales), el que le proporcione al comprador el precio más bajo posible. Y hay trabajos autónomos en los que se puede ganar muchísimo dinero, se me ocurre por ejemplo disponer de un taxi o de una consulta médica o dentista que no llevan a tener bajo consumo y que en cierta manera, explotan o algo parecido, aunque no tengan trabajadores a su cargo.

Reciclaje voluntario/reciclaje obligatorio
- Hay también un tipo de trabajo, el de reciclaje que practican algunas personas, que se dedican a buscar comida desechada, a reciclar ropa de beneficencia o rechazada, y a realizar pequeños hurtos de bienes como papel higiénico, agua, enchufar los móviles en edificios públicos... Buscando una vida de bajo consumo. Ciertamente, si a alguno le gusta, puede mantenerse en esa posición sin sentir que sea un suicidio. Pero que es una opción que depende del gusto de cada cual, más que del pensar. Hay muchísima gente (vagabundos, sin techo, inmigrantes...) que se ve obligada a llevar ese tipo de vida por diversas circunstancias (ruina económica, abandono familiar, problemas sicológicos derivados de muerte de familiares o factores sin determinar), que no la consideran deseable, sino el producto de la mala suerte.

Servicios públicos
- En tercer lugar, que hay trabajos que no hay que verlos solamente como explotación, o que enriquecen a un explotador. El servicio de bomberos, el servicio sanitario, las escuelas, los servicios sociales... En materia de servicios públicos, no hay un patrón concreto que se haga rico explotando a trabajadores. Aunque en cierto modo, si me parece que hay una extracción de plusvalía de esos trabajadores, que es trasladada a empresarios particulares que no tienen que ver directamente en el proceso de trabajo de esos sectores.

Pensamiento e influencia del entorno en las decisiones personales
- También opino, que pensar, pensamos todos. Y que muchas de las decisiones que tomamos en la vida, dependen mucho del entorno en que nos movemos. Por eso muchos hijos de clase obrera, siguen el camino de sus padres quedándose en la clase obrera. La idea de que uno trabaja como asalariado porque le resulta cómodo, o porque no piensa, es una idea que emplean liberales y pro-capitalistas para explicar la jerarquía en la sociedad, dando por sentado de que la persona que recoge basura, es porque no sabe hacer otra cosa, no le da para más la cabeza, no quiere esforzarse. En tanto que el que mediante estudios de élite consigue buena posición social, es porque invierte su tiempo en labrarse un futuro. Con esto no quiero decir que los compañeros que afirman que reciclar o consumir poco es una posición intelectual que requiere un esfuerzo estén diciendo lo mismo que los liberales. Lo que quiero decir, es que se equivocan si piensan de ese modo, porque trabajar de peón, no es fruto ni de no pensar, ni de no esforzarse. Depende mucho del entorno familiar, de los recursos que se ponen en materia de formación y del ambiente en que uno crece.

Beneficios para todos del trabajo asalariado o no
- También quisiera señalar también, que todos los productos que emplean las personas que viven del reciclaje de bajo consumo, emplean productos que han salido en buen número de la producción de trabajadores asalariados. Productos que a veces son de gran calidad, debido a que la gente que trabaja gusta de hacer bien su tarea. Que además en determinadas circunstancias, se benefician de servicios como alumbrado, alcantarillado, agua potable, bibliotecas, hospitales... Que salen igualmente del trabajo asalariado. Con ello quiero decir que hay que valorar ese tipo de trabajo, no solo por la explotación que sufre un trabajador, si no dándonos también cuenta, de que la vida que tenemos se la debemos al trabajo que nos proporciona bienes y servicios.

Y ya está, eso se me ocurre de momento. Un saludo.
Última edición por Joreg el 27 Mar 2014, 13:59, editado 1 vez en total.
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Plaza_Olmedo
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Re: Trabajar, no trabajar como asalariado, otras formas de v

Mensaje por Plaza_Olmedo » 27 Mar 2014, 11:30

A mí la visión de Marx me gusta, pero en parte está muy anclada a su idea de que el trabajo produce valor, o sea que produce un "bien" intercambiable en el mercado. Esto deja de lado otras actividades básicas que debemos considerar trabajo, en particular el llamado trabajo doméstico, por ejemplo.

