B.1.4 ¿Por qué existen el racismo, el sexismo y la homofobia?

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Ya que el racismo, el sexismo y la homofobia están institucionalizados en la sociedad, la opresión sexual, racial y homosexual, es común. La causa primaria de estos tres males es la necesidad de ideologías que justifican la dominación y la explotación, que son inherentes en la jerarquía -en otras palabras, teorías que justifican y explican la opresión y la injusticia. Como dijo Tácito, Odiamos a quienes herimos. Aquellos que oprimen a otros siempre encuentran razones para considerar a sus víctimas como "inferiores" y por lo tanto, merecedoras de su destino. Las élites necesitan justificar de alguna manera su posición económica/social superior. Ya que el sistema social es obviamente injusto y elitista, la atención debe centrarse en otros "hechos" menos inconvenientes, como aquellos que alegan la superioridad basándose en la biología o la naturaleza. Por lo tanto, doctrinas de superioridad sexual, racial y étnica son inevitables en una sociedad jerárquica y de clases.

Vamos a tomar cada forma de discriminación de una en una.

Desde un punto de vista económico, el racismo está asociado con la explotación de la mano de obra barata en casa y del imperialismo fuera. En efecto, el temprano desarrollo capitalista en ambos continentes, América y Europa, fue fortalecido por la esclavitud de personas, particularmente de ascendencia africana. En las Américas, Australia y otras partes del mundo el asesinato de los habitantes originales y la expropiación de su tierra fue una parte fundamental del crecimiento del capitalismo. Ya que la subordinación de las naciones foráneas es producto de la fuerza, a la nación dominante le parece que debe su dominio a sus especiales cualidades naturales -en otras palabras a sus características raciales. Así, los imperialistas constantemente han recurrido a la doctrina Darwiniana de la "supervivencia de los más aptos" para darle a su racismo una base en la naturaleza.

En Europa, una de las primeras teorías de superioridad racial fue propuesta por Gobineau en los años 1850 para establecer un derecho natural de la aristocracia para gobernar Francia. Decía que la aristocracia francesa era originalmente de origen germánico mientras que las "masas" eran galos o celtas. Y ya que la raza germánica era 'superior', la aristocracia tenía un derecho natural para gobernar. Aunque las "masas" francesas no encontraron esta teoría particularmente persuasiva, fue más tarde tomada por partidarios de la expansión germánica y se convirtió en el origen de la ideología racial germánica, usada para justificar la opresión nazi de los judíos y otros "no-arios". Las nociones de "la carga del hombre blanco" y el "Destino Manifiesto" se desarrollaron casi al mismo tiempo en Inglaterra y en un menor grado en América, y fueron usadas para racionalizar la conquista y la dominación mundial anglosajona sobre una base humanitaria.

El racismo y el autoritarismo en casa y fuera de ella, ha ido de mano en mano. Como Rudolf Rocker sostuvo:

"Todos los representantes de la doctrina racial fueron y son siempre aliados y propulsores de toda reacción política y social, representantes del principio del poder en su forma más agresiva (...) El que cree ver en todos los conflictos sociales y políticos solamente fenómenos condicionados por la raza, niega toda influencia reconciliadora de las ideas, toda comunidad del sentimiento ético, y en toda decisión debe echar mano a la fuerza bruta. En realidad, la teoría racista no es más que el culto a la violencia. El racismo tiene como objetivo la consolidación del poder elitista atacando todos los logros (...) encaminados a la libertad individual y la idea de igualdad. No se puede dar una justificación moral mejor ante la servidumbre industrial que la que nuestros guardianes del poder tienen ante sí como una foto del porvenir."

Rudolf Rocker , Nacionalismo y Cultura

La idea de la superioridad racial también tuvo una gran utilidad doméstica. Como Paul Sweezy señala:

"La intensificación del conflicto social en los países capitalistas avanzados (...) ha de ser conducida, en la medida de lo posible, por canales inocuos -inocuos, desde el punto de vista de la clase capitalista. La exaltación de antagonismos de corte racial es un método acertado para desviar la atención fuera de la lucha de clases, claramente peligrosa para los intereses de la clase dominante."

