J.3 ¿Qué tipo de organización construyen los anarquistas?

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Los anarquistas son muy conscientes de la importancia de crear organizaciones. Esas organizaciones permiten a quienes las integran multiplicar su fuerza y actividad, convirtiéndose en el medio por el cual una persona puede ver realizadas sus ideas, sueños y esperanzas. Esto es así tanto para difundir el mensaje anarquista como para la construcción de una casa, la dirección de un hospital o la creación algún producto útil. Los anarquistas apoyan dos tipos de organizaciones -las organizaciones de anarquistas y las organizaciones populares que no están formadas exclusivamente por anarquistas, como puedan ser las organizaciones obreras (sindicatos), las cooperativas y las asambleas comunitarias.

En esta sección discutiremos los tipos, naturaleza y papel del primer tipo de organización, a saber, las organizaciones explícitamente anarquistas. Además, hablaremos del anarco-sindicalismo, un sindicalismo revolucionario que tiene el objetivo de crear una sociedad anarquista a través de tácticas anarquistas, así como la razón por la que muchos anarquistas no son anarco-sindicalistas. El segundo tipo de organizaciones, las organizaciones populares, se analizan en la sección J.5. Ambas formas de organización, sin embargo, comparten el compromiso anarquista del confederalismo, la descentralización, la autogestión y la toma de decisiones desde abajo hacia arriba. En estas organizaciones, sus miembros desempeñan el papel decisivo en su funcionamiento y en asegurar que el poder permanezca en sus manos. Ellas expresan la visión anarquista de la potencia y la eficacia creadora que tiene la gente cuando son autosuficientes, cuando actúan por sí mismos y administran directamente sus propias vidas. Sólo a través de esta forma de organización podremos crear un mundo nuevo, un mundo digno de seres humanos y de individuos singulares.

La organización anarquista en todas sus formas refleja el deseo anarquista de "construir el mundo nuevo en el interior del viejo" así como la autonomía del individuo. Rechazamos la idea de que no importa cómo nos organizamos para cambiar la sociedad. De hecho, nada podría estar más lejos de la verdad. Todos somos producto de las influencias y relaciones sociales en nuestras vidas, esta es una idea básica del materialismo (filosófico). Así, la forma en que funcionan nuestras organizaciones están estructuradas tiene un impacto en nosotros. Si la organización está centralizada y es jerárquica (no importa cuán "democráticamente" controla a sus funcionarios o dirigentes), entonces los que están sujetos a la misma verán - como en cualquier organización jerárquica - sus capacidades para gestionar sus propias vidas, su pensamiento creativo y su imaginación erosionadas bajo el constante flujo de órdenes desde arriba. Esto, a su vez, justifica las pretensiones de poder de los que se encuentran arriba, así como la capacidad de autogestión de la militancia de base se debilita debido a las relaciones sociales autoritarias. Esto significa que las organizaciones anarquistas están estructuradas de tal manera que permita a todos el máximo de posibilidades de participar. Esta participación es la clave para libre organización. Como Malatesta sostuvo:

"El verdadero ser es el hombre, la persona. La sociedad o la colectividad... si no es una abstracción vacía, se realizará desde las personas. Y es en el organismo de cada individuo que todos los pensamientos y acciones humanas, inevitablemente, tienen su origen, y desde los seres individuales se convierten en pensamientos y actos colectivos cuando sean o vayan a ser aceptadas por muchas personas. La acción social, por lo tanto, no es ni la negación ni el complemento de la iniciativa individual, sino que es la resultante de las iniciativas, acciones y pensamientos de todos los individuos que integran la sociedad."

La anarquía , p. 36

Las organizaciones anarquistas existen para permitir este desarrollo y expresión de las iniciativas individuales. Esta potenciación del individuo es un aspecto importante de la creación viable de la solidaridad, ya que las ovejas no pueden expresar solidaridad, sólo siguen al pastor. Por lo tanto, "para lograr sus fines, las organizaciones anarquistas deben, en su constitución y funcionamiento, permanecer en armonía con los principios del anarquismo, es decir, que deben saber cómo combinar la acción libre de las personas con la necesidad y la alegría de la co-operación, ya que sirven para desarrollar la conciencia y la iniciativa de sus miembros y son un medio educativo para el ambiente en el que operan, así como de una preparación moral y material para el futuro que deseamos." Errico Malatesta, The Anarchist Revolution, p. 95]

