Niveles de conocimiento en cuestiones de género

Contra el sexismo y el patriarcado. Luchas por las libertades sexuales. Despatologización de la diferencia.
autogobierno
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Niveles de conocimiento en cuestiones de género

Mensaje por autogobierno » 08 Abr 2014, 05:23

Este esquema sobre niveles de conocimiento en cuanto a cuestiones de género representa mi evolución personal en el tema pero también puede servir a otros. Para ver un resumen de lo que pienso ahora, saltearse hasta el punto 11.

1) Analfabetismo de género

Resulta de la educación heteronormativa: solo hay dos sexos (varones y mujeres); ambos sexos tienen roles bien definidos de acuerdo a su sexo; la única relación sexual posible es entre varones y mujeres (todo lo otro es desconocido, marginado, patologizado).

NOTA: El analfabetismo de género es el default de la educación sexual en una sociedad machista. Es difícil de revertir no solo por décadas de inercia sino por la complicidad de instituciones educativas, religiosas, médicas, políticas y judiciales. Desde esta posición parten la mayoría de los actos discriminatorios, y los más brutales también (palizas a personas gays/lesbianas/trans, violaciones "correctivas" a mujeres lesbianas, leyes que castigan la homosexualidad y excluyen a las personas LGBT del acceso a derechos).

2) Inclusión de la homosexualidad

Se incorpora el concepto de orientación sexual. Se reconocen dos orientaciones sexuales igualmente válidas: la heterosexual y la homosexual. La palabra "gay" designa a un hombre homosexual, "lesbiana" designa a una mujer homosexual. La orientación sexual no es una elección.

NOTA: Quienes dicen "todo bien con los homosexuales, pero la homosexualidad no es natural" no han completado este estado. No es necesario odiar a las personas homosexuales y cometer actos de violencia contra ellas para ser parte del problema, basta con tener prejuicios.

3) Inclusión de la bisexualidad

Se reconocen tres orientaciones sexuales válidas: la heterosexual, la homosexual y la bisexual. La bisexualidad puede interpretarse de dos maneras: sentir atracción tanto por la masculinidad como por la feminidad o sentir atracción por una persona sin importar si es hombre o mujer.

NOTA: Las mujeres bisexuales aparentan ser más aceptadas que los hombres bisexuales, pero en realidad están más sexualizadas.

4) Inclusión de la noción de género

Se aprende que los varones y las mujeres no son "naturalmente" de cierta manera ni tienen "naturalmente" ciertos roles: eso depende de la educación y la cultura. Hay muchas maneras de ser hombre y muchas maneras de ser mujer. El sexo es lo que tenemos entre las piernas, el género es lo que tenemos entre las orejas, y es una construcción psico-social.

NOTA: El reforzamiento de roles de género suele ser funcional a un sistema de dominación.

5) Inclusión de la transexualidad

Se aprende que existen personas que biológicamente son de un sexo pero se sienten del sexo contrario (transgénero). Hombre trans: persona que nació biológicamente como mujer pero se siente hombre. Mujer trans: persona que nació biológicamente como hombre pero se siente mujer. Estas personas a veces pueden operarse para adecuar su cuerpo a su identidad de género (transexuales). Se incorpora el concepto de identidad sexual para distinguir cómo se siente la persona independientemente de su cuerpo biológico.

NOTA: Descubrir que no todas las mujeres tienen vagina y no todos los hombres tienen pene lleva a redescubrir lo femenino y lo masculino como construcciones sociales que no se deducen de la genitalidad.

6) Inclusión de la pansexualidad

Las personas pansexuales son aquellas que pueden sentirse sexualmente atraídas hacia una persona independientemente de su sexo y expresión de género. Esto NO significa que una persona pansexual siente atracción por cualquier persona que se le cruce. Más bien podría decirse que el sexo/género es para una persona pansexual lo que el color de ojos para una persona ciega.

NOTA: Preguntas como "¿Un hombre en pareja con una mujer trans sigue siendo heterosexual?", incluso si se responde de manera afirmativa, revela el límite de considerar a las orientaciones sexuales como compartimentos estancos.

7) Inclusión de la intersexualidad

Hay personas que nacen con una combinación de genitales masculinos y femeninos. El término médico sigue siendo "hermafrodita", aunque estas personas han reclamado para sí el término "intersexual". Lo que se aprende con la existencia de la intersexualidad es que el sexo no es un estado binario: es un continuo.

Es difícil censar el número de estas personas porque la corporación médica promueve cirugías "correctivas" a los bebés que nacen con genitales "indefinidos" según el criterio binario; y los padres, avergonzados por lo que su bebé tiene entre las piernas o preocupados por la discriminación que pueda recibir, acceden a esta intervención quirúrgica para que su bebé pueda ser anotado en alguno de los dos sexos "normales".

NOTA: A esta altura se afianza cada vez más la necesidad de superar la lógica blanco/negro para lidiar con la diversidad humana de cuerpos, identidades, expresiones y sentires.

8) Inclusión de la demisexualidad, sapiosexualidad, asexualidad.

La asexualidad es la carencia de atracción sexual. Es distinto del celibato, que es elegir abstenerse de tener sexo a pesar de tener deseo. Las personas asexuales directamente no desean tener sexo (aunque sí es posible para ellas involucrarse románticamente).

La sapiosexualidad es cuando la atracción sexual se siente por la gente que nos atrae intelectualmente.

La demisexualidad significa que solo se siente atracción sexual por una persona con la que ya existe una atracción romántica.