Paul Sweezy , Teoría del desarrollo capitalista

En efecto, los empresarios constantemente han fomentado las divisiones raciales dentro de los trabajadores como parte de una estrategia de "divide y vencerás". En otros contextos, Irlanda del Norte, Escocia o la Rusia Zarista, los empresarios han usado la religión de la misma manera. En otros, ser inmigrante o de ascendencia nativa, es la linea de división. El efecto es el mismo. Anarquistas como Emma Goldman, denunciaron en el Sur de Estados Unidos las atrocidades desenfrenadas, de negros linchados, torturados y quemados por multitudes enfurecidas sin que ninguna mano se alzara o sin que ninguna palabra se dijera en su defensa (Emma Goldman: A Documentary History of the American Years, vol. 1, p. 386) o los progromos contra los judíos en la Rusia zarista hasta la discriminación sobre dónde puede vivir la gente, qué trabajos pueden tener, menor paga etc.

Para los que ostentan el poder, esto tiene mucho sentido ya que el racismo (como otras formas de discriminación) pueden ser usados para separar y dividir a la clase trabajadora consiguiendo que la gente culpe a otros de su misma clase social por las condiciones que todos padecen. De esta manera, la ira que la gente siente sobre los problemas a los que se enfrentan son dirigidos hacia otra dirección, hacia chivos expiatorios, en vez de hacia las verdaderas causas. Como los trabajadores blancos son sutilmente (a veces no tan sutilmente) alentados, por ejemplo, a culpar del desempleo, la pobreza y el crimen a negros e hispanos en vez de al capitalismo y las élites (blancos y hombres) que lo controlan y quienes directamente se benefician de sueldos bajos y ganancias altas. La discriminación contra las minorías raciales y las mujeres, tiene sentido para el capitalismo, ya que de esta manera se amplían los beneficios, directa o indirectamente. Como los trabajos y las oportunidades de inversión, son negados a grupos desventajados, sus sueldos pueden ser disminuidos, y las ganancias correspondientementes, aumentadas. Indirectamente, la discriminación agrega beneficios y poder al capitalista, aumentando el desempleo y poniendo a los trabajadores unos contra otros. Tales factores, aseguran que el capitalismo nunca combatirá la discriminación como algunos economistas liberales sostienen.

En otras palabras, el capitalismo se ha beneficiado y lo seguirá haciendo desde su herencia racista. El racismo ha creado reservas de mano de obra barata para los capitalistas de la que beneficiarse y permitido que un sector de la población esté sometida a peor trato, aumentado los beneficios mediante la reducción de condiciones en el trabajo y otros costes no relacionados con el pago.

En EEUU, los negros siguen siendo peor pagados que los blancos por los mismos trabajos (alrededor de un 10% menos que trabajadores blancos con la misma educación, experiencia, ocupación y otras variables demográficas relevantes). Esto se traduce en desigualdades de riqueza. En 1998, los ingresos de los negros eran el 54% de los ingresos de los blancos, mientras que el producto bruto negro (incluyendo el residencial) valía 12% y no residencial solo el 3% del producto bruto blanco. Para los hispanos, el cuadro era similar con ingresos de sólo el 62% del ingreso de los blancos, el producto bruto, incluido el residencial el 4% y el no residencial el 0% del blanco. Mientras que sólo por debajo del 15% de los hogares blancos tenían un producto bruto negativo o del 0%, el 27% de los hogares negros y el 36% de los hogares hispanos estaban en la misma situación. Incluso en similares niveles de ingresos, los hogares negros eran significantemente menos ricos que los blancos.