Como tales, las organizaciones anarquistas reflejan el tipo de sociedad que los anarquistas desean. Rechazamos como ridícula la pretensión de marxistas y leninistas de que la forma de organización que construimos es irrelevante y, por lo tanto, tenemos que crear partidos altamente centralizados que tienen como objetivo convertirse en la vanguardia de la clase obrera. No importa cuán "democráticas" sean dichas organizaciones, ya que sólo reflejan la división capitalista del trabajo entre el trabajo manual e intelectual, así como la ideología liberal de la delegación de nuestra capacidad de gobernarnos a nosotros mismos a una élite de elegidos. En otras palabras, se limitan a reflejar la misma sociedad a la que nos oponemos, razón por la cual se reproducen los mismos problemas dentro de las llamadas organizaciones anti-capitalistas que inicialmente nos motivó a oponernos al capitalismo, en un principio. Debido a esto, los anarquistas opinan respecto al "partido marxista como otra forma estatista que, en caso de que lograra 'tomar el poder', mantendría el poder de un ser humano sobre otro, la autoridad del líder que lo obtuviera. El partido marxista... es un reflejo de la propia sociedad a la que manifestó a oponerse, una invasión del campo de los revolucionarios por los valores, estructuras y métodos burgueses". Los anarquistas españoles, pp. 179-80 Como puede verse en la historia de la revolución rusa, este fue el caso de los bolcheviques pronto a la cabeza del menoscabo de la autogestión de los trabajadores, la democracia soviética y, por último, la democracia dentro del propio partido gobernante. Por supuesto, desde un punto de vista anarquista (es decir, materialista), esto es muy predecible - después de todo, "los hechos son anteriores a las ideas, sí, el ideal, como dijo Proudhon, no es más que una flor, cuya raíz se encuentra en las condiciones materiales de existencia ". [[[Bakunin]], Dios y el Estado, p.9] - y así no es de sorprender que los partidos jerárquicos ayuden a mantener una sociedad jerarquizada. En palabras de la famosa Circular Sonvillier (expedido por la sección libertaria de la Primera Internacional):

"¿Cómo quieren una sociedad igualitaria y libre partiendo de una organización autoritaria? Es imposible".

Hay que subrayar aquí que los anarquistas no se oponen a la organización y no se oponen a las organizaciones de los anarquistas (es decir, las organizaciones políticas, aunque en general los anarquistas rechazan el término "partido" debido a las asociaciones estatistas y jerárquicas). Murray Bookchin clarificó estas cuestiones cuando escribió que "la verdadera cuestión en juego aquí no es la organización versus la no-organización, sino qué tipo de organización... las organizaciones [anarquistas]... [son] desarrollos orgánicos a continuación.. . son los movimientos sociales, combinando un creativo estilo de vida revolucionario con una creativa teoría revolucionaria... Tanto como sea humanamente posible, tratan de reflejar la sociedad liberada que tratan de lograr... [y] se construyen en torno a grupos íntimos de hermanos y hermanas - grupos de afinidad... [con] la coordinación entre grupos... disciplina, planificación, y unidad de acción... Logrado voluntariamente, por medio de una auto-disciplina que se alimenta de la convicción y el entendimiento. "|Post-Scarcity Anarchism|, pp. 214-215|}}

En las secciones que siguen, se discute la naturaleza y el papel de la organización anarquista. Los anarquistas están totalmente de acuerdo con estas palabras del situacionista Guy Debord que una "organización revolucionaria debe recordar siempre que su objetivo no es lograr que la gente se pare a escuchar los discursos de los expertos líderes, sino hacer que hablen por sí mismas" y organizar sus grupos en consecuencia. La sección J.3.1 discute la unidad básica de construcción de las organizaciones específicamente anarquistas, el "grupo de afinidad". Las secciones J.3.2, J.3.3, J.3.4 y J.3.5, discuten los principales tipos de federaciones de "grupos de afinidad" que los anarquistas crean para ayudar a difundir nuestro mensaje e influencia. Luego, la sección J.3.6 destaca el papel que desempeñan estas organizaciones en nuestra lucha para crear una sociedad anarquista. Muchos marxistas no entienden la naturaleza de la organización anarquista, y, por ello, interpretan mal la expresión de Bakunin "dictadura invisible", y pintan una imagen de él (y, por ende, de todos los anarquistas) como un jerárquico aspirante a dictador. La sección J.3.7 analiza estas reclamaciones y muestra por qué están equivocados. Por último, en las secciones J.3.8 y J.3.9 hablaremos de anarco-sindicalismo y otras actitudes anarquistas con respecto al mismo.

El poder de las ideas no puede ser subestimado, "si tu tienes una idea que puedes comunicarla a un millón de personas y no se pierde nada en el proceso, y cuanto más se propaga la idea, más adquirirá en poder y eficacia" La Revolución Anarquista, P. 46. La idea correcta en el momento correcto, una vez que refleje las necesidades de las personas y del cambio social necesario, puede tener un efecto transformador sobre aquellos que tienen la idea y la sociedad en la que vive. Esa es la razón por la que las organizaciones que crean los anarquistas para extender su mensaje son tan importantes y la razón por la que dedicamos toda una sección para las mismas.

Las organizaciones anarquistas, por lo tanto, tienen por finalidad el enriquecer la lucha social a través de sus ideas y sugerencias, pero también, mucho más importante, enriquecer la idea de la experiencia práctica y la actividad. En otras palabras, un proceso bidireccional mediante el cual la vida informa a la teoría y la teoría ayuda a la vida. Los medios por los que esta dinámica social se crea y desarrolla es el objetivo fundamental de la organización anarquista y se refleja en su papel teórico que destacaremos en las siguientes secciones.