Yo ampliaría un poco la definición que das "Toda actividad humana a la que se dote de un sentido cultural, no biológico, para la producción de bienes de consumo (alimentos, ropas, vivienda, ideas), es trabajo", agregando también las actividades de reproducción biológica y social (por reproducción no me refiero tanto a parir, sino más bien a mantener las condiciones existentes).

Sin irse demasiado por las ramas, me refiero a que actividades como la recolección (no producción) de alimentos,el hurto o poner una lavadora también debería ser considerado trabajo.

Es claro que esto no es una definición perfecta. En una sociedad como la capitalista la característica de "bien" es mucho más importante que cualquier otra cosa para definir el trabajo. Se podría incluso decir que la frontera trabajo/no trabajo no es objetiva, o sea que no hay modo de decir que determinada actividad humana sea trabajo de por si.

Nadie que juegue una pachanga con los colegas diría que está trabajando, como nadie que viera un Barça-Madrid negaría que esos jugadores lo estuviesen haciendo. Hoy en día hay mucho trabajo amateur que no se define como tal, sino que, paradójicamente, como ocio (cursos o talleres por ejemplo), lo que para muchos es lo contrario del trabajo. Esto es importante porque relativiza la típica idea que lo que diferencia el trabajo libre del no libre es el salario.

Por esto una de las cosas que no entiendo de las ideologías antitrabajo es la idea de que el hombre puede vivir sin trabajar, lo cual me parece imposible.

Todo esto para decir que vivir sin trabajo asalariado a mí me parece en sí un trabajo de tiempo completo, casi lo contrario de la holgazanería.

El problema es que vivir sin trabajo asalariado en una economía industrial y urbana como la nuestra, implica, casi en modo necesario, la dependencia del trabajo asalariado de otros, lo cual tampoco me parece de por sí mal, aunque debería reconocerse cuando se hace como opción ideológica y muchas veces no se hace. Y que quede claro que no lo digo de ningún modo por NoKing.
Última edición por Plaza_Olmedo el 27 Mar 2014, 12:09, editado 1 vez en total.
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Joreg
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Re: Trabajar, no trabajar como asalariado, otras formas de v

Mensaje por Joreg » 27 Mar 2014, 11:36

Plaza_Olmedo escribió:A mí la visión de Marx me gusta, pero en parte está muy anclada a su idea de que el trabajo produce valor, o sea que produce un "bien" intercambiable en el mercado. Esto deja de lado otras actividades básicas que debemos considerar trabajo, en particular el llamado trabajo doméstico, por ejemplo.
Tengo entendido que Marx no consideraba que hubiese explotación en servicios públicos o tareas domésticas no remuneradas... ¿Es así?
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Plaza_Olmedo
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Re: Trabajar, no trabajar como asalariado, otras formas de v

Mensaje por Plaza_Olmedo » 27 Mar 2014, 12:00

Joreg escribió:Tengo entendido que Marx no consideraba que hubiese explotación en servicios públicos o tareas domésticas no remuneradas... ¿Es así?
Que yo sepa no hay pronunciamientos claros al respecto de Marx, fundamentalmente porque es imposible que pudiese referirse a ellas en los términos en que las consideramos hoy. Lo que hay son interpretaciones que varían desde una línea más economicista (todo lo que no genere plusvalía es improductivo) y otra más "social" que pone el acento en la condición "subordinada" del proletariado.
Por ejemplo:
I. Producción y reproducción social

Las clases sociales según Marx tienen una identidad económica. A diferencia de las castas o estamentos que estaban separados por su estatus jurídico y, por tanto, las personas estaban claramente definidas, en el caso de la distinción económica de la clase social, las fronteras entre las clases no pueden ser tan nítidas. También se dan una serie de situaciones sociales complejas y contradictorias en el seno de cada clase social. Pero, además, muchas personas poseen características y propiedades de diversas clases, apareciendo zonas intermedias, o aunque pertenezcan a una clase por sus posiciones dominantes, conservan cualidades de otra.
Marx no elaboró una teoría sistemática de las clases sociales, pero sí que se pueden distinguir dos tipos de textos diferentes, donde el concepto proletariado tiene una amplitud muy desigual y está compuesto por elementos más o menos heterogéneos. Así, en unos escritos, el proletariado es una parte de la sociedad más restringida y, en otros, es más amplia, dando mejor cabida a la problemática de las mujeres.
Aquí partimos de una concepción amplia y más multilateral del concepto de clase social, a diferencia de diversas corrientes marxistas que defienden la idea de una delimitación clara y rigurosa de la clase social junto con una concepción de una clase obrera completamente homogénea en su interior y basada solo en la producción capitalista. Este punto de partida será fundamental en la discusión sobre la vinculación de las mujeres y, en particular de las amas de casa de las familias trabajadoras, a la clase obrera, teniendo en cuenta la función de reproducción social y sus condiciones de vida[1].
Vamos a hacer alusión a la versión más restrictiva que tiene un componente más economicista y de infravaloración de la función de reproducción social y, por tanto, del trabajo doméstico de las familias. Una cita muy clara de Marx es la siguiente:

‘Desde el punto de vista económico sólo puede llamarse proletario al obrero asalariado que produce y valoriza capital’ [2]

Como se puede comprobar, aquí se pone el acento en la clase obrera como elemento que realiza una función económica dentro del proceso de valorización del capital, entendido en sentido estricto. Bajo esta interpretación diferencia claramente entre proletarios productivos y quienes viven del producto excedente, incluyendo aquí al personal del servicio doméstico.
Trabajadores productivos son, según Marx, aquellos cuya actividad genera un valor igual al de su fuerza de trabajo, más otro añadido llamado plus-valor. Así, el trabajo no productivo está al margen de esa valorización del capital, ya que

‘sólo es productivo el obrero que produce plusvalía para el capitalista o que trabaja para hacer rentable el capital’[3].

No obstante, hay que precisar que de esta definición no se deduce que esté solo incluida la producción de bienes materiales, como dice alguna versión marxista, sino que también son productivas las mercancías de tipo ‘espiritual’ como la educación, la literatura o el arte, etc. siempre que estén incorporadas al mercado, es decir, a ese proceso de valorización del capital.
Por tanto, lo definitorio no sería éste o aquel tipo de trabajo más o menos material, intelectual o de servicios, sino si está inscrito en el proceso de compraventa de mercancías y, por tanto, en la creación de ‘capital’ en sentido estricto. En esa concepción restrictiva, el trabajo doméstico aparece como claramente improductivo y, por tanto, las amas de casa no pertenecerían a la clase obrera.

II. Clase social y familia obrera

Sin embargo, Marx también hace alusión a la clase obrera como un amplio conjunto social, compuesto por diferentes estratos y categorías de trabajadores y, en particular, las mujeres que reproducen a los ‘obreros’, así como los llamados inactivos, los niños o los ancianos. Hay numerosas alusiones a la clase social como un conglomerado muy amplio o mayoritario de la sociedad, de la que se tiene también una visión dual, como dos campos enfrentados:

‘La sociedad en su conjunto se está dividiendo más y más en dos grandes campos hostiles, en dos grandes clases, que se enfrentan directamente una con la otra: la burguesía y el proletariado’ [4]

Por tanto, aquí no está hablando sólo de los trabajadores productivos sino de un campo social amplio y diverso. Eso no quiere decir que el proletariado no tenga una determinación económica, ocupando una posición específica en relación a la producción social, sino que la definición económica es más amplia. La clase obrera está compuesta por el conjunto de quienes carecen de una capacidad económica independiente, es decir, no poseen otros bienes que su fuerza de trabajo que debe vender por un salario. Ello también se debe entender para el conjunto del proletariado, no necesariamente para cada uno de sus miembros.
Marx ve a la clase obrera como un todo, un conjunto que tiene unas características e identidades específicas y en relación a la otra clase social, la burguesía. De ahí se deduce que las mujeres amas de casa, de familias obreras, aunque no realicen un trabajo ‘productivo’ en sentido estricto, si pertenecen a la clase obrera. Así, su trabajo, catalogado de ‘improductivo’, será infravalorado, pero su pertenencia a la clase obrera, no estará basado en su vinculación con un empleo formal, sino por el conjunto de su situación socioeconómica. Otros problemas, que se ven más adelante, son la no valorización social del trabajo doméstico y la posición de subordinación en que están las mujeres.
Por otra aparte, Marx también considera a la clase obrera como un conglomerado no sólo de individuos, sino de familias:

‘En la medida en que millones de familias vive bajo condiciones económicas de existencia que les distinguen por su modo de vivir, por sus intereses y por su cultura de otras clase, aquellas forman una clase’.[5]