Doug Henwood , After the New Economy, p. 99 y pp. 125-6

Todo esto significa que las minorías raciales:

están sometidas a doble opresión y explotación, por raza y clase, y deben combatir batallas extra contra la discriminación y el racismo

Lorenzo Kom'boa Ervin , Anarquismo y la Revolución Negra

El sexismo sólo requería una justificación una vez la mujer empezó a actuar por sí misma y demandar derechos iguales. Antes de este momento, la opresión sexual no necesitaba ser justificada -era natural (diciendo esto, obviamente, la igualdad entre los sexos era mayor antes del crecimiento del Cristianismo como religión estatal y el capitalismo, entonces el lugar en la sociedad, de la mujer, ha caído en los últimos cientos de años, antes de subir otra vez, gracias a los movimientos de mujeres).

La naturaleza de la opresión sexual puede verse desde el matrimonio. Emma Goldman señaló que el matrimonio significa la soberanía del hombre sobre la mujer con su total sumisión a los caprichos y ordenes de su marido. (Red Emma Speaks). Como Carole Pateman apunta:

"Hasta finales del siglo XIX la posición legal y civil de la esposa reflejaba la de una esclava. Una esclava no tenía una existencia independiente legal apartada de su amo, y marido y mujer se convirtieron en una persona, la persona del marido. En efecto, la ley estaba basada en la suposición de que la mujer era (como) propiedad y sólo el contrato marital incluye el explícito cometido de obedecer'".

Carole Pateman , El contrato sexual.

Sin embargo, cuando la mujer comenzó a cuestionar tales suposiciones de la dominación masculina, numerosas teorías fueron desarrolladas para explicar por qué la opresión de la mujer y la dominación por parte del hombre era natural. Porque los hombres imponían su dominación sobre las mujeres mediante la fuerza, se sostenía que la superioridad del hombre era una cualidad natural de su género, que está asociada con mayor fuerza física (sobre la premisa de que poder significa correcto). En el siglo XVII, se aseguraba que las mujeres eran más como animales que el hombre, lo que demuestra que las mujeres tienen tanto derecho a la igualdad con el hombre como las ovejas. Más recientemente, las élites han adoptado la socio-biología en respuesta al movimiento de las mujeres creciente. Al explicar la opresión de la mujer en motivos biológicos, un sistema social dirigido por hombres y para hombres puede ser ignorado.

El papel subordinado de la mujer también tiene un valor económico para el capitalismo (debemos señalar que Goldman consideraba al capitalismo como otro orden paternal al igual que el matrimonio, ambos roban a la gente su derecho de nacimiento, atrofian su crecimiento, y envenena sus cuerpos y mantienen a la gente en "ignorancia, en pobreza y dependencia." (Op. Cit., p. 210). Las mujeres constantemente proporcionan trabajo necesario (y no pagado) que mantiene al trabajador hombre en buena condición; y es principalmente la mujer quien cría la siguiente generación de esclavos asalariados (y nuevamente gratis) para que propietarios capitalistas, exploten. Además, la subordinación de la mujer da a los hombres de clase obrera, alguien sobre quien pagar, a veces, sus frustraciones, como un objetivo conveniente (en vez de centrarse en los problemas laborales). Como Lucy Parsons señaló, una mujer de clase obrera es "la esclava del esclavo"

El sexismo, como todas las formas de discriminación, está reflejado en los niveles de ingresos y riqueza. En EEUU, las mujeres eran pagadas, alrededor de un 57% de lo que lo eran los hombres en el 2001 (una mejora con respecto al 39% de 20 años atras). Parte de esto se debe a que hay menos mujeres trabajando que hombres, pero para aquellas que sí trabajaban fuera de casa, sus ingresos eran de un 66% de los del hombre (por encima del 47% de 1980 y el 38% de 1970). Aquellas que trabajan jornada completa, sus ingresos son el 76% de los del hombre, por encima del 60% durante la mayor parte de la decada de 1970. Sin embargo, como la diferencia entre blancos y negros, esto se debe en parte a los ingresos estancados de los trabajadores hombres (en 1998 los verdaderos ingresos de los hombres eran tan solo 1% por encima de los niveles de 1989, mientras que los de la mujer estaban un 14% por encima). Así que, en vez del aumento de los ingresos siendo resultado de las mujeres entrando a trabajos bien pagados y en gran parte a ocupaciones generalmente de hombres, y éstas cerrando la diferencia de género, también han sido resultado de los intensos ataques a la clase trabajadora desde los años 80, que han des-unionizado y desindustrializado EEUU. Esto resultó en muchos trabajos bien pagados de hombres perdidos, y más y más mujeres entrando al mercado laboral para asegurarse de mantener a su familia.