Estas dos últimas orientaciones sexuales evidencian que el deseo sexual puede exceder lo físico y a su vez, desplazan la idea de la atracción sexual determinada por el "género" ("me gustan los hombres", "me gustan las mujeres", etc.).

NOTA: A esta altura las distintas orientaciones sexuales pueden verse, más que como estados, como distintos tipos de "filtros" para nuestro deseo que pueden combinarse y que no son del todo estables y definitivos. Por ejemplo, dentro de la heterosexualidad se puede ser sapiosexual.

9) Inclusión de la noción queer

La palabra inglesa "queer" significa "raro" y ha sido clásicamente usada como insulto a las personas que por su conducta sexual o expresión de género no entraban en las categorías aceptables de la heteronormatividad (mujeres y varones que "actúan como tales"). Al igual que la palabra gay, la palabra queer ha sido reivindicada en las últimas décadas como una estrategia de des-estigmatización de estas identidades marginadas y como contra-ataque a la heteronormatividad (no contra la heterosexualidad, como dicen críticas ignorantes/maliciosas). Se utiliza la expresión "genderqueer" para englobar a todas las maneras de expresarse que resultan contradictorias o ambiguas desde la perspectiva heteronormativa (por ejemplo, vestirse con ropa de hombre y de mujer al mismo tiempo).

NOTA: El propósito de lo que se llama "teoría queer" no es construir una nueva identidad sino expresar la necesidad de que deconstruyamos las identidades como categorías fijas y objetivas a las cuales las personas tendrían que adaptarse. La mirada queer lleva a ser crítico de cualquier categoría que pretenda crear una "caja" para cierto rango de la experiencia humana y también hace visible las formas de dominación difusas basadas en establecer lo que es normal y lo que es anormal.

10) ¿Y la heterosexualidad?

Las personas heterosexuales también son perjudicadas por la heteronormatividad. La heteronormatividad divide a la gente en "anormal" y "normal". A la gente "anormal" se la margina, violenta y patologiza. A la gente "normal" se la presiona para que se case y tenga hijos, para que nunca demuestren atracción por gente de su mismo sexo, para que los hombres sientan vergüenza de querer experimentar placer anal, y para que demuestren que pertenecen al club discriminando todo lo "anormal" o usando palabras-estigmas como azote para quienes transgredan alguna norma.

NOTA: La heteronorma genera culpa por sentir atracción o incluso por valorar la belleza de un miembro del propio sexo, las dudas de "¿esto me hace homosexual?" o incluso el prohibirse (y prohibir a otros) determinadas actividades porque no corresponden a lo que la sociedad dicta que debe hacer un miembro de determinado sexo.

11) ¿Son necesarias tantas etiquetas?

A primera vista puede parecer que es demasiado complicado aprenderse todos estos nuevos conceptos. ¿No es más fácil decir que las personas somos directamente sexuales? Sí, es más fácil y es una buena perspectiva para lo que pasa dentro de un dormitorio con dos o más personas, pero no para la política. Y mientras estemos hablando de algo que afecta a millones de personas en su vida familiar, laboral, comunitaria e íntima, estamos hablando de política.

Nuestro punto de partida no es una sociedad que ya ha aceptado la diversidad y que educa a sus infantes en ella, sino una sociedad profundamente heteronormativa, que solo recientemente ha "aceptado" -en las leyes y en lo políticamente correcto- a la gente gay y lesbiana. Las personas abiertamente bisexuales suelen ser discriminadas tanto por heterosexuales como por homosexuales ("no se deciden", "tratan de llamar la atención", "tienen un pie fuera del placard", "no quieren renunciar a sus privilegios hetero"). Las personas trans siguen en un gran estado de marginación y violencia, con un mercado laboral que las margina (por ello muchas mujeres trans eligen prostituirse) y con una expectativa de vida de 35 años. Las personas intersexuales siguen siendo quirúrgicamente "corregidas" poco después de su nacimiento en vez de tener la oportunidad de decidir sobre su genitalidad con uso de razón.

Desde que somos pequeños que crecemos con modelos y tenemos la necesidad de identificarnos temporalmente con cierto grupo. ¿Qué sucede cuando un niño trans no conoce el concepto de persona trans y crece en un entorno donde ese estado del ser no se considera entre las opciones válidas sino como una desviación, una enfermedad, algo "antinatural"? Tratará de encajar en los modelos establecidos y no podrá, lo cual causará mucho sufrimiento. ¿Pero qué pasa si ese niño y su entorno tienen otra formación? Esa etiqueta que un futuro podrá ser superada cumplirá la función muy importante de darle un nombre a lo que se siente y por lo tanto poder hacerlo visible.

12) La diversidad humana es infinita

Hay infinitos cuerpos con infinitas maneras de sentirse, infinitas identidades (maleables, transitorias, combinables, ambiguas), infinitas preferencias sexuales. No se trata de "tolerar" esta diversidad, como propone el pensamiento políticamente correcto. Se trata simplemente de aceptarla como aceptamos que vivimos en un planeta y de seguir con nuestras vidas juzgando menos y disfrutando más.

Para que nadie sufra marginación no basta con que individualmente no discriminemos ni seamos violentos. Mientras siga existiendo la separación entre personas normales y anormales, seguirá faltando libertad. Las personas catalogadas de "anormales" verán su libertad limitada por la marginación, las personas catalogadas de "normales" la verán limitada por la necesidad de validar su carnet constantemente para seguir siendo miembros del club.

Entre todos tenemos que terminar con la heteronormatividad y cualquier otra normatividad que intente sucederle.
Quienes no pueden cambiar su mentalidad no pueden cambiar nada

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