La presencia de las familias, como instituciones intermedias entre las personas y la clase social, establece una peculiar división de funciones, una desigualdad determinada en su seno y será fuente de diversas contradicciones sociales. Esta vinculación de capital-familia obrera-miembros de la familia obrera está señalada por Marx cuando habla de ‘salarios medios de las familias’ y de ‘plustrabajo total arrancado a la familia’[6].
Por tanto, la posición económica del proletariado no se puede quedar limitada a la esfera de la producción sino también a la de la reproducción de la mano de obra. Esta tarea que la burguesía encarga a las familias obreras, condicionará fundamentalmente la vida de las mujeres de la clase obrera.
En conclusión, en Marx hay una doble visión de la composición y características de la clase obrera. Una, más limitada e identificada con el proletariado industrial, que será desarrollada posteriormente por diferentes corrientes marxistas y donde no tienen cabida intelectuales, aristocracia obrera, parados o inactivos, así como las amas de casa. Con esa visión enseguida hay que rellenar los diferentes segmentos como si fueran otra clase social, ya sea en la clase media o en la llamada infraclase, llegando en el caso de las mujeres a considerarlas como otra clase social.
La otra visión propicia un análisis menos economicista, no encerrando su identidad socioeconómica al ámbito de las relaciones de producción en sentido estricto. Esta posición es también más multilateral y más abierta a la configuración de los grandes campos sociales y a su diversidad interna, incluidas otras facetas como los componentes culturales, étnicos y nacionales, o las situaciones de paro o inmigración que tanto tienen que ver con la identidad de la clase obrera y de sus segmentos. Igualmente integra el problema general de la reproducción de la vida social que, aparte del Estado y otras instituciones, cubren las familias. Aquí se parte de esta última noción, más amplia e integradora de la problemática de la familia obrera y de la mujer.
Por último, hay que añadir que más que el problema de la pertenencia a una clase social por sus condiciones socioeconómicas, el problema principal es el de la conformación histórica concreta de esas clases sociales, donde intervienen todo tipo de factores socioeconómicos, políticos, culturales, etc., y donde se puede visualizar su conciencia y su comportamiento social, a veces, algo unificado y, normalmente, heterogéneo y diversificado.
http://www.uam.es/personal_pdi/economic ... .htm#_ftn1


P.D al post anterior.

También se podría discutir si las actividades privadas son trabajo o si lo que lo determina es su dimensión social. ¿Si escribo un poema y lo leo sólo yo es trabajo? ¿Si lo encuentra alguién 100 años después, lo publica y se forra, entonces es trabajo? ¿Si me lavo los dientes no es trabajo pero si lo hace el dentista sí?
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Grek
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Re: Trabajar, no trabajar como asalariado, otras formas de v

Mensaje por Grek » 27 Mar 2014, 13:39

Yo no soy tan erudito como Marx tampoco. Me gusta su definición pero yo para entenderme mejor defino trabajo como aquella actividad en la que el ser humano extrae de la naturaleza aquello que necesita. Dicho esto y teniendo en cuenta que el trabajo asalariado es explotación y robo hay que atender a que viviendo en este sistema la opción de obtener todo aquello que necesitamos para vivir tratando de no someterse al trabajo asalariado podría no resultar en un principio tan sencillo. Incluso podría ser que resultase hasta más tedioso: hay que buscar las cosas invirtiendo mucho tiempo en reciclar comida, ropa, productos para el aseo, cobijo... Tal y como está montado el percal podría darse el caso de que una persona que decidiese vivir así terminase invirtiendo más tiempo y esfuerzo que alguien que tiene un trabajo asalariado.

Todo ello a parte de que quien decida llevar esa forma de vida merece todo mi respeto, faltaría más. Sólo digo que no siempre es algo tan accesible, fácil o que vaya a tener como repercusión una mayor calidad de vida. Tampoco tiene por qué ser una actividad transformadora por sí misma en el sentido de que al fin y al cabo se necesita al sistema actual de producción para obtener casi todo aquello que precisamos reciclando: necesitas un sistema de consumo que arroja el excedente a la basura.

Un saludo.
Proclamamos el derecho de los desheredados a apoderarse de toda la riqueza social; a tomar las casas e instalarse en ellas con arreglo a las necesidades de cada familia; a tomar los víveres acumulados y consumirlos, de suerte que conozcan la hartura tanto como conocen el hambre”.
Kropotkin.

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