Dejando de lado la media de los ingresos, descubrimos que el sexismo da lugar a mujeres siendo pagadas un 12% menos que los hombres durante el mismo trabajo, con las mismas variables relativas (como experiencia, educación, etc..) No hay necesidad de decir que, como con el racismo, tales "variables relevantes" son en sí mismas moldeadas por la discriminación. Las mujeres, como los negros, tienen menos probabilidades de conseguir una entrevista de trabajo y trabajo. El sexismo incluso afecta tipos de trabajos, como por ejemplo, los trabajos relacionados con las tareas del hogar son peor pagados que los que no son de este tipo, ya que son vistos como femeninos e incluyen los tipos de tareas que las mujeres hacen en casa sin paga. En general, las industrias dominadas por mujeres, son peor pagadas. En 1998, las ocupaciones que eran del 90% de hombres, tenían un sueldo medio de casi el 10% por encima de la media, mientras que aquellas con el 90% de mujeres, casi un 25% por debajo. Un estudio descubrió que un aumento del 30% de mujeres en una ocupación, se traduce en una disminución del 10% en la paga media. No es necesario señalar, que tener hijos es una mala noticia económica para la mayor parte de mujeres (las mujeres con hijos ganan un 10 a 15% menos que mujeres sin hijos, mientras que para los hombres, lo contrario es el caso). Tener un nivel de maternidad, por cierto, tiene una pena de maternidad, bastante menor.

Henwood Op. Cit.

La opresión contra las lesbianas, gays y bisexuales, está totalmente relacionada con el sexismo. Una sociedad patriarcal capitalista, no puede ver las prácticas homosexuales como variaciones humanas normales, que es lo que son, porque manchan esos rígidos papeles de género y estereotipos sexistas de la sociedad. La mayor parte de los jovenes gays, mantienen su sexualidad para sí mismos por miedo a ser echados de casa y todos los gays tienen el miedo de que algunos "heteros" intenten negarles su sexualidad si la expresan libremente. Así como los otros sujetos en otras formas de discriminación, los gays también son discriminados económicamente. ("Los hombres gays ganan un 4-7% menos que el hombre hetero medio". -Henwood, Op. Cit.). Ya que la opresión social que resulta por tener otra orientación sexual, es expermientada en varios niveles distintos, desde violencia extrema a menor paga por hacer el mismo trabajo.

Los gays no son oprimidos basándose en un capricho, si no por una necesidad específica del capitalismo de tener familias nucleares. La familia nuclear, como la creadora primaria de personas sometidas (crecer en una familia autoritaria lleva a los niños a adoptar y a respetar la jerarquía y la subordinación (véase la [B.1.5 ¿Cómo se crearon las bases psicológicas de masas para la civilización autoritaria?|sección B.1.5]) así como la proveedora y cuidadora de la fuerza de trabajo, forma una importante necesidad para el capitalismo. Las orientaciones sexuales alternativas representan una amenaza para el modelo de familia ya que proporcionan un modelo de rol diferente para las personas. Esto significa que los gays van a estar en primera linea cuando el capitalismo quiera reforzar los valores familiares (sumisión a la jerarquía, tradición, moralidad etc..). La introducción de la cláusula 28 en Gran Bretaña es un buen ejemplo de esto, con el gobierno haciendo ilegal que los cuerpos públicos promuevan la sexualidad gay (para presentarla únicamente como una perversión). En EEUU, el Derecho también busca demonizar la homosexualidad como parte de una campaña para reforzar los valores de la unidad de la familia patriarcal y la sumisión a la autoridad tradicional. Por lo tanto, la opresión de la gente basada en su sexualidad es poco probable que desaparezca hasta que el sexismo lo haga.

Esto no es todo. Así como afecta negativamente a aquellos discriminados, el racismo, el seximo y la homofobia son dañinos para aquellos que lo practican (y en cierto modo se benefician de ello) dentro de la clase obrera. Esto es obvio una vez lo piensas. Racismo, sexismo y homofobia dividen a la clase obrera, lo que significa que los blancos, hombres, heterosexuales, se perjudican a sí mismos al mantener una reserva de mano de obra barata competitiva, asegurando bajos salarios para sus propias mujeres, hijas, madres, familiares y amigos. Tal división crea condiciones y salarios inferiores para todos, ya que los capitalistas ganan una ventaja competitiva al usar tal reserva de mano de obra barata, forzando a todos los capitalistas a empeorar las condiciones y salarios para sobrevivir en el mercado (adicionalmente, dichas jerarquías sociales, que socavan la solidaridad contra el empresario en el trabajo, y el estado probablemente crea un grupo de trabajadores excluidos que se volverían enemigos durante las huelgas). Además, los sectores privilegiados de la clase trabajadora también pierden, porque sus condiciones de trabajo y sueldos son peores de las que la unión podría haber conseguido. Sólo el jefe gana en realidad.

Esto puede comprobarse investigando sobre este tema. El investigador Al Szymanski buscó examinar sistemática y científicamente la proposición de que los trabajadores blancos ganan con el racismo (Racism Discrimination and White Gain en American Sociological Review, vol. 41, no. 3, June 1976, pp. 403-414). Comparó la situación de los trabajadores blancos y no blancos (negros, nativos americanos, asiáticos e hispanos) en los Estados Unidos y encontró varios puntos:

1. La mayor estrechez entre la división de sueldos blancos y negros en un Estado Norteamericano, los ingresos de los blancos mayores, eran similares a los ingresos blancos en cualquier otro lado. Esto significa que "los blancos no se benefician económicamente mediante la discriminación económica. Los trabajadores blancos especialmente parecen beneficiarse económicamente de la ausencia de discriminación económica... en el nivel absoluto de sus ganancias y en la relativa igualdad entre los blancos" (p. 413).

2. El mayor numero de "no-blancos" en una determinada población de un Estado Norteamericano, la mayor desigualdad entre blancos. En otras palabras, la existencia de un grupo, pobre, oprimido de trabajadores, reduce los sueldos de los trabajadores blancos. Aunque no afecta mucho las ganancias de blancos de clase no trabajadora ("La mayor discriminación contra gente no blanca, la mayor desigualdad dentro de los blancos" (p. 410). Así que los trabajadores blancos claramente pierden económicamente de esta discriminación.

3. También halló que "a más intensa discriminación racial, menores son los ingresos blancos por (...) su efecto en la solidaridad de la clase obrera." (p. 412). En otras palabras, el racismo económicamente produce una desventaja en los trabajadores blancos porque socava la solidaridad entre los trabajadores negros y blancos.

Así que en conjunto, estos trabajadores blancos aparentemente reciben algunos privilegios del racismo, pero en realidad les perjudica. Así el racismo y otras formas de jerarquía, funcionan en contra de los intereses de los trabajadores que lo practican - y, mediante el debilitamiento de la unidad social en el puesto de trabajo, benefician a la clase dominante:

"Mientras exista la discriminacion y miniorias raciales o etnicas, sean orpimidas, la clase obrera en conjunto es debilitada. Esto es así porque la clase capitalista tiene la habilidad de usar el racismo para disminuir los salarios de segmentos individuales de la clase obrera, mediante la incitación del antagonismo racial y forzando a los trabajadores a pelear por los trabajos y servicios. Esta división es un desarrollo que al final de todo, recorta el nivel de vida de todos los trabajadores. Además, poniendo a los blancos contra los negros y otras nacionalidades oprimidas, la clase capitalista tiene la habilidad de prevenir que los trabajadores se unan contra su enemigo común. Mientras los trabajadores sigan peleando contra ellos mismos, la clase capitalista está segura."

Lorenzo Kom'boa Ervin, Op. Cit.

Adicionalmente, la riqueza y diversidad de puntos de vista, visiones, experiencias, culturas, pensamientos y demás, son negadas a los racistas, sexistas, y homofóbicos. Sus mentes están atrapadas en una jaula, estancándose en una monocultura - y el estancamiento es la muerte para la personalidad. Tales formas de opresión son deshumanizadoras para aquellos que las practican, ya que el opresor vive como un rol, no como una persona, y entonces están restringidos por él y no pueden expresar su individualidad libremente (y lo hace de manera muy limitada). Esto deforma la personalidad del opresor y empobrece su propia vida y personalidad. La homofobia y el sexismo también limitan la flexibilidad de todas las personas, gays o heteros, para elegir las expresiones sexuales que son correctas para ellos. La represión sexual que ejerce el sexista y homofóbico, difícilmente le hará bien a su salud mental, sus relaciones o su desarrollo en general.

Desde el punto de vista anarquista, la opresión basada en la raza, el sexo o la orientación sexual, permanecerá siempre intacta bajo el capitalismo o, en realidad, bajo cualquier sistema económico o político basado en la dominación y la explotación. Mientras que miembros individuales de "las minorías" lleguen a prosperar, el racismo como una justificación de la desigualdad es muy útil para las élites como para desecharlo. Usando las consecuencias del racismo (por ejemplo, la pobreza) como una justificación de la ideología racista, las críticas del status quo son sustituídas por ideas absurdas como la naturaleza o la biología. Pasa lo mismo con el sexismo o la discriminación contra los gays.

La solución a largo plazo es obvia: desmantelar el capitalismo y la jerárquica división de clases que conforma la sociedad. Librándonos de la opresión capitalista y la explotación y su consecuente imperialismo y pobreza, también eliminaremos la necesidad de ideologías de superioridad racial o sexual que se usen para justificar la opresión de un grupo hacia otro o para dividir y debilitar a la clase obrera. Sin embargo, la lucha contra la discriminación no puede dejarse para después de una revolución. Si se dejaran, es posible que sucedieran dos cosas: una, tal revolución sería poco probable que sucediera y, dos, si ocurriera entonces sería más que probable que se mantuvieran estos problemas en la futura sociedad creada por tal revolución. Por lo tanto, los efectos negativos de la desigualdad pueden y deben ser combatidos en el aquí y ahora, como cualquier otra forma de jerarquía. En efecto, como discutimos con más detalle en la [B.1.6 ¿Puede terminar la jerarquía?|sección B.1.6], haciendo esto hacemos la vida un poquito mejor en el aquí y ahora además de acercar el momento en el que tales desigualdades estén finalmente abolidas. Solo esto puede asegurar que todos podamos vivir como individuos iguales y libres en un mundo sin las plagas del sexismo, el racismo, la homofobia o el odio religioso.

No es necesario decir, que los anarquistas rechazan totalmente el tipo de igualdad que acepta otras formas de jerarquía, que acepta las prioridades dominantes del capitalismo y el estado, y acceda a devaluar las relaciones humanas y la individualidad en el nombre del poder y de la riqueza. Hay igualdad en tener igualdad de oportunidades, en tener jefes y políticos que sean negros, gays o mujeres, pero es una igualdad que no nos vale. Decir "¡Yo también!" en vez de "¡Qué desastre!" no sugiere una verdadera liberación, si no tan sólo diferentes jefes y nuevas formas de opresión. Necesitamos fijarnos en la forma en la que la sociedad está organizada, ¡no al sexo, color, nacionalidad o sexualidad de aquél que nos esta dando órdenes!